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22; EL SIGUIENTE PASO

El aroma embriagador a su colonia inundaba las fosas nasales de Hana, por lo que no pudo evitar cerrar los ojos, sonriendo al sentir su calor corporal cuando la envolvía en sus brazos.
Se sentía desvanecer de los nervios como también temblar, pero este la apretó más con sus fuertes brazos, provocando que apoyara la cabeza en su pecho y pudiera escuchar los latidos acelerados de su corazón, como pasó la vez anterior, por lo que se preguntaba si era algo normal

―Te siento tan pequeña ―comentó riendo por lo bajo, apoyando la mejilla en su cabeza. Al sentir cómo tenía la intención de separarse, se lo impidió aplicando más fuerza por un instante―. Es broma. No te enfades y déjame abrazarte un poco más.

Sintió como asintió con la cabeza por lo que sonrió, pues sabía que también como a él, aquel abrazo le provocaba miles de sensaciones. Hana comenzaba a creer que tenía razón acerca de que sus abrazos eran sanadores, porque aquel dulce y cálido abrazo era como si la hubiera llenado de paz, olvidándose por completo porqué antes había estado tan angustiada con una presión en su pecho.

El pelinegro deseaba abrazarla por una eternidad, porque al sentir sus delgados brazos rodear su cintura y su dulce aroma, empezaba sentir como si estuviera en su hogar, pero sabía que era momento de separarse porque temía abrumarla.
Al hacerlo no pudo evitar observar como ella se pasaba los dedos por el cabello acomodándolo, sin ser capaz de mirarlo, lo que le hizo sonreír y la ayudó buscando su mirada, pero ella la desvió tímida.

―Lo siento, no quería despeinarte.

―Está bien. No te preocupes.

Hana al ya no poder seguir acomodando su cabello, jugó con sus dedos, sintiendo su intensa mirada lo que hizo que a pesar de que no haya comido sintiera su estómago revolverse.

―¿S-Si seguimos aquí sin movernos, n-no crees que pueden llegar a reconocerte? Aunque no haya nadie en la calle, las personas de aquí son chismosas y miran desde las ventanas.

―¿Crees que con lo que llevo puesto pueden hacerlo? ―preguntó soltando una risilla.

Hana lo observó por un momento con atención, ya que al llegar él se bajó rápidamente del coche y la envolvió con sus brazos, sin siquiera darle tiempo a reaccionar, algo que se reprochó el pelinegro, pero su impulso le ganó.
Llevaba un sombrero pesquero negro, chaqueta, pantalón y botas militares del mismo color.

No podía evitar creer que a pesar que casi no se le veía el rostro por el sombrero pesquero, se veía realmente bien. Siempre le había gustado su manera de vestir por más que sea la contraria a la suya.

―B-Bueno. Tu coche es llamativo.

―Vamos.

Jungkook rodeó su coche y subió al igual que ella, sintiendo como la tensión aumentaba rápidamente, lo cual detestaba porque quería más que nada que sus nervios desaparecieran, y poder hablar con ella para así conocerla aún más, como también que la pelinegra lo conociera realmente a él.

―¿Cuánto tiempo tenemos? ―la miró curioso.

―E-En realidad, Misuk dijo que también va a estar ocupada, pero que a las siete ya puedo ir a su casa.

―Espera, ¿eso significa que podemos estar horas juntos? ―las comisuras de sus labios se elevaron dejando asomar sus dientes, mientras un brillo de ilusión aparecía en su ojos. Hana al verlo de esa manera tragó con dificultad asintiendo.

―Si no quieres...

―¡Claro que quiero! ―alzó la voz emocionado provocando que se sobresaltara, por lo que se reprochó―. Digo, claro que quiero.

―¿Qué haremos?

―Oh...

Jungkook mordió su labio inferior bajando la mirada sin saber qué decir, pues al principio tenía un plan, pero al verla comenzó a cuestionarse si no la haría sentir incómoda, y ahora que sabía que pasarán mucho tiempo juntos, esa inseguridad había aumentado.

