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6.

Advertencias: hyunmin como pareja principal, alteración de edades, cositas lindas y fluff.

SeungMin había impregnado a JeongIn en su aroma, otra vez, y el bebé parecía encantado con eso.

―Huele demasiado a ese alfa. ―comentó Christopher, observando al bebé jugando en el suelo, junto a JiSung.

―Casi como si fuera su hijo. ―agregó JiSung, y HyunJin lo miró con mala cara.

¡Babububa! ―gritó JeongIn, agarrando el peluche de zorrito y golpeándolo varias veces contra el suelo con una sonrisa de felicidad.

HyunJin solamente suspiró, sacudiendo su cabeza con algo de pesar. Era lunes y acordó juntarse con sus amigos en su pequeño departamento para ponerse al día, y por supuesto, el tema de SeungMin no pudo ser evitado.

El omega no tuvo más remedio que contarles acerca de esa cita de "amigos" que tuvo con SeungMin y en donde el alfa le habló del interés que tenía en él. Luego de esas palabras, SeungMin pareció entender que HyunJin necesitaba un tiempo para poder pensar bien en lo que le dijo, y cambió de tema, comenzando incluso a jugar con el pequeño bebé. JeongIn estaba más que feliz con esa atención.

Y cuando se separaron... SeungMin solamente le dio un beso en la mejilla, dejándolo también a él un poco impregnado en su olor, y HyunJin quería que la tierra se lo tragara por la vergüenza. No podía entender cómo su omega se alteraba tanto con un simple beso, en especial porque HyunJin prometió nunca más comportarse como un omega tonto y enamoradizo. El no iba a cometer el mismo error dos veces.

―¿Creen que sea bueno? ―preguntó de pronto, llamando la atención de Christopher y JiSung―. ¿Esto? ¿No debería detener los avances de SeungMin?

―Depende ―dijo Christopher, tan elegante como siempre―. ¿Te gusta o no?

―No lo sé ―admitió HyunJin―. Es decir... Es un hombre guapo. Muy guapo.

―No tanto como yo. ―replicó Chris.

―Puede que más guapo que tú. ―le soltó JiSung.

―Cuando salíamos, decías que yo era el hombre más guapo del universo. ―contradijo Chris.

―Mentí.

―¡No estamos hablando de su fallida relación! ―regañó HyunJin, enfurruñado, y sus amigos sonrieron con inocencia.

Cuando tenían dieciséis años, JiSung y Christopher intentaron una tonta relación que se basaba más en el sexo y pasarla bien. Fue fugaz y corta, pero muy intensa para los chicos, que decidieron acabar en buenos términos antes de que su amistad pudiera decaer. HyunJin estuvo muy preocupado al inicio de que eso pudiera afectar su relación con ellos, pero los dos fueron muy maduros para que no ocurriera, aunque a veces lanzaran ese tipo de bromas juguetonas.

Además, se sumaba el hecho de que Christopher ya tenía un prometido, Felix, un bonito omega que conocio en su país natal y que era adorable con todo el mundo.

―Tienes razón ―afirmó JiSung, volviendo a mirarlo, y tomó en brazos a JeongIn para sentarlo en sus piernas. El bebé hizo vibrar sus labios antes de llevarse el pobre peluche maltratado a la boca―, ¿Te gusta o no?

HyunJin decidió pensarlo antes de volver a contestarles.

No había mentido cuando les dijo que SeungMin era guapo. Al menos, para HyunJin, tenía un atractivo magnético que provocaba que sus piernas temblaran. A todo ese se le sumaba que era muy inteligente, hablando siempre con esa voz serena y grave, que volvía loco a su omega. Y... Y parecía muy encantado con JeongIn, lo que era también muy importante.

Sin embargo, HyunJin...

―Me gusta mucho ―les admitió, y Chris comenzó a silbarle―, pero eso no quita que sea mi profesor. Y mayor. ¿Y si quiere aprovecharse?

―Le podemos golpear entre Sung y yo. ―respondió Christopher.

―¡Estoy hablando en serio!

Christopher comenzó a reírse, con esa risa de limpiavidrios.

