Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

13.

Advertencias: hyunmin como pareja principal, alteración de edades, cositas lindas y fluff.

Lo único bueno que trajo el regreso a clases era saber que pronto acabaría ese semestre y, con ello, podría dejar de esconder su relación con SeungMin.

HyunJin se rió cuando sintió la boca del alfa en su cuello, haciéndole un chupón encima de su glándula de feromonas. El omega gimoteó, dándole un golpe suave a SeungMin en la espalda para que lo soltara, pero poco logró.

—¡SeeeeeeeeeeungMin! —dijo entre carcajadas—. ¡Oye, no seas aprovechado!

—Pero es que hueles muy bien —murmuró SeungMin, sin soltarlo, y HyunJin sintió la entrepierna dura de su novio contra su culo—, me dan ganas de comerte.

—¡Eres un descarado! —tartamudeó HyunJin, antes de girar su cabeza y recibir un beso en los labios—. Te odio demasiado.

—Vamos a fingir que te creo, bebé.

Como si lo hubieran invocado, el llanto de JeongIn resonó repentinamente. Los dos suspiraron al mismo tiempo, aunque SeungMin se puso de pie primero. HyunJin no sabía en qué momento, pero de alguna forma, ahora pasaba más tiempo en la casa de SeungMin que en la suya propia. No es como si se estuviera quejando, porque le hacía sentir muchas mariposas en el estómago. Además, SeungMin se preocupaba demasiado por JeongIn, especialmente en hacerlo sentir cómodo allí.

Todo estaba yendo demasiado rápido, pero HyunJin lo disfrutaba por completo. Ya estaban a mitades de enero y pronto comenzaría su época de exámenes finales en la universidad.

SeungMin volvió con el bebé en brazos, que chupaba su pulgar, y HyunJin se enderezó para agarrarlo. Le revolvió la mata de cabello, oyendo el ruidito de gusto que hizo, y SeungMin no tardó en acostarse a su lado. Era sábado en la mañana, así que tenían tiempo suficiente para seguir acostados otro momento.

—¿Qué vamos a almorzar hoy? Te toca a ti. —habló HyunJin, mientras JeongIn cerraba sus ojos para volver a dormir.

—Podemos comer fuera —sugirió SeungMin, perezoso—. No tengo muchas ganas de cocinar hoy.

—Nunca tienes ganas de cocinar.

Aun así, HyunJin no puso muchos reparos para la sugerencia de SeungMin. Le gustaba salir con el alfa y tener momentos de pareja con él. Especialmente, que el resto supiera que el mayor ya tenía a alguien a su lado. HyunJin era demasiado celoso.

Más tarde, mientras SeungMin se duchaba, HyunJin estaba vistiendo a JeongIn para la salida. El bebé parecía reacio a querer ponerse el enterito de zorrito, así que su mamá le regañaba sin descanso alguno.

—Te tengo demasiado malcriado —dijo HyunJin, un poco enfadado consigo mismo—, ya vas a ver, si sigues así, te daré una tunda en el trasero, Nini.

¡Prrrrrrrrrrrrrrrr! —barboteó JeongIn, sacando su lengua. HyunJin le pellizcó la nariz, arrancándole un grito de queja.

—Compórtate —le dijo, serio, y JeongIn infló sus mejillas—. La próxima vez que me hagas un escándalo, no te daré más leche.

¡Míoooooooooooo! —gritó el bebé, pataleando, y HyunJin rodó los ojos.

—¿Otra vez peleando? —preguntó SeungMin, saliendo del baño con una toalla alrededor de su cintura. HyunJin miró a otro lado—. Bebé, sabes que JeongIn...

—Está muy mimado —le interrumpió HyunJin, con claro desánimo, y JeongIn trató de bajarse de la cama. El chico lo ayudó, poniéndolo de pie, y el pequeño comenzó a tambalearse—. Me cuesta demasiado ser muy duro con él, es como si mi corazón se ablandara cada vez que me mira.

