27; SEGURIDAD
Pero déjame verte.
Aunque sea por una última vez
porque sé que ahora me odias.
Por favor, di que sí, Hana.
No.
Es una broma, ¿cierto?
No.
De todas maneras haré algo por ti
porque me has escrito por una razón.
¿De qué hablas?
Espera unos minutos.
Hana, hablemos, ¿sí?
Déjame explicarte en persona.
¿Hana?
No me ignores, por favor.
Jungkook al ver esa respuesta no pudo evitar sorprenderse, pues jamás se esperó que lo rechazara luego de lo que le había dicho, por lo que no sabía qué decir al respecto, porque una parte de él quería creer que era una broma y lo hacía para molestarlo, por lo que decidió esperar unos minutos como le pidió.
Se recostó en la cama pasando los dedos por su cabello, esperando impacientemente que volviera a contestarle, dejando el celular a un costado. Sentía como el sueño comenzaba a apoderarse de él aunque no lo quisiera, hasta que sintió su celular vibrar por lo que se sobresaltó. Aún así, lo tomó rápidamente sorprendiéndose al ver que se trataba de una notificación de la historia, lo que le hizo dar cuenta a lo que se refería.
Ella realmente le había creído que sólo le había escrito para saber si iba a actualizar, pues fue la única excusa que se le ocurrió para volver a escribirle, aunque fue realmente estúpida, pero no supo cómo hacerlo sin hablar al respecto de sus sentimientos, ya que eso lo asustaba de gran manera, como siempre le sucedió. A pesar que no era la razón por la que le escribió, una cierta emoción apareció en él, ya que tenía curiosidad por saber qué iba a pasar, así que sin más se dispuso a leer algo contento al saber que tendría más excusa para seguir hablándole.
Empezó a leer el capítulo con una gran sonrisa en su rostro que a medida que avanzó fue desapareciendo, al punto en que sus facciones se endurecieron, sintiendo como un temor se apoderaba al pensar que era algo que puede estar sucediéndole, o fácilmente podía terminar sucediendo si no hacía algo al respecto.
FIRST LOVE
Yuri luego de aquel beso no se había atrevido a volver a ver a Jungkook, aunque una parte de ella se repetía que sólo lo hizo por estar ebrio. Necesitaba más que nada convencerse de eso para que quizás así las cosas fueran menos incómodas.
Una parte de ella se reprochaba por haber huido sin decir nada al respecto, a pesar de que él intentó hablar cuando subió a su habitación, no fue capaz de contestar, simplemente, fingió estar dormida y este no supo qué hacer, más que recostarse en el colchón que pusieron en el suelo a un lado de la cama, para que durmiera.
Pues, como siempre cuando hacían sus pijamadas, colocaban uno para él, aunque alguna que otra vez terminaban durmiendo juntos, a pesar de que solía despertar adolorido ya que parecía que en sus sueños luchaba contra algo. Si no era así, despertaba en el suelo porque ella ocupaba todo el lugar de la cama por más que fuese grande. De todas maneras, seguía haciéndolo sin decir nada porque le gustaba dormir a su lado, aunque Yuri si reprochaba el hecho de que se despertaba por sus ronquidos, y solía imitarlo para molestarlo.
Esa noche extrañó demasiado eso porque no hablaron hasta tarde, sólo la observó en la poca claridad que entraba desde la ventana por la luz de la luna, como fingía dormir porque la conocía tanto que se había dado cuenta fácilmente, ya que no la vio removerse, ni patear, ni quejarse entre sueños como de costumbre.
Los minutos habían pasado mientras él se torturaba con sus pensamientos, hasta que terminó durmiendo. Y al despertar, no la vio en su cama.
Al bajar con la ilusión de verla desayunando su madre, ella le informó que se fue porque su hermano la había llamado, lo cual no creyó para nada, porque Yuri adoraba desayunar junto a él y su madre, ya que ambas solían molestarlo divirtiéndose. Aunque fingía molestarse, disfrutaba ver cómo ambas se llevaban más que bien, y se reían de algunas anécdotas donde había pasado alguna que otra vergüenza.
El lunes llegó rápidamente para Jungkook tanto como para Yuri, y por primera vez quisieron poder tener el poder de detener el tiempo. No eran capaces de verse el rostro luego de aquel beso, y como se ignoraron durante el fin de semana, aunque él había deseado más que nada escribirle, pero no supo cómo empezar la conversación.
Durante la clase la fémina trató de prestarle atención al aburrido profesor de matemática, pero sintió la mirada de Jungkook durante toda la hora, lo cual le hizo repetir el beso en su cabeza una y otra vez, que provocó que sintiera un cosquilleo en su estómago y su rostro arder.
Cuando llegó la hora del receso salió rápidamente al patio trasero, escuchando que una compañera decía su nombre, pero no quiso pasar un minuto más allí porque temió cruzar mirada con su mejor amigo.
Al sentir la brisa fresca soltó un suspiro de alivio cerrando sus ojos, disfrutando la sensación, hasta que decidió sentarse en uno de los bancos de madera y observar a su alrededor, algunos grupos de amigos conversando animadamente y riendo.
En ese momento extrañaba a Jungkook, el conversar acerca de cualquier tontería, pero que aún así ambos disfrutaban de eso y se entretenían. Ahora sólo había una gran tensión que no les permitía hablar, y los mantenía distanciado porque no sabían cómo dar el primer paso. Eso creía hasta que sintió cómo se sentaban a su lado, lo cual la hizo tragar en seco, y al levantar la mirada se encontró con aquel cabello negro, ondulado y largo que rozaba sus mejillas, aquellos ojos redondos y oscuros tan brillantes, sus labios delgados y rosados, por lo que se sintió estremecer ya que el beso se repetía en su cabeza al no poder dejar de mirarlos.
Jungkook al conectar mirada con ella se dio cuenta de sus mejillas sonrosadas y cómo lo miraba nerviosa como si estuviera recordando el beso, lo cual confirmó cuando al segundo la desvió, comenzando a jugar con el borde de la manga de su chaqueta azul marina.
—¿Podemos hablar, Yuri?
Al escucharlo quería huir porque su corazón golpeaba con fuerza debido a los nervios, como por el hecho de que había extrañado demasiado escucharlo, aunque cuando todo estaba más que bien solía callarlo, porque algunas veces le resultaba molesto que no dejara de hablar. Pero ahora se daba cuenta que realmente lo había echado de menos, a pesar de que sólo habían pasado dos días.
—¿S-Sobre qué?
—Sobre el porqué no eres capaz de mirarme, ni quieres estar cerca de mí.
—¿Qué cosas dices? —soltó una risilla nerviosa—. ¿Cómo no voy a ser capaz de eso?
—Entonces, hazlo. Mírame —ordenó sorprendiéndola. Yuri intentó hacerlo, pero su mirada se desvió a sus labios y volteó nuevamente cubriéndose el rostro con las manos—. ¿Lo ves? ¿Podemos hablar de lo que... hice?
Una gran parte del pelinegro tenía la ilusión de que ella le correspondiera a sus sentimientos, así como lo hizo con el beso aunque fueron sólo unos escasos segundos. Se convencía de que debía decirle acerca de sus sentimientos, pero a la vez el miedo quería dominarlo creando escenarios imaginarios donde Yuri ya no volvía a dirigirle la palabra, lo cual rompía su corazón porque nada le dolería más que eso.
—No hay nada de qué hablar, Jungkook.
—Claro que sí. Te besé, Yuri. Yo lo hice y...
—¡Y lo hiciste porque estabas ebrio y no podías coordinar siquiera para decir una oración completa! —aseguró volteando a verlo, tratando de quitar de su cabeza aquel momento—. Estoy segura de que no lo hiciste por algún motivo que no sea porque tenías curiosidad, o no lo sé. Somos mejores amigos así que un tonto beso que no fue nada, no hará que nos distanciemos, además una vez te pedí que fueras mi primer beso —se encogió de hombros restándole importancia—. Ahora fui el tuyo, así que supongo que cuando lo des con la persona que quieres, no sentirás tantos nervios...
