033.
Kim Namjoon
Tomé su mano, viéndola con atención. Era verdad lo que decía, le gustaba llevar las uñas largas y bien arregladas, siempre lo noté. Aunque, a veces por su oficio de cerámica o escultura, prefiere que estén cortas. Le di un beso en su mano, para poder ver como miraba un álbum de fotos que había en esta casa sobre el lugar.
No tenía la obligación de venir a este lugar, solo había sido la persona que financio este proyecto universitario, con la mayor ayuda, según escuché. Pero, sentí la necesidad de venir, en parte para ver como trabajaban todos los estudiantes, y para despejarme. Ciertamente, no tenía conocimiento de que se trataba del centro donde estudia Yuna, mucho menos que me la podría encontrar aquí.
Quedé casi perplejo viéndola, que por desgracia me hizo memoria a las palabras de mi padre. No quería pensar en eso, por más que prometió enviar pruebas de sus falsas acusaciones, tenía curiosidad por saber que se proponía.
Acaricie su espalda desnuda, viendo también lo largo y negro que tenía su cabello. Le creció bastante rápido, o el tiempo ha pasado volando. Recuerdo cuando lo tenía de un castaño bonito. Me senté, al igual que ella, que apreciaba una foto en específico.
En camino a aquí, tomé la decisión de lo que haré. Me mudaré a Seúl por cierto tiempo. Regresaré seguramente a Australia para arreglar ciertas cosas, puesto que no estaba en mis planes tardar tanto. En mi estadía aquí, servirá para que Yuna acabe su carrera, y cuándo me sienta más que seguro, la convenceré a que se mude conmigo a Australia, si acepta, estoy dispuesto a pedirle matrimonio. Estos son mis planes, y viéndola ahora aquí, no puedo estar más seguro.
Tenía a la vista su frente y su flequillo un poco despeinado, daba gracia sabiendo lo estricta que es porque esos pocos cabellos se vean bien.
—Sabes —Me miró—, mañana estaremos haciendo muchas cosas, no creo que nos podamos ver.
—No te preocupes, seguramente en algo coincidiremos.
Dejó el álbum a un lado, y se acomodó viéndome mejor.
—Por el mediodía, antes de la comida, seré una de las maestras del taller de cerámica. Si quieres, puedes venir a verme.
—¿Quieres que vaya a verte? ¿Me enseñarás así como en la película Ghost mientras suena Unchained Melody?
Me miró aguantando las ganas de reír, pero soltó una carcajada.
—En primer lugar, vaya pronunciación tienes del inglés. Y segundo, ¿has visto esa película?
Asentí, con orgullo.
—Para poder aprender mejor, creo que será mejor que yo sea la chica, y tú detrás de mí para que yo sepa mover mejor mis manos.
—¿Estás loco? Sería imposible por lo grande que eres tú.
Reí viendo su sonrisa, quería parecer serio, pero no pude.
—Bueno, entonces cuándo en el futuro decidamos vivir juntos, y tú estés en tu estudio trabajando en tu cerámica, yo llegaré, me sentaré detrás de ti después de poner un poco de música.
—¿Así? ¿Qué harás luego?
Se acercó un poco a mí.
—Luego pondré mis manos encima de las tuyas, ensuciando mis manos del barro, fluyendo ambos. Pero, tendré que levantarte de ahí, para hacerte el amor.
Nuestros labios estuvieron bastante cerca, pero no los besó, solo nos miramos.
—Si harás cada parte de la película, te tocará convertirte en un fantasma.
Negué. Tomé su cuerpo, haciendo que se sentara encima de mí. Tomé su rostro y di un beso en su frente descubierta.
—Procuraré no convertirme en un fantasma, por qué entonces no podré ser capaz de sentir tu calidez, tus besos, tu piel, no podremos estar así.
Cruzó sus brazos alrededor de mi cuello. Sentía muchas cosas por Yuna, tantas que me desbordaba por completo, como si no fuera capaz de aguantarlo solo para mí.