―¿Nos quedaremos aquí?

Levantó la mirada encontrándose con la suya, lo que le hizo pensar que si deseaba lograr que lo quisiera como él la quería, debía avanzar y entrar más en confianza, aunque quizás el paso que ahora iba a dar era demasiado grande. Tanto así, que en su cabeza escuchaba los reproches de Taehyung, pero la sacudió llevándose una mirada de confusión.

―Tengo un plan.

―Cuéntame ―pidió curiosa, lo cual le hizo sonreír.

―No lo haré.

―¿Qué? ¿Por qué?

―Será sorpresa.

Hana arrugó el rostro dejándole notar que no le agradaba, por lo que él le guiñó el ojo sin borrar la sonrisa, notando como ella se sonrojaba y bajaba la cabeza, lo que provocó que soltara una risilla divertida.





















(...)
















Hana al ver el edificio abrió los ojos a la par, completamente asombrada como también sintiendo algo de temor, mientras que Jungkook volteó tomando el suéter negro que se encontraba en el asiento trasero, para luego ponerlo sobre las piernas de ella.
Arrugó el rostro por la confusión mirando a Jungkook, que le sonrió tímidamente.

―¿P-Por qué?

―Sólo por si alguien llega a vernos.

―Pero ¿por qué me traes aquí?

―¿Por qué no?

―¿Confías en mí? ―preguntó en casi un murmuro mirándolo ilusionada.

―Me has demostrado que puedo hacerlo. Ponte el suéter.

Hana decidió obedecerlo, al colocárselo sintió como el aroma a su colonia nuevamente invadía sus fosas nasales, pero al notar que era casi el doble de su tamaño quiso reír.

―Bajemos.

―P-Pero, Jungkook...

―Me gusta que digas mi nombre, pero vamos ―tomó la capucha del suéter colocándosela, provocando que tapara la mitad la de su rostro, por lo que ambos rieron.

Hana al bajar y comenzar a caminar se sentía temblar de los nervios, mientras que Jungkook que estaba a su lado llevó la mano a su espalda. La escuchó seguir insistiendo en que podrían quedarse en el auto, pero este negó con la cabeza estando en desacuerdo por más que no lo mirara. Quería seguir insistiéndole, pero al entrar al edificio se acercó a hablar con dos hombres, por lo la pelinegra se abrazó a sí misma bajando aún más la cabeza pudiendo ver solamente sus piernas.
Sentía su corazón golpear contra su pecho por los nervios y la desesperación de no poder escuchar lo que hablaban, hasta que al volver a ver las botas militares oscuras de él dirigirse a ella y sentir nuevamente su mano en la parte alta de su espalda, se relajó.

Al entrar al elevador el pelinegro la observaba como se abraza a sí misma, lo que le permitió notar lo nerviosa que estaba y le hacía dar ganas de volver a abrazarla, pero sabía que eso sólo provocaría que los nervios aumentaran, así que simplemente, oprimió el botón pensando en qué debería decir para tratar de distraerla.

―¿E-Está todo bien?

Al escuchar su voz volteó rápidamente,  queriendo reír por como la capucha cubría casi la mitad de su rostro, pero a la misma vez provocaba que sintiera su corazón brincar por sus sentimientos tan desbordantes.

―¡Claro! No tienes de qué preocuparte.

―Entonces, puedo quitarme ésto...

Intentó quitarse la capucha, pero este tomó sus manos impidiéndoselo.

―Sólo un poco más y podrás.

No se atrevía a decirle que temía que alguno de sus amigos pudiera verla, pues no quería que se sintiera mal al darse cuenta que hacía todo a escondidas, y que a ellos no les agradaría para nada saber que estaba allí. Sabía que como toda persona que admiraba a otras, sería realmente doloroso llevarse una mala impresión la primera vez que los vería.

―Está bien.

Hana al sentir aún sus manos sobre las suyas, tragó en seco agradeciendo por primera vez no poder verlo, pero al darse cuenta que no parecía tener la intención de soltar sus manos, carraspeó la garganta.