—Yuri...
—No lo hiciste por algo más, ¿o sí? —Jungkook al ver su mirada de inseguridad, sintió una presión en su pecho y el miedo se apoderó por completo de él, por lo que bajó la mirada cerrando los ojos por un momento—. ¿Jungkook?
—No —mintió enfrentando su mirada con las facciones endurecidas, tratando de desaparecer el nudo en su garganta—. Somos mejores amigos, así que supongo que si hubiera otra razón te perdería.
—Jungkook...
La miró curioso por lo que sea que pudiera llegar a decirle, aunque claro rogaba que sea algo que le hiciera saber que era correspondido, porque quizás había comenzado a buscar algo mínimo para mantener la ilusión y no seguir rompiendo su corazón. Los latidos de su corazón se aceleraron, pero terminó siendo interrumpida por una voz grave que llamó la atención de ambos.
—Yuri, ¿podemos hablar?
Voltearon a ver a Taehyung, que la observaba con una tímida sonrisa, pasando los dedos por su cabello rizado acomodándolo. Jungkook al verlo no podía creerse que se haya atrevido a acercarse como si nada, mientras que Yuri lo miraba maravillada porque como sucedía todas las mañanas, se veía deslumbrante y más con aquella sonrisa cuadrada tan particular que se le hacía realmente tierna.
•••
Jungkook no podía dejar de pensar en lo que había leído, pues ese miedo era el que sentía al pensar en que le dijo de hablar acerca de sus sentimientos, pero al contrario de la historia quería hacerlos a un lado y ver qué sucedía, porque una gran parte de él le decía que no debía quedarse con la duda, ya que luego terminaría arrepintiéndose.
Suspiró frustrado tirando de su cabello y volvió a entrar a los mensajes, los cuales seguía sin responder Hana.
Quiero hablar contigo, Hana.
Acepta que nos veamos.
Jungkook tú tomaste una decisión.
No sé de qué decisión hablas.
Claro que lo sabes.
Acepta verme, ¿sí?
No.
Lo siento.
¿Sabes qué?
No me importa.
Vamos a vernos quieras o no.
Vas a escucharme.
¿Qué?
Ya dije que no.
Que descanses, Hana.
JUNGKOOK
(...)
—¡¿Por qué hiciste eso?! ―alzó la voz molesto.
―¡Porque tú dijiste que ibas a alejarte!
Seokjin se había enterado por Misuk que Taehyung había hablado con Hana, por lo que no dudó un segundo en contárselo a Jungkook. Pues, creyó que merecía saberlo, a pesar de que probablemente se armaría una discusión, pero sabía perfectamente que no iban a tardar mucho en arreglarse.
Ahora se encontraban discutiendo, ya que el más joven en cuanto lo supo por el mayor ―que estaba sentado en el sofá ―, le pidió a Taehyung hablar.
En cuanto abrió la puerta y le preguntó porqué lo había hecho, el castaño supo lo que se venía y miró molesto a Seokjin, que se encogió de hombros.
―¡Dije eso por el beso, no por lo que tú le has dicho!
―Sabes perfectamente que también has estado pensando en eso, Jungkook.
―¡Pero no tenías el derecho de decírselo!
―¡Es que ambos están cegados!
―Recuerda que soy mayor que tú, Taehyung ―recalcó molesto, Seokjin―. No te atrevas a interferir en lo que tengo con Misuk.
―¿Pueden escucharme al menos una vez? ―suspiró frustrado.
―En verdad, estoy muy molesto contigo ―expresó el pelinegro tomando el puente de su nariz―. Deja de meterte en mi vida, ¿está bien? ―se acercó suspirando―. Lo que has hecho es realmente egoísta.
―¡Sólo estoy tratando de protegerlos!