SeungMin se puso la ropa interior y buscó alguna playera. De alguna forma, ya se había medio acostumbrado a ver al alfa con poca ropa. A pesar de que ellos no tenían sexo todavía, sí hacían otras cosas, y HyunJin estaba perdiendo la vergüenza a esas alturas. Sólo la noche anterior, una vez JeongIn se durmió, el omega le hizo sexo oral a SeungMin.

A finales de ese mes sería su celo, así que HyunJin estaba pensando en lo que haría. Quedaba poco más de mes y medio para el término de clases, pero aún podría meterse en problemas si no tenían cuidado con eso.

SeungMin se puso los pantalones antes de caminar hacia él y sentarse a su lado en la cama. JeongIn se estaba sujetando de uno de los veladores para no caer.

—Todavía no es tiempo de que seas duro con él —le dijo SeungMin, cariñoso—. Lo puedes regañar por su comportamiento, pero todavía no tiene la capacidad suficiente para diferenciar algunas cosas, bebé. Le falta mucho desarrollo.

—Pero tengo miedo —confesó HyunJin—, ¿Y si, aun así, cuando crezca, lo sigo malcriando?

—Me tienes a mí —recordó SeungMin, amoroso, y HyunJin sonrió—, entre los dos lo vamos a criar bien, mi amor.

El omega quería chillar por la emoción, sin embargo, no quería parecer un adolescente loco de amor. Sólo abrazó a SeungMin, llenándole el rostro de besos hasta que JeongIn cayó al suelo y se puso a gritar.

Cerca de las dos de la tarde salieron a buscar un lugar para comer. JeongIn iba con una curita en su frente producto de la caída que sufrió, pues se raspó un poco la piel y no dejó de llorar por varios minutos. Ahora, estaba sentado en su sillita para bebés, chupando su manito.

Al final, se decidieron por un bonito restaurante familiar en el que comer. Tenían incluso unas impresiones para colorear y lápices, así que mientras ordenaban y esperaban, JeongIn se entretuvo con eso. Parecía haber olvidado el golpe que recibió, más contento ahora.

—Podríamos salir juntos de vacaciones —sugirió SeungMin en un momento, cuando ya estaban comiendo—. ¿Qué tal si vamos a la nieve? Por ser profesores de universidad tenemos un descuento en algunos resorts de Gangwon.

¡Oh! ¿En cuáles? —preguntó HyunJin, alimentando también a JeongIn con la papilla que le llevó.

—En Yongpyong Resort, por ejemplo —SeungMin sonrió cuando HyunJin se atragantó con su saliva—. ¿Qué? ¿Es muy exclusivo?

—¡Debe ser carísimo! —habló HyunJin, sacudiendo su cabeza.

—No te preocupes por eso —el alfa hizo un gesto despreocupado—. Jamás ocupo los descuentos de la universidad, pero sería un bonito paseo para los tres, ¿No crees?

—Lo pensaré. —dijo el omega, aunque no parecía muy convencido con eso. SeungMin no dejó de sonreír, sabiendo cómo convencer bien a su novio.

El resto de la comida transcurrió con tranquila normalidad entre ellos. Cuando ya estaban terminando, SeungMin se puso de pie para ir al baño, así que HyunJin se volteó a JeongIn para limpiarle la barbilla. Su bebé comía muy desordenadamente, siempre terminaba sucio con cualquier cosa que se llevaba a la boca.

—Eres imposible de corregir —le regañaba, oyendo las carcajadas de JeongIn—, comes como un cerdo, JeongIn.

¡Mamá! —gritó el bebé, feliz. HyunJin se rió.

—Y todavía tú...

—¡HyunJin, hola!

Se sobresaltó cuando escuchó una chillona voz hablar detrás de él, y se volteó con rapidez, viendo a YooRim de pie y con una sonrisita en su rostro. JeongIn dejó sus carcajadas, mientras que HyunJin tragó saliva ante el pánico.

—Ho... Hola. —saludó torpemente, con la voz algo temblorosa. Volvió a tragar saliva.

—¿Cómo va todo? ¡No pensé pillarte por aquí! —YooRim se rió—. Vengo recién llegando, mis padres vinieron a verme este fin de semana así que aproveché para invitarlos a comer. ¿Ese es tu bebé? ¿Cómo era que se llamaba?

