||Narra Papyrus||

Después de que mi hermano saliera corriendo a la cocina me quede en el sofá un par de minutos pero no lo soporte, nunca he sido alguien que se quede quieto, el gran Papyrus no puede estar sin hacer algo de provecho, mire hacia la cocina, se escuchaban ruidos, me acerque con cautela a ver que era lo que hacia Sans, estaba cocinando o eso era lo que parecía, sonreí al verlo tan metido en la labor de hacer espaguetis para mi, aunque seguramente no le saldrían tan geniales como los míos, pero como era raro verle hacer algo mejor no dije nada pues de igual los comería con gran gusto, deje de observarlo y mire la casa, aun si con su magia levanto lo que estaba tirado aun había mucha suciedad, no era justificable el que no hiciera limpieza, por lo que decidí hacerla yo mismo, yo no podría estar en esa casa en tales condiciones. Fui a mi habitación a por las cosas de limpieza que yo ahí había guardado antes de irme, al entrar me di cuenta que ahí estaban las cosas de Sans, su colchón con las sabanas hechas bola sobre ella, un canasto para ropa sucia con ninguna ropa dentro ya que toda estaba regada por el suelo, su trombón y una gran foto llena de polvo colgada en la pared, eramos nosotros y el humano en el bosque de Snowdin.

Suspire algo molesto, ¿Es que acaso mi hermano jamás aprendería a ordenar y mantener limpio?, aunque me era raro que se pasara a mi antigua habitación, incluso la suya era mas grande ¿Por que lo haría entonces?, deje de pensar en ello y mejor abrí el armario donde según yo había dejado las cosas de limpieza, estas seguían allí pero atrapadas entre un par de ropas que no sabia si estaban limpias o sucias debido a lo raro que olían y bastantes papeles empolvados que estaban, fue allí que ya no lo soporté, era demasiado desorden y suciedad para que alguien como yo, el gran Papyrus, lo soportará, grite lo bastante fuerte que hizo a mi hermano aparecer de la nada justo donde yo estaba, al darme cuenta de su presencia le hice frente.

Huesos flojos, cuantas veces debo decirte que debes de hacer limpieza, EH? Tu hermano, Papyrus, no tolerará esto ni un minuto más-. Le dije mientras sacaba las cosas para la limpieza con todo y lo que las tenía atrapadas, pero tan pronto me vio con ellas me las quito usando su magia volviendo a meterlas donde estaban, cerro la puerta del armario y luego uso su magia en mi para llevarme de vuelta al sofá, en ningún momento me libero de ella.- ¡¿Sans podrías ya dejarme ir a limpiar?! La casa esta totalmente sucia, te ayudaré a limpiar mientras cocinas, así que ya líbrame de tu magia de una buena vez

Me sacudí tratando en vano deshacerme de la magia que impedía que me fuese de ese sitio, le vi suspirar y luego mirarme con algo de molestia, no era normal esa mirada por lo que me quede quieto, pero no porque le tuviera miedo eh, que el gran Papyrus no es ningún cobarde, es solo que... Emm... Bueno mi hermano nunca me había dirigido una mirada con molestia

Mira Papyrus, tú no vas a hacer nada, debes descansar hasta que te recuperes por completo, así que te quedarás en ese sofá hasta que eso suceda, mientras yo me encargaré de cuidarte lo mejor que pueda, ¿Lo haz entendido hermano?-. Su expresión se suavizo, creo que noto el efecto que tenía sobre mí su mirada con molestia

Pero Sans, sabes bien que no tolero el desorden y la suciedad, permite al gran Papyrus arreglar todo mientras cocinas, prometo no esforzarme de más-. Su mirada me decía que ni siquiera consideraría la idea, suspire algo desanimado y ligeramente inconforme, pero no había de otra, no podría limpiar o al menos no hasta que se quedase dormido, en ese momento aprovecharía para hacer la limpieza a fondo de la casa por completo.

||Narración normal||

El tiempo pasó con lentitud para el alto esqueleto que se mantuvo en el sofá a la espera de que su hermano terminara de cocinar, mientras se entretuvo viendo la televisión, la cual contaba con una mayor variedad de programación gracias a que ahora tambien se podían ver los programas de los humanos, pero aun así siguió sintonizando el programa de Metatton, este se hallaba presentando un programa de concursos, justo en ese momento el esqueleto pequeño se puso frente el televisor cargando un muy apetitoso plato de espaguetis recién hechos, miro a su hermano y extendió el plato hacia él.

