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15; IMPULSO

Los días pasaban mientras Jungkook no podía dejar de pensar en porqué se atrevió a enviar ese último mensaje, creyendo que sería buena idea. Nunca hubo contestación por parte de Hana, ni de los demás mensajes que fue enviando durante los días que pasaron.

Se sentía desesperado al no saber nada de ella, porque a comparación de cuando dejaron de hablar antes, siguió actualizando su historia, como también contestando los comentarios, lo que le hacía saber aunque sea algo de ella y que estaba bien. Ahora llevaba dos semanas, cuando no era de pasar mucho tiempo sin actualizar, por lo que se preocupaba cada día más.

Comenzaba a detestar que la única manera de comunicarse sea por Wattpad, porque si tan sólo tuviera otra forma también lo haría. Tampoco podía crearse un Instagram para enviarle un mensaje porque le dio la idea de que no permitiera eso, pero al pensar en que si no le hubiera dado esa idea seguiría recibiendo malos mensajes, decidió no reprocharse.

―Te preocupas demasiado, Jungkook ―comentó el mayor sin quitar su mirada del videojuego.

―¡Tú podrías ayudarme, pero no quieres!

―Ya te dije que Misuk no me ha dicho nada, y si sigo insistiendo, voy a tener que decirle que tú eres Jungkook ―recalcó volteando a verlo por un momento―. Tú no sabes lo intimidante que puede llegar a ser esa mujer. Me hace arrepentir de cada pecado que he cometido desde que tengo conciencia.

―¿Desde cuando eres tan miedoso?

―Desde siempre ―respondió riendo.

―Cierto, pero tienes que conseguir la manera de saber de Hana, sin que te asustes y le digas quién soy.

―Ya lo intenté, pero me pregunta porqué quiero saber de Hana, y no quiero que se haga ideas locas en esa cabeza que tiene ―rodó los ojos y suspiró al ver que perdió―. ¡Acabo de perder nuevamente por tu culpa, Jungkook!

―Entonces, ¿cómo sabré si está bien?

―Está viva. Eso logré saber, así que ya no te preocupes.

―Ya no te soporto ―llevó las manos a su rostro.

Agh, estoy seguro de que pronto sabrás de tu amor ―aseguró―. Las mujeres son complicadas. Tienes que acostumbrarte a eso en vez de invadirla y dejarle mil mensajes por hora.

―No hago eso. Sólo le dejo... tres mensajes por día ―se encogió de hombros desviando la mirada.

―Vas a asfixiarla ―negó con la cabeza mirándolo decepcionado―. ¿Acaso no has tenido suficiente con el mensaje que ignoró primero?

―Aún no entiendo qué tiene de malo...

―Jungkook, ese mensaje fue como decirle: Ya tengo planeada nuestra boda y cómo van a llamarse nuestros hijos, Hana.

―¿Tú crees? ―preguntó mirándolo preocupado.

―¡Estoy seguro! Imagínate, ni siquiera sabe cómo es tu rostro. Debe pensar que eres un secuestrador obsesionado con ella.

Jungkook arrugó el rostro mirándolo sin creerle, pero luego suspiró bajando la mirada y jugando con sus dedos, sintiéndose un idiota por haber sido tan intenso. Pero es que cuando se trataba de ella y de sus sentimientos tan explosivos, sentía que no lograba controlar sus ganas de decirle cuánto deseaba poder verla, poder escuchar su voz, saber cómo se sentían sus abrazos.
Observó a su mejor amigo que ahora estaba revisando el celular, con una gran sonrisa de picardía en su rostro y no pudo evitar sentir envidia. Pues, se preguntaba cómo él que llevaba hablando menos tiempo con Misuk, tenía una mejor relación y hasta ella sabía quién era en realidad, lo cual lo tomó más que bien, porque notaba cómo no dejaron de hablar y Jin parecía mucho más contento, como también aliviado.

Se preguntaba si él hubiera hecho eso, si tan sólo se hubiera atrevido, Hana se lo hubiera tomado igual y ahora seguirían hablando. Quizás más que antes, pero su miedo era su peor enemigo.

―Tengo que buscar la manera de saber de ella ―mencionó frustrado―. Sé que algo no está bien y me preocupa.

―Deja tu miedo de lado como yo.





















(...)

















