
⻝ ┇ ❝siete.
Para calmar las cosas un poco en la universidad, ChanYeol y KyungSoo llegaron al acuerdo de disimular esa relación frente a otros. En público, decidieron, se iban a comportar sólo como profesor-estudiante, y cuando KyungSoo pasara el curso, entonces podrían iniciar alguna relación oficial.
Eso significó que KyungSoo decidiera no llevar a BaekHyun a las clases de ChanYeol, no si lo podía evitar. El omega sabía que el cachorrito querría ser atendido por el alfa, ya se encariñó bastante con él, y no quería que sus compañeros miraran con mala cara a su bebé por eso.
Sólo debía aguantar un par de meses, KyungSoo inició el segundo semestre hace poco, recién estaban a inicios de octubre, y en febrero terminaría su primer año universitario. No era tanto.
Sin embargo, eso no significaba que ellos dejaron de verse. ChanYeol comenzó a visitarle por las tardes, pasando tiempo con los dos. BaekHyun no podía estar más feliz con eso, teniendo a alguien más con quien jugar.
A veces, KyungSoo los veía desde la cocina americana, cocinando la cena y observándolos en el suelo. Su bebé gateaba y ChanYeol estaba arrodillado, viéndose un poco gracioso con la camisa arremangada y su traje, jugando con el pequeño. No podía evitar sonreír, sintiéndose como si ellos fueran ya una familia.
Además, el alfa estaba ayudando a BaekHyun a aprender a caminar. A veces, lo tomaba por las axilas y lo ponía de pie, manteniéndolo así frente a él, hablándole siempre con una sonrisa dulce.
Una tarde de viernes, mientras veían una película acurrucados en el sillón, con BaekHyun pintando en su cuadernito de dibujos, ChanYeol llamó su atención.
KyungSoo se enderezó, parpadeando para enfocar su vista en el alfa. En ese instante, sintió muchos deseos de inclinarse y darle un beso al mayor, pero a último minuto se arrepintió. Qué vergüenza.
— La próxima semana es el cumpleaños de MinSeok — Dijo ChanYeol —, y me ha preguntado si Baekkie puede ir.
El omega pensó en el pequeño niño de cinco años, que vio una semana atrás. Se lo encontraron en un parque, junto a su padre, y MinSeok no dudó en ir a jugar con BaekHyun en el arenal. Ambos terminaron con granitos de arena en el cabello.
— ¿No crees que BaekHyun es muy pequeño para él? — Preguntó, preocupado —. Si van más niños…
— No te preocupes, no irá nadie más. — Le dijo ChanYeol —. Es decir, MinSeok sólo invitará a su vecino, un chico llamado Taemin. SeHun sabe que muchos niños pequeños en una casa serán un desastre.
— Oh, eso suena mejor. — Se rió KyungSoo, abrazándolo —. Vas a ir tú igual, ¿cierto?
ChanYeol le acarició el cabello al omega, sonriendo con relajo. Miró brevemente si BaekHyun no los estaba mirando, los últimos días el pequeño bebé estaba actuando muy celoso con la atención de KyungSoo. Pareció darse cuenta ahora que iba a tener que compartir a su mamá con ChanYeol, y eso no le estaba agradando demasiado.
— Claro que sí, iremos como pareja. — Le dijo ChanYeol, agarrándole la mano al chico.
KyungSoo soltó una nueva risa, emocionado y feliz. Sin embargo, ese sonido pareció ser suficiente para romper la concentración del bebé, que dejó el lápiz a un lado y levantó la vista.
— Mami — Barboteó —, mami, mami…
BaekHyun gateó hacia la pierna de KyungSoo, abrazándola y sin dejar de llamar al omega. ChanYeol rodó los ojos, pero vio con atención cuando el pequeño comenzó a tirar del pantalón de KyungSoo.
— No lo levantes, déjalo. — Le dijo, deteniendo el amago del menor para tomar en brazos a su hijo.
— ¿Ah? Pero… — KyungSoo bajó la vista, viendo a su bebé tratando de tomar impulso para ponerse de pie.
— Mami, mami. — Lloriqueó BaekHyun, desesperado por estar en los brazos del omega.
Aferrándose en todo momento del pantalón de KyungSoo, el bebé apoyó sus pequeños pies desnudos en el suelo y sus regordetas piernas trataron de empujarse hacia arriba.
El de cabello castaño observó las manitos de BaekHyun agarrando la tela del pantalón, oyendo los sonidos de esfuerzo que hacía para levantarse.
Luego de varios minutos de duro trabajo, el bebé se puso de pie, sosteniéndose de la rodilla de KyungSoo.
— Mami — Dijo BaekHyun, mirando a KyungSoo, que tenía una sonrisa enorme en sus labios —. ¡Papa!
BaekHyun levantó sus brazos por la felicidad mientras ChanYeol parpadeaba por la sorpresa y KyungSoo soltaba una risita. Sin embargo, el bebé pareció perder el equilibrio y agitó sus brazos para no caer, pero fracasó: el pequeño Baekkie cayó de trasero al suelo, sentado y gritando.
