Un velo negro acompañado de un soplido de viento cubrieron Jerusalén, la gente comenzó a resguardarse en sus casas y los soldados merodeaban las calles en busca de algún rebelde.

Booz daba vueltas en su cuarto preocupado porque su hermano no había regresado, los minutos parecían pasar cada vez más lentos y él no aparecía, quería salirse a buscarlo pero el miedo a ser encontrado fuera de su casa era más fuerte, él nunca fue un chico tan desobediente ni grotesco pero en este momento se debatía entre buscar a su hermano o quedarse ahí.

Por fin Judá entra por la puerta y Booz lo recibe con un abrazo

-¿Dónde estabas?- réplica angustiado

-Pensando-se separa de él y se dirige a su cama frotándose la cara

Booz corre rápidamente y se sienta mucho antes que él

-¿En qué?

-Nose

-Vamos Judá, sabes que puedes confiar en mí

Judá le lanza una tierna mirada

-Lose enano, pero- suspira-aveces hay cosas que uno prefiere guardarse para sí

-Pero entre nosotros nunca ha habido secretos hermano o al menos no de mi parte, ¿Qué hay de ti?-lo mira curioso

-No..bueno...lo normal

-¿Qué es lo normal?

-¿Porque me haces tantas preguntas?-extrañado se levanta mirando a Booz

-Porque hay algo que no me quieren decir, hace rato estuve platicando con Hadasa y se puso tensa y rara

Judá se rasca detrás de la cabeza

-Tal vez tiene...problemas de chica

-Sabria que pondrías cualquier excusa pero jamás pensé que meterías la menstruación de mi hermana cómo una

-No la estoy poniendo como excusa solo estoy tratando de justificar su comportamiento y no digas esa palabra

-¿Cuál?.. menstruación

-Sí, lo dices cómo si dijeras una palabra normal

-Es que no tiene nada de malo

-Sí pero es raro

-Nose supone que eres el mayor y deberías verla normal

-¿Porque estamos discutiendo sobre esto ?,es absurdo

-No lo se

-Bien si me disculpas me voy a dormir estoy cansado-se sienta en su cama y le hace señas a su hermano de que se retire de ahí

-Eres un tramposo

Judá suelta una carcajada y se acomoda para dormir

-Tú estás buscando secretos donde no los hay

Bolz se vuelve a sentar pero esta vez cerca de la cabeza de su hermano para mirarle directo a los ojos

-¿Hay algo mal en mi?

-¿Qué-dice sorprendido

-Sí, una enfermedad, soy adoptado-se lleva las manos a la boca-soy un romano

-No,no y... Si lo fueras yo te odiaria lo cual no es el caso pero si sigues interrumpiendo mi sueño lo haré

-¿Estás seguro?

-De que seas normal...no...estás medio mal de la cabeza-le toca la frente-ya tienes alucinaciones

Booz se las aparta bruscamente

-Hablo enserio

-Yo también, ahora duérmete y deja de pensar burradas

Judá se gira y cierra los ojos, Booz suspira y se levanta de la de la cama de su hermano para dirigirse a la suya, tal vez es cierto y solo sea una alucinación suya, ¿Porque sus hermanos querrían ocultarle algo?

🗡️

El sol comenzó a asomarse con pequeños rayos de luz que poco a poco cubrían aquel velo negro en Jerusalén

Judá se levanta antes que Booz y va al establo, se queda observando un rato los caballos pensando en aquel día, aquel recuerdo lo consumía poco a poco sabía que había sido su culpa, sabía que no podría escapar de ello nunca y que eso lo perseguiria hasta el final de sus días.

"No subas ahí, te vas a caer" esas fueron las palabras de Judá antes de que pasará lo que pasó, revivía ese recuerdo una y otra vez

-No fue tu culpa-una tierna voz lo regresa a la realidad

-Sabes que si lo fue

-Eras un niño

-Pero yo debía cuidarlos..yo-Hadasa pasa su mano alrededor del brazo de su hermano y se acurruca en su hombro

-Debes olvidarlo e intentar dejar más libre a Booz

-¿De qué hablas?

-Creó que lo sobreproteges, lo cuidas demasiado y ya no es un niño, sabe cuidarse solo y no siempre estarás ahí para él

-¿De eso hablaron ayer?

-Sí, sospecha que ocultamos algo debido al trato que le damos

-Él no puede saberlo, creerá que soy un monstruo y me odiara-alega triste-con el odio de mi padre es suficiente

-No te odia

Judá se suelta de su hermana y se toca la barbilla

-Claro que sí, lo veo en sus ojos cada vez que me mirá, su desaprobación, sus regaños, su falta de cariño hacia mí me confirman eso, él nunca olvidará lo que pasó, nunca me perdonará aunque diga que lo hizo

-Él es así con todos..

-No es así contigo ni tampoco con Booz

-Juda...

