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xiv.

6 MESES, ESE ERA EL TIEMPO EXACTO QUE HABÍA PASADO DESDE QUE CECILY GANÓ LOS 71° JUEGOS DEL HAMBRE. 6 meses de aparente "paz" en el Distrito 9 tras haber sido coronada como vencedora. La primera vez que se despertó se encontraba en una sala médica blanca sin ningún rasguño o herida física, su mente en cambio... Eso era otro asunto muy diferente. Haber visto la repetición de los Juegos la había terminado de destrozar por dentro, ver todos esos detalles, escenas de otros tributos matando e intentando sobrevivir en vano y a ella misma hacían que se sintiera mal consigo misma.

Sabía que era culpa del presidente Snow que todos esos niños hubieran muerto pero le era imposible no sentirse culpable, al final del día ella estaba viva y los otros 23 tributos no. 23 adolescentes que tenían nombres y apellidos, familia, amigos... No era justo y a pesar de recibir tantas felicitaciones por su "victoria", Cecily no se sentía una ganadora, solamente una superviviente.

Todos sus esfuerzos fueron para intentar no llorar delante de las entrevistas que tuvo esa semana pero tanta angustia acabó saliendo cuando fue recibida del tren en su Distrito por toda su familia. Sus padres estaban abrazados con los ojos llorosos cuando la vieron salir del vagón y su Alfie infló su pecho lleno de orgullo al ver que lo había logrado. Su abuela en cambio solamente portaba una pequeña sonrisa seguramente sabiendo cómo debería de sentirse su nieta. Y Gendry, oh el pequeño, echó a correr en su dirección en cuanto la vio gritando su nombre y la abrazó entre lágrimas y sollozos. Era como el día de la Cosecha, pero esta vez la tristeza había sido sustituida por felicidad.

El niño había hecho una corona de margaritas que colocó en la cabeza de su hermana mientras esta le limpiaba el rostro de lágrimas y expresaba lo mucho que le había extrañado. Toda persona del Distrito 9 se acercaba a felicitarla y darle las gracias ya que, a sus ojos no solo había ganado su vida sino también una gran suma de dinero y alimentos para todo el Distrito por parte del Capitolio.

En un primer momento Cecily no pensó en irse a vivir a la Aldea de los Vencedores, no se sentía como su hogar y los miembros de su familia preferían seguir viviendo en su casa antes de estar en una que había sido dada por el presidente Snow en esas circunstancias. Pero entonces la primera noche llegó y con ella las pesadillas, durante días se despertaba en mitad de la noche entre gritos y lloros alarmando a sus familiares. Decidió comenzar a tomar medicación del Capitolio para dormir mejor pero eso solo hacía que de día se sintiera peor físicamente, con cansancio y fatiga. Así que tras un mes acabó ella sola en una preciosa casa solitaria en la Aldea de los Vencedores, de esa manera no molestaría a nadie.

Las pesadillas sin duda no eran lo peor, la culpa que sentía en su interior cada vez que pasaba delante de la casa de los padres de Brett... Eso sí era horrible. Agatha y Fred también habían tratado de ayudarla, diciendo que habían pasado por lo mismo y, aunque fuera imposible acabar con esta, la culpa poco a poco disminuiría aunque nunca la abandonara. Medio año había pasado y para recordar los Juegos del Hambre se realizaba todos los años la Gira de la Victoria. Cecily junto a su equipo de preparación, mentores y escolta viajarían por todo Panem haciendo paradas en todos los Distritos conmemorando a los tributos caídos y alabando al Capitolio.

En resumidas cuentas, hacer y decir exactamente lo que el presidente quisiera para no meterse en ningún problema y mantener contentos y calmados a todos. La muchacha se decía a sí misma que ya había actuado antes y después de los Juegos y sería lo mismo, pero ponerse cara a cara frente a las familias de todos los muertos era mucho más difícil que fingir una risa ante un chiste malo de Caesar.

Durante días la rubia se había mantenido encerrada en la casa de la aldea a solas con su mente y pensamientos, negándose a salir. Nunca le había gustado pedir ayuda y creía poder superarlo ella sola algún día, pero no se sentía mejor. Sus padres y sus ahora compañeros en mentoría trataban de hacerle hablar y expresarse sin éxito, hasta que un día el pequeño de la familia apareció en su puerta pidiendo ( más bien exigiendo ) que diera un paseo con él.