Hana sorbió su nariz mientras sollozos desconsolados escapaban de sus labios, y limpió sus lágrimas que no paraban de brotar. Ya había pasado dos semanas.
Dos semanas donde cada día terminaba llorando por haber perdido a Hyunjin, por algo que no había hecho.
Jamás se esperó que pudiera llegar a sentirse de esa manera por él, que pudiera llegar a sentir cómo su cuerpo dolía de gran manera, cómo el tiempo parecía detenerse mientras su corazón no dejaba de llorar, cómo las razones no parecen existir, cómo el vacío iba extendiéndose por su pecho.
Se sentía completamente rota, al punto que le costaba respirar y ser consciente de la realidad sin él que estaba viviendo.

Intentó llamarlo una y otra vez, pero le daba el buzón de voz, también intentó escribirle por todas sus redes sociales, pero tal parecía que la había bloqueado, por lo que la mayoría de tiempo se la pasaba sentada a un lado de la ventana rogando para que él saliera, rogando para verlo acercarse a aquel árbol que había trepado miles de veces para subir a su habitación, rogando para que se disculpara por haber creído algo así de ella. Pero no sucedía.

Cada vez que sonaba su celular, los latidos de su corazón se aceleraban con la ilusión de que fuese Hyunjin, pero cuando veía que no era él, rompía en llanto sintiéndose una idiota por esperar una señal que le dijera que aún la amaba, que era incapaz de creer algo así de ella.
Nada tenía sentido sin él, ni siquiera lo que antes adoraba hacer. Siempre habían dicho que cuando rompen el corazón de alguien que escribía, eso se transformaba en su inspiración para escribir versos maravillosos. Pero toda esa inspiración desapareció para Hana, y sólo se sentía morir cada vez más por dentro, por lo que no era capaz de continuar su historia por más que recibiera comentarios cada día, a los que había dejado de prestarle atención, aunque no haya querido, pero ya no le importaba para nada Wattpad, ni esa historia que antes amaba escribir y recibir cada vez más apoyo.

―Ya deja de llorar, por favor ―pidió su hermanastro mientras acariciaba su cabello―. Nuestros padres están muy preocupados por ti ―Hana abrazó sus piernas sollozando, observando por la ventana y rogando verlo―. Ya intenté contactarme, pero al parecer también me ha bloqueado, así que si quieres podría intentar colarme en su casa, o como persona normal ir a buscarlo. Tú dime qué quieres que haga y lo haré sin dudar, pero deja de llorar, ¿sí?

―No puedo hacerlo cuando piensa de mí esas porquerías.

―Es un idiota celoso, pero tú deja que lo busque y verás cómo se dará cuenta.

―No. No quiero que hagas nada ―negó repetidamente con la cabeza y sorbió su nariz.

―¿Por qué? ¿Acaso te gusta estar así?

―No, Félix ―respondió girando a verlo―. Pero si es capaz de pensar así y busca la manera de ya no saber de mí, entonces, de nada servirá que lo busque para explicarle porque no me escuchará. 

―Con un buen golpe...

―Ya, olvídalo.

―Diablos, ambos son tan tercos que terminan siendo tal para cual ―al escucharla sollozar nuevamente, se lamentó por haber dicho eso―. Tranquila, todo se arreglará pronto.

―¿Puedes dejarme sola?

―No creo que sea conveniente...

―Por favor, Félix. Necesito estar sola.

―Está bien ―murmuró dudoso y dejó un beso en la coronilla de su cabeza―. Por favor, no sigas llorando.

Al conectar su mirada con la de él antes de que saliera por la puerta, le regaló una media sonrisa falsa, pero cuando cerró la puerta las lágrimas volvieron a brotar. Félix estaba siendo un gran apoyo para ella en ese momento como jamás esperó que sucediera, ya que se la pasaban la mayoría de tiempo molestándose, pero cuando sucedió lo de Instagram debió esperarse volver a tener su apoyo.
Su hermanastro se divertía demasiado haciéndole perder la paciencia, pero era su forma de demostrar su cariño porque la veía como la hermana que siempre deseó tener, por lo que le dolía verla de esa manera y quería buscar la forma de ayudarla.