―Oh, lo siento ―murmuró sintiendo sus mejillas arder por la vergüenza.

Soltó sus manos y se puso a su lado hasta que las puertas se abrieron, por lo que volvieron a caminar, pero esta vez por un largo pasillo.
Jungkook sentía su corazón golpear contra su pecho, por los nervios de pensar que alguien podrían llegar a verlo con ella, pues sabía que sería un caos así que decidió apresurar el paso llevando nuevamente la mano a la espalda de ella para que lo siguiera.

Una vez que llegó, no dudó en abrir la puerta casi empujando dentro a Hana, para luego entrar él cerrando la puerta a sus espaldas y apoyándose en esta, soltando todo el aire aliviado de que todo haya salido bien.

―¿Estás bien? ―Hana se quitó la capucha mirándolo preocupada, por lo que él abrió los ojos a la par.

―C-Claro.

Frunció el ceño no creyéndole del todo, pero luego miró a su alrededor sorprendida por lo lujoso que se veía aquel living.

―¿Quieres algo de comer? ―preguntó acercándose.

―Hm...―volteó a verlo mientras jugaba con las mangas del suéter―. Agua estaría bien.

― Buena elección ―soltó una ligera risa pasando por su lado para servirle.

Hana sentía sus mejillas arder al pensar en lo tonta que quedó, pero realmente no se sentía capaz de poder actuar con normalidad teniéndolo en frente.
Los segundos pasaban rápidamente, por lo que se preguntaba si le sucedió algo y la ansiedad comenzaba a aumentar porque sabía que no sería correcto buscarlo.

Cuando escuchó unos pasos se sintió aliviada y al ver a Jungkook que se acercaba con un vaso de agua en la mano, como también con su gran sonrisa, no pudo evitar sonreír también.

―Aquí tienes.

―Gracias ―murmuró tomando el vaso, para luego darle un pequeño sorbo.

―Por cierto, siéntate.

Ella observó el sofá grande detrás de ellos que era de un color crema y decidió sentarse, sintiendo como también a su lado se hundía por Jungkook.
Ninguno sabía de qué hablar y la tensión iba aumentado cada segundo.

―Bueno... ¿Está bien?

Lo miró confundida sin entender a qué se refería y cuando este señaló el vaso con agua al que sólo le había dado un pequeño sorbo, asintió con el ceño fruncido.

―Sí, tiene sabor a... agua ―ambos rieron, pero Jungkook sintiéndose algo avergonzado por su pregunta.

Quería volver a hablar ya que sentía que con aquellas risas había vuelto a tener seguridad en sí mismo, pero unos toques en la puerta llamaron su atención, provocando que ambos sintieran sus latidos acelerarse.
Jungkook se levantó y cautelosamente se dirigió a la puerta que vuelven a tocar.

―¿Q-Quién es?

―Soy yo, con el que acabas de mensajearte hace dos minutos. Abre.

Hana al escuchar esa voz no pudo evitar chillar cubriéndose la boca con ambas manos, por lo que Jungkook volteó a verla, pero al escuchar nuevamente hablar al mayor, abrió la puerta permitiéndole pasar junto a la joven pelinegra.

Hana en ese momento se levantó boquiabierta sin poder evitar admirar a Seokjin, que se encontraba frente a ella mirándola con una sonrisa arrogante, esperando alguna reacción, pero no sucedía.

―Oye, creo que tu chica quedó dura ―hablo por lo bajo, Seokjin.

―Cállate, que puede escucharnos ―murmuró golpeándolo con el codo, provocando que gimiera de dolor y lo mirara indignado.

―¿Quieres un abrazo? ―extendió los brazos, tratando de reprimir la risa.

―Quítate. Primero yo, porque hace meses no la veo ―mencionó Misuk, pasando por su lado envolviéndola en sus brazos, provocando que reaccionara correspondiendo a su abrazo―. Reacciona que hasta yo siento vergüenza ―murmuró en su oído.

