1

El repentino derrumbe del lugar capta su atención de inmediato, logrando alterarla. Sabe que hay niños pequeños ahí, sabe que debe encontrarlos. Ellos solo son víctimas en todo esto, aun están a tiempo de salvarlos y evitar que en un futuro se conviertan en villanos. 

La razón de todo ese cateo al lugar es que desde Alemania, en su siempre comunicación con Subtraktion, se hizo una operación en varios países del mundo en donde se logró identificar una red de trata de personas, se desconoce el fin, pero si pueden desmantelar algunos para rescatar a los niños, lo harán. 

Por está ahí, junto a otros héroes. 

Hay un lugar que quedó al descubierto en el derrumbe, causado por un chico que parece colaborar con quienes manejan todo, consiguiendo confusión y tiempo. Pero ella no va a por los villanos, ella va a por los pequeños.

Abajo, accediendo al lugar por una escaleras se ve una especie de sótano, algo derrumbado por la reciente explosión. 

Sakura baja apresurada, pensando en que quizás hayan heridos. Pero solo hay un niño que, justamente, se ha desmayado.

—Niño, niño... despierta.

Apenas logra abrir un poco los ojos después de un rato de estar intentado que despierte, preocupada de que pudiera tener una herida grave, pero solo perdió momentáneamente el conocimiento. 

Lo que sucede después no lo entiende ni él, el pequeño que en un intento de proteger a la única persona que se ha escuchado de una forma diferente a los demás. 

Ambos, sin previo aviso, desaparecen del lugar.

2

Y mientras eso sucedía, Aizawa estaba intentando lograr que sus dos hijos dejaran de correr por todo el lugar para bañarlos, pero él solo no está consiguiendo un buen resultado. No ve la hora para que llegue alguien, nunca nadie le avisó que tener mellizos sería tan desastroso al estar solo.

—Olvídense de sus juguetes, los tiraré —Deja a los dos niños en la sala bajo la atenta vigilancia de Ezra, que está cansando de escuchar sus gritos. 

Sube al segundo piso para cumplir la amenaza, pero Hikari grita y muy alto. Y ahora llora, Koichi solo se quedó quieto y se subió al sofá, como "buen niño". Aunque si fuera a cumplir la amenaza tardaría horas, muchas horas, en lograr eso. Gracias a Mic tienen una cantidad exagerada de juguetes...y aun así se pelean por un mismo juguete. 

Se regresa para agarrarla y que deje de llorar, está seguro que los vecinos deben estar tan hartos como él.  La toma en brazos, pero no deja de gritar.

—Ya, deja de gritar —Obedece y se abraza a él. 

Quizás no sea cariñoso como su mamá, pero le gusta, él los quiere. Lo sabe. Estando ahí, le muestra algunas imágenes de él, haciendo énfasis en el momento en que dijo lo de los juguetes. Aizawa solo suelta un ligero suspiro antes de tomar también a Koichi en brazos, mejor aprovechar que están quietos y cooperativos. 

Sube con ambos niños, los tres callados y con Ezra siguiéndolos de cerca. Es como un segundo cuidador, su favorito es Koichi porque no grita mucho y cuando lo acaricia es suave...a diferencia de su hermana que le hala las orejas. 

A los minutos, cuando él ya está bañando a ambos niños, llega Todoroki algo molesto.

—¿Necesita ayuda? 

—Busca ropa.

Todoroki obedece yéndose a la habitación de los mellizos. Desde hace dos meses viven con ellos, ¿por qué? Porque Sakura tiene un gran corazón y ellos no tenían donde estar, no después de haber tomado la decisión de vivir juntos...al menos provisionalmente. Aun así, a Aizawa no le molesta mientras no solo estén ocupando puesto. 

...

A la hora llega Midoriya, pálido, muy pálido. Y solo. 

Eso asusta a ambos hombres que estaban jugando con los niños, habían regado los bloques de construcción y armaban una pequeña ciudad entre los cuatros. 

—¿Izuku? —Todoroki se levanta para abrazar al joven, que desde hace bastante no lo veía así de asustado y preocupado. 

—O-Ocurrió algo....

—¿El qué? —Aizawa frunce el ceño, se puede hacer una idea cuando dice "ocurrió algo..."pero espera no sea lo que se le viene a la mente.

—S-Sakura-san....ella...desapareció...