El celular de la pelinegra vibró sobre el escritorio varias veces seguidas, por lo que lo miró por unos segundos debatiéndose sobre si ilusionarse, o simplemente dejarlo pasar porque si no había intentado contactarse en dos semanas, ese día tampoco lo haría.
Limpió las lágrimas y llevó los mechones de cabello detrás de las orejas antes de tomarlo con una pequeña ilusión de que pudiera tratarse de Hyunjin, pero al ver que eran nuevamente mensajes de Wattpad, un sollozo escapó de sus labios por la gran desilusión.

Llevaba dos semanas sin abrir los mensajes de Jungsu, y no porque se sintiese culpable con Hyunjin, sino porque detestaba todo lo que tuviera que ver con la aplicación desde que terminó con él. Tanto así que había sido capaz de olvidarse como cada día entraba con una sonrisa en su rostro al ver que tenía mensajes de su amigo.

Deseaba más que nada sentir algo que no fuese tristeza y desesperación, por lo que recordaba sus carcajadas por las ocurrencias de Jungsu, y por cómo se molestaba con sus bromas, cómo solían pasarse horas hablando y las sonrisas que le causaba, por lo que algo dudosa decidió leer los nuevos mensajes que había recibido de él.

Hana, necesito saber algo de ti
Dime aunque sea si es porque te
hice sentir incómoda, si hice algo mal
No lo
Estoy desesperado, maldición
Por favor, escríbeme
Me tienes preocupado
Te extraño, Hana.

Al leer esos mensajes sintió su corazón dar un vuelco, y cómo la culpa empezaba a carcomerla por jamás haberle contestado ningún mensaje, lo que había hecho que creyera que hizo algo mal.

Estoy bien.

Sabía que decirle simplemente eso cuando había desaparecido por un buen tiempo, no era la mejor forma de aparecer, pero no sentía ánimos para nada. Sólo quería que la culpa que sentía Jungsu desapareciera.
Cuando quiso volver a dejar el celular en el escritorio, vibró, por lo que decidió ver su respuesta.

HANA
AL FIN SÉ DE TI
Siento que estoy soñando y sonrío
como un idiota
Entonces, ¿por qué has dejado de
contestarme? ¿Te hice sentir incómoda?
Te juro que esa jamás fue mi intención
Me detesto por jamás pensar antes
de escribir

Tranquilo
No has hecho nada malo
Ni me has incomodado

No te creo nada
No estás bien
¿Qué sucede?

Lo estoy.

No me mientas
Dime qué sucede, por favor
A pesar de que hablamos sólo hace unos meses, ya siento que te conozco

Hana suspiró pensando si debería decirle, porque temía que pensara que era sólo una estupidez, pues muchas personas a su edad lo tomaban así por el simple hecho de que eran jóvenes.

No es nada
Sólo una estupidez
Pronto se me pasará
De todas maneras gracias por preocuparte por mí
Eres muy dulce, Jungsu

No, no y no
No aceptaré eso
Si te afecta de tal manera,
entonces, no es una estupidez
Quiero que hables conmigo, que
me cuentes
Puedo buscar la manera de ayudarte

No puedes ayudarme.
Y dudo que alguien pueda.

Vamos, estoy seguro que sí
Cuéntame
Confía en mí, ¿sí?

Hyunjin terminó conmigo hace dos semanas
Y sé que sólo es un corazón roto,
que con el tiempo va a sanar y todo eso
Pero Jungsu, no puedo dormir,
no puedo comer, no puedo concentrarme
Hace dos días desaprobé un examen,
pero es que sólo puedo llorar y siento
que jamás va a dejar de doler

¿Por qué pasó eso?
¿Qué hizo ese idiota?
Te dije que no era perfecto
Siento mucha rabia en este momento por culpa de ese imbécil

No fue él
Fui yo
O eso cree él

¿Qué?
Explícate, por favor
No logro entender nada

Hyunjin cree que le he sido infiel
Jungsu, te juro que eso no es cierto

Cálmate
No tienes que aclarar nada
Sé que eres incapaz de eso
Mierda, es un idiota, Hana
¿Cómo puede ser capaz de creer eso?
Te conoce hace demasiado tiempo
Debería saber que nunca le harías eso
Eres la persona más dulce, más buena, más linda que he conocido y si realmente piensa eso de ti, no te merece.