—Quédate a mi lado siempre.
A veces era como si pudiera estallar y gritarle a todos, que podría ser capaz de convertirme en un fantasma si la situación amerita que la proteja, pero si no es así, aguantaría una tempestad completa para volver a ella, una y otra vez.
—Te amo, Yuna.
La besé, sin que pudiera reaccionar, que se separó de mí, viendo mi rostro con atención.
—Nam, Namjoon, antes tenía miedo de decírtelo, pero ahora que tú lo haces, quiero decirte que... Yo, te amo... te amo mucho.
Oh, este amor, no quería perderlo. Tomé su rostro y la besé, pegando su cuerpo al mío. Me enamoré de ella poco a poco, sin tener idea que realmente acabaría con mis planes originales, para que creara unos nuevos que la incluían a ella.
Choi Yuna. Gracias por llegar a mi vida.
•
Me detuve después de varios minutos, para tomar agua. No sé si estaba cansado por todo lo que hemos caminado, o por estar escuchando al hombre que tenía literalmente detrás de mí parloteando sin parar.
Tenía muchas ganas de ir a ver a Yuna a su taller de cerámica, pero sin que yo lo quisiera, me incluyeron en el senderismo de la mañana. No voy a negar que me gustaba mucho, normalmente yo me dedicaba a caminar bastante y sobre todo el senderismo por montañas, pero no quita que quería verla a ella.
El director de la universidad no dejaba de hablar de temas que al principio me llamaron la atención, hasta podría decir que fue interesante, pero ya siento que pierdo la cordura de tanto que habla de su interés en la empresa de mi padre.
Llegamos hasta donde estaban las cabañas, donde los maestros y los alumnos que les tocaba ir, cayeron al suelo uno que otro para descansar. Yo dejé a un lado mi mochila, para estirar un poco, hasta mi atención fue a un grupo de personas que iban con flotadores hacia el lado del río.
—Oh, veo que los alumnos van a subirse al Kayak de dos –Miré al director quién acababa de terminar de beber agua—. Una gran actividad para trabajar en equipo, puede ir señor Kim, si le apetece.
Lo miré de mala gana. Le había dicho que dejara de hablarme con tanta formalidad. Pero haciéndole caso, decidí acercarme al río, siguiendo a un par de alumnos. Había bastantes personas, algunos subiendo ya en el Kayak, y otros esperando. Esto era interesante, más por lo clara que se miraba el agua. Al otro lado, donde está la cabaña donde llevé a Yuna, el agua era un poco más oscura.
Al ser de mediodía, se apreciaba mejor el paisaje, tan hermoso y tranquilo. Tal vez porque hace unos días empezó otoño, pero el sol ya no quemaba mucho, eso lo hacía más agradable el clima. Saqué mi móvil, para poder tomar una foto, pero bajé mi móvil al darme cuenta de quién estaba subiendo en un Kayak.
No puede sentir celos, pero solo con ver como le ofreció su mano para ayudarla a subirse, me quemó por dentro. Me fastidiaba Rowoon, no por qué fuera inseguro, sino por conocer que molestaba mucho a Yuna. Bueno, aun así, debo tranquilizarme.
Tomé de nuevo el móvil, para tomar un par de fotos, pero no pude continuar por qué los miré con atención. Estaban remando, pero aun la distancia era poco y se notaba que hablaban. Pero no importaba mucho, hasta que noté que la platica no era una normal que digamos, estaban discutiendo. Yuna dejó de remar, y apenas se podía ver lo que hacía por qué el Kayak se había puesto en otra posición en el que solo se miraba la espalda de Rowoon.
Entonces, lo que todos si íbamos a ver, era como Yuna por querer girar para discutir mejor, cayó al agua, pegando un chillido, seguramente por el susto. Me sentí impotente, o mejor dicho, molesto. Quise meterme para ir a ayudarle, tuviera o no tuviera un chaleco salvavidas. Pero antes de que pudiese hacer algo, quien los vigilaba fue con una pequeña barca que tenían en la orilla, para poder auxiliarla.
