✗|El invierno ya estaba ahí y a Jake no le gustaba. Las hojas de diversas
tonalidades en el suelo, los árboles
desnudos, el cielo usualmente gris, el
viento que solía resoplar con fuerza, los amaneceres tardíos y los anocheres diligentes: todo parecía indicarlo.

Se levantó de su cama pesadamente,
abriendo sus ojos para toparse con la
penumbra de su habitación. Se había
quedado dormido toda la tarde sin
querer y le dolía la cabeza ligeramente,
por esa razón, palpó la mesita de noche
cerca de él, buscando por su celular
para ver la hora y cuando lo encontró,
lo atrajo a sí mismo para encender la
pantalla y tratar de acostumbrar sus
ojos a la luminiscencia con un frunzo
de ceño. Sin embargo, en el instante
que levantó su mirada, con la luz de su
aparato iluminando toda su habitación,
pudo atisbar a Jungwon observando por su ventana desde la otra esquina de la habitación.

El más alto no esperaba verlo ahi, pero
tampoco le sorprendía. Se dirigió hacia él lentamente y al escuchar el crujido que hizo la cama al pararse, Jungwon le dedicó unos segundos en donde toda su atenciónn se enfocó en él, antes de volver a la ventana. Entonces Jake se tumbó a su lado del sillón, en pleno silencio y sosiego, esperando a que el menor dijera algo.

Pero él no dijo nada. No sabía qué
decir ni cómo empezar. Su novio lo
estaba mirando vacilante, dudoso,
en el callado e incómodo momento
que ambos estaban compartiendo. La
forma en la que lo estaba mirando a los
ojos le parecía bastante intimidante y
Jungwon no tenía coraje, al menos no
para romperle el corazón. Por eso se lo
había estado ocultando todos esos días,
cuando llegaba a casa y las manos de
Jake encontraban las suyas, que eran
diminutas en comparación, y besaba sus mejillas mientras le decía que lo amaba.

Es posible que su novio probablemente
se hiciera la idea de que ya no lo amaba, seguro era por eso la mirada con el miedo que le estaba dedicando. En esa reserva de palabras, no había nada que decir, pues ninguna cabía: la oración que había que formular era demasiado grande y las palabras quedaban muy pequeñas. No quería ver al mayor llorar ni arruinarle su primera noche de sábado libre en mucho tiempo, porque aunque seguramente lo viese llorando por él, su
corazón no le doleríay no le diría un "lo
siento, perdóname" sincero. Jake era más del tipo de culparse a sí mismo por
la situación actual y pedirle perdón a él, lo cual odiaba porque lo hacía sentirse mucho más responsable y causante.

Entonces prefirió mantener sus labios
sellados, viéndolo con los ojos más fríos
y vacíos que le había dado en un tiempo. Jungwon era como el invierno, así de intenso cuando hay tormentas de nieves, pero también tan sereno como la vista de todo cubierto de blanco cuando abres la ventana por la mañana y amarlo quemaba tanto como lo quemaba el tocar las cosas congeladas.

Y a Jake no le gustaba el invierno,
porque supuestamente era un tiempo
donde había tanto amor que lo podías
agarrar con las manos, donde podías
acurrucarte en cama junto a la persona
que amas, donde serenamente miras
por la vetana tomando té de jenjibre
y donde, escencialmente, no sentías
otra cosa que no fuese calidez aunque
afuera esté la temperatura bajo cero,
pero para él los inviernos nunca habían
sido de esa forma y ahora que ve a
Jungwon levantarse de su lado y salir de la habitación, confirma afligido que los inviernos, al igual que Jungwon, nunca fueron hechos para él.

✗

Gracias a BAEKBYUNS por dejarme adaptar tu one shot💞

Espero que les haya gustado </3