No creo que sea todo eso que dices,
porque sino Hyunjin no me hubiera dejado y dicho tantas barbaridades

Es un imbécil
Olvídate de él
Mereces a alguien mejor
Y estoy seguro que pronto conocerás a esa persona que vea lo valiosa que eres

No quiero conocer a nadie, porque
sé que nunca voy a poder a amar a
alguien como amé y amo a Hyunjin

Nunca digas nunca
¿Lo olvidas?

Ay, ¿también eres Belieber?

Hana, estamos hablando de otra cosa.

Cierto, pero ya no puedo hacer nada
Sólo esperar a que quiera hablar
Y si pasa rogaré que me crea

No.

Ahora sólo quiero hacerme bolita
en mi cama y llorar hasta quedarme
sin lágrimas

Perdóname, pero no permitiré
que sigas deprimida por ese idiota.

Nada puede subirme el ánimo
Nunca creí que pudiera doler tanto
un corazón roto

Escucha, no estoy en el edificio
Y mierda, la verdad es que estoy siguiendo mi impulso aunque
siento que no debería
Pero pásame tu número de celular

¿Qué?
Si te paso mi número, ¿puedes
hackearme y así sacar toda mi información personal?

HANA
DEJA DE EXAGERAR
Pásamelo antes de que me arrepienta
y decida irme de dónde estoy

No sé si deba

Por favor
Quizás si me escuchas pueda
levantar tu ánimo
Es todo lo que deseo

Hana mordió su labio inferior pensando si debería pasárselo, a pesar de que sentía curiosidad por escuchar su voz y que comenzó a confiar en Jungsu. A la misma vez recordaba que no lo había visto nunca como él a ella, lo cual seguía dándole algo de desconfianza y temía que no sea realmente su amigo.
Empezó a debatirse por unos segundos hasta que decidió confiar en él, porque se le hacía muy dulce que quisiera levantar su ánimo.

Mierda, mierda, mierda
Estoy muy nervioso
Realmente no sé qué estoy haciendo
y tengo miedo

Sólo voy a escuchar tu voz
Cálmate
Ahora eres tú el exagerado

No entiendes.

Por si lo olvidas tienes suerte
porque ni siquiera conozco tu rostro y por saber como suena tu voz tampoco
lo haré

Mientras tú sabes como soy y
ahora sabrás cómo suena mi voz

Vaya que vas llevarte una sorpresa

¿Qué?

A la mierda, lo haré.

Hana comenzó a esperar observando cómo los minutos pasaban. Tres en total fueron cuando una llamada con un código extraño llegó, lo cual aceleró los latidos de su corazón, mientras una media sonrisa se dibujaba en sus labios.

―¿Por qué estás llamándome por una cabina de teléfono, en vez de por tu celular como persona normal? ―preguntó riendo, pero luego abrió los ojos a la par por el miedo―. ¡¿Realmente se puede hackear con sólo saber el número de celular y por eso no me llamas por el tuyo?!

Silencio.
Sólo podía escucharse el sonido de su respiración y eso la ponía más nerviosa, hasta que su celular vibró.

―No me digas que estás escribiéndome por Wattpad ―al no recibir respuesta, suspiró―. Espera, no vayas a hablar.

Bajó el celular y al ver que tal como pensó tenía mensajes de él, no pudo evitar reír.

Mierda
Tienes la voz más hermosa que he escuchado
Y tu risa
Me pones muy nervioso, aunque
sólo digas tonterías porque como siempre eres tan exagerada

JUNGSU
HÁBLAME
DEJA DE SER TAN RARO

Por favor
Cuando hable, no cuelgues
Prométeme que todo seguirá igual
Por favor, Hana.

Me asustas, Jungsu
Pero está bien

Volvió a llevar el celular a su oreja, sintiendo nervios sin saber porqué al pensar que iba a poder escuchar su voz.

―Por favor, di algo. ¡Me tienes de los nervios!

¿Cuándo vas a actualizar, Hana?

En ese momento la fémina sentía como el oxígeno abandonaba sus pulmones y su corazón dejaba de latir por un momento.
Esa voz. Esa voz tan suave que acababa de hacerla estremecer.

¡Hola!

AAA la historia llegó a los 1k votos y quiero agradecerles por el apoyo que le están dando, lloro de emoción, en serio muchas gracias ♡

Qué opinan del capítulo? Cómo creen que reaccione Hana? Les gustó?

No se olviden de dejar su voto y comentar, amores

¡Nos leemos pronto!

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