—JeongIn. —barboteó HyunJin, sin saber qué más decir. YooRim se caracterizaba por ser no sólo muy creída con sus calificaciones, sino también por hablar hasta por los codos. HyunJin la encontraba demasiado insoportable.

—¿Estás en una cita? —prosiguió YooRim—. Supongo que sí, es difícil ser mamá soltera y criar a un bebé tú solo, ¿Es acaso alguno de nuestros compañeros? ¿BoMin? Es taaaaaaaaaaaan guapo, que envidia la tuya, ¿Dónde está ahora?

En ese momento, HyunJin vio a SeungMin salir del pasillo que dirigía hacia los baños. Para su propia fortuna, el alfa se dio cuenta enseguida de lo que estaba ocurriendo, porque se devolvió con una mirada de horror.

—No es BoMin —dijo HyunJin, un poco molesto—. Vine con una amiga, pero ya se tuvo que ir. Ahora estaba arreglando a Nini para irnos también.

—¡Claro, pero no es necesario que mientas! —YooRim se rió, y HyunJin notó la burla en esas carcajadas—. Huele mucho a alfa aquí.

HyunJin apretó sus labios con fuerza cuando YooRim se dio media vuelta y caminó hacia una mesa, donde unos adultos la esperaban. El omega sintió su salida arruinada con ese encuentro, especialmente porque SeungMin no podía ir a por él en ese momento y tendrían que salir por separado para no levantar sospecha alguna. Si YooRim los veía juntos, en menos de una hora toda su clase (y la carrera) se enteraría de eso.

Enojado por la situación en la que se vio repentinamente envuelto, comenzó a guardar sus cosas y las de JeongIn, que ya no parecía muy divertido en ese momento. Sabía que SeungMin no iba a aparecer por ahora, al menos hasta que HyunJin estuviera fuera, así que tomó en brazos al bebé y fue a pagar la cuenta. Supuestamente SeungMin le invitó, pero por la situación en la que se hallaban, supuso que sería complicado para el alfa pagar. Ya le iba a devolver el dinero.

Salió poco después del local, decidiendo ir a dar una vuelta para despejarse y quitarse el disgusto de ese encuentro. No se había dado cuenta de lo incómodo y desagradable que era mantener su relación a escondidas de todo el mundo, y eso ahora le puso también triste. Puede que ni siquiera, cuando lo hicieran público, estarían en paz, porque tal vez sus compañeros empezarían a lanzar rumores maliciosos de que él pasó de curso gracias a SeungMin. Aunque era un poco gracioso, porque HyunJin ni siquiera era el mejor estudiante de la clase. Apenas aprobaba los exámenes de SeungMin.

Sintió su celular sonar en señal de una llamada y contestó, viendo que era su novio quien le llamaba.

Cariño —habló SeungMin a través de la línea—, ¿Dónde estás? Ya salí y no te veo por aquí cerca.

Um, quise alejarme un poco —respondió HyunJin, desanimado—. No me sentía muy bien, Seung. ¿Ella no te vio?

No, estaba sentada de espaldas hacia mí —la voz de SeungMin también sonaba algo afectada—. ¿Quieres que vaya por ti?

—Mejor que no —el omega no sabía por qué estaba hablando eso, cuando lo que más quería era un abrazo de SeungMin—, ¿Y si alguien más nos ve?

Hubo un pequeño silencio entre ellos. HyunJin se sentía ahora peor y quería retirar sus palabras, pero sólo calló cuando escuchó el suspiro de SeungMin.

Si tú lo prefieres así, está bien —aceptó el alfa—. Ahí hablamos, HyunJin.

Y le cortó.

HyunJin observó el celular un rato, mordiendo su labio inferior con fuerza, como si de esa forma pudiera contener las ganas de llorar que lo golpearon. Se sentía demasiado mal y su omega parecía lloriquear por su alfa, pero HyunJin tenía demasiado miedo por lo que podía significar.

JeongIn barboteó unas palabras torpes, acariciándole la mejilla, y el chico le revolvió el cabello antes de volver a caminar. Decidió que debía despejarse por completo de esa situación.

