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26.Bandera roja (I)

Y la chica se había desprendido de su sujetar mostrando su pecho descubierto ante la menor que tragó saliva al verla sentada a horcajadas suyo. Su corazón latía rápido y no sabía que hacer en esa situación.

Nayeon al no escuchar respuesta simplemente se inclinó para iniciar con un candente beso. Mina reaccionó posicionando sus manos en la cintura de esta profundizando algo más el beso.

Era algo apresurado el beso y brusco, por lo que la japonesa terminó alejándose por un momento confundiendo a Nayeon.

—Espera...Nayeon —dijo tratando de mirar hacia otro sitio que no fuera la mayor.

—Puedes mirar tonta —sonrió tomándola por la barbilla.

Myoui bajo la mirada un instante y se quedó mirando el bello cuerpo de la coreana.

Sin darse cuenta, de la nariz de la menor comenzaron a salir pequeñas gotas de sangre.

—Yah, ¿de verdad estás sangrando? —soltó una carcajada Im.

—¡Te quiero Nayeon! —gritó completamente roja la pingüina.

A continuación, la extranjera hundió su rostro en el pecho de la contraria quien aceptaba el abrazo algo confundida sin saber que responder ante esto.

Le parecía algo tierno la manera en la que estaba reaccionando Myoui así que acaricio el cabello de esta.

—Yo también te quiero Mina...—masculló cerrando los ojos un momento.

Sintió el fuerte abrazo de Mina, parecía que no quería soltarla jamás y tener allí con ella para siempre.

Esta levantó lentamente la mirada y cuando sus miradas se cruzaron Nayeon pudo ver la ternura que desprendía y el pequeño brillo que había en los ojos de la nipona.

Por alguna razón quiso llorar. Un pequeño flashback y el por que estaba haciendo aquello vino a su cabeza.

Las palabras del señor Yang...

Myoui, al ver los ojos cristalinos de la mayor se inclinó buscando un segundo beso.

—Cero, Jihyo fuerza la puerta —ordenó Taeyeon desde fuera.

Un estruendo se escuchó y a continuación la puerta casi fue derrumbada por la líder que a penas les dio tiempo a las chicas para cubrir su desnudez.

De un momento a otro estaba Jihyo tirándole las prendas derrochadas por el suelo a Nayeon en la cara.

—Reunión urgente. Vístete —ordenó Park.

—¡Podrías haber...! —se dirigió a su mejor amiga.

Las dos adolescentes estaban demasiado avergonzadas, estarían tan sumidas en su mundo de en sueño como para escuchar a su alrededor.

—Que hace Nayeon en esa habitación —se escuchó la voz de Jeongyeon.

—Es obvio, están saliendo —silbaba Chaeyoung.

—¿Saliendo? —cuestionó Momo.

—Luego podréis seguir con vuestro romance pero ahora os necesito a todas —intervino Taeyeon al verlas salir finalmente de la habitación.

Nayeon bajo la mirada avergonzada y sus compañeras fijaron su vista en la nariz de la extranjera, a quien se le notaba las gotas rojas de sangre que habían sido desprendidas.

—Agradeced que Taeyeon está aquí porque el bullying va a ser muy fuerte —le susurró Sana a su hermana.

—Te odio.











🦕🦕











—Al parecer están traficando con algo cerca de nuestra isla privada, nuestro trabajo será rápido y simple mañana —explicaba su tutora mostrándole unas imágenes y papeles del caso del que se harían cargo —Inspeccionar y tomar pruebas, el grupo de la SM se ocupará de la acción.

Las chicas guardaron silencio y comprobaron algunos datos y tácticas que deberían memorizar para madrugar y repasar. Taeyeon les dijo que aplicarían sus mismos trucos de siempre, cosa que les tranquilizaba.

—El grupo de la SM...¿se encargaron de Jieun? —preguntó curiosa Dahyun. —Igual me equivoco.

—Será mejor que no os metáis en problemas directos con esos grupos si coincidís en una misión —se cruzó de brazos la mujer —a diferencia de vosotras, son entrenados incluso desde mucho antes y más duro.

—Pues parecían agradables —sonrió Hirai.

—Como eres fuerte no tienes miedo —opino Tzuyu dejando los papeles encima de la mesa.

—Las nueve sois fuertes, lo haréis bien en la misión de mañana —animó a sus estudiantes Taeyeon.

Las adolescentes hicieron una reverencia y pidieron perdón para volver a sus restantes habitaciones no sin antes silbar y burlarse de Nayeon y Mina.

Habían sido pilladas, pero se les hacía obvio. No iban a hacerse las sorprendidas.

—Chicas, tenemos una misión mañana así que no podremos meternos ni con Nayeon ni Mina —hacia un anuncio la líder que era aplaudido por todas a excepción de la pareja —Guardemos los chistes para después de la misión, buenas noches.