―P-Pero...

―También te extrañé demasiado y a tus abrazos ―se separó observándola con una sonrisa y le guiñó el ojo.

―¿Ahora me dirás si quieres un abrazo o no?

―Claro que no lo quiere, a mí no me lo pidió la primera vez que nos vimos...

Hana ahogó un chillido y abrazó de manera inesperada a Seokjin, provocando que Jungkook quedara boquiabierto, pues se imaginaba que la primera vez que lo viera actuaría de esa forma, pero a la misma vez el hecho de que no lo hiciera le hizo sentir cómodo porque no quería que lo viera como alguien famoso.
De todas maneras, él quiso más que nada abrazarla, pero ella simplemente decidió irse, lo cual lo decepcionó.
Ahora ver que sí abrazaba a Jin, y le hablaba haciéndole sonreír conmovido, provocaba que se molestara a pesar de no escuchar lo que le decía, aunque tampoco quería hacerlo porque sabía que eso sólo lograría que aumentara su molestia. Intentaba reprimirla, pero sentía la mirada de Misuk, lo cual hacía que se molestara aún más ya que recordaba sus comentarios, así que desvió la mirada tratando de así ignorar el hecho de que quería acercarse a hablarle.

―Hana es muy tierna ―habló Seokjin, en cuanto se separaron.

―Ya lo sé ―recalcó serio, acomodándose al lado de ella.

―Es lo contrario a ti que hasta me das miedo, Misuk―rieronn― ¿Aún no se han saludado? ―observó a ambos.

―¿Ella es la amargada de tu amiga?

―¿Qué? ―Hana volteó a verlo sorprendida.

―Si ella es Misuk, tu amiga.

―Sí.

―¿También puedo abrazarte? ―sonrió tímida.

―Ya, deja los rencores de lado ―ordenó Seokjin―. Es muy sensible JK.

―Me he dado cuenta...

Jungkook la miró sorprendido y a la vez indignado por atreverse a pedirle un abrazo a pesar de haberse burlado de él y luego estar de acuerdo con que era sensible. Sin dudas quería negarse e ignorarla, pero se llevó una mirada amenazante del mayor, como también una de confusión de Hana, por lo que la abrazó tratando de ignorar lo mucho que le desagradaba.

―Lamento lo que dije sobre tu historia. Sin dudas es la mejor.

―Claro, ¿quién se acuerda de eso? ―sonrió falsamente separándose.

―Es obvio que sigue acordándose, porque le diste justo en el ego con tus comentarios ―bromeó riendo, Seokjin.

―Lo sé. Espero que pronto me perdones.

Jungkook rodó los ojos volviendo a su lugar aún sintiendo la mirada de Misuk, pero al ver a Hana que lo miraba con una sonrisa, no pudo evitar también sonreír dejando la molestia de lado.

―Bien, voy a buscar algo para beber ―informó el mayor, llamando la atención de todos allí y se dirigió a la cocina, mientras que Jungkook al darse cuenta que se quedaría solo con ambas, no dudó en seguirlo rápidamente.



















(...)





















Los minutos pasaban y el ambiente se volvió cómodo para los cuatro que conversaban animadamente y reían mientras bebían Soju, aunque Jungkook cuando hablaba con Misuk, no podía evitar recordar que le agradaba, pero sin saberlo eso estaba desapareciendo porque no sólo se le hacía graciosa, también notaba lo feliz que era su amigo con su presencia.

La verdad era que ellos estaban más que cómodos riendo, pero Hana trataba de controlar sus nervios más que nunca, aunque por momento participaba en la conversación, sólo quería huir de allí y volver a su vida normal. En ese momento hasta prefería estar en su cama llorando por Hyunjin, porque aunque no lo quisiera deseaba estar en los brazos de su exnovio, y no estar allí sintiendo esos nervios, como miedo a decir algo para luego pasar vergüenza.