¡Bububu! ―gritó JeongIn.

―¡Deja de regañarme por todo! ―gritó Christopher.

JiSung rodó los ojos, poniéndose de pie y agarrando al bebé de las axilas para acurrucarlo contra su pecho. JeongIn ahora empezó a chupar su dedo, feliz de estar siendo mimado.

―Si te gusta, entonces deberías arriesgarte ―JiSung frunció el ceño―, no de la forma en la que te arriesgaste con el idiota de JinYong.

―Se llama JinYoung, JiSung. ―suspiró HyunJin.

―Debería llamarse pedazo de mierda. ―replicó Chris.

Park JinYoung. HyunJin cerró sus ojos al pensar en su exnovio y padre de JeongIn, del que no sabía nada ni le veía desde que sus padres le sacaron del colegio. JinYoung era un alfa muy guapo que, durante la secundaria, tuvo siempre a muchos omegas detrás de él, pero un día se fijó y encaprichó con HyunJin.

El omega fue muy ciego, pensando que la atención y cortejo de JinYoung iban en serio y, quizás, iba a ser su alfa. Pero JinYoung sólo quería hacer rabiar a sus padres, una familia de clase alta, así que decidió que sería buena idea meterse con un omega tan ordinario como él. HyunJin cayó en sus redes sin pensarlo dos veces, y cuando tuvo lo que quería de él, dejó de prestarle atención. Fue peor cuando llegó a casa del alfa y le contó de su embarazo, con su madre escuchándolo todo.

No sólo JinYoung no quiso hacerse cargo de JeongIn, sino que los padres del alfa lo echaron a gritos diciendo que ese bebé no era de su hijo. HyunJin nunca se sintió más humillado en su vida.

―Pero SeungMin parece un buen tipo ―agregó Christopher, devolviéndolo a la realidad―, por lo que vi, se ve muy interesado en ti y en JeongIn. Si el bebé no lo aprobara, tendría mis dudas, pero... Pero JeongIn parece adorarlo también.

―Y es lo que me preocupa ―respondió HyunJin―, que JeongIn se encariñe y al final termine en nada. Eso sería...

―Yo creo que acabará bien ―dijo JiSung, recogiendo el chupete de JeongIn para dárselo―, Nini tiene muy buen ojo para elegir a las personas. Si no, mira como trata a Chris, el máximo idiota del mundo.

―¡Mira, mocoso de pacotilla, a mí me respetas!

¡Mami! ―gritó JeongIn de pronto, y HyunJin se enderezó de golpe, parpadeando. Incluso Chris bajó la zapatilla que pensaba lanzarle a Han, mientras JiSung miraba al bebé.

―¿Esa fue su primera palabra? ―barboteó HyunJin.

¡Mami, mami! ―el bebé apuntó a HyunJin, saltando en brazos de JiSung―. ¡Maaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaami!

―¡JeongIn, acabas de decir tu primera palabra! ―gritó HyunJin, entusiasmado y poniéndose de pie.

JiSung le entregó al bebé, que lo abrazó por el cuello sin dejar de barbotear muchos "mami", y HyunJin tuvo que contenerse de romper a llorar por lo grande que estaba su cachorrito. Incluso JiSung parecía muy emocionado, mientras que Chris observaba al pequeño, pensativo.

―Espero que la segunda palabra que aprenda sea Christopher. ―farfulló Chris, con una sonrisa en los labios.

¡Dota, dota! ―chilló Nini, y eso sonaba muy parecido a "idiota".

Chris ya no podía aguantar la indignación mientras que JiSung se reía en el suelo. HyunJin estaba muy feliz en ese instante.

***

El martes era uno de los días más pesados que tenía en la universidad, pues tenía cuatro clases: dos en la mañana y dos en la tarde. Salía cerca de las siete de la tarde, agotado y cansado.

Bostezando por el sueño, se despidió de DaHyun y caminó hacia fuera de la Facultad, guardando sus cuadernos en la mochila.

―HyunJin.

Se sobresaltó al escuchar la voz grave de SeungMin, volteándose a verlo y tuvo el loco pensamiento de que debía arreglarse para verse más guapo. En su lugar, sólo dejó caer su estuche.

