odiaba las bodas de su padre.

especialmente por el simple hecho de que su padre ya llevaba siete bodas desde que su madre murió.

y sospecha que es la única mujer que su padre ha amado.

a pesar de haber sido un imbécil al engañarla.

eso no fue el mejor ejemplo de amor.

y estaba harto de ver a su padre jurar amor que no era verdadero.

aunque acepta que no importa cuanto amor haya.

cualquier amor se termina.

las relaciones siempre terminan.

es mejor mantenerse alejado de eso.

¿no?

se repetía una y otra vez, mientras veía a louis salir de su edificio con un delicado vestido verde oliva, era de seda y sus pies estaban cubiertos por unas delicadas zapatillas que lo hacían ver más alto, su cabello se veía espectacular y sus mejillas rosadas lo hacían querer besarlas.

pero claro que no quiere una relación con louis.

y sabe que louis no lo ve de esa forma.

el omega lo ha demostrado en muchas ocasiones, que harry no es lo que él busca.

que harry solamente es su mejor amigo, que nunca tendrá un interés diferente en él. claro que lo ha demostrado.

—el pastel ya esta en el salón y los macarons que pidió la nueva esposa de tu padre están en camino. —el omega habló mientras subía al auto, con sus manos ocupadas con una pequeña caja blanca.

harry lo vio con atención, repasando las facciones del rostro del omega —disfrutando de tenerlo frente a él—, su mirada se dirigió hacia la cajita que el omega le acercó con alegría.

—¿regalo de boda? —el alfa bufó. —creo que mi padre puede sobrevivir con los regalos de la boda pasada.

louis rodó los ojos y negó riendo.

—no, tonto, son los muffins que siempre comemos antes de la ceremonia. —el omega tomó la mano del alfa antes de que abriera la caja. —adivina de que son este año...

harry sonrió por el toque suave de las manos de louis.

—¿fresas? —el omega negó.

—¿me crees tan cliché?

el aroma a moras azules idiotizó a harry, además de que la hermosa risa de louis no ayudaba.

—las moras azules son mis favoritas. —el alfa vio las mejillas del omega enrojecerse.

—lo sé. —el omega dejó que el alfa abriera la cajita. —vayamos a la boda de la temporada.

—¡allá vamos boda número ocho!

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louis tomaba de su copa, mientras reprimía una sonrisa en su rostro.

—kendra no deja de poner sus manos en mis brazos, —harry habló fastidiado. —finge ser mi esposo para que me deje en paz.

louis rió y negó.

—deja de involucrarme en tus mentiras, bobo. —el omega le pasó su copa de vino. —no entiendo como es que tu padre sigue haciendo estas bodas gigantescas.

vio con asombro el gran salón, con grandes candelabros en todas partes, flores y joyas decorativas que se veían costosas y una gran cantidad de personas que comían y bebían a montones.

—siempre olvidó que detestas lo lujoso. —harry lo vio directamente a los ojos.

—¡no detesto lo lujoso! —el omega habló con indignación en su voz. —respetó el sueño de kendra de que su boda fuera gigantesca, pero no es mi estilo.

harry sonrió.

—una cena privada, con flores y con un pastel de chocolate.

el omega sonrió y bajo los hombros.

—ni siquiera sé si llegaré a casarme. —harry frunció el ceño, louis era perfecto, le duele pensarlo, pero en algún momento alguien querrá desesperadamente estar con él.

despertar a su lado todos los días, besarlo, hacerlo suyo, ser su compañero de vida, en lo bueno y en lo malo.

obviamente le duele decir esto porque perdería a su mejor amigo, no porque él quiera estar con louis.

no está enamorado de louis.

el alfa negó.

—no pienses eso. —acarició la mano del omega. —eres tú.

louis lo vio con atención.

—¿eso que quiere decir?

harry se quedó en blanco.

quiere decir que eres la perfección encarnada, que cualquier alfa sería afortunado de tenerte, de que tu lo consideres como tú amor. tu eres louis tomlinson y por eso no creo que no te cases, porque eres tú.

vio directamente a los ojos del omega.

—hay que bailar. —el alfa tomó su mano.

louis sonrió débil y se levantó junto con el alfa para ir a la pista.

la música lenta resaltó entre las diferentes mezclas de música pop, hip hop y reggae.

alrededor de ellos las parejas bailaban.

harry disfrutaba de la cercanía del omega, con una de sus manos apoyada en su cintura y la otra tomando una de las delicadas manos de louis.

la cabeza del omega estaba recostada en el pecho del alfa que añoraba el aroma dulce de louis.

—espero que algún día llegue alguien que me ame tanto como para pedirme matrimonio.

harry sintió a su alfa entristecer.

sabía que él no era ese alfa que louis buscaba.

maldita sea.

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2/10