cinco
oh claro que el alfa le había llamado a louis.
habían pasado siete meses desde que louis pasaba sus días junto a ese alfa.
iban a citas todos los fines de semana, entre semana el alfa lo visitaba en la cafetería y había noches en que louis le pedía a harry que cuidase de su hermano leo para poder pasar la noche con el alfa.
claro que eso hacia a harry querer sacarse los ojos con cucharas, pero no es como que estuviera celoso.
claro que no estaba celoso de ese maldito anciano.
insulto que le quedaba bien al alfa.
—¡no es tan viejo! —louis lavaba los platos, mientras el alfa junto a él lo veía con escepticismo.
—¿cuántos años tiene? —harry lo vio con una ceja levantada. —tiene comienzo de canas, no puedes engañarme, morita.
louis se sonrojó.
—tiene 52 años. —susurró el omega.
harry dejó su copa junto a él, viéndolo con asombro.
—es imposible, louis. —el alfa le dijo incrédulo. —¡te das cuenta que podría ser tu padre!
louis bufó y siguió lavando los platos con un ligero temblor en sus manos.
—¡son solamente unos cuantos años! —lo vio exasperado. —claro que tiene otras responsabilidades, pero...
harry lo vio con los ojos entrecerrados.
—¿a qué te refieres con otras responsabilidades? —lo vio con curiosidad y una ligera preocupación en su pecho. —louis. —el alfa insistió al ver la mirada perdida del omega en el agua jabonosa de los platos.
—es divorciado, —louis confesó. —tiene dos hijos.
harry lo suspiró.
claro que no estaba mal que fuera un divorciado o tuviese hijos, pero ese hombre era demasiado mayor para su amigo.
y tal vez louis esté criando a leo, pero no es lo mismo.
ese hombre ha tenido una vida completa, mientras que su louis apenas está comenzando su vida.
harry bajo la mirada.
—es ridículo, louis. —el alfa lo vio con atención. —no entiendo como no puedes ver que ese alfa no es para ti.
louis lo vio con enojo y asombro.
—harry, no tienes ningún derecho a juzgar mis decisiones respecto a relaciones. —limpió sus manos y harry conocía ese tono de voz.
sabía que louis iba a encapricharse con tener la razón.
conoce a su mejor amigo y sabe que es testarudo cuando una idea se le mete a la cabeza, es lo mejor que puede hacer louis cuando están peleando por alguna cosa.
es como cuando harry le dijo que no debía de decolorarse el cabello en ese lugar en donde le cobraban diez dólares. harry le dijo, louis lo ignoró y lo llamó imbécil por no confiar en su criterio. dos días después el omega superó su orgullo y llamó al alfa con lágrimas diciéndole que su cabello estaba arruinado.
lograron repararlo gracias a la tercera esposa de su padre que era la mejor peluquera de la ciudad.
extraña a nancy, ella era dulce.
el alfa suspiró y tomó su chamarra de la mesa de la cocina.
—solo ten cuidado, louis. no confío en ese tipo.
louis vio enojado a harry.
—deja de intentar tomar una decisión que no es tuya. —el omega dijo con su mirada directamente en el alfa. —no soy un niño.
pasaron una semana peleados por eso.
harry conoce a louis, es su mejor amigo desde que tiene memoria. pensaba que el omega estaba encaprichado con el alfa por el simple hecho de lo que le había dicho.
pero con el pasar de los meses no fue así.
había estado saliendo por tanto tiempo que ahora louis había técnicamente desaparecido de su vida.
y no de la forma en que harry se aleja, sino que el omega nunca tenía una sola tarde libre, todo giraba alrededor de brad.
justo ahora se encontraba fuera de la cafetería esperando que el omega llegase.
se supone que louis debió de haber llegado hace media hora, pero de seguro se atrasó en el tráfico o lo que sea.
rodó los ojos al darse cuenta de lo que era.
salió del auto lujoso del alfa.
el alfa salió de su lado con calma mientras que el omega solamente abría su puerta con dificultad al llevar unas cuantas cajas con las bolsas que el omega utilizaba para envolver sus postres.
harry se acercó a tomar las cajas de los brazos del omega.
