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18.Sentimientos agridulces

🐰🐧

Una suave brisa y una pequeña caricia en su frente hizo que poco a poco abriera los ojos. Se despertó con algo de sudor en su frente y trato de enfocar quien se ocupaba de brindarle aquellas caricias apartando los mechones que sobraban en su rostro.

—¿Momo?

Parpadeó y se frotó los ojos para ver aún mejor.

Era Mina.

—Está con Sana —contestó rápido llevándose una mano a su nuca nerviosa.—Voy a avisar a las demás.

Mina salió rápido de allí evadiendo la curiosa mirada de Nayeon, esta en cambio se sonrojó un poco imaginándose que a lo mejor Myoui se preocupaba más por ella de lo que en realidad demostraba.

—¡Nayeon! —gritó su mejor amiga corriendo a abrazarla al igual que Yoo.

—¿Qué ha pasado? ¿Por qué...?

Observó la no tan exagerada venda en el brazo de Sana, a Momo con hielo presionándolo en su estómago y a Jeongyeon con un hematoma en su cuello. Las demás parecían mejor.

Detrás de las chicas estaba su tutora y por el rostro que tenia no era exactamente de felicidad. Era todo lo contrario.

Ahora lo recordaba, el gran fracaso y confusión que les resultó ser esa jodida misión. Nayeon se lo imaginó como algo fácil, pero ahora se daba cuenta de que no todos salía según lo planeado y que por una variante u otra las cosas se podían complicar. No era un juego.

—Agente Taeyeon —tartamudeó poniéndose de pie y haciendo una reverencia la coneja.

—No pidas perdón. Solo hay una portavoz en tu grupo —la silenció. —El rol de líder es asumir la responsabilidad...

La dura mirada de su tutora cayó sobre Jihyo que rápidamente agachó su cabeza haciéndole la reverencia en son de disculpa. Se mantuvo así, no podía si quiera verla a los ojos.

—Park Jihyo. Vuestra misión ha sido un fracaso.

Inmediatamente las demás bajaron la cabeza junto a su líder, ellas también se avergonzaban de ello. Sin embargo, ninguna podía compartir la rabia y frustración que contenía Jihyo en ese instante.

Ella no lo había tenido tan fácil como las demás. Si había llegado donde había llegado era a base de esfuerzo, pues sus padres no compartían la misma situación económica que las de sus amigas. Ni siquiera tenían un alto cargo en la política, ni en ninguna empresa, ni eran jefes con mucho dinero.

Todo lo que tenia era por el esfuerzo y esperanza que depositaban sus padres en ella dándole lo mejor que podían a pesar de no ser millonarios. Y a pesar de eso había fracasado.

Las lágrimas comenzaron a derramarse por el rostro de la lider. Apretó sus puños esperando a escuchar la continuación del regaño.

—Pero, lo hiciste bien —puso una mano en su hombro reconfortándola.—Preferiste salvar la vida de tus compañeras, de tu grupo, Jihyo. Así que levanta la cabeza.

Limpiándose las lágrimas y mirando a la agente Kim tomó aire para hablar.

—¡Nosotras...! ¡Sobretodo yo prometo cumplir la siguiente misión a la perfección!

Las demás asintieron concordando con las palabras de su líder.

—Confío en que será así.

—¡Sí! —bramaron en respuesta sus alumnas causando una sonrisa en la mujer.

—Descansad mientras tanto, iré a informar de todo y a hacer papeleos en la oficina del director Park. En media hora tendréis tres vehículos de JYP a vuestra disposición para llegar a casa, organizaos como deseéis.

Se dio la vuelta y lo siguiente que escuchó al cerrar la puerta fue otro de los sollozos de las chicas quienes terminaron abrazadas y conciliando las unas a las otras.

Aquello provocó que el corazón de la mujer se estrujara, ella sabía lo que era estar ahí. El simple hecho de recordar sus épocas jóvenes hizo que su corazón doliera recordándolo.

Camino decidida hacia la oficina del director, tenia muchas cosas que objetar.

Primero que nada se centró en ayudar en el papeleo y a aprovisionar información, la cual más tarde tendría que redactar mejor con sus alumnas. Pero no era el momento.

Ya finalizada su función el hombre levantó una ceja curioso, era extraño que Kim le mirara con cierta ansiedad en ella.

—Señor Park, ¿no cree que no están listas? Son unas niñas en el fondo...

—Lo están.