Fui casi trotando al pequeño muelle que había en la orilla, viendo como se acercaban con Yuna, envuelta con una toalla. Quise acercarse más, pero era imposible. Una de su -seguramente- amiga, fui donde ella a ayudarla a bajar. Varios compañeros le abordaron de preguntas sobre si estaba bien. Escuché como el maestro le decía que fuera a su habitación. Ella no se dio cuenta de mi presencia, así que solo miré como iba junto a esa chica con la que la he visto desde que llegué.
Al ver que todos volvían a la suyo, miré como Rowoon llegaba a la orilla, bajándose del Kayak. No iba a armar un lío justo aquí, pero tenía ganas de molerlo a golpes. Me acerqué a él, que me notó, pero parecía ignorarme.
—¿Qué hablabas con Yuna? Seguro estabas hostigando tanto que se cayó al agua —Me miró de reojo, mientras quitaba su chaleco para irlo a guardar, pero me entre puse en su camino— ¿Por qué empezaron a discutir?
Mi paciencia llegó al límite cuándo me ignoró nuevamente dándome la espalda. Me puse frente a él y tomé con fuerza el cuello de su camisa, calmándote mentalmente para no romperle la cara, pero imposible no desearlo al ver como sonreír egocéntricamente.
—No entiendo por qué me atacas a mí.
—Te diré una cosa, aléjate de Yuna. Me estás colmando la paciencia. Si sigues haciendo algo que la lastime, te juro que...
—¿Qué?
—Te darás cuenta de quién soy yo.
Tomó con más fuerza mi agarre, soltándose. Dio un paso hacia mí, con una sonrisa en sus labios, como si no le interesara lo que hubiese dicho.
—Bastante iluso es usted, gran heredero Kim. Si necesitas saber algo, pregúntale a tu querida novia, para que abra tus ojos ingenuos. Espero que algún día deje de mentirte.
Mi cuerpo se estremeció, tanto así que no pude detenerlo, ni puedo negar que con solo esas palabras, mi cabeza se turbó ¿Mentirme a mí? Loco imbécil es lo que era. No podía quedarme con esto en mi mente, no podía hacerle caso a un tipo como él.
¿Quién se creía?
•
No tenía planeado salir a esa velada nocturna, pero no puedo hacer un desaire de esa magnitud, además de que pareciera que fuera yo un invitado especial o algo por el estilo. Además, durante todo el día no he visto a Yuna, le he enviado mensajes preguntando sobre como está, pero ni siquiera me aparece como si le hayan llegado, la señal no es muy buena aquí que digamos.
Salí de darme una larga ducha, me alisté solo llevando una camiseta blanca, jeans y zapatillas blancas. Tardé bastante en bajar por qué no encontraba una sudadera, puesto que ahora hacía un poco de frío ya, más estando por estos lugares.
Cuándo salí de la cabaña, me encontré con un ambiente alegre, movido y completamente iluminado. Me parecía totalmente precioso, la forma en la que todos parecían animados, otros afinando instrumentos, conectando más luces, poniendo sillas, me sentía cómodo, más al ver a lo lejos a Yuna ayudando. Tan hermosa.
Lo que sigue perturbando mi mente, son las palabras del idiota de Rowoon, el cual debería dejarlo atrás, y no tomarle validez a alguien como él. ¿Mentirme? Por favor, Yuna no sería capaz de mentirme de tal manera. Ese tipo era un psicópata.
Llegué hasta unos maestros, y el director, que en cuanto me vio, me ofreció un vaso de refresco. Al tenerlo aquí, traté de charlar un poco con él, queriendo indagar con las carreras que ejercía la universidad, hasta preguntar por algunos alumnos que miraba que parecían interesantes, hasta notar a Rowoon que salía de la cafetería con una bandeja en la mano.
