Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

00

Gunwook recuerda la primera vez que vió a Matthew. Era una tarde lluviosa en la ciudad mientras patrullaba las calles como de costumbre. Todo parecía tranquilo hasta que un estruendo ensordecedor resonó en el aire. Mirando a lo lejos, vio una columna de humo y chispas, seguido del sonido inconfundible de un tren frenando bruscamente. Sin perder un segundo, Gunwook se lanzó al aire, balanceándose con sus telarañas hacia la estación de tren más cercana.

Al llegar, vio que uno de los vagones del tren se había desviado de las vías, colgando peligrosamente sobre un puente. Sin pensarlo dos veces, Gunwook se lanzó al rescate. Se movió rápidamente, usando sus telarañas para asegurar el vagón y detener su caída.

—¡Todo va a estar bien! -gritó mientras se aferraba al tren—. ¡Voy a sacarlos de aquí!

Se movió con rapidez y precisión, sacando a los pasajeros uno por uno y llevándolos a un lugar seguro. Mientras ayudaba a una mujer mayor, sus ojos se encontraron brevemente con los de un chico que estaba sentado cerca del final del vagón. El joven tenía el cabello rubio y un rostro que, incluso en medio del caos, era sereno y hermoso. Gunwook se sintió momentáneamente desconcertado por la calma que emanaba, pero no tuvo tiempo de detenerse a pensar. Su prioridad era asegurar que todos estuvieran a salvo.

Una vez que el último pasajero estuvo a salvo en el suelo, Gunwook suspiró aliviado. La operación había sido un éxito, y nadie había resultado herido. Mientras la policía y los paramédicos se ocupaban de los pasajeros, Gunwook se quedó en la distancia, observando para asegurarse de que todo estuviera bajo control. Fue entonces cuando volvió a ver al joven rubio, quien estaba de pie junto a un grupo de personas, claramente sin heridas pero con una expresión pensativa.

Gunwook no pudo evitar notar lo lindo que era. Había algo en su rostro, una mezcla de gratitud y curiosidad, que hizo que Gunwook quisiera acercarse y hablar con él. Pero el deber era lo primero, y había muchas cosas que hacer. Se aseguró de que todos estuvieran bien atendidos y luego se dispuso a marcharse, como siempre lo hacía después de un rescate.

Mientras se alejaba, no pudo evitar mirar una vez más al chico. Sus miradas se cruzaron por un breve momento, y Gunwook sintió un extraño nudo en el estómago. Había algo en esos ojos que lo intrigaba, algo que le decía que había más detrás de ese hermoso rostro. Pero antes de que pudiera hacer algo, se alejó, desapareciendo entre los edificios con la ayuda de sus telarañas.

Esa noche, mientras se colgaba en lo alto de un rascacielos, Gunwook no pudo dejar de pensar en el joven del tren. No había tenido la oportunidad de hablar con él, pero su imagen seguía presente en su mente. Sabía que era poco probable que volviera a verlo, pero una parte de él esperaba que el destino los reuniera nuevamente.

Era algo inesperado, había encontrado un rostro que no podía olvidar. Aún cuando veía las caras de muchas personas diariamente y normalmente las dejaba atrás con rapidez.

La segunda vez que vió a Matthew había sido un día tranquilo hasta que escuchó la alarma de un banco sonar a lo lejos. No tardó en llegar al lugar, donde encontró a un grupo de criminales, armados y claramente bien organizados que intentaban asaltar el banco.

Gunwook saltó hacia el frente del edificio, desarmando a uno de los ladrones con un ágil movimiento de su telaraña. Los otros se giraron hacia él, pero Gunwook ya estaba en movimiento, esquivando balas y desarmando a los atacantes con una destreza impresionante. Con cada golpe y movimiento, se aseguraba de no lastimar a nadie innecesariamente, utilizando su agilidad para neutralizar la amenaza sin causar daños colaterales.

En medio de la pelea, Gunwook notó a un joven entre los rehenes, acurrucado detrás de un escritorio. Su cabello rubio y su rostro familiar llamaron su atención de inmediato. Era él, el chico del tren, el mismo que había rescatado días antes. Gunwook sintió un extraño nudo en el estómago al verlo nuevamente. Esta vez, estaba más cerca, y podía ver con mayor claridad lo hermoso que era.