— ¡Buaaaaaaaaaaaa! — BaekHyun rompió a llorar.
— Oh, Dios. — Suspiró KyungSoo, tratando de mantener la sonrisa en su rostro —. Vamos, Baekkie, ¿qué pasó, mi vida?
— ¡Waaaaaaaaaah! — Siguió llorando BaekHyun.
KyungSoo lo tomó en brazos, atrayéndolo contra su pecho para consolarlo un poco. No quería lucir asustado, aunque en el fondo se estuviera muriendo por el miedo de la caída, a pesar de que no fue grave. Sabía que, si se veía espantado, eso asustaría más a su bebé y quizás no querría ponerse de pie otra vez.
ChanYeol buscó la manta de BaekHyun, con la que le secaban las lágrimas cuando lloraba.
— Pero lo hiciste bien — Le dijo ChanYeol, limpiándole las mejillas húmedas. BaekHyun comenzó a chupar su dedo, su cabeza apoyada en el pecho de KyungSoo —, fuiste muy valiente, Baekkie.
— Pa… papa. — Masculló el pequeño, mirando a ChanYeol con sus ojitos brillantes por las lágrimas.
ChanYeol le sonrió.
— Sí, papá. — Aceptó, sonriéndole.
KyungSoo besó la coronilla de BaekHyun, ocultando la sonrisita que quería esbozar. Sólo volvió a acurrucarse contra ChanYeol, dejando que el alfa le abrazara por el resto de la tarde.
El día en que MinSeok iba a cumplir años, JongIn le frunció el ceño.
— Me dijiste que viniera para cuidar a Baekkie. — Le dijo su amigo, cruzando los brazos sobre su pecho.
— ¡Y lo vas a cuidar! — Dijo KyungSoo, envolviendo el regalo que le compró a MinSeok —. Pero en casa del amigo de ChanYeol.
— ¡Pero… KyungSoo! — JongIn hizo un mohín de exasperación —. ¡No conozco a nadie allí!
— Ya le pregunté a SeHun y dijo que podías ir. — Le respondió KyungSoo, poniéndole la cinta al regalo —. Es para que BaekHyun no nos robe tiempo a mí y ChanYeol. ¿Sabías que ahora está detrás de mí cuando él viene acá?
— Está celoso, claro. — Dijo JongIn, observando al niño sentado en el suelo —. Espera, ¡¿me vas a utilizar como niñera?!
KyungSoo le sonrió con inocencia, poniéndose de pie cuando escuchó el timbre del departamento sonar. JongIn guardó el regalo en una bolsa, refunfuñando por la molestia, y vio la forma en la que BaekHyun comenzó a gritar para exigir la atención de KyungSoo.
El omega de cabello rojo corrió a tomarlo en brazos para calmarlo, por lo que el bebé dejó su berrinche una vez sintió las feromonas suaves de JongIn. KyungSoo sonrió a lo lejos, abrazando a ChanYeol.
— Iré, ¡pero me deberás algo! — Reclamó JongIn, también a segundos de hacer un berrinche como BaekHyun.
A los pocos minutos, todos salieron del lugar y fueron hacia el auto de ChanYeol. Una semana atrás, el alfa le compró al vehículo una silla de auto en la que llevar al bebé.
KyungSoo insistió en que no era necesario, pero el mayor suplicó, aludiendo a que era por el bien del pequeño. Ante eso, poco pudo hacer.
JongIn acomodó al niño en la silla, sentándose junto a él. Seguía sin estar muy convencido de ir a ese cumpleaños, pero terminó cediendo por su amigo. Sabía que KyungSoo no era de pedir muchos favores, además que le quedaría debiendo una. Por último, ¡le hubiera avisado antes para vestirse con algo mucho más decente!
Llegaron a la casa de SeHun veinte minutos después, en un bonito barrio residencial privado. Según lo que le dijo ChanYeol, SeHun hacía clases en la Facultad de Medicina, así que, obviamente, ganaba mucho mejor que él.
Se bajaron y JongIn tomó en brazos a BaekHyun. El bebé estaba tan acostumbrado a la constante presencia del omega que no protestó, considerándolo casi una segunda mamá.
ChanYeol los guio hacia la puerta, tocándola, y SeHun apareció segundos después con una sonrisa enorme.
— ¡Vinieron! Menos mal, MinSeok…
— ¡Tío ChanYeooooooooool!
El alfa se rió cuando el niño corrió por el pasillo de entrada y salió a abrazarlo, rodeándolo por la cintura. ChanYeol le revolvió el cabello, sacándole una risa de felicidad.
— Hola, Minnie, ¿cómo va tu día?
— ¡Muy bien! — Dijo MinSeok —. ¡Hola, tío Soosie!
— ¡Hola, MinSeok!
MinSeok se asomó, mirando ahora a JongIn con curiosidad en sus ojos.
— ¿Quién eles tú? — Preguntó.
JongIn se aclaró la garganta y SeHun lo miró. El omega sintió una extraña sensación en ese momento, sus mejillas poniéndose coloradas repentinamente y su corazón acelerándose. SeHun, a unos pasos de él, frunció el ceño en señal de confusión y con su rostro enrojeciendo de pronto.
