22.Guardaespaldas (II)
Tener que viajar durante casi tres días como guardaespaldas ya le disgustaba, pues ir en una "basura con ruedas"o así había denominado Nayeon la caravana con la que irían en cubierto.
Las instrucciones de arriba habían llegado, se separarían en tres grupos para escoltar a la tenista. Los otros dos coches en cubierto se ocuparían de acompañar el vehículo principal en el que iba Jieun.
—Por favor Jihyo, confía en mi —rogó Im queriendo el voto de confianza de su mejor amiga.
—Tú y Mina funcionáis muy mal juntas —se negó comprobando los tres vehículos junto a las demás.
—Dame está oportunidad para demostrarte que lo hago bien.
—Un sólo fallo, uno solo y cambias inmediatamente conmigo —le aviso siendo bastante seria, no podían permitirse el fracaso en esa misión.
Satisfecha con la repartición de grupos sonrió en dirección a Mina que comprobaba con sus compañeras el equipamiento y demás.
Se habían dividido en: Nayeon, Mina y Dahyun se ocuparían de la caravana. Jeongyeon, Sana y Chaeyoung irían tras el cliente. Por último Jihyo, Momo y Tzuyu irían al frente.
—Cambiaremos de turno cada cuatro horas, si os sentís exhaustas hacédmelo saber —explicaba la líder recibiendo un animado "sí"
Con esa estrategia subieron cada una a su vehículo correspondiente, la atleta yacía dormida junto a su hermana al igual que su manager que descansaba en la cama.
La caravana era gigante y cómoda, con una pequeña cocina, baño y camas y demás.
—Una luna de miel de tres días —le guiñó un ojo Im a Myoui que tomaba asiento a su lado.
—Debería estar ocupando mi lugar Momo —se sinceró Mina —No tenías que haberle dicho eso a Jihyo, tú y yo somos una mala combinación...
—No digas eso Minari, si en el fondo estás encantada de que estemos juntas. Además eres casi tan buena como Momo.
—No sé yo —negó con la cabeza y sacó de su mochila algo bastante curioso para la mayor.
Era material de tejer, parecía que ya lo tenía casi finalizado, pero es que la pelicorto no le veía forma a lo que fuera que la extranjera estuviera tejiendo.
—¿Desde cuándo...?
—Jihyo me lo recomendó.
—Estamos en una misión —frunció el ceño y la japonesa se encogió de hombros.
—Lo sé.
Nayeon suspiró, olvidaba lo seca y cortante que solía ser la japonesa con ella. Por esto colocó su mano en el muslo de ésta comenzando a darle pequeñas caricias.
Myoui alzó ambas cejas al ver el descaro que tenía la coneja con Dahyun justo al lado conduciendo...
—Tú...eres peligrosa —le apartó la mano rápidamente.
—Me gustas, ¿yo te gusto?
—Ya te lo he dicho, no eres mi tipo.
—Pero, me has besado eso significará algo ¿no?
Vaya, eso la había tomado por sorpresa. Mina apartó su vista de los palillos de tejer y miró a Nayeon para soltar una pequeña risita y mostrándole una muy sincera sonrisa.
Quién diría que esa risa sería música para los oídos de Im y que quizás había hecho dar un pequeño salto a su corazón.
—Necesito las gafas para conducir mejor —cortó la atmósfera Dahyun al volante.
—¿Quieres cambiar? —preguntó Mina preocupada.
—¡No! No ha pasado ni una hora.
De vuelta a Nayeon se giró para ver qué hacía y estaba recostada observando como ya habían pequeños indicios de que el sol no tardaría en salir.
—Nayeon —llamó Momo haciéndolo llegar al auricular de Im.
—Momorin, ¿me extrañas?
—Sí, pero no es eso.
—Hay un coche que lleva siguiéndonos un buen rato desde que salimos a la carretera, hemos intentado comprobar si es casualidad, pero no —cortó Chou.
—¿Ya hay acción? —se entrometía Sana emocionada.—Aunque me siento algo mareada...
—Yo también —admitió Mina suspirando.
—Esta ruta es poco frecuentada, es obvio que —no pudo terminar la frase Son ya que de un momento al otro el coche intentó alcanzarlas.
Estaba claro que era un enemigo, con una rápida maniobra detuvieron los tres vehículos y se posicionaron para el posible ataque.