—¿noche ocupada? —el alfa reprimió un gruñido.
—noche larga más que nada. —el omega suspiró. harry lo vio con confusión. —en un rato te explico.
harry asintió y entraron a la cafetería después de que el alfa mayor abriera las puertas.
—gracias, amor. —louis entró acomodando las cosas en el mostrador.
el omega se dirigió a la parte de atrás para verificar unas cosas en la cocina.
brad vio de reojo a harry, mientras mensajeaba en su teléfono.
meses después de su encuentro, harry se dio cuenta que brad era un accionista en la empresa de su padre.
harry era abogado de la empresa, siendo el que se encargará de la parte legal de la empresa dentro de unas semanas después de dos años trabajando en la empresa y demostrando que era más que el hijo de papi.
—styles, ¿cómo estás? —brad habló con aburrimiento.
—bien. —harry le ofreció una sonrisa falsa y al ver que el alfa evitaba la conversación igualmente no hizo mucho esfuerzo en continuar.
no hablaban cuando estaban juntos.
solo cuando estaba louis.
no le agrada ese alfa.
lo detesta.
es aburrido y totalmente con el ego en las nubes.
—tu padre dice que tomarás el liderazgo del sector legal de la empresa en unas semanas. —el alfa tomó un sorbo del café de starbucks en sus manos.
odia starbucks, es una mierda.
prefiere el café de louis.
—fueron dos años detrás de esa posición.
brad rió.
—¿qué es lo gracioso? —tal vez eso se escuchó un poco más agresivo de lo que imaginaba.
—eres joven. —el alfa lo vio con arrogancia. —se reflejará en tu trabajo.
vio al alfa con una ceja levantada.
—fui el mejor en mi clase en harvard y fui practicante por dos años. —el alfa gruñó.
brad rió y negó.
—calma, hijo. —le ofreció una sonrisa apretada en su rostro. —yo fui a standford.
harvard le gana a standford, imbécil.
los pasos de louis se escucharon en el pasillo.
al entrar de nuevo a donde se encontraban la expresión de ambos alfas cambio por una más amigable.
—me tengo que ir, bonito. —brad se acercó a louis y tomó su cadera. le dio un beso profundo sujetando con fuerza la cadera del omega. louis se veía sorprendido. —nos vemos esta noche.
louis sonrió feliz y le dio otro beso suave en los labios.
—esta noche voy a ver una película con leo, se lo prometí. —el omega lo vio con una sonrisa. —¿quieres unirte? ¡comeremos pizza!
harry sonrió ante la emoción del omega.
el alfa rubio se alejó hasta la puerta.
—bonito, acabo de recordar que tengo una cena con unos colegas. —le hizo una expresión de descontento. —mañana puedo verte, pero no te preocupes sigue tu plan con leo.
louis bajo la mirada un poco decepcionado.
—no hay problema, amor. —susurró el omega.
cuando el alfa estaba apunto de salir el omega recordó que este tenía las llaves de la cafetería. con su teléfono en sus manos aceptando una llamada.
—brady, ¿podrías darme mis llaves?
el alfa asintió y lanzó las llaves en la dirección del omega, mientras salía de la cafetería con su llamada en su teléfono.
las llaves quedaron a unos pasos de louis, con el omega viéndolas con cierto grado de decepción y acercándose a tomarlas.
esto no fue notado por harry quien lo veía con enojo al alfa que acababa de salir de la habitación.
¡¿cómo se atrevía a lanzarle las cosas a louis?!
el alfa tomó las llaves en sus manos y respiró para no ir a lanzárselas a la cara a ese imbécil.
con cuidado las puso en las manos de louis.
—¿qué película veremos con leo? —el alfa le ofreció una sonrisa al omega que lo vio emocionado.
louis comenzó a hablar acerca de cómo leo quería ver nueva película sobre una iguana.
más tarde ese día llegó a la casa con dos pizzas y palomitas.
el hermanito del omega veía todo emocionado y abrazo con fuerza a harry.
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5/10
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