Antes de poder agacharse a recogerlo, SeungMin se le adelantó.

―¿Ya ha acabado tu día? ―dijo él alfa, tranquilo.

HyunJin agarró el estuche que el más bajo le tendió, guardándolo.

―Sí, ha sido un largo día ―dijo, sonriendo con timidez―. ¿Usted también terminó, profesor?

―Sí, ya van a cerrar la Facultad ―SeungMin comenzó a caminar y HyunJin le siguió, cerrando su mochila con todo ya guardado―. ¿Quieres que te lleve a casa?

HyunJin se sobresaltó ante el ofrecimiento, su instinto enloqueciendo ante la petición. Sin embargo, trató de controlarse para no parecer tan torpe y estúpido, aunque quizás no lo estaba logrando.

―No quiero molestarlo, profesor Kim...

―No es ninguna molestia ―SeungMin le sonrió―. Me sentiría más feliz si yo te llevara, pero si no quieres, no es problema alguno.

HyunJin mordió su labio inferior.

―Está bien. ―aceptó, convenciéndose de que no tenía muchas ganas de tomar el bus y aguantar un viaje largo hacia su hogar.

―¿Ya te han puesto evaluaciones? ―preguntó SeungMin cuando se dirigieron al auto.

―Algunas para dos semanas más ―dijo HyunJin―, estoy un poco nervioso porque no quiero que me vaya mal, es muy importante para mí.

―Me imagino ―SeungMin le abrió la puerta y HyunJin se subió al asiento del copiloto. El alfa se sentó a su lado unos segundos después―, pero estoy seguro de que te irá bien. Eres muy estudioso.

HyunJin sintió sus mejillas coloradas, bajando la vista por los nervios que le invadieron. El aroma del más bajo estaba por todas partes, alterando demasiado a su omega y sintiendo ganas de recibir un abrazo, pero sabía que no sería bueno. El ni siquiera estaba saliendo con SeungMin.

―Muchas gracias, profesor. ―dijo HyunJin, sin dejar esa tonta timidez que le ponía las mejillas rojas.

―SeungMin ―insistió él alfa―, todavía te cuesta, ¿No?

―Es que... Si se me sale en clases, sería muy horrible ―salieron del estacionamiento―. No quiero que ellos crean que... Que tenemos algo o...

Ouch ―se burló SeungMin, y HyunJin comenzó a juguetear con sus manos―. No te preocupes, HyunJin, lo entiendo. Pero... Tú sabes que la universidad no prohíbe las relaciones profesor-alumno una vez no te haga más clases, ¿Cierto?

El omega lo observó de golpe, y sin poder evitarlo, comenzó a liberar feromonas de atracción. SeungMin las olisqueó, haciendo un gesto vago de gusto porque significaba que el menor estaba interesado en él.

―Sí, es que... Es que mis compañeros igual empezarán a hablar y quizás... Quizás piensen que usted me hizo pasar de curso a cambio de algo...

SeungMin se detuvo en un semáforo en rojo, volteándose a mirarlo. HyunJin no pasó por alto los ojos oscurecidos del alfa ni el hecho de que, en ese instante, sus feromonas se estaban mezclando con las de SeungMin.

―No te preocupes ―el más bajo volvió a sonreírle una vez dio verde―, si te va mal en mis exámenes, ten por seguro que no voy a pasarte.

HyunJin comenzó a reírse sin poder evitarlo.

Unos minutos después, SeungMin se detuvo fuera del edificio. El omega se quitó el cinturón y buscó valor para hablarle.

―¿Quieres pasar a tomar un café? ―le preguntó, su tono nervioso. SeungMin le miró―. Es una forma de agradecerte por haberme traído.

―Me encantaría. ―aceptó SeungMin, apagando el auto.

Ambos entraron al edificio y al ascensor, y HyunJin marcó su piso. Estuvieron en un cómodo silencio, tan tranquilo gracias a esa extraña complicidad que poseían, y no tardaron en detenerse frente a la puerta. Él más alto tocó el timbre.

