capitulo 19.
Advertencias: chaelisa como pareja principal, cositas lindas y fluff.
***
Gracias al trato hecho con el director de la carrera, fue inevitable que Lisa se relajara los últimos días de universidad y ya no se preocupara tanto de mantener a escondidas su relación con ChaeYoung.
Es decir, ellas no se mostraban en público dentro del campus universitario. Sin embargo, no escondió con ninguna vergüenza su nueva marca y el envolvente olor de la alfa a su alrededor. Sus compañeros podían irse a la mierda.
—¿Entonces sí sales con la profesora Park? —le preguntó JeongGuk, mientras comían papas fritas luego de haber terminado con todos los trámites universitarios—. ¡Wow, qué genial, Lisa!
—¿De verdad? —preguntó la omega, un poco sorprendida por sus palabras.
—Claro, es muy guapa —contestó JeongGuk—. ¿No tendrá por casualidad una hermana?
Lisa se rió y le dio un empujón suave al chico, que también rompió a reír. No quería demostrarlo demasiado, pero que él no hubiera reaccionado mal le alivió bastante. A pesar de todo, no quería pasar el resto de sus años universitarios con todo el mundo hablando mal de ella.
Las siguientes semanas de vacaciones fueron pasando lentamente para la pareja. Lisa ya casi se pasaba más tiempo en el departamento de ChaeYoung, salían a la playa juntas o iban a parques, llevando a RyuJin con ellas. La bebé era la que parecía más feliz con todo eso. A esas alturas, ya estaba caminando y hablando mucho mejor.
—Ya es momento de que conozcas a mis papás —le dijo Lisa una tarde, en la que estaban acurrucadas en la cama, desnudas y medio adormiladas por el sexo—, quiero ir a verlos y preguntarán por ti.
—¿Ir a Gwangju? —cuestionó ChaeYoung, con su dedo acariciando los cabellos de Lisa—. ¿Hay algo interesante allí?
—¡No seas pesada! —se quejó la omega, dándole un golpe—. Allí pase la mitad de mi vida y fue donde nació RyuJin.
—Mmm... —ChaeYoung comenzó a besarla—. Deberían declarar esa ciudad como una de las maravillas del mundo, entonces.
Las risas de Lisa quedaron ahogadas pronto por los labios de ChaeYoung.
Así que, una semana después, estaban subiendo las cosas al auto de ChaeYoung para ir de viaje a la ciudad de Lisa. Iban a quedarse a lo máximo dos semanas, aprovechando las vacaciones de la pareja, y luego, irían a Daegu, pues ChaeYoung también quería presentarle a su familia.
RyuJin ya estaba acomodada en su sillita, sosteniendo con firmeza su peluche de monito. Los últimos días pareció darse cuenta de que, mientras más lo maltratara, más se rompería el juguete, así que ya no lo golpeaba ni lo babeaba, sólo lo abrazaba con cariño.
Salieron cerca de las tres de la tarde, después de almorzar. El viaje no era tan largo, poco menos de tres horas, pero decidieron hacer algunas paradas para ir al baño y también estirarse. En especial a RyuJin, que le costaba mantenerse quieta en su silla por más de cuarenta minutos. Como estaba en crecimiento, le gustaba moverse de un lado hacia otro y jugar con sus juguetes.
Ya para cuando quedaba media hora, la bebé se quedó dormida. Lisa y ChaeYoung suspiraron por el alivio, pues RyuJin, a veces, se ponía a gritar y exigir atención cuando se aburría.
Lisa vivía en una bonita casa pequeña dentro de un tranquilo barrio de la ciudad. Era una casa de un piso, con un diminuto jardín delantero que no pasaba los dos metros. La omega no pudo evitarlo, y se sintió un poco avergonzada: ella sabía que ChaeYoung provenía de una familia de dinero, y en comparación a la suya, era evidente la diferencia social. No es como si ellos fueran pobres o algo así, jamás pasaron hambre o frío, sin embargo, tampoco les sobraba dinero.
Su mamá salió a recibirlas con una gran sonrisa. ChaeYoung estaba quitándole los seguros a la sillita de RyuJin para tomarla en brazos, mientras Lisa saludaba a su mamá con un abrazo.
—¿Cómo estuvo el viaje? —le preguntó él, cariñoso.
—Aburrido, mamá —Lisa sonrió con un poco de nervios antes de hacerse a un lado—, um, ella es ChaeYoung, mamá, mi novia.
ChaeYoung, que sostenía a una dormido RyuJin en sus brazos, se adelantó a darle la mano al hombre. Su papá omega la recibió con una sonrisa dulce.
—¿Así que esta es tu pareja? —dijo él, jovial—. Un gusto, ChaeYoung, ¡Ya era hora! Puedes decirme WooYoung.
—¡Bubu! —gritó de pronto RyuJin, despertando, y no les quedó de otra que entregarle la bebé al hombre, que parecía más que feliz con eso.
Mientras la abuela y RyuJin jugaban juntos, ChaeYoung y Lisa descargaron las cosas del auto. Le mostró, además, la pieza en la que dormiría la alfa: en la habitación del hermano mayor de Lisa, BamBam. No podían dormir juntas en el cuarto de la omega, pues había sólo una cama de plaza y media, y allí debía dormir también RyuJin.
—No te preocupes —le dijo Lisa, dándole un beso en la boca a ChaeYoung—, cuando mis papás salgan, podremos hacer nuestras cositas.
—Contrólate, Lili —regañó la alfa, como toda una adulta madura—, ¿No puedes dejar la calentura un momento?
Lisa hizo un puchero.
—Qué cruel es conmigo, señorita Park. —se quejó, pero ChaeYoung le pellizcó la nariz.
Fueron al comedor, donde WooYoung estaba jugando con RyuJin. La casa era bastante pequeña, se percató ChaeYoung, con un comedor unido al living y sólo un baño. No era como si eso le acomplejara, pero sabía que a Lisa le preocupaba un poco.
WooYoung fue muy amable con ChaeYoung: le preguntó a qué se dedicaba y sobre su familia. Lisa se sorprendió al ver a su pareja siendo toda educada y tan adulta, sintiéndose un poco pequeña al lado de ella. Es decir, sabía que la diferencia de edad era notoria, pero no se percató de eso hasta aquel momento. No es como si le importara, sólo resultaba un poco curioso.
Una hora después, aproximadamente, llegó Nichkhun, su papá alfa. El hombre venía con una expresión cansada, pero pareció animarse cuando Lisa salió a recibirlo.
—¡Papi! —saludó Lisa, abrazando al alfa con una sonrisa enorme.
—¿Y esto? —dijo él, devolviéndole el abrazo—. No te esperaba tan pronto, Lalisa.
—¿No me querías aquí? —puchereó Lisa.
—No digas eso —Khun rodó los ojos, antes de que sus ojos se posaron en ChaeYoung. La alfa se puso de pie de forma inmediata—. ¿Y ella es...?
—¡La novia de Lisa! —respondió WooYoung.
Khun abrió la boca para decir algo, pero de pronto, escuchó un gritito de felicidad viniendo de RyuJin, que corría hacia él.
—¡Abu! —gritó, abrazándolo por las piernas—. ¡Abu!
Khun se inclinó y tomó en brazos a la niña, que gritó por la felicidad. ChaeYoung se percató de que el papá de Lisa era realmente un alfa alto: debía medir mas un metro ochenta. En comparación con WooYoung, su madre, se notaba demasiado la diferencia, pues el omega no medía más de un metro sesenta.
—¿Y cómo está mi bonita nieta preciosa? —comenzó a arrullar Khun, balanceando a RyuJin en sus brazos y arrancándole risas escandalosas—. ¿Has sido una niña buena con tu mami, RyuRyu?
—¡Si, sí! —gritó RyuJin, sin dejar de reír.
—Qué mentira más grande —comentó Lisa—. Papi, ella es ChaeYoung, mi novia.
Khun dejó de balancear a RyuJin, que estaba enrojecida por las carcajadas. ChaeYoung se acercó, extendiendo su mano, sintiendo el sudor en su frente. Ese hombre era algo intimidador.
—U-Un gusto. —dijo ChaeYoung, con su voz un poco aguda.
—Diría lo mismo, pero no lo es —respondió Khun, aunque le dio la mano—. No creí que fueras a venir con ella, a menos que... —el alfa se volteó hacia su hija, que se hundió en su asiento—. ¿Eso es una marca en tu cuello?
—Khun, no seas así —empezó a regañar WooYoung—, deberías felicitar a Lisa.
La alfa sabía que no podía esperar mucho menos del padre de la omega. Su pareja se lo advirtió muchas veces: su mamá era más suave y permisiva, pero su papá, Khun, era hosco y algo agresivo. De alguna forma, lo podía comprender, después de todo, ¿Quién no lo sería luego de lo ocurrido con Lisa? Ellos parecían querer mucho a su nieta, sin embargo, eso no quitaba que se hubieran olvidado de lo mucho que sufrió Lisa cuando fue usada de esa forma. ChaeYoung no estuvo en ese momento, aunque pensar en lo mal que la pasó su novia era suficiente para enardecerla.
Khun no respondió a las palabras de WooYoung, pero seguía sin verse contento. Lisa no insistió con ello y ChaeYoung no trató de presionar tampoco, pues lo que menos quería era pelear con ese alfa. Khun no sólo era alto, sino que también tenía unos ojos que le recordaban mucho a Lisa cuando se enfadaba. Y Lisa, enfadada, era de temer.
Para fortuna de ambas, la cena transcurrió con relativa normalidad. Khun no hizo mayores comentarios acerca de su relación y RyuJin, tan inocente como siempre, servía para aliviar el ambiente en la casa. ChaeYoung no lo creía posible, sin embargo, WooYoung mimaba mucho más a la bebé que Lisa. Incluso Khun le complacía los caprichos a su nieta.
Cuando llegó el momento de acostarse, Lisa dejó a ChaeYoung en su cuarto antes de ir al suyo. RyuJin estaba echada, medio dormida, pero la omega comenzó a desvestirla para ponerle el pijama. La bebé apenas se quejó.
Fue en ese momento cuando Khun apareció, con ropa de dormir también. Lisa sabía que eso ocurriría, ya que papá no solía quedarse con sus ideas guardadas.
—¿No te gustó? —fue lo primero que preguntó Lisa cuando él se sentó a su lado, en la cama.
—La encuentro demasiado mayor para ti, Lili —respondió Khun, tranquilo e impasible—, ella es todo una adulta, tiene una vida estable. En cambio, tú eres recién una joven que está experimentando los primeros pasos de la adultez. Me da miedo que pueda herirte, y más ahora que tú tienes su marca.
—ChaeYoung no es JiWon. —se apresuró en decir Lisa.
—No, y eso es lo que más me asusta —concedió Khun—, pues hay cretinos peores que ese. JiWon, al menos, nunca te marcó. Una marca rota... —el alfa le dio una caricia en la mejilla—. No quiero que pases por ese dolor, mi Pranpriya.
—Papá... —suspiró Lisa, algo apenada—, no puedes tenerme siempre escondida, ¿Lo sabes? Sé que... Sé que lo de JiWon fue... Fue algo doloroso y terrible para ti, pero eso no... No volverá a repetirse —la omega bajó la voz—. Papi, RyuJin la adora, ¿Es que acaso no la viste? Y ChaeYoung también adora a RyuJin.
Khun no cambió la expresión de su rostro, pero sus ojos parecieron suavizarse un poco.
—Respeto tu decisión de que estés con ella, Lili —dijo él—, sin embargo, eso no quita que me preocupe, ¿Está bien? Si ella te hace sufrir...
Lisa lo abrazó con amor. Sabía que era normal que el alfa se preocupara por eso, después de todo, con lo ocurrido con JiWon, se tornó muy sobreprotector. Cuando Lisa quiso ir a estudiar a Seúl, trató de convencerle de que lo mejor sería que se quedara, aunque no sirvió de mucho. Al final, aceptó su partida con una sonrisa resignada.
—RyuJinnie quiere mucho a ChaeYoung —insistió Lisa—, eso fue lo que terminó de convencerme, papi.
—¿No sólo quiere quitarme a mi hija, sino también a mi nieta? —masculló Khun, medio enfadado—. Debería echarla de casa.
Lisa se rió con sus palabras y se despidió de él, que fue a su habitación.
Los siguientes días, afortunadamente, Khun comenzó a relajar su vigilancia sobre ChaeYoung. WooYoung pareció hablar con su esposo, además de que la alfa también tomó una actitud educada y jamás traspasó los límites con Lisa frente a ellos. Hasta rechazaba las insinuaciones de la omega sobre escaparse a un motel, regañándola como todo una madre.
—Eres una alfa muy cruel —se quejó Lisa, días después, cuando salieron a pasear. Llevaban a RyuJin en su cochecito, mirando todo con extrema curiosidad—, pudimos haber dejado a Ryu con mi mamá y nosotras...
—¿Es que no puedes aguantarte unas semanas? —reprendió ChaeYoung, aunque tenía una sonrisa en su rostro—. Si vamos a follar, vas a quedar apestando a mis feromonas y tu padre se dará cuenta de lo que hicimos. Él va a matarme.
—ChaeYoung, ¡Tienes treinta años!
—Treinta y uno —corrigió la alfa, pues los cumplió la semana pasada—. ¿Y eso qué? Khun da miedo.
Lisa hizo un puchero pequeño, aunque sabía que la mayor algo de razón tenía. Tal vez se sentía demasiado caliente porque pronto llegaría su celo, era la única explicación posible.
Fueron a comer a un lugar bonito y luego se dirigieron hacia el centro comercial. Dentro del lugar, había un pequeño parque de juegos para niños, y no dudaron en llevar a RyuJin. Lisa tuvo que subirse con ella a un trencito que daba una vuelta en ocho y ChaeYoung se entretuvo mucho sacándole fotografías. Fue divertido, al menos, hasta que RyuJin se mareó y vomitó. De eso también hubo fotos.
Lo único bueno, fue que no vomitó sobre Lisa, así que sólo tuvieron que cambiarla de ropa (la omega siempre llevaba una muda extra de ropa en casos de emergencia). A la bebé pareció no importarle que acababa de vomitar, es más, pareció hacerle mucha gracia, y cuando ya estaba con ropa limpia, empezó a pedir comida.
—¿De verdad? —se quejó Lisa, incrédula.
—¡Teta, teta! —chillo RyuJin, riendo.
ChaeYoung trató de aguantar la risa en lo que Lisa se ponía colorada ante los chillidos de RyuJin. Finalmente, no tuvo más que sentarse en una banca, acomodar a la niña en sus brazos y desabrochar su camisa. Pronto, la ávida boca de la bebé se cerró en su pezón.
—Tú la malcriaste —siseó Lisa hacia ChaeYoung, que la miraba con algo de lujuria en los ojos—. ¡Deja de observarme así, cochina!
—Tal vez tengas razón... —comenzó a decir la alfa.
—No te atrevas.
—... Deberíamos irnos a un motel para probar otra vez tus tetas, Lisa.
La omega soltó un chillido de indignación, pateando a ChaeYoung en su pierna. La alfa se quejó entre risas, poniéndose de pie para no recibir otro golpe por parte de la menor. RyuJin tenía el ceño fruncido, mirando feamente a ChaeYoung, pero sin dejar de comer.
Después de unos minutos, la bebé pareció saciarse y se removió para que la dejaran en el suelo. Parecía tener ganas de caminar en ese momento.
Mientras Lisa se arreglaba y ChaeYoung iba detrás de RyuJin, que se puso a tambalear-caminar, alguien llamó la atención de la extranjera.
—¿Manoban Lisa?
Reconoció enseguida esa voz, a pesar de que sólo la escuchó un par de veces. Apretó los labios antes de voltearse a ver a una mujer extremadamente maquillada, con nariz respingada y pómulos altos, y el cabello teñido de rubio. Contempló a la madre de JiWon, la misma mujer que la echó de su hogar entre gritos y luego le fue a gritar a su casa un montón de asquerosidades.
La señora Kim le contempló con ojos apáticos, aunque había una sonrisa falsa en su rostro.
—Hola, señora Kim. —masculló Lisa, sin moverse de su lugar.
—¡Oh, cariño! —saltó ella, con una odiosa voz chillona—. No sabía qué estabas por acá, ¿JiWon ha hablado contigo?
Lisa parpadeó en confusión al escuchar esa pregunta, ¿Qué demonios? ¿A qué se refería esa mujer? JiWon jamás se le acercó a hablar a menos que fuera para provocarla y burlarse de ella.
Abrió la boca para responder, pero en ese momento, ChaeYoung regresó con RyuJin en brazos.
—¿Lis? —preguntó, tomándole la mano.
La omega la miró, algo desorientada, sin embargo, sus alarmas se activaron cuando la mujer volvió a hablar.
—¿Ese es mi nieta? —gritó, sonriendo con más fuerza—. ¡Se parece a JiWon cuando pequeñito!
La señora Kim hizo el amago de acercarse para tomar a la niño en brazos, y en ese momento, Lisa reaccionó, poniéndose delante de ChaeYoung.
—Disculpe, señora Kim —le dijo, firme—, pero recuerdo muy claramente que ustedes no querían saber sobre mi embarazo.
La mujer se detuvo, sus labios contrayéndose en un mohín extraño.
—Fue un período difícil el que estábamos atravesando en ese momento —se excusó ella, pareciendo recuperar la compostura—, por eso, que nos vinieras con el embarazo nos descolocó por completo —se rio, como si estuviera contando algo muy gracioso—. Pero ahora, los últimos meses hemos estado pensando mucho en mi nieta. Le dije a JiWon que recuperara el contacto contigo para... Para ver la custodia.
Lisa sintió el alma caer a sus pies ante las palabras de la mujer, que hablaba como si estuviera comentando sobre el tiempo.
—¿Custodia? —intervino ChaeYoung, con voz grave—. Disculpe, señora, pero me parece un descaro lo que usted está hablando.
La omega mayor se volteó a ver a la alfa, y la sonrisa en su rostro pareció desaparecer, reemplazada con la molestia.
—¿Y usted es?
—Soy el padre de RyuJin —contestó ChaeYoung, helada—, y pareja de Lisa. Acá no hay nada que discutir, ni con usted ni con su hijo, porque ni siquiera se han hecho de los gastos que la bebé ha implicado.
ChaeYoung le agarró la mano a Lisa, llamando su atención, y la omega pareció reaccionar con eso. Agarró el coche vacío.
—Espero que le haya quedado claro, señora Kim. —masculló Lisa, y sin añadir nada más, la pareja se marchó de allí a paso apresurado. Incluso RyuJin no protestó, con toda probabilidad, sintiendo el tenso aire a su alrededor.
Sin decir nada, ambas decidieron que lo mejor sería irse de allí. No querían encontrarse con la mujer, o con su esposo o JiWon, porque de seguro iba a desatarse una pelea. En especial luego de que la última vez que JiWon y ChaeYoung se vieron, el primero terminó con la nariz rota.
Fueron al estacionamiento y buscaron el auto. ChaeYoung acomodó a la bebé en su sillita, mientras Lisa guardaba el coche en el maletero. Se subieron, y sólo recién, la menor soltó el aire que estuvo conteniendo.
—¿La escuchaste? —preguntó, y su voz temblaba—. ¿Ella quiere... Quiere parte de la custodia?
—Lili —ChaeYoung le agarró la mano otra vez—, no tienes nada de lo que preocuparte. Ella no se atreverá...
—Claro que se atreverá —le interrumpió Lisa, y sintió sus ojos lagrimosos—, tú no la conoces, ni a ella ni a JiWon. Ellos... Ellos tienen mucho dinero y poder, si ellos quieren... Po-Podrían...
Su voz se cortó ante el pensamiento. ChaeYoung la abrazó con fuerza.
—No va a pasar —le aseguró ChaeYoung—, te lo juro, Lili. No va a ocurrir. Me tienes a mí, y estamos juntas en esto. RyuJin es también mi cachorra y no dejaré que me la quiten.
Lisa sollozó contra su hombro, asustada ante el futuro, ante lo que podía ocurrir si ellos actuaban. RyuJin era su bebé, era su cachorrita mimada, y no quería, por nada del mundo, que la familia Kim le quitaran a su niña. Si ellos se hubieran interesado por ella desde un inicio las cosas habrían sido distintas, pero de sólo recordar la forma en la que la trataron, cómo le dejaron sola, sin entregar ni siquiera un peso, la rabia ardía en ella.
Ellos no podían hacerle eso. RyuJin era suya, de ella, sólo de ella. De ella y de ChaeYoung. De nadie más. Lisa no dejaría que le quitaran a su bebé, por nada del mundo.
***
mi familia me hizo molestar y después tener ansiedad, asi que vine a mi lugar seguro pa' olvidarme de esas mrds, feliz navidad para todos ustedes, jujui
¡Gracias por leer!
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