―No necesito que lo ha...
―¡La última vez viniste herido, Jungkook!
―Si hubiera pasado a mayores me hubiera defendido.
―¿Estás acaso escuchándote? ¿Tienes idea de lo que hubiera pasado si alguien los hubiera visto y filmado? ¿Acaso piensas en lo que dirían las personas? ¿Cómo crees que lo tomarían? ―preguntó desesperado―. ¡Están mal!
―¡Estoy enamorado, Taehyung! ―recalcó frustrado―. ¿Por qué no puedes entenderlo?
―¡Porque es una fan y ya tuvimos suficientes problemas cuando la seguiste en Instagram! ¡Imagina si pasa algo más! ―lo tomó de los hombros―. ¿Y si ese chico vuelve a golpearte, qué?
―Bien, ya basta ―se levantó para separarlos, Seokjin―. Es suficiente.
―No va a pasar.
―No vuelvas a acercarte a ella, ni mucho menos a traerla aquí. Hablo en serio, Jungkook ―advirtió señalándolo.
―¿O qué? ¿Qué harás al respecto?
―¡Ya basta! ―ordenó el mayor.
Taehyung no se atrevió a decir nada al respecto, pero lo observó molesto antes de salir dando un portazo.
Seokjin empezaba a arrepentirse de haber hablado, aunque le pareció mal lo que hizo Taehyung, pero no se esperó para nada que discutieran de esa forma. Detestaba cuando pasaban esas situaciones con cualquiera de ellos, aunque al poco tiempo ya estaban como si nada. Aún así, temía que ahora se tardaran en arreglarse porque parecían demasiados molestos el uno con el otro.
Jungkook tomó una bocanada de aire tratando de mantener la calma y quitó la mano de Jin de su hombro, para luego dirigirse al sofá donde se echó pasando las manos por su rostro.
Realmente aún no podía creer que su amigo se haya atrevido a hacer algo así, a decirle esas cosas a Hana, sin importarle en absoluto cómo pudieran sentirse, más que nada él porque el de cabello rizado sabía perfectamente lo enamorado que se encontraba.
Se le hacía en verdad egoísta que haya tomado la decisión de alejar a la pelinegra sin siquiera decírselo, por lo que entendía porqué ella parecía tan afectada, y molesta la noche anterior cuando volvió a hablarle, luego de que Jin le dijera que Misuk quería golpearlo, por lo mal que se encontraba su mejor amiga culpa de él. El hecho de saber que la había lastimado con su distanciamiento, hizo que no dudara ni un segundo y le hablara nuevamente, pero es que estaba debatiéndose entre qué hacer, porque estaba aterrorizado luego de haberse atrevido a besarla.
Temía que ella sólo quisiera hablarle para pedirle que no volvieran a verse porque ese beso le había molestado, pero saber que no era así, que parecía querer volver a verlo, hacía que todas las ilusiones volvieran a él.
Aún así pensar en que iba a decirle acerca de sus sentimientos, le hacía tener algo de miedo por su reacción. Pues, una cosa era un pequeño beso que podía significar algo como a la vez no, pero otra era decirle que estaba enamorado cuando sabía que aún tenía sentimientos por Hyunjin. Sentía que era demasiado arriesgado, pero no se creía capaz de seguir reprimiendo aquellos sentimientos tan intensos.
―Hey, tienes que calmarte ―habló sentándose a su lado―. Mi intención no era que discutieran así. Quería que lo supieras sólo para que también tú le hicieras entender que no debe interferir en tu vida, porque ya no eres un adolescente, Jungkook.
―Lo sé, pero es tan egoísta.
―Puede que un poco, pero en realidad sólo quiere protegernos y a los demás.
―No lo sé.
―¿Qué piensas hacer ahora?
Jungkook al escuchar esa pregunta recordó lo que tenía planeado ese día, por lo que no pudo evitar sonreír mientras bajaba la cabeza y escuchaba la risilla de su amigo.