Al contrario de ellos se encontraba bebiendo agua, aunque le había dado algunos sorbos al Soju porque no quería que creyeran que era amargada, o que notaran que quería huir de allí.
Observaba y escuchaba cómo su amiga hablaba con tanta confianza y los hacía reír, por lo que no podía evitar envidiar la seguridad que sentía como también la comodidad.
Le gustaría poder ser como ella de extrovertida y encajar en cualquier ambiente, pero al contrario siempre había sido demasiado tímida y prefería estar en su casa, ver algún drama, leer o escribir.

Le dio un sorbo al agua y dejó el vaso en la mesita que se encontraba en frente con las bebidas de los demás.
Jungkook observaba de forma curiosa el vaso casi vacío y luego a ella, pues quería buscar la manera de que hablara más, porque no le gustaba ver que Jin había logrado hablar más con ella que él en las tres veces que se habían visto.

―¿Te sirvo más?

―No, gracias.

Era su segundo vaso y sólo estaba bebiendo para así tratar de calmarse, pero no parecía funcionar para nada.

―Ya, pero siempre sobresalgo en todos lados, hasta en las historias que he leído ―mencionó Seokjin, acomodando su suéter mientras sonreía arrogante.

Hana sentía su estómago revolverse por lo que volvió a tomar el vaso, rogando que dejaran de hablar sobre las historias de Wattpad, porque sabía que en cuanto nombraran la de ella iba a ponerse como un tomate y sin dudar más iba a huir.

―En la de Hana sólo apareces dos veces y él que sobresale es Taehyung ―recalcó Misuk.

― Lo sé y no deja de burlarse de Jungkook por esa razón...

En ese momento la pelinegra no pudo evitar ahogarse con el sorbo de agua y comenzar a toser, llamando la atención de los demás que la observaban preocupados.

―Hana, ¡¿estás bien?! ―alzó la voz preocupado llevando la mano a su espalda, Jungkook.

Lo miraba con sus ojos abiertos a la par notando su preocupación, pero es que no podía creerse que Taehyung haya leído su historia y que hablaran acerca de eso.
Volteó a ver hacia la puerta deseando correr hacia allí para huir, pero el pelinegro la tomó de la barbilla llamando su atención, porque aunque no lo quisiera se había dado cuenta de su intención y no le gustaba para nada saber que no se sentía cómoda.

―Dime algo...

―S-Sí...

―¿Estás segura de que estás bien? ¿Fue por lo que dije? ―preguntó preocupado el mayor.

Hana se levantó notando cómo su amiga la miraba preocupada igual que Seokjin, mientras que el pelinegro estaba angustiado porque temía que decidiera irse.

―S-Sólo necesito ir al baño ―aclaró sonriendo a medias.

―Oh, te acompaño ―Jungkook se levantó rápidamente. Al ver la mirada de temor de Hana, como la de asombro y picardía de Seokjin y Misuk, se dio cuenta de lo que había dicho―. D-Digo, te diré dónde es.

―Así está mejor ―soltó una risilla divertida el castaño, provocando que Misuk soltara una carcajada llevándose una mirada molesta de Hana, como también de Jungkook que sentía sus mejillas arder.

―Ven ―la tomó del brazo caminando hacia el pasillo―. Es la segunda puerta de la izquierda.

―Gracias, Jungkook ―sonrió.

Este la devolvió la sonrisa sintiéndose más tranquilo. Cuando la vio caminar hacia el baño, volteó para volver al living, pero al ver a Seokjin demasiado cerca de Misuk acariciando su mejilla, el cual al notar su presencia disimuladamente movió su mano indicándole que se fuera, lo miró indignado, pero decidió obedecerlo.

Al llegar nuevamente al pasillo miró a su alrededor sin saber qué hacer, pues no quería que cuando saliera Hana lo viera allí, pero aún así tampoco podía irse a su habitación porque ella iba a buscarlo.
Se apoyó en la pared soltando un suspiro de frustración, pero al escuchar la puerta abrirse y ver que se trataba de la pelinegra, no pudo evitar sorprenderse, al igual que ella que lo miró con sus ojos abiertos a la par.