— ¡Es JongIn, un amigo mío! — Dijo KyungSoo, indiferente a lo que ocurría —. Vino con Baekkie.
— ¡Minnie, Minnie! — Gritó BaekHyun.
— Eh… pa-pasen. — Tartamudeó SeHun, invitándolos a entrar —. Ta-Taemin to-todavía no llega…
— ¿Pasa algo, SeHun? — Preguntó ChanYeol, arrugando las cejas.
— Acompáñame a la cocina, debo ver algo… — SeHun se giró hacia KyungSoo, ignorando a JongIn, que no había dicho nada hasta el momento —. ¡Pu-pueden sentarse en la sala de estar!
ChanYeol siguió a su amigo hacia la cocina, cruzando la puerta y observando el pastel con las velas puestas y la comida chatarra que serviría para MinSeok y su amigo. KyungSoo le llevó comida a BaekHyun, no quería darle todavía a probar ese tipo de comida.
— Oye, ese amigo de KyungSoo… — Comenzó a decir SeHun, nervioso —, él…
— Es JongIn. — Le dijo ChanYeol, confundido.
— Él huele muy bien.
ChanYeol pestañeó un instante, como tratando de procesar esas palabras. Luego de un momento en silencio, habló:
— ¿Qué dices? — Bajó la voz un octavo —. JongIn tiene un omega débil, por lo que su glándula de cuello no emite feromonas.
— ¿Qué? — SeHun palideció —. Te juro que lo podía oler, ChanYeol. Huele a… Su aroma es como el chocolate.
ChanYeol sacudió su cabeza en una negativa.
Mientras tanto, JongIn dejó en el suelo a BaekHyun, que gateó para ir a jugar con los juguetes de MinSeok. El chico le entregó un autito de carrera, hablándole mientras el bebé le respondía con balbuceos.
— Ese alfa, ¿cómo se llamaba? — Le preguntó JongIn, susurrando.
— SeHun, ¿por qué?
— Es muy guapo... — Respondió el chico.
— Ow, ¿ya te enamoraste?
— ¡Qué pesado eres! — JongIn le dio un golpe en el costado —. Cuando nos vimos, sentí algo muy raro, aquí, en mi estómago. — Apuntó a su vientre, todavía algo colorado.
KyungSoo sonrió juguetonamente, aunque no podía entender bien lo que le estaba diciendo su amigo.
— Tal vez encontraste a tu destinado. — Bromeó, porque las historias de los destinados ya fueron olvidadas hace mucho.
JongIn le dio otro golpe, arrancándole un quejido.
Durante las siguientes horas, tanto JongIn como SeHun trataron de ignorar ese calorcito en su cuerpo cuando se miraban o hablaban, con las mejillas tan coloradas que parecían tener fiebre. Sin embargo, a pesar de eso, y para sorpresa de todos, se llevaron muy bien enseguida.
El amiguito de MinSeok, Taemin, apareció media hora después de que BaekHyun llegó. Como era el vecino de los Oh, la madre de Taemin no tenía problema en dejarlo e irse, por lo que los cuatro adultos eran los encargados de cuidar a los tres niños.
Bueno, de proteger a Taemin de las rabietas de BaekHyun. El bebé pareció odiar enseguida al amigo de MinSeok.
— ¿Lo estás disfrutando? — Preguntó ChanYeol, más tarde, y dándole de comer a KyungSoo un trozo de pastel en la boca. Se fueron a la cocina para tener un momento a solas, guardando las bolsas de comida chatarra.
— Sí, gracias por invitarme. — Le dijo KyungSoo, sonriendo con amor.
Mientras, JongIn se estaba riendo por una mala broma que hizo SeHun. En ese instante, MinSeok se acercó a su papá, pero mirando al omega.
— Eles muy bonito. — Le dijo MinSeok —. ¿Estás casao?
— ¡MinSeok! — Regañó SeHun, atragantándose con el pastel. La risa de JongIn aumentó.
— ¡No, soy muy joven para casarme!
— Oh — MinSeok ignoró a su papá, sonriéndole a JongIn —. ¿Tienes hiyos?
— ¡Oh MinSeok! — Volvió a gritar SeHun, que todavía no se recuperaba del atragantamiento.
El omega trató de que la sonrisa en su rostro se mantuviera, aunque lo inundó la pena en el interior. Sabía que el niño lo preguntaba desde su inocencia, pero eso no evitó que doliera. Miró de reojo a BaekHyun, que rayaba el dibujo de Taemin.
— No por ahora. — Respondió JongIn, amable —. No tengo pareja tampoco.
— Ah... — MinSeok sonrió, sus dientes llenos del chocolate del pastel —. ¡Mi papá tampoco tiene novio!
— ¡MINSEOK!
— ¡AH, BAEKHYUN!
— ¡BAEKHYUN, NO MUERDAS A TAEMIN!
El bebé se puso a llorar por el regaño y tuvieron que calmar a un alterado Taemin. MinSeok sólo pensaba en lo bonito que sería tener otra mamá.
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