Con un último movimiento, Gunwook neutralizó al líder de los ladrones, dejándolo atado con su telaraña. La policía ya estaba en camino, y los rehenes comenzaron a levantarse, agradeciendo a Spiderman por su rápida intervención. Gunwook se quedó un momento, mirando a su alrededor para asegurarse de que todos estuvieran bien.

Fue entonces cuando sus ojos se encontraron con los del joven rubio. Durante un instante, el tiempo pareció detenerse. Gunwook notó la mezcla de alivio y curiosidad en los ojos del joven, y no pudo evitar sentir una extraña conexión. No dijo nada, pero en su mente reconoció esa sensación. Era la misma que había sentido en el tren.

Gunwook asintió levemente, como un gesto de reconocimiento, antes de girarse para marcharse. Había cumplido con su deber y los criminales estaban detenidos, pero algo dentro de él se resistía a dejar el lugar. Quería acercarse, hablar con él, tal vez incluso preguntar su nombre. Pero sabía que no era el momento ni el lugar para eso.

Mientras se alejaba, subiendo por los edificios con la ayuda de sus telarañas, Gunwook no pudo evitar una vez más mirar hacia atrás. Ahí estaba él, mirándolo partir, con una expresión que Gunwook no pudo descifrar del todo. Pero lo que sí sabía era que esa cara, esos ojos y esa calma inexplicable eran algo que no olvidaría fácilmente.

La tercera vez que vió a Matthew no fue tan diferente a las anteriores. El factor peligro parecía ser una constante en sus encuentros.

Su sentido arácnido se activó de repente, Gunwook tuvo que salir a la mitad de un examen solo para encontrarse a un villano con poderes sobrehumanos que lanzaba bolas de fuego y destruía todo a su paso. Gunwook sabía que debía actuar rápido. Se cambió el traje, y con movimientos ágiles y precisos, comenzó a enfrentarse al villano, usando sus telarañas y su agilidad para esquivar los ataques y mantener a los civiles a salvo.

Sin embargo, a pesar de sus mejores esfuerzos, el villano logró acorralarlo. Gunwook estaba atrapado contra una pared, con el villano acercándose, listo para lanzar un ataque final. Por un momento, todo pareció perdido. La mente de Gunwook trabajaba a toda velocidad, buscando una salida, pero el calor del fuego y la presencia imponente del villano lo mantenían en jaque.

Justo en ese momento, una voz. irrumpió en el aire. —¡Hey tú, imbécil! —Gunwook se giró hacia el sonido, incrédulo. Allí, parado en medio del caos, estaba el joven del tren. Su rostro mostraba una mezcla de valentía y nerviosismo, pero sus ojos estaban fijos en el villano.

El villano, sorprendido por la interrupción, se volvió hacia Matthew con una sonrisa cruel. —¿Quién demonios eres tú para interrumpirme? —gruñó, alzando una mano envuelta en llamas.

El rubio tragó saliva, pero no se movió. —Solo alguien que no soporta ver imbéciles como tú.

La distracción fue suficiente. Gunwook aprovechó el momento de desconcierto del villano y, con un rápido movimiento, lanzó una red que envolvió al villano, inmovilizándolo. Sin perder un segundo, corrió hacia él, lanzando un golpe directo que lo dejó inconsciente. El fuego se apagó, y finalmente pudo calmarse.

Gunwook se giró hacia el joven, pero entonces vio algo que lo dejó helado. Una viga, debilitada por el fuego, se desplomaba hacia el rubio, que aún estaba de pie, intentando recuperar el aliento. Sin pensarlo, Gunwook lanzó una red hacia él chico y lo jaló hacia él, sacándolo del camino justo a tiempo. La viga cayó con un estruendo, pero él estaba a salvo, atrapado entre los brazos de Gunwook.

Por un momento, todo quedó en silencio. Los ojos de Gunwook se encontraron con los del otro. Había preocupación y alivio en esos ojos, y algo más, algo que Gunwook no pudo identificar. Sentía su corazón acelerado, no solo por la adrenalina del combate, sino también por la cercanía entre ellos.

El desconocido, aún jadeando, le sonrió. —Gracias —murmuró, con una voz suave. Gunwook asintió, aún sosteniéndolo.

—No fue nada —respondió, con una voz un poco ronca. El rubio lo miró, y por un momento, el tiempo pareció detenerse.