Silencio. 

Los niños sienten la tensión y hasta cierto punto entienden lo que eso significa, aunque no hablen mucho...

—¿Papá...? —Koichi mira a su progenitor algo asustado, ¿eso significa que su mamá no regresará hoy a casa?

—La gente no desaparece.

Se podría cortar la tensión con un cuchillo, la noticia los ha puesto en tal estado que hasta Ezra parece preocupado.

—¡Y-Ya sé! Pero Kirishima dijo que ella desapareció, que cuando iban a ser atacada ella y el niño a su lado desaparecieron...incluso el hombre se quedó sorprendido... No sabemos que pudo haber pasado, se revisarán los registros de los niños del lugar para ver si alguno tenía una individualidad capaz de hacer eso, pero de momento nada —Baja la mirada, no sabe qué reacción tendrá su ex-profesor, aunque no espera algo expresivo, pero realmente nunca lo ha visto preocupado en exceso.

—Entiendo —Solo dice eso, especialmente porque los niños parecen a punto de llorar. Lo correcto es demostrarles que todo va a estar bien, y lo hará, porque Sakura no solo se irá dejando atrás a quienes la necesitan —. Vamos a dormir.

Koichi y Hikari aceptan irse ya, un momento a solas. 

Mientras que Midoriya se siente mal, él sabe lo que es que un padre falte y peor aun no saber nada él...y ese par de niños son más listos de lo que parecen. 

—Llamaré a All Might... —Se va hacia el teléfono de la cocina. Todoroki le permite eso, sabe que sus palabras no le llegarán en esos momentos, después de una charla con el ex-héroe número uno, podrán sentarse... 

Aun le falta mejorar cómo consolar a las personas. 

3

Cinco días sin señales de Sakura y cada vez es más complicado que los niños estén tranquilos, una mañana mientras recogía juguetes tirados al buscarlos los encontró en la puerta, esperando que esta se abriera. Y él se sentó junto a ellos y tuvieron una conversación. 

Una larga conversación. 

Pero otra vez están ahí, con los ojos llorosos y un peluche en brazos. Esos peluches que dicen los protegen de las pesadillas, los primeros que recibieron aun antes de nacer. Eraserhead y All Might... quizás está sea la parte más difícil de este suceso, ver a sus pequeños tan tristes. Él está seguro que Sakura volverá y puede soportar su ausencia, pero ellos no; ellos se han levantado preguntando por ella a mitad de la noche, porque saben que a veces regresa tarde y creen que estará volviendo a esa hora... 

Él lloró...los sentimientos de un niño son fuertes. Y Hikari es buena usando su individualidad, ella le comparte su sentir y la de Koichi, al parecer aprendió a dar y recibir... por eso casi no hablan, ni entre ellos...todo es mental.

Y ahora está sentado de nuevo, aun son vacaciones de primavera y por ende sin Sakura él debe estar a tiempo completo con ellos, aunque le gustaría estar investigando. Lo único que sabe es que ciertamente es debido a una individualidad de espacio y tiempo, pero nada más. 

—Papá... cuando mamá vuelva, ¿ya no se irá? —Koichi se sube a sus brazos, Hikari solo está sentada abrazando a All Might, pero pegada a él. 

—No, ya no se irá. ¿Sabes por qué? —Koichi niega y espera a la respuesta—. Te lo diré, pero no se lo digas a nadie —El pequeño asiente y Hikari presta atención a las palabras del mayor, guardando muy fuertemente la sonrisa desanimada de su papá—. Cuando mamá regrese trabajará conmigo en Yuuei. 

—¡Profesora! 

Dicho eso ellos parecen más tranquilo, aunque solo para lograr que se alejen de la puerta. 

Nunca pensó decir que extrañaría sus gritos a todas horas, y le está costando conseguir que jueguen, distraerlos de su tristeza. Lo último que quiere es que sus hijos caigan en depresión, así que incluso en la tarde ha planeado llevarlos a la escuela, debe ir a entregar su planificación anual para los alumnos de nuevo ingreso, y le parece que el viaje los refrescara a todos. 

No obstante, desea que Sakura vuelva ya. 

Y aquí el primer capítulo. No sé si les vaya a gustar la verdad, creo que este no es el inicio que todos esperarían. ¿o sí?

¿Qué les pareció? ¿Alguna opinión?

Gracias por leer♥