―¿Q-Qué haces aquí? ―preguntó con timidez acercándose.

―Oh... estaba...―rascó su nuca con nerviosismo maldiciendo en su interior a su amigo―. ¿Estás bien?

―Sí ―respondió con una ligera risa, notando como las comisuras de los labios de Jungkook se elevaron formando una tierna sonrisa, que provocó que sintiera un cosquilleo en su estómago. No era capaz de seguir mirándolo, por lo que decidió comenzar a caminar.

― No, espera...

Jungkook tenía la intención de detenerla, pero ella apresuró el paso encontrándose con una situación que provocó que se paralizara. Su mejor amiga se encontraba besándose con Seokjin, y no de una manera tranquila, era todo lo contrario.
Sintió una presencia a su lado que la hizo voltear aún son sus ojos abiertos a la par, tratando de asimilar lo que estaba pasando.

―¿E-Ellos...?

―Sí, ¿no lo sabías? ―preguntó confundido.

―C-Creí que... eran amigos... como nosotros ―balbuceó observando como él desviaba la mirada sonriendo a medias.

Hm... ¿te parece si les damos privacidad? ―los observó con una mueca de disgusto―. Puedo escuchar el sonido de sus lenguas y no es muy agradable.

Hana hizo la misma mueca de disgusto y volteó siguiendo a Jungkook, que dejó de caminar a la mitad del pasillo volteando a verla nervioso, rascando su nuca.

―¿Quieres ir a mi habitación?

Ella ante su pregunta abrió sus ojos a la par a tal punto que el pelinegro creía que iban salirse de su cuenca, por lo que comenzó a arrepentirse por hacerle esa pregunta, pero no creía que fuese lo mejor quedarse en aquel pequeño pasillo.

―N-No lo digo de esa forma...

―Olvídalo.

En ese momento Jungkook pasó los dedos por las hebras de su cabello tirando de este, sintiéndose completamente frustrado porque todo lo que planeó salió completamente mal.
Quería más que nada ese día hacerla sentir cómoda, hacerla reír, que se conocieran, y quizás así atreverse a dar el siguiente paso para lograr saber si podía llegar a tener una oportunidad. Pero sólo había logrado hacerla sentir incómoda y que quisiera huir, por lo que sentía ganas de gritar por la frustración.

―Diablos, lo siento ―suspiró bajando la cabeza mientras se apoyaba en la pared.

―¿Por qué? ―se acercó preocupada.

―Porque quería hacerte sentir cómoda conmigo, pero sólo logré lo contrario.

―No digas eso...

―¿Quieres que le pida a Jin que se vayan?

―No. No te preocupes. Estoy bien.

― No. Quiero que te sientas cómoda, que nos conozcamos. No me importan ellos porque quiero estar contigo en este momento, por algo te pedí que nos veamos, ¿cierto? ―sonrió tímido tomando sus manos, notando un brillo especial en su mirada que hizo que empezara a ilusionarse de cierta manera.

―¿P-Por qué eres tan tierno conmigo? ―preguntó desconcertada.

―Creo que...

―Olvídalo ―lo interrumpió negando con la cabeza.

Bajó sus manos, provocando que él las soltara e hiciera una mueca decepción, porque en ese momento se sentía capaz de todo, de decirle sobre sus sentimientos como también de atreverse a dar el siguiente paso, ya que estaba perdiéndose en la intensidad del café de su mirada, como también en la intensidad de sus sentimientos.

―Está bien.

―¡Hey! ―la voz de Seokjin los hizo sobresaltar―. Perdón si interrumpo algo, pero nosotros... debemos irnos.

―Perfecto. No debo decirles nada ―murmuró Jungkook, provocando que Hana riera por lo bajo―. Vamos.

Al volver al living notó los nervios de Misuk, que al igual que Seokjin tenía sus labios enrojecidos e hinchados, pero aún así ella se acercó a hablar con Hana, mientras que el mayor tomaba a Jungkook del hombro, para dirigirse a la puerta.