¿Qué pasta hermano, no piensas tomar el plato?-. Fue lo que dijo Sans mientras trataba de no reír por su pequeño juego de palabras, Papyrus le vio con mala cara pues había sido un muy mal chiste para su gusto, aun así tomo el plato, en eso el pequeño esqueleto fue de nuevo a la cocina, al regresar tenía consigo un vaso con jugo de manzana para acompañar la comida de su hermano y un bote de ketchup para si.- Por favor hazme un espacio, que yo también quiero echarle un ojo a la tele... Por cierto deberías comer pronto, te veo en los huesos hermanito he he he

¡¡SANS!! Para con los chistes o me voy a mi casa-. Grito el esqueleto de mayor estatura mientras se acomodaba en el sofá para poder comer sus espaguetis, puso el vaso con jugo en la mesita que había a un lado una vez se lo dieron, mientras Sans se sentó y abrió el bote de ketchup comenzando a beberlo con tranquilidad por su parte Papyrus comenzó a comer.- ¡Wowie! Están muy ricos estos espaguetis, aunque claramente están lejos de compararse con los que prepara el gran master chef Papyrus ¡Nyeh heh heh!

Eso es obvio hermanito, yo jamás podría superarte preparando espaguetis, pero no dudes de que trate de hacer un esfuerzo para que estuvieran decentes... Por ello, ahora estoy cansado hasta la médula-. Sans soltó una risilla hasta que vio la molestia en el rostro de su hermano, estuvo por decirle que ese había sido uno bueno si no fue porque con su pulgar le limpio la ketchup cerca de la boca y después lamió ese pulgar como si nada.

Ni siquiera puedes evitar mancharte de ketchup mientras lo bebes, deberías tener mas cuidado, el gran Papyrus no puede estar siempre sobre ti para mantenerte limpio, debes dejar de ser así huesos flojos-. El mencionado quedo estático por lo que hizo Papyrus, había sentido que algo agito su alma por un momento mas luego lo ignoró haciendo mas bromas para hacer enojar a su hermano, la tele quedo en segundo plano mientras ellos "discutían" y disfrutaban de ese tiempo en compañía del otro, justo como lo hacían antes de que la barrera fuera destruida.

El tiempo nuevamente paso pero esta vez mas rápido de lo imaginado, Sans había quedado dormido sobre Papyrus que aun seguía despierto abrazándolo, por alguna razón el pequeño esqueleto siempre se quedaba dormido fácilmente si se hallaba en brazos del otro esqueleto, además de que para ambos siempre le reconfortaba el dormir así, dormían de maravilla cuando se abrazaban. Pero Papyrus sabía que ese era el momento adecuado para hacer limpieza sin que se lo impidiera su hermano, por ello, con sumo cuidado quito a Sans de si y lo dejo acomodado de manera correcta en el sofá, se dirigió a la cocina por bolsas de basura y otras cosas, de allí fue a la que alguna vez fue su antigua habitación para limpiarla primero ya que después llevaría a su hermano y así poder continuar con el resto de la casa, su ventaja en ese momento era el dichoso sueño pesado que poseía el esqueleto pequeño, aquel que le permitió echar a lavar sin miedo a que el ruido de la lavadora y posteriormente el de la secadora le despertase. Para las 4:47 de la mañana termino de limpiar toda la casa, se hallaba orgulloso de su hazaña mas sus huesos le dolían un poco por el sobreesfuerzo hecho, aun así no parecía importarle mucho ya que estaba mas a gusto con la casa limpia. Papyrus aun tenía bastante energía, por lo que decidió salir a dar una vuelta a todo Snowdin, se puso ropa deportiva y salió. Al amanecer Sans despertó a causa de una pesadilla relacionada con cierto pasillo en el castillo de Asgore y que implicaba a cierto humano con un cuchillo en mano, miro a todos lados muy confundido y aun aturdido por dicho sueño, al despejar su mente y notando que se hallaba solo en su habitación, la cual desprendía un aroma a limpio y a aromatizante de frutos del bosque, fue que supo que su hermano había limpiado a fondo el lugar, aquello le molesto un poco y salio a regañarle pensando que solo había sido la habitación pero al ver que había sido la casa completa la molestia aumento y rápidamente se esfumó al darse cuenta que no estaba, por un momento creyó que algo le sucedió a su hermano y se preocupo en demasía.