—¡No estamos saliendo! —negó rápidamente Nayeon.

No obstante, Jeongyeon la arrastró consigo a la habitación. Sabía que si dejaba que Im abriera la boca empezaría una disputa y era lo último que quería.

La coneja tomó un largo respiro para reorganizar sus cosas para mañana al igual que su amiga. Tenía tantas cosas en la cabeza, que hasta se había olvidado de hablar con su familia.

—Perdona Jeong —tocó la puerta Mina asomando tímidamente la cabeza.—Descansa bien...

—Tú también, amargada —se acercó a la puerta apretando de la mejilla algo sonrojada de la menor.

—Descansa bien ¿vale? —golpeó la frente de Im —Que luego lo arruinas todo.

Mina, inteligente cerró la puerta antes de que Nayeon pudiera devolverle el golpe. Dejándola con las ganas de devolvérselo.

—¿Quieres que cambie de habitación con Mina?

—Ay Jeong déjalo ya, de verdad.

—¿Qué? Encima de que trato de ayudarte...

—Vale siento no haberte dicho nada —la abrazó por la espalda en silencio.

Jeongyeon la apartó y negó con la cabeza.

—Me voy a duchar, tenemos que tener la mente fresca para mañana —suspiro cansada, Im sabía lo nerviosa que se ponía su compañera en ese tipo de misiones.

Y más aún siendo una prácticamente sorpresa.

Entendiendo la situación la chica, se dejó caer en su cama y cuando estaba a punto de quedarse dormida sintió su móvil vibrar numerosas veces.

No quería responder pues se podía imaginar lo peor. No obstante, cuando lo desbloqueó observó que era su hermano mayor.

—¿Dowoon? Que haces llamándome a esta hora —gruñó contestando de mala manera.

—¿Allí es tarde? Lo siento hermanita, no tuve en cuenta la diferencia de hora —rió apenado —te tiene que dar igual, si estás de vacaciones. Me lo ha dicho mamá.

—¡Pues ya no! Dile a mamá que te deje de contar mis cosas, ¡me voy a volver loca! Nos ha surgido algo, no quiero hablar de nada.

—Vale, vale. Perdón por preocuparme por ti —fingió llorar el muchacho y Nayeon bufó aburrida —De todos modos Nayeon, ten mucho cuidado ¿de acuerdo?

—Deja de tratarme como si fuera una niña, tonto —colgó completamente enfadada.

Odiaba cuando su hermano fingía hacer su papel de chico perfecto con ella, nunca habían sido tan cercanos.

De todas manera no se torturaría pensando en ello, debía de descansar y estar despejada para mañana a la mañana.












🃏🃏














Los nervios se habían ido en el momento en el que se acercaron al punto de queda, se habían infiltrado en un barco mientras eran monitorizaras por su tutora.

Estaba repasando lo que harían para emboscar al barco sospechoso prácticamente desolado para terminar la misión rápido.

—Bien, tres grupos como siempre —les recordó Jihyo.

—Será fácil —animó Sana. —A ver quien llega antes.

Y hubieran seguido con la charla si no hubiera sido por los jalones desesperado de Chaeyoung que señalaba la llegada de muchos más barcos.

Nayeon frunció el ceño y sintió una punzada en su corazón. Algo le decía que no era para nada bueno lo que estaba por suceder.

—Por qué de repente hay tres barcos más —maldijo Chou.

—¿Nos están rodeando? —inquirió Dahyun.

—Es imposible...—negó Jeongyeon.

—Nos jodimos —recargó su arma Mina.

—Diría de atacar pero —Nayeon miró a su líder impaciente.

Jihyo sintió la mirada de todas expectantes por hacer algo, pero esta necesitaba escuchar al menos una señal de aprobación por parte de su tutora.

—¡Jihyo! Cambio de planes, salid de ahí las nueve. De inmediato. En dónde os encontráis debe de ser un punto de encuentro.

Jihyo miró a sus compañeras de equipo tomó una bocanada de aire para pensar lo más rápido posible y trazar un plan de acuerdo a la situación.

—Son tres barcos, emboscáremos como lo teníamos pensado, los tres  pero a la vez.

—¿No es más ataque que huida? —cuestionó Chaeyoung tragando saliva.

—Viendo como estamos organizadas, es más una defensa ya que estamos rodeadas —opinó Mina.

—Y a qué estamos esperando —saltó Nayeon preparada.

—Tened cuidado —chocaron el puño las mueve para iniciar el plan trazado.

Mientras se dividían en grupos de tres y se movilizaban hasta los barcos contrarios arriesgando sus vidas, Taeyeon observaba todo realmente preocupada sentía que no era una misión más.