-¿Qué hacen aquí?, los estaba buscando-la interrumpe Booz-y esas caras

Judá se va de mala manera de ahí mientras Hadasa lo ve alejarse con melancolía

-¿Qué pasa?

-Nada

-¿Qué le dijiste?

-Nada

-¿Porque no quieres decirme?

-¡Basta!-dice arta de preguntas-¡Son cosas entre Judá y yo, cosas que no son de tu incumbencia!

Se aleja dejando a Booz aturdido y confundido, nunca había visto a sus hermanos tan mal. Se dirige a la cocina callado y abatido

-¿Te sirvo?-le dice su madre

-Sí-se sienta frente a la mesa

Su madre le sirve un plato de lentejas que deja justo enfrente de él, sin embargo este parece no haberse dado cuenta

-¿Estás bien?-dice preocupada

-Sí, solo-se queda observando el plato-¿Mis hermanos están ocultando me algo?

-No que yo sepa

-Yo sé que hay algo que no me quieren decir

-Hadasa me dijo que quieres que empiecen a tratarte como adulto y debes respetar las cosas de tus hermanos si hay algo que no quieren contarte debe ser por tu propio bien o debe ser algo que no te incumbe

Se queda callado tomando una probada de aquello, no dijo nada más hasta que terminó de comer

-¿A dónde vas?- agrego su madre viendo que salía con mucha prisa

-A buscar a Judá

-Hijo-le hace señas para atraerlo hacia ella-se supone que como adulto no debes estar detrás de Judá todo el tiempo, debes dejarlo un momento, mejor lleva a las ovejas a pastar, será tu nueva tarea como adulto

Booz la mira intentando negarse con la mirada. Al final obedece a su madre y sale a llevar a las ovejas al campo. Observa a lo lejos un árbol con buena sombre y se acerca para cubrirse el sol, se recarga en el tronco de este mientras observa a las ovejas, todo esta bastante tranquilo, siente la brisa del viento en su rostro y observa un paisaje hermoso, el camino hacia la hermosa ciudad de Jerusalén espera con ansias el día de la Pascua para ir ahí, con suerte de grande pueda vivir allá.

Vibraciones comienzan a sentirse proceder del suelo, levanta la mirada y observa un pelotón de soldados romanos acercándose hacia él, rápidamente se levanta con cada paso que dan se le acelera el corazón

"No tengas miedo" se decía a sí mismo para tranquilizarse

-¿Has visto algo raro aquí niño?-malorado le pregunta el centurión

-n...no-responde asustado

-Bien-mira a sus soldados-sigan-estos le obedecen

-¿Tú nombre?

-Boiz

-Bien, Booz, sigue y has como si nunca nos hubieras visto

Lo mira retirarse, poco a poco sí pulso comienza a normalizarse pero su curiosidad es grande así que cuidadoso sigue al romano dejando solas a las ovejas.

-Malditas alimañas-escucha gritar

Sigiloso se oculta entre las ramas

-Creían que iban a escapar de nosotros-se ríe otro

-Le juro que no se de que están hablando-dice uno de los dos hombres que tienen amarrados en el suelo como animales

-Él no tiene nada que ver, fui yo, solamente yo

-Mmmm-lo observa un romano-lo proteges-de agacha a la altura de sus ojos-¿Porqué?

El hombre ignora la pregunta e intenta mostrar cualquier clase de mirada con el muchacho que tiene al lado

-Aaaa- sonríe el romano-¿Es tu familiar?

No recibe respuesta de ninguno

-¡Responde!-apubta con la espada al muchacho

-Es mi hijo-susurra

-¿Qué?

-¡Es mi hijo!

Sonríe, mientras los demás soldados se burlan

-Por favor-suplica-es solo un muchacho

-Debieron pensar eso antes de atacarnos

-¡Solo fui yo!-intento soltarse a lo que recibió una bofetada

Él soldado da la señal, degollan al muchacho, Booz se cubre rápidamente la cara para no ver esa aberración

-¡Son unos malditos!-grita y se sacude el hombre

-Para que aprendas-se agacha-a no meterte con nosotros-encaja sus dedos en los ojos ajenos mientras el hombre grita y se mueve frenéticamente.

Booz intenta suprimir un grito cuando ve al hombre un líquido rojo sale de dónde antes eran sus ojos

-Vamos-lo estiran haciendo que caiga-debes hablar con Pilato antes de morir

Booz observa cómo se lo llevan, dentro de él algo surge, un odio que antes no conocía y la impotencia de no poder hacer nada nunca había visto de cerca la tiranía de los romanos y ahora que lo hizo no se someterá a ella así tenga que morir por ello.

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Bueno este es el siguiente capítulo espero que les guste y lo hayan disfrutado ahora sí se viene lo bueno, voten y comenten díganme qué les pareció.