Hana se encontraba haciendo videollamada con su mejor amiga, era algo que hacían casi todos los días y podían pasar horas que la conversación nunca iba a acabarse porque hablaban de todo.
Eran mejores amigas desde que tenían trece años y ahora ambas tenían veintiuno, por lo que compartían demasiadas anécdotas tanto tristes como graciosas, pues siempre estaban la una para la otra cuando se necesitaban hasta cuando no.
Tenían una amistad hermosa y sana que muchos llegaban a envidiar, ya que era algo difícil de conseguir.

—Mañana tengo que comprar y como tengo que pasar por tu casa, puede que suba hasta tu habitación antes para darte un abrazo porque te extraño.

—Eso me haría muy feliz, Misuk —asintió riendo—. Sólo que sé que no vienes por mí, sino por Félix.

—¡Cállate! —exigió asustada—. Él siempre está escuchándonos.

—¡Mi hermanastro es un tonto chismoso! —alzó la voz.

—¡Oye! —este abrió la puerta de su habitación—. ¿Ahora por qué dices eso de mí?

Tal como se lo esperó este las estaba escuchando detrás de la puerta, por lo que al notar que lo hizo con la intención de descubrirlo, soltó un suspiro de frustración mientras ella lo observaba con una ceja alzada y cruzándose de brazos, dejando notar su molestia.

—Me aburro, ¿bien? —expresó alzando ambas cejas.

—Estoy hablando con Misuk —recalcó—. ¿Por qué no bajas?

—Mi padre está viendo la televisión y tu madre está pintando —explicó frustrado—. Quiso usarme de musa pero ya me aburrió que lo haga —rieron mientras este tomaba su notebook.

—Hablamos luego, Misuk.

—Está bien, entiendo —le regaló una sonrisa tranquilizadora—. Te quiero.

—Yo igual. Adiós —colgó la videollamada.

—¿Usas Wattpad? —preguntó sorprendido y esta lo miró asustada, abriendo los ojos a la par—. ¿Y escribes sobre ese tal Jungkook?

—Sal de mi cuarto —ordenó cerrando la notebook.

—No entiendo qué le ven —comentó levantándose y mirándola confundido.

—Jungkook es el hombre más hermoso del universo —aseguró molesta—. Y si no te vas, tendrás el privilegio de que haya sido lo último que has visto.

—Bien, bien —suspiró levantando ambas manos—. Como digas, me iré, pero no puedo creer que te guste tanto como para imaginarte una historia con él —comentó entre risas siendo empujado por ella.

—¡Cállate y vete de una vez!

Hana al verlo irse soltó un suspiro de frustración, pues la única que sabía que escribía era Misuk, porque luego pensar en que quienes la rodeaban podrían llegar a saberlo, le avergonzaba de gran manera, por lo que prefería guardárselo para sí misma. No le agradaba para nada saber que ahora su hermanastro la había descubierto, ya que era demasiado chismoso y se esperaba que se lo contara a los demás.

Al caer sentada en su cama, empezó a imaginarse que podría contárselo a su novio Hyunjin. Ellos eran muy buenos amigos, como mejores amigos, por lo que sintió su rostro hervir y cayó acostada cubriendo su rostro con la almohada para que así no la escucharan gritar por la rabia y vergüenza. 

(...)

Jungkook se encontraba sentado en el sofá mientras miraba Wattpad, sintiéndose frustrado al no recibir alguna notificación sobre que habían actualizado el fanfic que leía, o un mensaje de la escritora.
Observó a su amigo Jimin, el cual bebía café tranquilamente mientras revisaba sus redes sociales. Este y Taehyung se pasaban la mayoría de los días con él porque se aburrían solos y era quien más soportaba la intensidad de ellos, pues era igual. Además, no era algo que le molestara, aunque había veces dónde quería estar solo, pero luego recordaba que si ellos no lo buscaban, él lo hacía aunque estuvieran ocupados.

—Oye...—habló curioso—, ¿qué harías si crees que te equivocaste?

—Dependiendo de que sea, me disculparía —respondió tranquilo sin apartar la mirada de su celular.

—Es que no creo haberme equivocado.

—¿Qué sucede, Jungkookie?

—Exigí algo a alguien que me... ¿admira? Y no quiso hacerlo —respondió tímido y su amigo lo miró preocupado rápidamente, dejando a un lado su celular.

—Eso está muy mal. No debes aprovecharte de eso, ¿lo olvidas? —frunció el ceño—. ¿Qué exigiste? ¿Fue a un fan?

El pelinegro suspiró, pero confió en que este le entendería mejor que Taehyung.

—Me instalé Wattpad —explicó sin ser capaz de mirarlo.

—¿Wattpad? —presionó los labios intentando no reír, pero falló en el intento.

—Namjoon sabe leer allí —se encogió de hombres—. Hay historias de nosotros, así que leí una sobre mí, entonces, exigí que terminara la historia...

—Me imagino que no has dicho que eres tú.

—Tengo otro nombre —explicó para tranquilizarlo.

—Pues, está mal que le hayas exigido eso sólo porque sabes que te admira —tomó un sorbo de café—. Pero peor hubiese sido que le hayas dicho: Oye, soy Jungkook, asi que actualiza la maldita historia —fingió su voz y este rodó los ojos.

—Entonces, ¿crees que debería disculparme? —inquirió frunciendo el ceño.

—Sí, aunque ya lo debe haber olvidado —aseguró levantándose—. Oye quiero leer lo que tú...

— No —respondió sin más mientras este lo miraba rogante.

—¡Jungkookie!

— Dije que no —suspiró levantándose para dirigirse a su habitación—. Y ya, cierra cuando te vayas —cerró la puerta de su habitación.

Caminó hacia su cama echándose a esta y tomó su celular para volver a entrar a la aplicación dispuesto a disculparse aunque sintiera que perdía su orgullo.
Buscó el chat de la escritora que era junghana_, y soltó un suspiro al leer lo que le había puesto el día anterior.

Oye, siento como te hablé ayer.

Esperó impaciente unos minutos frustrándose al no recibir una respuesta, pero aún así volvió a escribir.

De todas maneras, ¿cuándo publicarás otro capítulo?