Era un hermoso día soleado, las aves cantaban, los niños jugabas felices en el parque mientras sus madres compartian algun jugoso rumor, y un alto Alfa peliverde conducia de forma pacífica a buscar a su precioso omega y a su cachorro para visitar a su abuela, aunque ese no era su Omega (aún), y aquel, por mas que quisiera, no era su cachorro ya que solo era una fantasía con la que soñaba, imaginando una vida junto a su Omega, que ni siquiera sabia que estaban destinados a estar juntos.

     Había llegado a su destino, con un juguete del grandioso héroe de caricaturas All Might para el pequeño, despues de todo, hay un dicho que dice que para ganar el amor de una mamá, primero debés ganarte al hijo, y valla que Izuku se estaba ganando a aquel cachorro, a penas lo conocia hace tres días, pero el pequeño Hitoshi ya estiraba sus bracitos emocionado al ver al Alfa, y como no, si el Alfa lo amaba como a un hijo, y cumplia cada uno de los caprichos, pese a los reclamos del Omega que no se daba cuenta de las intenciones del Alfa.

     Izuku tomo el juguete y una caja de bombones con licor picantes para el Omega -le habia invitado un almuerzo el dia anterior y había notado su amor por el picante-, aun no había llegado a la puerta cuando escuchó los gritos de Katsuki.

     Toco a la puerta y un agitado rubio abrio la abrió.

-pasa- dijo el rubio.

-con permiso, traje esto para ti- dijo dandole los chocolates- traje esto para Hitoshi-

-es tu culpa que el enano se este volviendo un mimado, inútil, ni siquiera logro ponele su ropa, porque comienza a llorar, a demás ni creas que no e notado tus intenciones-

     Un avergonzado Izuku y un katsuki que sacaba humo de rabia (pues llevaba hora y media tratando de controlar al demonio que tenia por hijo) subieron a ver a Hitoshi, el pequeño había arrojado al suelo cada prenda que su mamá había intentado colocarle.

     El Omega recogió la ropa del suelo y comenzó a ordenar el bolso con las cosas necesarias para sacar al bebé a pasear, lo ocultaba, pero estaba realmente feliz, después de todo, ignorando la rabia que había pasado aquélla mañana, volvería a ver a su madre, el problema, es que Mitsuki y Masaru no tenían la minima idea de que el tenía una bendición, sus padres le habían dicho que no se fuera con aquél Alfa, que no les daba buena espina, pero el era el gran Katsuki Bakugo ¿Cuándo hacía caso a las sugerencias de los demás?.

     Regresó a la habitación del cachorro, listo para continuar con su batalla, pero el cachorro reía y balbuceaba en los brazon del pecoso con un trajecito del héroe Ground Zero (de la serie animada favorita del peliverde, que había traído grabada para mostrarla al pequeño).

     -¿Listo?- pregunto Izuku, es aroma de Kacchan delataba su emoción.

     -No me subestimes, nerd-

     Ambos subieron al auto del peliverde, Kacchan puso a su bebé en la silla especial que Midoriya había comprado (porque cada dia llegaba con algo nuevo para el cachorro, desde ropa y juguetes hasta cualquier cosa que pudiera necesitar, sin importar los regaños de Bakugo).

     En quince minutos ya se encontrabas frente a la casa de la señora Mitsuki, con quien había tenido contacto hace unos meses para hablar sobre Katsuki cuando este dejo de llamar y lo denunciaron desaparecido, pero se habían terminado por llevar tan bien que esta le pidió que la llamara tía a penas media hora después de conocerse, y visitaba la casa frecuentemente por peticiones de la rubia mujer y su marido, quien también le tenía mucho cariño, aunque la más importante fue unos días atrás, cuando les contó que había encontrado a su hijo e irían a su casa, ambos lloraban y gritaban de la emoción, abrazando a Izuku y agradeciendole.

     Katsuki se había arrepentido, queria volver a su casa y encerrarce con su cachorro, no dejar que nadie entrara y comer chocolate, sí, a Katsuki Bakugo le gustaba el chocolate, si bien preferia las cosas picantes, el chocolate fue un antojo muy común durante su embarazo, y aunque antes no le gustara, ahora si lo comia, pero el tema aquí era que el temía enfrentar a su madre.

     Izuku ya habia pasado veinte minutos tratando de convencerle de bajar, y cuando estaba a punto de rendirse.... no paso nada, se rindió, volvió a encender el auto y llevo a Kacchan a su casa, bajo a Hitoshi y lo puso en la "jaula para bebés" -como la llamaba el rubio-, que había a un lado del sofá.

     Te la creiste wey, es Izuku Persistencia Midoriya, el no se rinde tan fácil, bajo del auto, (aclarando que aún están frente a la casa del matrimonio Bakugo), marcó a su "tía" el el celular, cuándo contesto la llamada aviso que estaba fuera de su casa y colgó.

     Caminó hacía la puerta del asiento donde estaba el menor de los Bakugo y la abrio de golpe, probablemente rompiendo el seguro que Kacchan habia puesto para evitar lo inevitable, Izuku lo tomo en sus brazos estilo princesa, pese a sus golpes y reclamos y caminó hacia la puerta de la casa, donde una sorpendida Mitsuki miraba atenta la escena, hasta que reconoció a aquel que ella habia pensado era "un extraño bulto rubio" que no sabía para que demonios traía su "sobrino", y resulto ser su hijo, iba a correr a abrazarlo, y cuando el Alfa lo puso es el suelo, eso fue lo que hizo.

     Lleno de besos, cariños, lágrimas y uno que otro zape a su amado hijo, estaba por llamar a su marido cuando Deku habló.

-tía, hay "algo" en el auto, ¿podria bajarlo por mi?, yo y Kacchan iremos por el tío Masaru- en ese momento Katsuki sintió el verdadero terror, estaba listo para refutar, pero el peliverde lo arrastró, tomandolo de la mano para llevarlo a la cocina, donde el sabia que su "tío" Masaru, quien tomaba su café a esa hora.

El rubio menor quiso quejarse, pero con solo una mirada Izuku lo calló, su mirada decia "ni una palabra, Kacchan", valla que se había molestado con el de los ojos escarlata.

Katsuki no pudo refutar, jamas pensó que ese alfa torpe y tierno pudiera intimidarlo, pero Izuku tampoco lo había intentado nunca, el era un Alfa dominante, que incluso había sometido a otros alfas en el pasado, comúnmente en misiones de rescate, cuando amenazaban con armas y oponían demasiada resistencia, pero jamas lo había hecho con Omegas, podía intilidarlos un poco, pero jamas someterlos.

Kacchan era un Omega, tal vez uno que en su momento fue de carácter dominante y fuerte, pero estaba herido, se sentía roto, su Omega interno era quien se sentía solo, como un síndrome de abstinencia, pero solo cuando Deku no estaba, y el no compendia el por qué, solo agradecía que nadie hubiera notado como su entrada se había humedecido y dilatado, dejando una sensación de incomodidad y necesidad al sentir la precencia dominante de Izuku.

Hola, ¿cómo están?

Lamento la tardanza, el capitulo se había borrado y tuve que reescribirlo... la verdad se borraron varios :')

Cambie mi celular y varias cosas se perdieron, tenía listos más o menos 2 o 3 capítulos, lo cual es poco, pero viniendo de mi...

Tratare de escribir el próximo para más tarde, más largo, pero si no se logra estará esta semana.

Aviso para el próximo capitulo: ahora si se viene lo chido :v

Lamento lo corto y disculpen las faltas de ortografía, mi ortografía nunca fue buena.

Nos leemos luego 🌺