El coche se quedó mucho más adelante frente a ellas, estarían preparando el ataque. Sin embargo, abrieron las puertas y soltaron unas bombas de humo haciendo que la vista de todas se nublara.
—Qué se creen ninjas —se levantó molesta la protagonista dirigiéndose a la puerta.
—¡Nayeon! —la detuvo Kim de un grito ocasionando que se despertaran sus clientes.
—Qué pasa —se quejó la muchacha.
—Pido permiso para que Momo Sana y yo comprobemos lo que sucede —habló Sharon hacia su líder.
—Formación defensiva, tenéis nuestro apoyo —aceptó Park.
Las tres japonesas bajaron de sus vehículos y poco después bajó Jihyo al igual que Jeongyeon, negándole a Nayeon bajar, ella se ocuparía de Jieun.
Al bajar Minatozaki no le dio nada de ello buena espina, no podía ver absolutamente nada gracias al bendito humo le dio una mirada a Hirai para comprobar si sentía lo mismo que ella.
—Me siento mal —dijo Momo atenta a cualquier movimiento.
—Me tiemblan las piernas —maldijo la japonesa menor. —¡Momo!
Un golpe fue soltado hacia la mayor que rápidamente lo esquivó, mas no pudo devolverlo Sana en su lugar se lo devolvió y apenas pudo diferenciar lo que tenían en frente.
Eran cinco.
—Son cinco, tienen destreza, nos ocupamos de ellos estad atentas porque pueden aparecer más.
—Entendido —dijo Yoo.
Tres se lanzaron contra el SaMo y Mina luchaba contra los dos restantes a la vez, por los golpes lanzados pudo suponer que eran femeninos además por la figura entre el molesto humo.
—Mierda —derribó a una de un golpe directo más la contraria pareció detenerse en medio de su lucha.
Myoui desconcertada a punto de golpearla se quedó confusa mirando a su enemigo.
—Hija, ¿de verdad me golpearías?
—¿Mamá? —cuestionó observando cómo se iba poco a poco quitando el casco puesto.—¿Eres tú...?
Nayeon se alarmó era imposible que eso estuviera pasando, por ello sin escuchar las órdenes de las demás de su grupo que también se encontraba luchando se lanzó en busca de Mina dejando a Dahyun sola.
—¡Mina que dices! —gritó Sana dándose prisa.
—Eso es jugar sucio —dio un golpe directo Nayeon a la intrusa.
—Mi niña...—susurró riendo antes de que Mina quisiera abalanzarse sobre ella de nuevo siendo detenida esta vez por Sana.
A Momo no le costó mucho tiempo para suponer lo que sucedía así que vigiló a los demás, la muy lista de Chaeyoung había buscado lo que causaba el humo y los había cerrado con facilidad.
—Eran ocho —informó Jihyo señalando a los inconscientes hombres que había derrotado junto a Jeongyeon.
—Mierda, ¿cómo sabían...? —cuestionó Nayeon preocupada.
—No parecen estar relacionados con mafiosos, tampoco simple civiles —pensó Chaeyoung. —Mercenarios.
Im se puso de cuclillas con la desgraciada que se había quedado con su japonesa.
—¿Quién os envía?
—No lo diría ni aunque me torturaréis, pero no tienes las agallas de hacerlo —rió la mujer causando furia en la coneja.
—Es suficiente. Atadlos a todos contra el árbol, que el equipo de Jackson se ocupe de ellos, no tardarán en venir —se entrometió haciendo a Nayeon enfadar aún más.—Les daré la localización.
No lo comprendía, podían sacar aún más información y deshacerse del problema sacándole todo a esos idiotas y al parecer su mejor amiga parecía estar en contra.
—¡Yah de verdad lo estás diciendo! Soy la mayor de todas, deberías tener mi opinión en cuenta.
—Yah —se giró ya con poca paciencia —Tú serás la mayor, pero yo soy la líder.
Jeongyeon al ver a sus dos mejores peleando tomó de la muñeca a la coreana mayor, Tzuyu abrió los ojos alarmada y pensó que lo correcto sería hacerle caso a Jihyo eso hicieron todas.
—No era mi intención hablarte así, pero tienes que entender que ahora mismo nuestro objetivo es cuidar a Jieun y llevarla sana y salvo al punto —tocó el hombro de Im para darse la vuelta y colaborar con sus órdenes.
Y si no era suficiente con lo que acababa de pasar Jieun y su hermana bajaban de la caravana preocupadas a penas pudiendo ser controladas por Dahyun.
—¡Amada mía! ¿Has pateado el trasero a los malos? —le preguntó a Mina quien solo negó con la cabeza y siguió derecha hacia la caravana para vomitar.—Qué le pasa, ¿qué le has hecho tú?
—Mocosa —se mordió el labio Nayeon. —Señorita Lee será mejor que ingrese al vehículo.
—Cómo voy a entrar sabiendo que casi me raptan, ¿qué clase de profesionalidad es esta? Irene lo tenía más organizado.
—¡Myoui senpaaai! ¿Es japonés eso no? —entraba detrás Yuna de la mencionada.
Chaeyoung ajena a todo alzó las cejas al ver el rostro rojo de rabia de la coneja, esta simplemente se cruzó de brazos y escuchó atentamente las nuevas órdenes de Park.
Habían decidido que lo mejor sería tomar la ruta del bosque. Así no sería tan fácil rastrearlas.
🚎🚎
A pesar de todo, con el paso de horas Nayeon se arrepentía de haberse comportado así con su mejor amiga y con su equipo. Era muy impulsiva y debía aprender a no estallar.
En cuanto a Jieun y Yuna su hermana, bueno, Dahyun parecía divertirse jugando a las cartas con la pequeña. Mina por otro lado jugaba, pero parecía estar más retraída. Im conducía perdida en sus pensamiento, mas seguía atenta a cualquier señal.
Aunque seguía estando un poco nerviosa, la mejor tenista de Corea había decidido sentarse a su lado y no habían cruzado palabra.
—Menuda egoísta eres —soltó Lee ganándose la atención de Im.
—¿Disculpe?
—Tranquila, yo soy igual, pero por eso escogí el tenis que es un deporte individual y no se tiene que trabajar en equipo —aclaró sin dejarle muy claro a qué venía eso.—Parece que estuvieras tú sola cumpliendo una misión.
Sin decir nada más se unió a la partida junto a su hermana y apartándole un poco de Mina que no hacía más que apretujar a la pobre pingüina.
—Es que es perfecta, ¿podemos quedárnosla, unnie?
—¡No es una mascota! —se negó completamente la coreana desde el volante.
—Contigo no hablaba —la ignoró la pequeña.
Poco más le falto a Nayeon para detener el vehículo y tirar por la ventana a Yuna, pero la voz de Chou la distrajo.
—Solicitamos cambio, Momo está mal.
—¿Momo?
—Chicas, Sana también está sudando frío y pálida —informaba Jeongyeon.—Está comenzando a anochecer será mejor que nos detengamos.
Las nueve bajaron y Dahyun fue corriendo a socorrer a las dos enfermas, Nayeon preocupada por Hirai fue a ver su estado y no se veía nada bien.
—Eh, Sana mírame ¿qué fue lo último que has tomado o comido?
—Nada, solo, solo aceptamos el Tteokbokki de esa anciana...—dijo cerrando los ojos.
—Dijo que no quería tirarlo, era un sabor nuevo. Nos lo comimos Mina, Sana y yo —continuó la mayor.
La chica de tez pálida miró mucho más preocupada a su novia y buscó entre la mochila de está la comida, la olió y la observó detenidamente.
—Esto no es Tteokbokki normal, debe de tener alucinógenos...
—¿Qué? ¿Cómo lo sabes?
—Mira el polvo en el caldo, así se quedan este tipo de sustancias. Mi padre trabaja en el departamento de control de este tipo de sustancias, sé de lo que hablo.
Tal vez eso explicaba el que Mina pensara lo de su madre, en un estado normal ni se le habría pasado. Lo que Nayeon sabía plenamente es que le había afectado.
Las tenían vigiladas desde la mañana.
—Quedémonos aquí hasta que se mejoren un poco—pidió Chaeyoung acercándose y tomando la mano de sus dos amigas.
—El efecto dura unas cuatro cinco horas, aunque sería mejor si lo vomitarais como hizo Mina —sugirió acariciando el rostro de su novia.
—Venga a montar todo —jaló Jeongyeon del brazo de Nayeon que se había quedado mirando a su "crush"
Quería hablar con ella y de cómo se sentía. Pero no encontraba el momento adecuado.
❌❌
El ambiente tenso se había ido, aunque fueran unas pequeñas horas dentro de ese día la presión y ansiedad de cometer el mínimo error desaparecía durante esa cálida y buena velada.