―¿Interrumpí algo? ―lo miró con picardía.

―Claro que no. No somos como Misuk y tú.

―Quisieras ―aseguró riendo.

―Cállate.

―Escucha, no desaproveches ahora este grandioso momento en donde estarán solos ―aconsejó apoyando la mano en el hombro del más joven―. Es tu momento. Convéncete de que eres todo un tigre, un campeón...

―Jin, no. Cállate, me avergüenzas.

―No seas tonto. Si es cierto que te haría todo lo que ha escrito, en tu lugar no dudaría en estar ella ―guiñó el ojo.

―¿Q-Qué? ¿De qué hablas, hyung? ―preguntó mirándolo con temor.

―Oh, cierto. Me confundí con la historias de Misuk ―aclaró riendo―. En tu situación sería, si es cierto que haría todo lo que ha escrito, en tu lugar no me quedaría con ella porque sólo rompería tu corazón.

―¡Ya, vete de una vez! ―suspiró empujándolo hacia la puerta.

―Ya entendí que molestamos. Vamos, Misuk ―pasó la mano por su cintura para salir―. Adiós, Hana. Fue un placer conocerte ―le guiñó el ojo provocando que ella sonriera sintiendo sus mejillas arder.

―Ya vete ―ordenó cerrando la puerta molesto al ver eso.




















(...)


















Jungkook con los minutos logró tranquilizarse y comenzar a hablar con ella, sin poder apartar su mirada. Pues, se le hacía realmente hermosa. Mirarla mientras hablaba, reía, cuando estaba perdida en sus pensamientos, o mientras lo miraba creyendo que no lo notaba se le hacía uno de los pequeños placeres de la vida que mejor sientan.
Se sentía afortunado de poder mirarla y agradecía que ella no sepa que con sólo hacerlo se reducía, porque sabía que probablemente era un sentimiento unilateral.

Agh, ya ni me recuerdes eso que he quedado traumado ―hizo una mueca de disgusto que provocó que Hana soltara una carcajada.

―Creo que yo igual. Jamás había visto a mi amiga... así.

―Fue demasiado incómodo ―rieron―. Oye, sé que quizás es porque soy demasiado insistente, pero me alegra que hayas aceptado verme.

―¿En serio? —Jungkook al ver el brillo de ilusión en su mirada, asintió con una sonrisa.

―Realmente me gusta pasar tiempo contigo, saber más sobre ti. Me siento cómodo cuando estamos juntos, ¿y tú?

Hana lo observó completamente sorprendida, y con algo de angustia al notar lo ilusionado que parecía por escuchar algo así, pero es que para ella era todo lo contrario a pesar de que le gustaría poder sentirse como él. Lamentablemente, sentía como su estómago se revolvía, por lo que nuevamente no había comido, ya que temía terminar vomitando por los intensos nervios que le provocaban su presencia.

―Lo siento, no quería volver a incomodarte...

Al escuchar unos toques en la puerta, el pelinegro volteó arrugando su rostro, pensando si podría tratarse de Seokjin nuevamente, por lo que se levantó algo dudoso porque no quería hacer sentir de nuevo incómoda a Hana.

―¿No vas a...?

―¡Jungkookie, ábrenos!

Este al escuchar la voz de Jimin, abrió los ojos a la par por el temor, volteando rápidamente para cubrir la boca de Hana, que soltó un chillido por la emoción. En ese momento ninguno era capaz de reaccionar que estaba sobre ella, porque Jungkook sentía su corazón golpear con fuerza y no era capaz de pensar con claridad el cómo hacer para que se fueran. Mientras que ella el sólo hecho de pensar que Jimin, y quizás alguien más de ellos se encontraban detrás de la puerta, hacía que quisiera gritar y llorar de emoción.

―¡JK, sabemos que estás allí! ―gritó Hoseok.

La fémina al escuchar esa voz chilló nuevamente, a pesar de tener la mano de Jungkook cubriendo su boca, lo que hizo que este se pusiera aún más nervioso al saber que seguramente la habían escuchado.