Por lo que sin dudarlo llamó a los refuerzos metiéndoles más prisa aún.

No sabía exactamente el por qué pero sentía que debía tomar una de las pequeñas lanchas pequeñas y meterse directamente en el conflicto.

—Señor Yang, esto es...—contestó la llamada del director entrante.

—Ellas pueden, de todos modos ya están de camino mi mejor arma .

—Podría ir yo y apoyarlas, podría acabar yo sola con un solo barco lo sabe.

—¡Agente Kim! Ni se le ocurra aparecerse por allí, ellos enviarían refuerzos inmediatos si la ven aparecer.

En eso tenía razón...y pondría a las nueve chicas en aún más peligro. Incluso podrían enviar a más personas a la isla privada.

—Si veo que una de ellas peligra, un pequeño susto o algo así. Le juro que tomare la lancha de mierda y me da igual las consecuencias —colgó sintiéndose impotente.

Por otro lado, las nueve habían conseguido pisar el barco. Prácticamente estaban entre la espada y la pared por el número de criminales que habían en los barcos.

Afortunadamente la mayoría no poseía armas. Y eran combates cuerpo a cuerpo.

Nayeon había ido con Chaeyoung y Momo  siguiendo con la táctica y posición de seguridad para llegar hasta el mando del barco.

—Mierda —esquivó un golpe Hirai observando con terror como a penas Chaeyoung podía esquivar los golpes.

—¡Despejo la parte izquierda! —gritó Im corriendo.

—No rompas la formación —aviso Chaeyoung antes de recibir un golpe de lleno.

El hombre rió sacando una navaja acercándola al rostro de la menor.

—Que suerte tenéis de que solo seamos comerciantes y no la mafia que mueve este mercado...os habríamos liquidado a disparos.

Para cuando Nayeon quiso darse la vuelta, era prácticamente tarde para Son que no pudo reaccionar a tiempo.

—Eso es sucio —murmuró Momo llegando y sujetando con su mano desnuda la hoja de la navaja.

El hombre ni tiempo tuvo a reaccionar tampoco para recibir un golpe directo en la mandíbula, desencajándosela.

Hirai había evitado el corte y había sido tal la velocidad que a penas Nayeon había podido ver el limpio moviendo con el que defendió a Chaeyoung.

Son se repuso y agradeció con una reverencia a su amiga que le sonrió.

—Ahora estas sangrando —se preocupó Im refugiándose con sus amigas.

—Quien está sangrando —preguntó preocupada Mina por el pinganillo.

—Estoy bien, hubiera sido peor para nuestra Chaeyoung.

—Lo siento...—bajo la mirada.

—No pasa nada Chaeng —animó Dahyun.

—¡Refuerzos! —anunció Sana agotada.

—Estoy cansada...—suspiró Yoo.

—Yo también quiero terminar esto ya chicas —sonrió amargamente Park.

—Al menos no tienen armas muy peligrosas —trato de animar el ambiente Tzuyu.

Los tan esperados refuerzos llegaron y se notaron enseguida, la manera de trabajar de las agentes de la SM y finalizar sus ataques no era ninguna broma.

Estaba viendo con sus propios ojos la destreza de ese grupo formado por cinco.

Y si no fuera suficiente, el equipo de Yang también estaba allí.

—¿Que hacéis ahí sentadas? vamos al barco que nos interesa —ahí estaba con su mirada egocéntrica Kim Jennie.—¡Eh Irene esta vez nosotras nos llevaremos el plus!

—Hemos llegado primero nosotras —se negó la líder del grupo de SM —Seulgi, haz equipo con esas tres. Puedo limpiar esta parte con Lisa y Yeri sin problemas.

—Entendido, parece que mi compañera Wendy está con Myoui, Sana y Jeongyeon piden ayuda —se dirigió esta vez a Nayeon.—Hirai debe de mirarse la herida.

Conmocionada y más que confundida por la entrada de las chicas Momo aceptó el vendaje proporcionado por la tal Kang Seulgi que parecía ser tan fuerte como ella.

La chica era veloz y tenía destreza. Pero no era hora de comparar su fuerza con otras.

Nayeon salió disparada para ayudar a sus amigas, al llegar empapada y sin oxígeno observó como prácticamente estaban rodeadas.

—Pueden tener armas —la detuvo rápidamente Jisoo que estaba echándoles una mano.

—Encima prácticamente todos los golpes y ataques van hacia Minatozaki Sana —puso su mano en su barbilla pensativa Seulgi. —como no actuemos ahora saldrán mal paradas de aquí, Wendy está llegando a su limite...¡espera Im!

No tuvo que escuchar más para meterse y al menos ayudar a su grupo mientras que Seulgi la apoyaba dejando a las demás abrirles paso para huir.

