Judá abre los ojos deshorientado, no tiene ni la más mínima idea de dónde se encuentra, no sabe cómo es que llegó ahí y mucho menos recuerda lo que pasó ayer. Se levanta tambaleándose de un lado al otro mientras se toca la cabeza e intenta ordenar sus ideas. Lo único que recuerda es haber estado a punto de acostarse con una mujer de la que no recuerda el rostro, claro que está seguro que si se la lleva a encontrar la reconocerá pero por ahora eso no es importante.

—¿Dónde estoy?—comienza a observar todo a su alrededor—¿Que hago en el establo—dice frunciendo el ceño

Hadasa entra con una jarra llena de agua aún molesta por lo que su hermano le dije anoche

—Ten—le dice de mala manera—estoy segura que debes tener mucha sed

Judá extrañado toma lo su hermana le ofrece, ella nisiquiera lo mira a los ojos lo que desconcierta a Judá pero no le da tanta importancia solo se sirve y se toma el agua

—Gracias—le devuelve el vaso

—De nada

—¿Estás molesta?

Ese comentario hace que su furia aumente aún más

—No te contestaré como te mereces porque sé que estás arto de mí y quiero tener el más mínimo trato contigo

—¿Yo dije eso?

—Y no solo a mí también a Booz y espero que mínimo te disculpes con él por todo lo que dijiste anoche, prácticamente lo culpaste de tu suerte

—Nisiquiera me acuerdo de eso Hadasa y si lo dije fue porque seguro ustedes me provocaron

Hadasa iba a abrir la boca para decir algo pero en cierta parte el tenía razón, ella había entrado gritándole y acusándolo sin siquiera preguntarle cómo se sentía

—Disculpa pero—se sentó en una paca—me sentí traicionada no se que me pasó llegue gritándote y además me moleste al saber que te habías ido con esa mujer

Judá la observaba rápidamente

—¿Sabes quién es?

—No la conozco en sí pero la he visto—suspira—es romana Judá y la Torá nos prohíbe unirnos con alguien distinto a nosotros recuerdas que le pasó a Salomón el...

—¡Basta!—dice arto—yo no soy como ellos Hadasa ellos tenían todo y nosotros no tenemos nada, ¿Donde esta Dios?, ¡Dime!, Estamos eclavisados no tenemos libertad y tú crees que aún se preocupa por nosotros, eres una ilusa

Hadasa se lleva las manos a la boca perpleja

—Estas blasfemando—baja la mirada—si eres digno de ser un soldado—se aleja dejándolo solo

Avanza y queda sentado en el mismo lugar en el que Hadasa estaba antes. Levanta la mirada y observa a Booz parado en el humbral

—¿También vienes a pelear?

—No tengo ánimos de discutir con un blasfemo casi romano

Judá lo observa furioso

—Ayer me dijiste que te tengo arto— Judá iba a protestar—y me di cuenta que tú también me tienes arto a mi—dice sin piedad—te la has pasado los últimos días gritando y haciéndote el mártir y no es justo que Hadasa y yo paguemos por tus errores no se que habrás echo para que mi padre te obligue a tanto pero estoy seguro que te lo mereces así como estoy seguro que no te mereces el cariño de Hadasa—se sienta frente a él—siempre te ha querido más a ti que a mí y no es justo para ella todo lo que le has echo, solo espero el día en que se case y se vaya para que se aleje de ti, la has echo llorar más que cualquier hombre, la has echo renegar más que mis padres y eso tú—lo señala—no lo vez y cuando lo hagas será demasiado tarde

—Hermano...

—No quiero oírte Judá ya sé que eres la víctima solo vine porque mamá quiere que ambos haremos la tierra para poder trabajarla así que levanta tu trasero melancólico y ven a ayudarme

—¿No estás enojado?

—No, ya no quiero preocuparme por ti porque de ser así me la pasaré sufriendo siempre, ya estoy grande y debo empezar a ver por mí y por mi hermana porque a diferencia de ti yo si me preocupo por ella

—¿Me lo estás echando en cara?, Yo soy quien te ha cuidado toda la vida, me la he pasado velando por ti y protegiendote de todo, ¿O ya no te acuerdas quién te ayudaba cuando te metas en problemas?

—Tienes razón te debo mucho pero no me pidas que aguante tus cambios de humor que están más desarrollados que los de mi hermana cuando trae su período— salió de ahí avanzando a realizar lo que su madre le había pedido

Judá estaba molesto no se explicaba como ambos se habían puesto contra él y a la única persona a quién culpaba era a su padre, de no ser por el nada de esto estaría pasando.

Antes de que saliera, Booz se puso de nuevo delante de él

—¿Vienes a seguir reclamándome?—le dijo sin ánimos

—No, creo que yo haré el trabajo vino Augusto por ti, creo que van a practicar

Judá suspiró y se dirigió hacia donde estaba Augusto quién lo recibió con una gran sonrisa

—Miren quien está ahí—lo abrazó—que bueno que aceptaste mi propuesta y verás que nos divertiremos muchísimo

Judá le sonrió muy a fuerzas se notaba demasiado que era obligado a hacerlo

—¿Y esa cara?

—No es nada solo que he tenido problemas con mi familia por esto y no estoy con muchos ánimos

—Tranquilo, yo se que terminarán aceptandolo tarde o temprano

—Ya no me importa si lo hacen o no

—Bien, vamos

Ambos avanzaron hacia la casa del centurión Cornelio junto a otros chicos, iban jóvenes desde 12 hasta 29 años unos iban muy seguros de sí mismo y otros iban asustados, Judá era el único judío en ese lugar y a pesar de eso no estaba nervioso ni asustado

—Una cosita—le susurra Augusto—no menciones que eres judío

—Todos me conocen Augusto y saben lo que soy, no me avergüenzo de serlo

—Lose pero tal vez te molesten y cosas así y en ese caso tú no reaccionas de muy buena manera y podrían expulsarte

—Espeor que lo hagan

Augusto suelta una risita

—No creo que quieras salir de aquí tan pronto

—No te digo todo los problemas en los que me está metiendo está decisión, Hadasa y Booz me odian

—Hadasa—susurra perdido en sus pensamientos—es muy hermosa

—De lo que te perdiste por rechazarla, habríamos sido familia ¿O es que no quieres emparentar conmigo?

Augusto lanza una carcajada

—La abría aceptado de no haberme enamorado de alguien más y por supuesto que me habría gustado emparentar contigo y tu familia

Judá voltea sorprendido

—¿Estás enamorado?

—Ella no sabe que lo estoy pero te juro que nunca había visto una mujer más bella que ella es como una princesa de tierras lejanas bendecida por los dioses con tal belleza

—Eso lo dices porque estás enamorado de ella pero hay muchas mujeres hermosas,sin embargo nunca te había oído hablar de una así

—Con ella es diferente desde que la ví se metió en mi cabeza y debajo de mi piel afloro todos mis sentidos y me hipnotizado, yo haría cualquier cosa que ella me pidiera incluso si se tratara de morir

—Ya cállate—lo reprende Judá—me estás aburriendo con tu historia y además solo es cuestión de tiempo para que encuentres a alguien más hermosa y cambies de opinión

—¿Es que no me crees?

—Amigo te he visto meterte con cuánta mujer se te atraviesa y quieres que crea que estás enamorado, José qué clase de tonto crees que soy

—Te lo probaré una vez que me casé con ella y verás que todo lo que te he dicho hoy es cierto

Las puertas se abren y de ahí sale un soldado

—Pongan mucha atención—todos los muchachos permanecen rectos y ambas manos a los costados al oír las palabras de aquel soldado, excepto Judá quién mantiene una postura despreocupada y tranquila—de entre ustedes elegiremos a los más fuertes, tienen que resistir las pruebas que los llevarán a convertirse en soldados o que los harán quedar en vergüenza así que pongan atención y realicen todo lo que se les ordena

Comenzaron poniéndolos a trabajar en su físico con ejercicios un poco pesados viendo que resistencia tiene cada uno.Al final todos estaban cansados y sedientos

—Muy bien—llega el mismo soldado—al final del entrenamiento los elegidos deberán jurar lealtad y obediencia ante el Cónsul delante de los oficiales y tribunos, solo los mejores acenderan los demás regresarán a sus casas sin poder volver a anotarse para estar dentro de nuestras filas, terminarán de labradores, carpinteros o recaudadores de impuestos restándole honor a sus familias, ya están avisados

Salió dejando a todos los chicos aterrados para los romanos de clase media el honor de su familia es lo más importante porque gracias a él pueden acercarse a personas de alto rango, Judá no está preocupado su cara a diferencia de las demás refleja aburrimiento a él le da igual el honor de su familia de todas formas al ser un judío para los romanos su familia no es muy honorable y por lo que está ahí es para aumentar eso y agradar a su padre a pesar de no querer hacerlo.

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Por fin terminé jeje estoy tratando de hacer capítulos largos y de investigar mucho más acerca de esta época para que quede lo más apegado posible entonces por eso me estoy tardando, está historia apenas va iniciando aún faltan muchas cosas más y les prometo que ya casi se viene lo bueno, bye voten y comenten me encanta leerlos