—No y no lo están a pesar de que las hayamos sometido a duros entrenamientos explotándolas hasta el agotamiento ¡No estamos creando a agentes con fundamentos! ¡Estamos creando a máquinas de matar!

Al pronunciar la palabra "matar" el contrario se levantó molestó.

—¡Agente Kim! —posó una mano sobre su mesa desafiándola con la mirada cosa que la contraria imitó.

Sería su jefe y demás, pero no se iba a dejar intimidar así por así. Ella también tenía su influencia.

—¡En tan sólo su primera misión han debido de matar a alguien! ¡Yo entiendo la presión y trauma que esto significa, no deberían...!

—¡Guarde silencio! ¿Por qué cree que las elegí? Otro grupo habría fracasado si no hubiera sido por el intensivo programa de entrenamiento —dijo bajando el tono de voz —Usted tuvo uno más duro si no me equivoco.

—Nos trataban como objetos. No éramos personas, éramos objetos que seguían órdenes —recordó sus tiempos de principiante.

El director solo suspiró, no tenía fuerzas para discutir y tampoco quería pleito con Taeyeon. Era mejor tenerle de su lado.

—En el momento en el que se entra a JYP el objetivo está claro, ellas sabían lo que les esperaba —comenzó a explicar detenidamente —Si no se les adiestra como es debido desde temprana edad, no serán lo que se necesita hoy en día.

—¿Y qué se necesita hoy en día?

—Puedes ser el agente mas inteligente y prudente. Pero si no es capaz de arrasar lo que haga falta con tal de cumplir una misión, es inútil —resaltó entregándole los papeles hechos —Aunque eres una de las mejores agentes y con más experiencia sigues teniendo esa mirada de inocencia.

—Con esto quiere decir que usted dejaría un compañero tirado con tal de acceder a una misión —exclamó sin miedo —Pues yo no pienso enseñar eso a mis alumnas.

—No es lo que quiero decir. Lo respeto, mas no lo comparto aunque hay veces que es la única opción y eso es la realidad a la que se deberán de enfrentar —trato de sonar convincente —seguirán teniendo más y más misiones, que se vayan preparando.

—Pero...

—¿Te ves reflejada en ellas verdad? Tu grupo fue compuesto por nueve personas también en el pasado...

Taeyeon bajó la mirada afectada y el director suspiró había tocado un tema que no debía.

—Es mejor que te marches, supongo que el NIS se ocupará del USB. No es mucho papeleo, Suzy me dijo que estaría al tanto.

—Entendido —ladeó su cabeza haciendo una reverencia, su discusión acababa ahí.

—Y Taeyeon, sé que la SM tenía peores métodos de entrenamiento. Te compadezco.

Con esto dicho la mujer salió con las piernas temblorosas después de la conversación. Ella aun así seguía confiando en que esas extremas medidas eran para mantener la calma en su país. Aunque le gustaría cambiar tantas cosas...

Los que dan las órdenes nunca piensan en cómo pueden afectar estas a quienes están puestos a cumplirlas.

Su grupo por ejemplo tuvo que seguir las reglas al pie de la letra, antes era incluso aún peor para los novatos en ese ámbito.

La agente, ahora se daba cuenta de lo crueles que eran los adultos con altos cargos aprovechándose de ese potencial que poseían sin importarles el precio a pagar. No quería hacer que su grupo fuera un arma.














💋💋












Habían decidido las parejas y no sabía como, pero a pesar de que lo más lógico fuera que Sana y Mina fueran juntas, las chicas se las arreglaron para que tanto Mina y Nayeon tomaran el último vehículo juntas.

Y lo peor de todo esto es que todavía no estaba allí.

Así que ahora debían de esperar a solas allí, Mina estaba completamente sumida en sus pensamientos cuando Nayeon tiró de su brazo rompiendo el hielo.

La coneja ya la había notado bastante rara, en el instante en el que no atrapó el USB supo que algo tuvo que ocurrir para que estuviera tan distraída para dejar pasar aquello por alto.

—Yah, deja de pensar en lo que sea que estes pensando y mírame.

—¿Te gusta que lo haga? —preguntó y Nayeon sonrió coqueta mientras asentía.

Al escuchar esto, Mina apartó la mirada y miró hacia otro lugar que no fuera Nayeon. Era obvio que sus intenciones eran molestar a la mayor.

Pero una Im no se rendía tan fácil, encontraría la manera de llamar su atención.