―Voy a decirle sobre mis sentimientos hoy.
―Mucha suerte, campeón ―palmeó su pecho―. Te irá más que bien.
―Eso espero.
―Eres como el hermano pequeño de Kim Seokjin, nadie puede rechazarte.
―¿Qué? ―arrugó el rostro―. Prefiero que digas: Eres Jeon Jungkook. Nadie podría rechazarte. Pero tu ego está primero ―rieron.
(...)
—Entonces, ¿si te escribió?
Hana como de costumbre se encontraba haciendo videollamada con su mejor amiga, que aún parecía demasiado molesta por el comportamiento de Jungkook, lo cual la pelinegra entendía. Siempre que alguien la molestaba o hería, Misuk no dudaba en hacer algo al respecto, por lo que cuando iban al instituto y algo así sucedía, se había metido en algún que otro problema.
—Sí, Misuk. Ya no te preocupes.
—Tienes que aceptar verlo.
—No puedo.
—¿Por qué?
—Porque todo cambió desde que hablé con Taehyung.
—¿A qué te refieres?
—Extraño cuando ver algo de él provocaba mi sonrisa, ahora sólo hace que mi corazón duela —confesó haciendo una mueca.
—¡Pero si volvió a hablarte!
—Lo sé, pero el saber que tomó esa decisión... no lo sé —suspiró—. No quiero volver a verlo.
—Sigue insistiéndote en verte, Hana. Deberías escuchar lo que tiene para decirte.
—Pero si me habló fue gracias a ti, porque él ya había tomado la decisión.
— ¡Ja! Sabía que meterle miedo a Jin haría que lograra convencer a Jungkook para que dé la cara —mencionó triunfante.
—A veces me pregunto cómo hace para soportarte. Me das miedo.
—¿Acaso no notas la belleza que se carga tu mejor amiga? —preguntó indignada—. Lo tengo a mis pies.
— Ya, y tú también estás perdidamente enamorada de él.
—¿Cómo no estarlo? Es perfecto. Si te contara cómo besa...
La fémina al sentir una presencia volteó encontrándose con Félix, que estaba a un lado del umbral de la puerta con la mirada perdida y sus labios entreabiertos, como si estuviera entendiendo todo, por lo que ella se sorprendió.
—¿Félix? —llamó su atención.
—¡¿Félix está allí?! — preguntó asustada.
—Sólo... Sólo venía a decirte que la comida ya está lista.
Hana no lo dudó y cortó la videollamada con la intención de acercarse al rubio que cada segundo parecía más afectado, pues sus ojos estaban cristalinos.
—¿Escuchaste todo?
—Sólo la parte que Seokjin besa como los dioses — respondió con voz débil, y levantó la mirada dejando notar sus ojos cristalinos, aunque aún así sonrió para quizás así fingir que no sentía como su corazón se había roto.
—Félix...—se acercó, pero este dio un paso hacia atrás negando con la cabeza.
— Está bien. Lo entiendo perfectamente.
—¿En serio?
—Sí. Las personas como Hyunjin o yo no somos nada ante ellos. Es normal que los elijan sin dudar —asintió riendo amargo, limpiando rápidamente la lágrima que caía por su mejilla—. Dile a nuestros padres que debo estudiar, ¿sí?
Hana al verlo y escucharlo de esa manera, sintió cómo su corazón daba un vuelco por lo que quería acercarse y abrazarlo, pero este se dirigió rápidamente a su habitación dando un portazo.
Aún así decidió tocar su puerta porque no soportaba saber que se encontraba con el corazón roto, ya que nunca lo había visto llorar. Siempre se mostraba alegre, divertido, como si la mayoría de las cosas no le importaran o afectaran, pero ahora se daba cuenta que quizás sólo fingía.
—Félix, ¿podemos hablar?
—¡¿Hablar?! ¡Si estoy más que bien!
Al escuchar su forma de hablar, como su voz sonaba algo aguda, se dio cuenta rápidamente que estaba llorando.
