Hana miraba indignada los mensajes, pues no podía creerse que le escribiera de ese modo luego haberle insistido en que actualizara. Tomó una bocanada aire mientras empuñaba las manos tratando de mantener la calma y no insultarle.
Ella era una persona muy pacífica, nunca se dejaba llevar por el enojo y siempre se mostraba tranquila ante las situaciones que podrían hacerle perder la cordura a cualquiera, pero tampoco antes recibió ese tipo de mensajes o comentarios. Los pocos que recibía eran diciéndole que les gustaba la manera en la que escribía, los cuales le sacaban sonrisas y chillidos de emoción.

¿CÓMO PUDISTE ESCRIBIR ALGO ASÍ?
ES EL PEOR CAPÍTULO.

Si no te gusta puedes dejar de leer.
No son necesarios este tipo de comentarios.

Bajó a la cocina donde se encontraba su hermanastro recostado en el sofá y viendo la televisión, aún así volteó a verla desconcertado con cierta curiosidad.

—Hasta que sales de la cueva —bromeó.

—Cállate —ordenó tirándole un cojín del sofá de al lado.

Se dirigió a la cocina escuchando la queja de Félix, para luego agarrar un tazón y servirse yogurt con cereal. Mientras comía seguía sintiéndose indignada por los mensajes de aquel usuario. No podía creerse que cambiara tan rápido de opinión acerca de su historia. La desesperaba.
Una parte pequeña de ella creía que no debía prestarle atención, pues a más personas les gustaba su historia, pero la mayor parte se sentía realmente indignada y angustiada.

—¿Cómo estás, cariño? —su padrastro dejó un beso en su cabeza y abrió la nevera buscando jugo.

—Bien —respondió apoyando la barbilla en la mano.

—¿Segura? No lo pareces.

El señor Lee llevaba casado con su madre cinco años. Desde el principio le había agradado, tenían muy buena relación como de padre e hija, lo cual le gustaba. Pues, su padre las había abandonado en cuanto ella nació y siempre se había sentido culpable, pero Daehyun le había hecho ver que no tenía porqué sentirse así si su padre fuese era un mal hombre.

—Sólo estoy cansada —explicó haciendo una mueca.

—Está bien. Descansa un poco, no debes estudiar a todas horas.

—Tienes razón —medio sonrió.

—Perfecto. Iré con tu madre que me usa de musa —bromeó provocando su risa.

Hana asintió riendo y siguió concentrada en el yogurt, mientras algún que otro suspiro escapaba de sus labios porque realmente le afectó.

(...)

La pelinegra reía por las cosquillas que le provocaban los besos húmedos de su novio que repartía en su cuello.
Este decidió verla a la noche porque la extrañaba demasiado, pues se veían algún que otro día a escondidas, ya que no se podía salir en ciertos horarios y cuando se podía era para comprar y ese tipo de cosas necesarias.

La fémina miró a su novio con ternura, siempre era demasiado cariñoso y le demostraba cuánto le importaba, hasta cuando eran mejores amigos había sido así, aunque al principio había tratado se llamar su atención haciendo que se molestara. Ella era su primer amor, como él era el suyo.
Al comienzo eran algo torpes en el amor, pero llevaban dos años en los cuales se hacían más que felices y todo era mutuo.

Tenían una relación de esas que la mayoría de personas anhelaban, al no ser de discutir al menos que fuesen por tonterías que arreglaban al segundo, tenían una gran conexión y siempre se apoyaban.
Tenían demasiados sueños en los que incluían al otro, hasta imaginaban como sería su boda, aunque para algunos resultaba algo extremista, pero estaban perdidamente enamorados el uno del otro, y prometieron que harían hasta lo imposible para estar juntos por siempre.

—Tu celular acaba de vibrar en mi estómago —mencionó riendo Hyunjin, recostándose nuevamente a su lado ya que estaba sobre ella.

—Lo siento —murmuró tomando su celular.

—¿Tienes Wattpad? —preguntó desconcertado al ver su notificación de mensaje.

—Oh...—sintió sus mejillas arder—. Es que como sabes, me gusta leer y Misuk me recomendó esta aplicación.

—¿Tú crees que también debería descargarla? —inquirió mirándola curioso.

—No lo sé, no la uso demasiado —mintió bloqueando su celular.

—Hm... Tu sonrojo no dice lo mismo —
replicó riendo y pellizcando su mejilla.

—Ya, basta, no hagas eso —reprochó sacando su mano.

—¿Qué decía el mensaje?

—Hyunjin...

—Ya sabes que soy curioso.

Hana soltó una ligera risa, para luego juntar sus labios así lo haría distraerse de lo que vio, aunque ella comenzaba a pensar en los mensajes que recibió. Quería que sea la misma persona que le dijo que había sido el peor capitulo.
Seguía muy molesta por eso y sentía que iba a perder su poca paciencia.

Hyunjin se puso sobre ella nuevamente bajando sus besos a su cuello, provocando que soltara un jadeo, pero lo tomó del rostro.

—Ya es de noche, debes irte.

—Sólo un poco más —pidió antes de hacer puchero, ya que sabía que sólo así lograba convencerla.

—Ese poco más va a ser hasta mañana —aseguró riendo.

—Me gusta dormir contigo.

—Quizás otro día —acarició su mejilla.

—Está bien, amor —dejó un pequeño beso en sus labios—. Te amo —sonrió.

—Te amo más.

Le dio otro beso que causó una gran sonrisa en él al recibir la respuesta que tanto le gustaba, y luego comenzó a caminar hacia su ventana. Siempre que quería verla trepaba el árbol que se encontraba a un lado de la ventana de ella, aunque sabía que detestaba que lo hiciera, pero era eso o que sus padres lo vieran y le reprocharan por no seguir las normas.

En cuanto lo vio correr hacia su casa, tomó rápidamente el celular para revisar los mensajes que recibió.

¿Cómo quieres no recibir estos
tipos de comentarios con lo que
has escrito?
YURI ES UNA TONTAAA

Es sólo ficción, por Dios.
Si no puedes aceptar lo que escribí,
lee otra historia.
Hay demasiadas y mejores.

Volvió a bloquear su celular y suspiró tratando de mantener la calma. Al principio creyó que podría hacer una amistad con aquel lector o lectora, aunque empezaba a creer que era una niña, como también empezaba a detestar que se metiera a ese nivel en su historia como para decirle ese tipo de cosas.
En cuanto volvió a vibrar se sorprendió al recibir una respuesta tan rápido, por lo que no esperó demasiado para entrar.

No quiero.
Haz algo y cambia el capítulo.

¿Por qué debería hacerle caso a
una niña caprichosa?

¿NIÑA CAPRICHOSA?
¿QUIÉN TE DIJO QUE SOY UNA NIÑA CAPRICHOSA?

¿Eres un chico?

SÍ

Al leer aquello no pudo evitar sorprenderse, pues con los pocos lectores que tuvo interacción eran chicas, por lo que se había esperado lo mismo.

Lo siento.
Entonces, niño caprichoso.

NO SOY UN NIÑO

Te comportas como uno
¿Cuántos años tienes?

¿Eso qué importa?
Sólo cambia el capítulo y ya

¿POR QUÉ DEBERÍA HACERLO,
NIÑO CAPRICHOSO?

QUE NO SOY UN NIÑOO
DEBERÍAS CAMBIARLO PORQUE
TE LEO Y VOTO LOS CAPÍTULOS

No lo haré, niño caprichoso.

¿ACASO SABES CON QUIÉN
ESTÁS HABLANDO?