Sin embargo, tres horas después, se volvió a sentir deprimido, especialmente porque quiso comprarle algunas prendas a JeongIn (estaba creciendo demasiado rápido, ¡Todo le quedaba pequeño!), y cada tanto volteaba hacia atrás, como si SeungMin estuviera con él. Se acostumbró demasiado rápido a esa vida doméstica que llevó con el alfa, y lo echaba mucho de menos.

Por lo mismo, decidió ir a verlo a su departamento otra vez. Le pediría perdón por lo que le dijo, le daría un beso y cenarían juntos. Luego de eso, JeongIn se iría a dormir y ellos quedarían a solas, y podrían hacer algunas cosas para adultos con las que pasarla muy bien. Sonaba como un perfecto panorama para HyunJin.

Tomó un bus que le acercara al departamento de SeungMin y llegó media hora después. JeongIn ya parecía incómodo de estar en sus brazos, así que lo dejó en el suelo y le tomó la mano, incitándolo a caminar a su lado. Debido a eso, fueron avanzando lentamente, para que el bebé no cayera al suelo otra vez, hasta llegar al ascensor. El conserje a esas alturas ya les ubicaba, así que no les puso trabas para entrar.

Al salir del ascensor también salió con JeongIn caminando, chillando por la emoción, hasta la puerta del departamento. SeungMin le entregó una copia de la llave la semana pasada, así que no tardó en abrir la puerta.

—¡SeeeeeungMin! —gritó, pero se quedó callado enseguida cuando vio a una mujer en el sofá.

¿Ah? —la mujer lo observó, atónita. HyunJin jamás la había visto en su vida—. ¿Quién eres tú?

—¿Disculpa? —farfulló, tomando en brazos a JeongIn, que dejó de gritar—. Eso es lo que yo debería preguntar, ¿Quién eres tú y qué haces en la casa de mi novio? ¡SeungMin! ¡SeungMin!

Como si lo hubieran invocado, el alfa apareció por el pasillo casi corriendo, observando el escenario ante él: HyunJin en la puerta, sosteniendo a JeongIn, y una mujer en el sofá.

Oh. —fue lo único que dijo SeungMin, atónito.

—¡¿Quién es ella?! —gritó HyunJin, casi histérico y haciéndose mil escenarios en su cabeza.

SeungMin lo estaba engañando, era eso, SeungMin debía sólo estar jugando con él. Probablemente se divertía con que HyunJin fuera tan iluso y tonto, o peor, tal vez él sólo era el amante y esa mujer era la novia oficial de SeungMin. Por dios, ¿Cómo pudo...?

—Soy MinJeong —saltó la mujer—, una, um, amiga de SeungMin —ella trató de sonreír, pero HyunJin notó la incomodidad allí.

—¿SeungMin? —tartamudeó HyunJin, su voz temblorosa.

—Es mi amiga, HyunJin —apoyó SeungMin—, ven, no pienses alguna tontería. MinJeong, él es HyunJin, mi novio, y JeongIn, su cachorro.

—Nuestro. —corrigió HyunJin, haciendo un mohín.

SeungMin sonrió, pero HyunJin quería agarrar a esa mujer de las greñas y sacarla de allí. Luego de eso, le daría un golpe al alfa.

—Ya me iba, de todas formas —dijo MinJeong, agarrando su cartera, y caminó hacia la salida. HyunJin, al olerla, supo que era omega—. Te llamo, SeungMin.

El alfa no contestó y MinJeong se apresuró en salir, cerrando la puerta.

HyunJin dejó a JeongIn en el suelo, que caminó a tropezones hacia sus juguetes, y se sentó en el suelo.

—¿Quién era? —preguntó el omega, tratando de controlar el volumen de su voz.

SeungMin no contestó enseguida, tomándose su tiempo para contestar, y luego de varios segundos terminó por suspirar.

—Es MinJeong —le dijo—, mi ex prometida.

HyunJin no lo iba a golpear. Lo iba a matar.

Amorosamente, por supuesto.

¡Gracias por leer!


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro