Hola a todos, 

Otro día más nos encontramos en los que una se atranca con la escritura y decide hacer algo que no es tan importante, pero sí muy entretenido: procrastinar. XD (Quedaos con esa palabra. Es algo que debéis evitar en vuestra vida)

Después de las dos entradas anteriores, pensé que debía aclarar que no todo es tan malo. Por supuesto. Si no, ¿cómo podría dedicarme a escribir? Hay días buenos en los que consigo centrarme, ya sea porque no hay ruido en casa, porque los engranajes de mi cerebro han decidido moverse para quitarse un poco el polvo o porque, simplemente, la musa de la inspiración me tocó.

Seh, en estas cosas se me va el tiempo un domingo por la tarde jeje

¿Os ha ocurrido que os habéis visto desbordadxs por las ideas? A mí sí. Esos son los momentos en los que mis maravillosos cuadernos de apuntes me han salvado la vida. Porque, sí, lo admito. Tengo una memoria pésima. Probablemente, quien sea un poco más observador, se habrá dado cuenta alguna vez que he dejado cosas sin explicar en una novela, o que parecía que estaba tomando un rumbo y, de la nada, cambia a otra cosa. Por lo general, suele ser porque, entre hueco y hueco (a veces de semanas o meses), se me ha olvidado lo que quería escribir y ahí es cuando me valgo de esa importantísima herramienta: mi maravilloso cuaderno.

Cuando Escribí Engel, todavía no tenía uno (de ahí que necesite una revisión profunda. Gracias a los que me habéis ayudado a corregir esos errores), pero con Guardianes, empecé a aplicar el uso del cuaderno.

¿Qué escribo en él?
Lo primero: una relación del contenido de cada capítulo. Lo ideal es hacer eso antes de lanzarse a escribir, pero como yo soy del tipo que va imaginando y escribiendo, lo hago para después tener una visión más simple de dónde encontrar cada situación. Si más adelante voy a mencionar lo que ha pasado diez capítulos atrás, pues no tengo ni idea de en qué capítulo estaba, así que lo apunto todo.

Aunque, como es obvio, esto no es el caso de lo que está ocurriendo hoy. Estoy en las últimas líneas de los capítulos especiales de Engel y... tal vez sea porque me exijo demasiado, o porque no quiero dejar de escribir sobre esa novela... ¿Quién sabe?

¡Contadme sobre vuestros días de inspiración! ¿Qué hacéis para aprovecharlos? ¿Qué hacéis para buscarlos? ¿Qué hacéis cuando no llegan?

Me encantará leer vuestros comentarios!! (y sugerencias, si tenéis XD)

Con amorcito,

AlmaMara