Se sentía como si hubieran ido a acampar, seguían estando atentas sí, pero más calmadas.
Sana descansaba en los muslos de Dahyun que le proporcionaba suaves caricias en su cabeza, a su lado estaba Momo admirando las estrellas e intentando buscarle formas.
—Yah Momo-chan que no tienes ni idea de Estrellas, deja de mentirle a Nayeon —se reía su mejor amiga, pues Hirai tenía a Im apoyada en su hombro escuchando todo lo que le decía.
—¿Te lo estás inventando? —rió la pelicorto, le parecía adorable.
—No lo hago, ¿ves esa estrella? Se llama Nayeon —señaló al cielo.
—¿Como yo? ¿Desde cuándo?
—Desde que le he puesto yo ese nombre para ti —le sonrió haciendo que su corazón se estrujara.
Chaeyoung al escuchar lo último casi escupe su bebida, Tzuyu somnolienta soltó una pequeña carcajada junto a Mina que estaba más retraída.
La manager, recogía los platos sucios en los que habían cenado ocupándose de limpiar tranquilamente.
Estaban sentadas alrededor de una muy pequeña hoguera, luego estaba Jihyo y Jeongyeon que contaban historias de miedo para las maknaes y las hermanas Lee.
—No tengas miedo Yuna —acarició la cabeza de su hermana la jugadora profesional.
—No lo tengo sé que si pasa algo Mina me salvará ¿verdad?
Por alguna razón todas miraron a la pingüina que estaba más en su cabeza que con sus compañeras. La alucinación se repetía una y otra vez en su cabeza, el que ya las tuvieran fichadas, que supieran algo de su madre...
—¡Amada mía!
—¿Ah? Sí...—Myoui se levantó e hizo una reverencia —Necesito descansar, perdón.
Esa fue una señal para que todas comenzaran a recoger todo ya, con toda esa calma nocturna Nayeon quería aprovechar para hablar con la extranjera.
Si no se equivocaba la primera tanda le tocaba a Momo y Jihyo. Solo les pediría el cambio y lo utilizaría para estar un momento a solas.
Quién diría que esta vez la líder accedería tan fácil.
—Mina, tenemos que hacer la primera guardia nosotras —le avisó a la menor que estaba sentada cruzada de brazos cabizbaja.
—Hmm, ya voy —salió con cuidado pues todo el suelo lo ocupaban sus compañeras con sus colchones inflables repartidos por el suelo para dormir.
Cerró la puerta y al darse la vuelta Nayeon se tiró contra ella envolviéndola en un cálido abrazo.
Al tenerla así, sintiendo el calor del cuerpo de la mayor se dio cuenta de lo mucho que necesitó uno, así pues no tardó en devolverlo pasando sus brazos por la cintura contraria y apegándola aún más así misma.
—¿Quieres hablar de ello? —le susurró aún en el abrazo Im.
—Ahora no...
—¿No confías en mi? —inquirió preocupada.
"Di que sí, di que sí" rogó la protagonista en su mente.
—No es eso, en cuanto terminemos esto. Te lo prometo.
—Promesa —se apartó un momento para mostrarle el meñique y así hacer el signo de una "promesa"
Mina estrechó su meñique con el de la coreana y sonrió. Al verla así Nayeon no se pudo contener y se puso de puntillas para robarle un beso.El cual, la japonesa no tardó en responderle y alargarlo unos minutos más.
La menor se separó y miró hacia otro lado sonrojada, por momentos se le olvidaba que estaban en una situación seria.
—Déjate de hacer la difícil, sé que te gusto —molestó acariciando su barbilla.
—Déjate de juegos estamos en una misión.
Ignorando por completo sus palabras, Nayeon vuelve a besarla, la besa con mas pasión y Mina vuelve a retroceder ofuscada.
—Eres peligrosa, no sé como manejarte —dijo sonando completamente sincera —No sé cómo comportarme cuando estás conmigo, es como si fuera una niña de trece años con...
—¿Su primer amor?
Myoui ignoró eso y desvió la mirada para dejarse acariciar el rostro por las suaves manos de la coneja, cada pequeño roce se sentía genial proviniendo de ella.
—Amo tus lunares...
Y fuera de esa bonita química, Nayeon tuvo que apartarse notando que se estaba dejando llevar demasiado.
Y que eso le había salido natural, sin mentir.
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