—¡Ah! Mira, no tengo muchos golpes, sigo aquí viva, no tenias razón —señaló su cuerpo y Mina rápidamente se giró.

Sin embargo, no se esperó que ésta pusiera las manos en los hombros y la mirara de arriba hacia abajo. Estar sujetada así por la nipona dejó de piedra a Im que simplemente se quedó congelada sin mover un músculo.

No se haría ilusiones con un beso, porque según ella primero no es algo que deseara y segundo la iba a vacilar como siempre.

—Menos mal...—suspiró aliviada la japonesa.

Y fue ese alivio tan sincero que se podía ver reflejado en los ojos de la menor que de nuevo sorprendían a la protagonista.

Un silencio se instaló y Nayeon se enfadó consigo misma por sentir sus mejillas hervir ante la constante pero hermosa mirada de Myoui.

—En estos momentos aprecio mucho a todas las miembros y eso te incluye a ti —aclaró sin vergüenza.

Ante aquella declaración, Nayeon no pudo evitar morderse el labio y jugar con su cabello tímidamente. La había tomado por sorpresa.

Cuando era ella quien trataba de seducir a Myoui de broma no tenía vergüenza alguna, pero cuando la más alta salía con frases como esas simplemente su cerebro no reaccionaba como era debido.

Aun así movería ficha, usaría una de las típicas.

—¿No hace frío? Me he dejado mi chaqueta en la taquilla...

—Hace bastante viento, sí —asintió Mina cruzada de brazos esperando.

Nayeon frunció el ceño y blanqueó los ojos, como que no había entendido la indirecta.

—Tengo, ejem, frío —tosió disimuladamente dándole codazos y Myoui frunció el ceño.

La chica quiso ignorar el golpe de la coneja, pero al verla sobarse los brazos debido al frío finalmente lo entendió.

Tuvo que recurrir a esos recuerdos "inútiles" en los que tenía que sufrir viendo a su hermana y a Dahyun siendo una parejita acaramelada. Así que, si su privilegiado cerebro no le fallaba esto era una de esas indirectas románticas.

—Entiendo —y sin nada más se levantó su sudadera de entrenamiento junto a su camiseta.

Nayeon a penas tuvo tiempo para reaccionar, bueno sí que lo hizo. Primero se cubrió su rostro apenada, pero luego disimuladamente miró y volvió a taparse.

—¡Mina! —regañó avergonzada tomando sus manos deteniéndola llegando a rozar el torso de la menor.—¡Deja de hacer eso!

Dahyun tenía razón con lo que le contó, tocar un abdomen tallado por los dioses de una de las japonesas era otra cosa.

Esa entre una de las miles cosas que decía que Sana poseía que simplemente hacían cuestionarse a la coreana menor si estaba con una diosa o una persona normal.

Y entre muchas de estas, decía que los besos eran otro nivel ¿Mina poseería la misma habilidad...?

—¿Qué? No es lo que querías —preguntó sacándola de sus pensamientos.

"Sí, sí, ahora ya no tengo frío..." pensó mordiéndose la lengua para no decirlo.

Desechó sus pensamientos y negó con la cabeza. La iba a volver loca.

—¡No! Lo que quería era un abrazo —musitó haciendo un puchero.

Rindiéndose y en completo silencio, se acercó para abrazarla mientras que ésta se acurrucaba en su pecho, se separó un instante al notar que de nuevo Mina apartaba mechones molestos del rostro contrario debido a la ráfaga de viento.

—Así mejor, es molesto —susurró Myoui terminando de poner un mechón tras su oreja.

—Hmm, es molesto —le sonrió y Nayeon imitó sus acciones peinando con delicadeza el flequillo contrario.

—Deja de mirarme así.

—¿Así como?

—Como si quisieras que te besara.

—¿No lo vas a hacer?

Mina negó con la cabeza y Nayeon suspiró tomando el rostro contrario entre sus manos.

—Pingüino cobarde, eres...

Así como si nada, Mina apartó sus manos de su rostro y la obligo a que los enrollara en su cuello.

—¿Puedo darte un beso?

—Sé que no lo vas a hacer y me estás molestando.

Sin esperar más, y tomándose como un sí a aquello Myoui inclinó su rostro y tomó por sorpresa a Im que no se imaginaba que de verdad estuvieran dándose un beso.

Un beso torpe, se notaba que Mina no sabía si era lo adecuado subir de nivel o no. Nayeon pensó que no tenía mucha experiencia pero eso era lo de menos, era un beso muy especial.

Los labios de Mina era suaves y no se comparaban a nada con los que anteriormente había probado. Ella era dulce y cuidadosa, cosa que encantó a la coreana.

Y probablemente habían seguido como n su beso si no hubiera sido por cómo Nayeon la apartó de un golpe al escuchar la bocina del coche.

—Auch. Bipolar...

—¡Entra! —le gritó jalandola hacia el coche con las mejillas sonrosadas.

—Tranquilas, yo no he visto nada. Estoy acostumbrado a que salgan en secreto entre ustedes —trato de calmar el incómodo momento la conductora.

—Señora, por favor ha sido nuestro primer beso no lo arruine más —le pidió Nayeon silencio y Mina abrió los ojos golpeándola en el hombro.

Aun así, en cuanto arrancó el coche Im aprovecho para poner su mano sobre la de Myoui tomándola por sorpresa, si bien la había sorprendido igualmente no la apartó y estuvieron así durante todo el camino.

Cada una mirando por la ventana no queriendo pensar en lo que pasaría mañana sino más bien en lo que acababa de pasar. Sería perfecto si no fuera por lo ocurrido, era una sensación agridulce.













🥰🥰











Fue pisar su hogar y Mina prácticamente fue ahogada en un abrazo por Yejin, la madre de Sana se lanzó a sus brazos y comenzó a buscar algún golpe o indicio de dolor en el rostro de su pequeña japonesa.

Aunque Sana salió tratando de calmar a su madre diciéndole que Mina estaba bien, la mujer insistió en que comiera pues la veía pálida y sin energías.

—Mamá que estamos bien...—insistió la mayor, pero su madre hizo oídos sordos.

—En cuanto me enteré de que veníais salí corriendo del trabajo para venir a casa y prepararos una sopa para recuperar energías —le sonrió Yejin a Myoui mientras cenaban en familia.

—Muchas gracias, ¿mi padre no vendrá a cenar con nosotras?

—Él está en su estudio, junto a unos compañeros de su empresa. No está de muy buen humor...

—Todavía tienes tiempo antes de que empiecen a hablar de trabajos aburridos —bostezó Sana agotada.

Finalizada su cena, Mina corrió hacia el estudio de su padre. Llevaba todo el día con aquel dolor de cabeza y necesitaba salir de dudas.

—Minari, mi pequeña, ¿estás bien? —abrió al instante la puerta el señor Myoui abrazando a su hija y dándole un beso en la frente preocupado.

—Estoy bien papá...supongo que ya sabes lo de la misión....

—Solo nos han avisado para decirnos que estabas bien.

—Ya veo...

—Bebé, después si quieres hablamos de ello, ahora tengo una pequeña reunión —avisó el hombre comenzando a cerrar la puerta, no obstante Mina lo había frenado.

Akira supo que debía de ser algo importante para que su hija se negara a obedecerle.

—Papá, ¿alguna vez has trabajado con Burning Sun?

—Me suena de algo, pero seguro que lo denegué, ayer o anteayer. No soltaría ni una sola moneda para un bar con tan malos números —dijo para luego ver la mirada curiosa de la menor.

—¿No te has involucrado con nadie de eso?

—Minari, te lo prometo. Confía en tu padre, sé administrar mi negocio a la perfección.

Más segura, la Myoui menor le dio un último abrazo a su padre para luego escuchar los gritos de Yejin invitándola a ver una película junto a ella y su hermana.

Mina no se hizo de esperar y finalmente se marchó dejando a su padre comenzar con la reunión.

El hombre se ajustó la corbata observando a sus socios y a continuación prendió un cigarro.

—¿Ocurrió algo?

—Mina, no sé a quien mierda le has dicho mi apellido dentro del "burning sun"para que me pregunte por ese lugar.

—Perdón jefe, ya sabe que habían muchachos que querían entrar...

—Revisa bien con quien negociamos, no quiero que mi hija sospeche de mi.

—¿Juega a ser heroína? —rió uno de los hombres trajeados recibiendo una mala mirada del guardaespaldas de Akira.—Quiero decir...algún día heredará todo esto y tendrá que saber actuar en este mundo.

Akira soltó una risa confundiendo a los presentes.

—No estará nunca preparada. Yo tengo a otra persona en mente.

—Jefe, si no es Mina ¿entonces...?

Elegantemente dio una larga calada a su cigarro para mirar indiferente a su hombre.

—Sana.

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