Si había alguien que pudiera conseguir lo que quisiera de Cecily, ese era su hermanito Gendry. Era tan inocente como lo había sido ella antes de ser cosechada para los Juegos y lo único que la mantenía cuerda era el sentimiento de protegerlo de cualquier mal, a él y a toda su familia. Ahora ella era un pieza del juego del Capitolio y si jugaba mal sus jugadas los que sufrirán serán sus seres queridos.

Los amplios campos de trigo parecían desconocidos para la adolescente, era extraño pasear mientras otros hacían el trabajo tan duro que ella había realizado durante tanto tiempo y que ahora, por haber ganado los Juegos del Hambre, solamente realizaba su hermano mayor por orgullo al no querer aceptar el dinero que le daban los monstruos del Capitolio. Cualquiera pensaría que con el tiempo Cecily se acostumbraría a las miradas no muy discretas que le lanzaba la gente, pero no era así. La incomodaban mucho y hacía todo lo posible para ignorar a todas las personas que la miraban con pena, ella ya sabía que habían destrozado a la niña que era y ahora solo quedaban los restos rotos, no hacía falta que cada persona y mirada se lo recordara.

Gendry, que se había mantenido en silencio durante todo el camino, miró hacia arriba para observar a su hermana mayor. Puede que todo el mundo pensara que por ser pequeño no se enteraba de nada, pero no era así. Él solamente había visto el desfile de tributos y las entrevistas puesto que no le habían permitido ver los Juegos en su casa, y como el colegio se suspendía el tiempo que durasen estos, solamente le permitían jugar o pintar en su cuarto y salir a dar paseos acompañado. Pero una noche que iba a la cocina para beber un vaso de agua pudo ver desde la puerta entreabierta la sala de estar a oscuras iluminada por el holograma de la televisión mostrando a su hermana, a su protectora y ejemplo a seguir llena de sangre acurrucada en una esquina sollozando con lágrimas en sus ojos rojos.

Esa era una imagen que nunca olvidaría en su vida, sabía que le habían hecho mucho daño a Cecily pero también era consciente que para estar junto a él tuvo que hacer cosas malas según contaban unos niños de su escuela.

―Cecy, ¿cuándo tienes que volver a irte?

―Me voy de viaje mañana y durará un poco, pero volveré a casa en cuanto pueda.

La cara del niño se volvió en un puchero con las mejillas infladas que causó ternura en la mayor. Paró de caminar para arrodillarse en el suelo sin importarle que se manchara su pantalón y ponerse a la altura de su hermano.

―Ey, cuando quieras darte cuenta ya estaré de vuelta y podremos ir a por flores para la abuela. Incluso te puedo llevar al lago que hay a las afueras del Distrito con Alfie para nadar y hacer un pícnic si te portas bien mientras no estoy, ¿vale?

―¡Está bien! Tengo unas monedas guardadas que la abuela me ha ido dando, puede que no me dé para comprar una tarta pero a lo mejor si sigo ahorrando puedo comprar un pastelito de los que tienen una montañita de chocolate encima. Habría que cortarlo para repartirlo pero no me importa compartirlo con mi familia, ¡será el mejor pícnic de la historia!

Las cosas tenían que ir bien, se dijo a sí misma Cecily, por el bien de su salud mental tenía que ser así. No sabía que iba a hacer si no era así. Lo peor ya había pasado, ¿no?

Ojalá fuera así, Cecily Demeter se había adentrado en el infierno y no había indicios de que fuera a escapar de él pronto. Estaba subida en un tren del cual solo uno podía bajarse muriendo.







¡Empezamos el segundo acto! Siento muchísimo haber tardado tanto en actualizar capítulo pero he estado muy ocupada con mis estudios y sin inspiración. Pero finalmente me he decidí por terminar este capítulo que tenía a medias y espero que os guste mucho.

En este primer capítulo después de los Juegos se ve por encima un poco como ha sido la vuelta a casa de Cecily y cómo se siente ella. Este acto voy a dedicarlo sobre todo a explorar cómo es la vida después de ganar los Juegos, será bastante sentimental y habrá personajes nuevos y más conocimiento de otros, especialmente la familia Demeter.

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