―¡Oppa! ―saludó Somi, la sonriente niñera de JeongIn que vivía en el piso de arriba―. ¡Qué bueno que llegaste, HyunJin Oppa!

HyunJin le sonrió a la beta, que volvió a entrar recogiendo a JeongIn, que gateaba en el piso.

―Gracias por cuidarlo, Somi ―le dijo HyunJin, dándole la pasada a su profesor―. Él es un amigo, Kim SeungMin.

―Un gusto. ―saludó SeungMin, educado y calmo como siempre.

―¡Hola! ―Somi sentó a JeongIn en su sillita para comer, y cuando se hizo a un lado, el bebé vio a SeungMin.

¡Baba! ―chilló, emocionado.

Para fortuna de HyunJin, Somi no hizo alguna cara rara ante el entusiasmo de JeongIn por ver a SeungMin. El alfa pasó directo a saludar al bebé, tan feliz, así que el omega aprovechó para pagarle el día a la niñera. Somi no tardó en despedirse, y pronto volvieron a quedar ellos dos solos, aunque con un bebé en medio.

HyunJin colgó los abrigos, yendo a la cocina para comenzar a poner la mesa, pero SeungMin no tardó en aparecer para ayudarle. El omega le agradeció internamente a Somi por haberle preparado un puré de verduras a JeongIn, porque definitivamente no tenía ganas de hacer eso en ese momento.

¡Mami! ―chilló JeongIn, cuando lo vio entrar al comedor otra vez. Desde que había aprendido a decirla, que se la pasaba repitiendo como un lorito.

SeungMin enarcó una ceja, pellizcándole la nariz al bebé.

―¿Su primera palabra? ―dijo, encantado―. Felicitaciones, Nini.

Baba ―JeongIn agarró la mano de SeungMin, queriendo chuparle el dedo, pero él alfa se la retiró con rapidez―. ¡Baba!

―No, está sucia, pequeño. ―regañó SeungMin.

―Ya dijo la primera palabra, pero todavía no da indicios de caminar ―comentó HyunJin, echando el agua caliente del hervidor a las tazas, mientras SeungMin iba a lavarse las manos―. Sé que cada niño tiene un proceso distinto, pero me preocupa un poco todavía.

―Todavía está a tiempo ―le dijo SeungMin, sentándose en la mesa―. ¿Quieres que le dé de comer, cariño?

HyunJin estuvo a punto de tropezarse con el hervidor en la mano, recuperando la compostura con rapidez. El rubor pintó ahora su rostro con fuerza, tan rápido que pensó que iba a explotar. SeungMin puso una mirada de arrepentimiento inmediato y se instaló, un momento, un silencio extraño entre ambos.

El omega dejó el hervidor en la cocina, sacando un vaso de agua para beberla con rapidez. Al volver, vio a SeungMin dándole de comer a JeongIn.

―Lo siento ―se disculpó el alfa una vez HyunJin se sentó, todavía un poco colorado―, no quería incomodarte, sólo... Sólo no lo pensé.

―No importa, me agarró desprevenido ―HyunJin se sorprendió a sí mismo al decir eso, aunque sabía que era cierto―, Yo... La verdad es que... Me gustó mucho, SeungMin. Me gusta mucho. ―agregó, incapaz de levantar la vista por la vergüenza.

Sin embargo, SeungMin le agarró de la barbilla, elevándole el rostro. HyunJin deseó que le diera un beso, tan nervioso en ese instante, pero el alfa solamente le acarició el labio inferior, con ojos intensos.

―Puedo decirte como quieras ―dijo SeungMin―. Cariño, hermoso, bebé...

¡No! ―chilló JeongIn, rabiando―. ¡No!

Los dos miraron al pequeño, que golpeaba sus manitos cerradas en puños contra su mesita. HyunJin se rió.

―Creo que él quiere ser el único bebé. ―dijo HyunJin, con una risa suave.

―¿Sí? ―SeungMin bajó la voz―. No importa, te puedo decir bebé a solas, cariño.

HyunJin, definitivamente, no sabía en qué se estaba metiendo, pero realmente le gustaba mucho.

¡Gracias por leer!


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