Gunwook, aún sintiendo la calidez del joven contra él, se dio cuenta de lo mucho que se había arriesgado al enfrentarse al villano. No solo había puesto su vida en peligro, sino que también había sido increíblemente valiente al intervenir sin poderes ni habilidades especiales, tenía un coraje que Gunwook no podía ignorar.

—Deberías tener más cuidado —dijo Gunwook finalmente, ayudándolo a ponerse de pie. —Podrías haberte lastimado.

Él sonrió, una sonrisa que iluminó su rostro. —No podía quedarme sin hacer nada —respondió. —No cuando tú estabas en problemas.

Gunwook no pudo evitar sonreír ante esa respuesta. Había algo en él que lo hacía especial, algo más allá de su valentía y su rostro hermoso.

Después de asegurarse de que estaba a salvo y sin heridas, Gunwook, se preparó para irse. Se ajustó la máscara, mirando a su alrededor para asegurarse de que la situación estuviera completamente bajo control. Había sido una noche intensa, y estaba ansioso por regresar a su vida normal, aunque fuera por un rato.

Mientras daba un paso atrás, listo para lanzar una telaraña y desaparecer entre los edificios, sintió una mano que lo detenía suavemente por el brazo. Sorprendido, se giró y se encontró con esos ojos cautivadores, que lo miraban con una mezcla de timidez y determinación.

—Espera —dijo, con una voz un poco temblorosa. —Antes de que te vayas... quería agradecerte por todo lo que has hecho. No solo esta noche, sino también por... ya sabes, las otras veces.

Gunwook asintió, eso lo había tomado por sorpresa. —No es necesario agradecerme. Solo estoy haciendo mi trabajo.

Él rubio sonrió, y Gunwook notó un leve rubor en sus mejillas. —Sé que esto puede sonar raro, pero... ¿puedo tener tu número? No es algo que haga todos los días, pero me gustaría poder agradecerte adecuadamente. Y, bueno, tal vez podamos hablar alguna vez, fuera de todo esto.

Gunwook sintió que se sonrojaba bajo la máscara. Era una situación inesperada, una que no había previsto. Por un momento, casi estuvo a punto de darle su número, encantado por su sinceridad y su belleza. Pero entonces recordó quién era y qué significaba su vida como héroe. Su identidad debía permanecer en secreto para proteger a aquellos que le importaban y para poder seguir haciendo su trabajo sin poner en peligro a los demás.

Tomó una respiración profunda, tratando de mantener la compostura. —Lo siento... —dijo, con un tono suave pero firme. —No puedo darte mi número, es... complicado.

El chico asintió, aunque Gunwook pudo ver la decepción en sus ojos. —Lo entiendo —respondió, tratando de ocultar su desilusión con una sonrisa forzada. —Aún así, gracias por todo. Realmente lo aprecio.

Gunwook le dio una última mirada, tratando de grabarlo en su memoria, con su cabello despeinado y esa expresión de agradecimiento mezclada con tristeza. —Cuídate —fue todo lo que pudo decir antes de lanzar una telaraña y elevarse hacia el cielo nocturno.

—¡Mi nombre es Matthew!

Gunwook detuvo su balanceo, miró hacía abajo, él estaba de pie, mirando hacia arriba con una sonrisa que iluminaba su rostro. Incluso a esa distancia, Gunwook podía ver la alegría y la calidez en su expresión.

Matthew. Ahora tenía un nombre para el rostro que había ocupado sus pensamientos más de lo que le gustaría admitir.

Por un momento, Gunwook se quedó en silencio, procesando lo que acababa de escuchar. Luego, con una sonrisa que sabía que Matthew no podría ver pero que sentía profundamente, le gritó de vuelta, su voz cortando el aire nocturno.

—¡Lo recordaré, Matthew!

Con un último vistazo hacia abajo, Gunwook se lanzó hacia el siguiente edificio, desapareciendo entre las sombras de la ciudad. Mientras se balanceaba entre los rascacielos, no podía evitar sentir una extraña sensación de calidez. Ahora tenía un nombre para ese chico que siempre parecía estar en el lugar incorrecto en el momento incorrecto.

Gunwook se permitió sonreír detrás de su máscara, sabiendo que, de alguna manera, este chico había dejado una fuerte impresión en él.

𑁍 𑁍 𑁍 𑁍 𑁍

otro fic porque nunca es suficiente mattparkz!

esto estaba programado para publicarse hoy, entonces me sorprendí al ver que hoy también se subió el film donde Matthew es tipo Spiderman?

bueno, síganme y voten<3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro