Judá camina tambaleándose por las pequeñas calles de Jerusalén chocando con cuanta gente se le atraviesa y con una botella en la mano, balbucea cosas sin sentido y de repente suelta una que carcajada.

Una mujer de tez blanca y cabello negro como la noche lo observa detenidamente, Judá es un hombre atrayente del ángulo en que lo veas, algunas romanas dicen que fue bendecido por los dioses al otorgarle tal belleza y a la vez protegerlo al hacerlo judío e inmundo a los ojos de cualquiera de ellas, muchas han tratado de conquistarlo pero a pesar de todo el solo sale con judías, esta mujer es una romana que lo ha estado observando desde su llegada,quiere conseguirlo, lo desea con locura desde que lo vio.

-Esta noche serás completamente mío-sonrie para sí

Lo sigue silenciosamente cubriéndose entre las sombras para no ser vista ni reconocida por alguien

Judá gira de reojo y se da cuenta que lo están siguiendo lo que no logra decifrar es quién así que lo guía a una calle angosta y obscura cuando está a punto de llegar al final toma aquel sujeto por el cuello y lo acorrala en la pared, desenvaina sin espada y se la pone en el cuello para amenazarlo

-¿Quién eres?-dice molestó-o te degollare

La chica tiene la cara cubierta y ropa bastante vieja que no dejan ver sus encantantadoras facciones

-Creo que no sabes quién soy-dice seductoramente

-¿Eres una mujer?- Judá se aparta de ella

Ella comienza a descubrirse la cara y quitarse la ropa andrajosa dejando ver que vestía solamente con una falda larga y una blusa corta bastante reveladora

-Eres romana-dice algo angustiado, él estaba ebrio pero aún así era la mujer más hermosa que él había visto, su cara era tan blanca y detallada parecía una muñequita de porcelana

-Eso es malo-comienza a acercarse coquetamente

-Soy judío

-No lo digas cómo si fuera una disculpa cariño

-No lo dije por eso, podría disculparme de cualquier cosa menos de ser lo que soy

-Uhhh, así que eres celoso de tu pueblo

-Todos deberíamos de serlo, claro que estoy orgulloso de serlo y sin ofender creo que ustedes son algo de lo que yo no estaría orgulloso de ser

-¿Quién dijo que yo lo estaba?—aparte parte del cabello que le cae en los hombros

Judá se encoge de hombros, muy apenas logra enfocar bien a la muchacha que tiene enfrente

-En fin es hora de irme me están esperando

-Oh querido Elí, yo sé todo de ti, ¿Sabes porque?-pasa sus manos por su cuello-porque cuando algo me gusta le pongo especial atención

-Que directa-dice nervioso, incapaz de quitarla de encima de él-pero no eres mi tipo

-¿No te gustó?-finge ofenderse

-B,bueno-balbucea-eres atractiva pero como vuelvo a decir no eres mi tipo

-Pero te parezco atractiva-sonrie maliciosamente-y eso es suficiente

Se lanza a él besándolo apasionadamente sin darle tiempo de replicar algo, comienza a masajear sus brazos y a llenarlo de besos y caricias una tras otra sin dejarlo pensar siquiera en el problema en el que se estaba metiendo debido al alto contenido de alcohol en su cuerpo, Judá toma el control de la situación y la acorrala a la pared besando su cuello y poco a poco volviendo a sus labios, ella lanza pequeños suspiros está justo donde lo quiere y se llena de alegría al ver que no fue tan difícil seducirlo

-Espera-dice agitada-aqui no

Lo toma de la mano llevándolo a su casa, por lo que pudo notar Judá es una mujer romana de clase baja lo cual le sorprende ya que con su físico fácilmente podría engatuzar un romano viejo y acabado para volverse rica pero aúnn así vive mejor que un judío de clase alta.

Judá entra tambaleándose a la casa ella lo estiraba le yo para no hacer que él se fuera sin antes obtener lo que quiere

-No entiendo porque quieres estar conmigo si soy un pobre diablo-se queja

-Mi querido Judá-se sienta en su regazo-yo no quiero casarme ni comprometerme contigo, de ser así serías uno de los últimos hombres a los que elegiría pero para lo que tengo en mente no necesitas tener mucho dinero

Judá se quedó perplejo ante la sinceridad de la joven, ninguna mujer es tan directa como lo es ella y es eso una de las cosas que le llaman la atención, a pesar de estar borracho fácilmente podría negarse ante aquello que estaba por ocurrir pero le era imposible ante tan encantadora muchacha, nunca había visto una mujer con sus cualidades ni atributos y eso le hacía más difícil poder negarse

-¿No dices nada?

-No sé que decir, yo no soy la clase de hombre que no toma encerio a una mujer

-Vamos, ¿Me vas a decir que aún eres virgen?

Judá no respondió aquello su familia era muy muy apegada a lo mandamientos de la Torá y por lo tanto nunca había pasado la noche con una mujer, muchas se lo han intentado llevar a la cama y debido a la inteligencia de Judá no han podido o no habían podido hasta ahora

Ella se sorprende y se levanta de encima de él

-El hombre por el que muchas mujeres tanto romanas como judías se mueren por tener es virgen-se lleva las manos a la boca mientras suelta una risita-eso te hace ver aún más atractivo

-Lo dudo-se levanta-supongo que una mujer como tú ya ha pasado por muchos hombres

-¿Te afectaría en algo?

-De echo sí

-¿Quieres que sea solo para ti?-lo abraza

La respuesta de Judá era un total si

-No-se aleja asqueado

-No, no he estado con muchos hombres, solo con los que me llaman demasiado la atención-ella vuelve a tomarlo-pero te diré un secreto-se acerca a su oído-de todos a ti es a quien más he deseado, te observó hace mucho tiempo y es por quién más riesgo he corrido

Algo dentro de él sintió una alegría que nunca antes había sentido, probablemente nada de aquello era verdad pero justo ahora necesitaba escuchar algo bueno

-Yo sé que me deseas-le da pequeños besos cerca de la oreja-quieres estar conmigo así como yo quiero estar contigo-se pone frente a él-¿Lo vas a negar?

-No, pero-baja la mirada-esto no es correcto

-Ni tú ni yo podemos decidir, nuestros cuerpos lo piden y yo no estoy dispuesta a dejarte ir

Cuando menos lo espera están tumbados en el pequeño sofá de la casa, ella nota al instante la falta de experiencia de él y decide tomar el control, se pone encima de él pasando sus manos por todo su cuerpo y estimulandolo para que le sea más difícil resistirse, Judá suspira al sentir sus suaves dedos en su miembro a lo que ella sonríe victoriosa, continúa con su rutina sin dejarlo replicar o pensar en irse le arranca la camisa acariciando cada parte de su torso y besando aquel magestuoso abdomen. Judápoco a poco va tomando control de la situación simplemente siguiendo sus instintos ahora es él quien está sobre ella rasgando la blusa que tenía puesta ,besa cada parte de su cuello, pasando a sus pechos, los observa y ve lo hermosos que son, pasa sus manos por sus caderas y le desprende la falda dejándola completamente desnuda, roza poco a poco su femeneidad haciendo que levanté las caderas y se refuerza debajo de él deseando tenerlo dentro de ella, Judá comienza a sentir un fuerte dolor en su miembro, él también desea lo mismo que ella pero sabía que una vez que ella lo obtuviera la perdería para siempre por lo que continúa estimulandola

-Por favor-suplica ella empapada de sudor-solo hazlo

Judá ignora por completo aquellas súplicas y sigue lamiendo cada parte de ella y rozando su parte a propósito

- Por favor!!!!

El se detiene en seco, se levanta y toma su camisa, ella lo observa aún gimiendo

-¿Que pasa?-dice agitada

-Lo lamento linda, pero para lograr que yo me acueste contigo necesitas algo más que estímulos y exceso de alcohol

-¿Me vas a dejar así?-se sienta cubriéndose con una sábana

El sonríe ante la molestia de aquella chica ella pudo lograr que aquella noche pasará lo que ambos deseaban si hubiera estimulado más, Judá muy a penas se contuvo.

Se acerca a ella tomándole el rostro y estampando un beso en esos cálidos labios

-Debes esforzarte más-le acaricia la línea de la boca y sale de ahí riendo

El enojo de ella poco a poco de desvanece u se convierte en una sonrisa, él era justo como ella creía y eso le gustaba, ella amaba los retos u el era uno

-Esta noche-se acaricia-soñare contigo Judá-sonrie-solo contigo

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Booz sigue despierto esperando a su hermano, hace ya mucho que se fue y no ha regresado, está preocupado y lo que más le enoje es que él parece ser el único, escucha la puerta principal cerrarse y se dirige rápidamente ahí.

Se topa con un Judá borracho y con la ropa mal acomodada

-¿Estás bien?

-Mejor que nunca-sonrie dirigiéndose a su cuarto

-¿Donde estabas?

-No es de tu incumbencia

-Hermano que es lo que pasa contigo

Hadasa entra sin siquiera tocar furiosa y le suelta una cachetada a Judá quién nisiquiera se toca para sobarse solo la observa altanera mente

-¿Y ahora porque?

-¿PORQUE?,Como es posible que hayas accedido, me traicionaste

-No,no-se levanta moviendo los dedos-fue tu padre-la señala-quien me obligó

-Pudiste decir que no

-¡Claro que no tonta de ser así no estaría en esta situación, que no entiendes me tiene atado de manos y tú solo te dedicas a culparme, estoy arto Hadasa, arto de él, de ti-la señala-de ti-despues a Booz-De todos!

Ambos hermanos están asustados, Judá nunca le habías gritado ni dicho tal cosa.

-Estas tomado-susurra acercándose a él-y estuviste con una mujer

-¡¿Y?, Es mi vida y puedo hacer lo que yo quiera con ella ni tú ni nadie me habían a decir que hacer!

-Mi padre sí-replica Booz

-¡Mira tú cállate que es por tu culpa que estoy en este lío!

-¡Cállate Judá!-le grita Hadasa

-¿Porque?, Es culpa de él todo lo que está pasando, todo por él y lo único que hace es quejarse al igual que tú, estoy arto de ambos-sale del cuarto dirigiéndose al establo, ahí se acurruca y se queda dormido

Mientras tanto Booz y Hadasa se observan desconcertados hasta que ella se retira con lágrimas en los ojos dejando a Booz solo, este se sienta en la cama sin comprender nada ni siquiera sabe porque estaban peleando lo único que sabe es que su hermano está arto de él y de su hermana y qué tal vez se está volviendo loco y su padre sería el único culpable de aquello

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