Mientras que luchaban por huir, su mirada se cruzó con la de Mina quien parecía querer decirle algo.

—He visto algo raro —le dijo acercándose a ella y cubriéndose la espalda mutuamente.—No tardaré ni cinco minutos, te lo prometo.

—¿A dónde vas? —cuestionó Im viendo cómo se abría camino —Te acompaño.

—¡Sana! —un grito lleno de desesperación hizo que Nayeon y Mina se girarán en dirección del ruido.

Al parecer Sana había llegado a su límite y peor aún una de las heridas que tenía hechas en combate se había abierto del todo y no paraba de sangrar.

Estaban en la cuerda floja ahora que ni Momo ni Sana estaban en sus máximas condiciones, esos sí estaban a nada de huir.

Encima parecía que habían enviado agentes profesionales que llegaban en lanchas ocasionando que la mayoría de "comerciantes" huyeran también.

Nayeon debía de apoyar a sus amigas para abrir paso, al igual que Mina que en el último segundo volvió a observar esa cosa "rara"

Myoui había visto el emblema de su familia tatuado en el brazo de uno de ellos y no lo dejaría escapar por lo que lo siguió rompiendo la táctica de huida.

—¿A ti no te han dicho que la curiosidad mató al gato?  —sonrió sacando un arma.

Al ver esto Mina trato de ocultarse lo más rápido que pudo, pero el contrario disparó y logró herirla en la pierna.

—No quería recurrir a armas —maldijo la japonesa.—¡Por qué tienes el emblema de mi familia!

En un rápido movimiento ya había acabado con él, quien reía tirado en el suelo.

—Si te lo digo estaré muerto, aunque lo estaré pronto —continuo riendo irritando a la muchacha —pero no moriré solo.

Mientras esto transcurría, las chicas eran atendidas y Nayeon se dio la vuelta esperando por la salida de Myoui. Como no saliera en cinco minutos se metería de nuevo en ese barco si hacía falta.

Jihyo estaba tratando de comunicarse con ella, no obstante la conexión no era muy estable.

—Estoy herida, pero estoy bien puedo salir.

—¡Mina! ¡Tenemos que entrar!

Los agentes profesionales rápidamente bloquearon el camino para estas mientras revisaban sus heridas confundiendo al equipo.

—Voy a entrar yo misma —incluso Taeyeon había ido a echar una mano.

—Siempre tan preocupada —habló otra mujer dejando sin palabras a su tutora.—No nos dejan pasar son ordenes de arriba Taeyeon.

—Tiffany, preocúpate por tu equipo.

El grupo de cinco de la SM bajo la mirada cuando llegó aquella mujer seguramente sería su tutora.

—¡Entraré yo si hace falta...! —insistió Jihyo siendo retenida.

—Se supone que el grupo de rescate está a punto de salir con Mina —trató de tranquilizarse Dahyun.

Sana estaba desmayada, Momo cabizbaja desgastada  por la cortada profunda, Chaeyoung se había hecho un esguince al igual que Tzuyu.

Jeongyeon estaba inquieta por lo que ocurría y Jihyo estaba al borde del colapso. Todas estaban agotadas.

"Cinco minutos y estará aquí" pensó Nayeon apretando sus manos.

Cerró los ojos un momento intentando recuperar el oxígeno, pero un pequeño pitido se instaló en sus oídos mientras que sintió todo temblar a su alrededor.

No quiso darse la vuelta, sabiendo que lo que vería no le gustaría para nada.

Sentía que su corazón se había parado un pequeño instante viendo en el agua el reflejo de las llamas. Tenía que ser un mal sueño.

—Acaba de explotar —soltó cayendo de rodillas Jihyo para luego colapsar.

Nayeon no quería creerlo. Mina había salido y estaba de camino. Mina había salido y tenía que estar ahí. Se lo había prometido.

—Mina, ¿dónde está? —se giró levantando y tratando de tirarse al agua para ir tras esta.

Sin embargo Taeyeon la sujetó con fuerzo en silencio no dejándola ir al igual que las de su equipo. Las que quedaban conscientes no podían ni reaccionar del shock en ese instante.

—¡Mina! ¡Mina tiene que volver! —gritaba desesperada golpeando y pataleando para que la dejaran bajar.—¡Han pasado cinco minutos!

Había sido demasiado tarde. El barco ardía en llamas y con el, el destrozado corazón de Nayeon quien quemaba su garganta gritando el nombre de Myoui
igual que sus compañeras.

—No es gracioso, esto no es gracioso ¡Mina sal de ahí! —bramaba siendo sujeta por varios agentes.

—Lo siento —la tomó fuertemente Jennie antes de proporcionarle un golpe dejándola inconsciente.

Desgraciadamente habían subido de nuevo en esa lancha ocho. Y no nueve.

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