―¡E-Estoy ocupado! ―informó nervioso al sentir cómo ella quería quitar su mano.

―¡¿Estás con una chica?! ―preguntó emocionado, Hoseok.

―¡Claro que está con una!

―Pensé que quizás era mi imaginación o un vídeo, ya sabes...

Jungkook al escuchar esa conversación cerró los ojos con fuerza, sintiendo su rostro arder por la humillación y más al sentir la intensa mirada de Hana, por lo que rogaba que se fuesen de una vez antes de avergonzarlo aún más.

―Cállate. Deberíamos irnos, ¿no crees?

―¡Disfruten!

―Vamos. No digas más.

―Está bien ―soltó una risotada―. Ahora me siento solo, ¿tú no?

―¡Cállate que pueden escucharnos!

Al escuchar sus pasos alejarse como también sus risas, el pelinegro soltó un suspiro de alivio apoyando su frente en el hombro de Hana, sin siquiera pensarlo, pero al escucharla intentar hablar y cómo apoyaba la mano sobre la suya, levantó rápidamente la cabeza.

―Oh, lo siento ―murmuró avergonzado, quitándola.

―E-Está bien.

―Casi nos descubren y tú no dejabas de querer gritar ―reprochó, pero aún así reía.

―¡Lo siento! No pude evitar emocionarme y más al escuchar a Hoseok ―intentó reprimir un chillido al recordar, por lo que Jungkook la miró curioso.

―¿Hoseok? ¿Por qué él?

―No sé si decirlo...

―¡Dilo! Ya has despertado mi curiosidad y si no lo haces, te insistiré.

―Bien. Él fue mi primer bias ―confesó por lo bajo y sintiendo sus mejillas arder por la vergüenza, por lo que bajó la cabeza.

―¡¿Qué?!

―Sí, pero también lo era de una amiga que era Army y me enseñó un video de ustedes. Entonces, tuve que elegir a alguien más para bias, así no se enfadaba.

―Espera. Entonces, ¿fui tu segunda opción?

― En realidad, elegí a Namjoon. Fuiste el tercero.

―¡Eso lo hace aún peor!

―¡Lo siento! ¡Lo siento!

―Olvídalo. Ya me has roto el corazón.

―¡No! Lo siento ―al notar cómo intentaba alejarse para así levantarse, mostrándose lastimado por sus palabras, lo tomó del brazo.

―Ya, déjame. No puedo creerlo.

―¡Jungkook, lo siento!

Hana tironeó el agarre para que no se fuese, por lo que este volteó a verla quedando aún más cerca, mientras apoyaba la mano en el respaldo del sofá a un lado de la cabeza de ella, para así mantener el equilibrio. En ese momento, Jungkook observaba los ojos cafés de ella que estaban abiertos a la par por la sorpresa. Tragó con dificultad, comenzando a admirar cada centímetro de su rostro, hasta llegar a sus labios rosados y delgados que se le hacían cada vez más apetecibles al tenerla a tan corta distancia.

Jungkook estaba preparado para dar el siguiente paso. Besarla.

―Como pasó en tu historia, bebimos Soju, así que supongo que ahora tocaría que te bese, ¿cierto? ―murmuró volviendo a conectar sus miradas, sintiendo sus respiraciones mezclarse.

¡BUENAS, BUENAS!

NO ME MATEN POR HABER DEJADO EL CAPÍTULO EN ESE MOMENTO
La verdad es que creí que me quedaría muy corto, pero al parecer me terminé inspirando de más porque estuvo a nada de llegar a las 5k palabras, así que espero que no se les haya hecho muy pesado, aunque creo que el siguiente también será así de extenso. Si no les gusta no duden en comentar, así al siguiente lo divido si se me hace igual de extenso

¿Qué les pareció el capítulo? ¿Creen que haya beso en el siguiente? ¿Les gustó?

Espero que sí, no olviden votar y comentar, amores

¡Nos leemos pronto!

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