—No es necesario que finjas. Lamento no haberte dicho nada, pero...
—¡Oh, créeme que también lo entiendo! Ella es tu mejor amiga y a mí ni siquiera me consideras tu amigo, sólo soy tu hermanastro molesto. Por eso tampoco me contaste de Jungkook —sollozó—. ¡Y no estoy siendo dramático!
—Félix, nunca dije...
—¡Pero estoy seguro de que lo piensas!
—¡No es cierto! Si no te lo conté es porque tenía miedo. A Misuk sólo se lo conté por Jin...
—¡Oh, claro! ¡Gracias a ese idiota con cara perfecta! ―sorbió su nariz―. Pero la entiendo, porque si me hablara Karina de Aespa, también hubiera terminado lo que sea que teníamos. Pero al contrario de ella le hubiera dicho.
―Por favor, abre, ¿sí?
―La superaré y encontraré a alguien que sí me quiera, porque yo también soy hermoso.
―Estoy seguro de que lo harás, pero abre...
―No te atrevas a decirle que lloré por ella.
―Juro que no lo haré. Abre, Félix.
―No. Quiero llorar tranquilo. Déjame.
Le dolía demasiado escucharlo de esa manera y no poder darle un abrazo o tratar de consolarlo con palabras, pero entendía que prefería estar solo porque estaba completamente desilusionado y con el corazón roto por Misuk.
Suspiró frustrada y decidió bajar a comer recordando que debía decirles que Félix decidió estudiar, pues no quería que se molestara más con ella si les decía la verdad.
(...)
Jungkook se encontraba en su coche, sintiéndose realmente nervioso y a la vez emocionado por volver a verla, ya que había logrado convencerla, por lo que quería verse atractivo para llamar más su atención. Se observó por el espejo retrovisor, pasando los dedos por su cabello para acomodarlo, pero no lograba hacerlo de una manera que creyera que se veía bien, lo cual le frustraba.
Sacudió su cabeza para que así se acomodara y corrió algunos mechones con sus dedos.
―Bien, hoy la conquistaras. Eres un tigre, un campeón...―hace una mueca de disgusto―. Mierda, ¿qué estoy diciendo?
Suspiró por la vergüenza que comenzaba a darse a sí mismo, y tratando de mantener la calma se acomodaba en el asiento. Sentía las manos sudadas, por lo que las pasaba por su pantalón, sabiendo que no se sentiría así si no fuese porque pensaba hablarle acerca de sus sentimientos.
Pues, cuando estaba con ella se sentía realmente tranquilo y no quería separarse, lo que le hacía creer que eso era el amor.
Al observar por el espejo una joven acercarse y ver su cabello oscuro, se bajó rápidamente emocionado. En cuanto ella dejó de caminar porque sus miradas se encontraron, no lo dudó un segundo y siguió el impulso de envolverla en sus brazos.
Su dulce aroma inundaba sus fosas nasales y la apretó un poco más entre sus brazos, sintiendo como ella se aferraba a él, lo que le hizo sonreír, porque eso le hacía pensar que necesitaba también ese abrazo de su parte.
Al separarse un poco observó sus ojos cafés grandes y tímidos ante él, pero aún así acomodó un mechón de cabello detrás de su oreja, notando como se sorprendía.
―Te ves hermosa, Hana.
Ella tenía sus labios entreabiertos, sin saber qué decir al respecto, pero sus mejillas se tiñeron de un tono carmesí, por lo que bajó la mirada soltando una risilla nerviosa. Sin dudas la seguridad sobre hablarle de sus sentimientos y que sea correspondido, volvían a él.
¡Hola!
¿Creen que si Jungkook le dice sobre sus sentimientos será correspondido?
Lamento si se me hizo muy extensa la historia de Hana, quise resumir lo que había pasado para que entendieran, pero creo que salió mal JAKJAJDKSK
Espero que les haya gustado el capitulo, si es así no se olviden de votar y comentar
¡Nos leemos pronto!
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