Escuché que el tipo estudia dirección de empresas de entretenimientos, y que tiene la misma edad de Yuna. Por lo visto, es uno de los mejores estudiantes de toda su carrera, que nunca han tenido problemas con él, que es bastante atlético, que ha ganado premios y por eso era bastante conocido.
No puedo negarme a pensar en el tiempo en el que Yuna anduvo con él, seguramente todos lo sabían. Nunca he sabido cuál fue la razón para que terminaran, tampoco era algo que me interesara, pero este tema me está carcomiendo.
Fuimos a sentarnos, puesto que el espectáculo que habían preparado iniciaría. Según se me comentó, varios actuarían, cantando todo tipo de música, y otro bailando. Tengo que decir que todos tenían verdadero talento. Verdaderos artistas, seguramente si sacaran sus propias canciones, triunfarían.
—Normalmente, en estas actividades estos alumnos pueden demostrar su talento en la música, casi era una ley, por qué aunque algunos estudiaran arte, la música es un arte.
Escuché al director. Totalmente de acuerdo con él.
Después de que un par de alumnos pasaran a cantar y un pequeño grupo a bailar, uno de los maestros que los presentaba, anunció que le tocaba a un alumno, considerado una estrella.
—Mira, él es un vivo ejemplo de todo. Es parte de la universidad desde hace varios años, ahora estudia su segunda carrera, mientras se dedica a cantar en recitales, siendo un pequeño cantante, pero que estamos orgullosos de él.
No presté mucha atención, al notar a Yuna en la parte baja de todo, cerca de donde estaban los músicos.
—¡Hola a todos! Estoy feliz de encontrarme aquí como cada año. Mi nombre es Seo Dong-hyeon, pero soy más conocido como Big Dong —Las personas empezaron a gritar, lo conocían de verdad—. Sé que están emocionados por escuchar las últimas canciones que saqué, pero, me gustaría empezar con una en especial. Una gran amiga me ayudó a componerla y a escribir una de las que considero mi canción favorita. Me gustaría que la gran Choi Yuna pase por aquí.
¿Qué? ¿Mi Yuna? Voltee a verla, como se acercaba al chico, con un micrófono en sus manos y una gran sonrisa en su rostro. No estaba delirando, ella estaba ahí, totalmente tranquila.
—Nos conocimos hace dos años, aproximadamente, por accidente, por qué encontré una hoja con un poema sin acabar, el cual tenía su nombre. La busqué y puedo asegurar que la obligué a que convirtiéramos ese poema en una canción.
Vaya, he aprendido algo nuevo de ella, no tenía idea que escribía poemas, nunca había leído algo así. Conozco sobre sus escritos, sobre que ama leerlos y otros tipos de libros, pero ahora me emociona más conocer que compartimos otra cosa.
—Así que, volví a hacer de las mías, para obligarla a cantar esta hermosa canción. Evening, por Choi Yuna y Big Dong.
De repente, la música empezó a resonar por los parlantes, con una suave melodía del piano. Colocó el micrófono en el soporte, y luego puso sus manos sobre este mismo, empezando a cantar, haciendo que su voz resonara por todo el sitio. ¿En verdad era ella? Es como si la respiración me hiciera falta por lo impresionado que estoy.
Cerró sus ojos, como si estuviera sintiendo la música. Entonces, se detuvo y empezamos a escuchar al otro chico, al llamado Big Dong. Era rapero. Todo movían sus cabezas al ritmo, con un par de personas cantando de fondo, al parecer la conocían. Esto era completamente nuevo.
"En la noche tardía de verano
El temblor que tú y yo sentimos
Se siente como embriaguez"
Ella podía hacer tantas cosas. Lee, pinta, dibuja, hace esculturas, hace cerámica, sabe bailar tan bien, y de paso canta... es verdad, recuerdo cuándo me bailó, me recordó a ella, y justo ahora...
"Como si el corazón se calentara y luego se enfriara.
Como una ola que se acerca
Espero que te acerques más a mí
Ya no deseo nada más"
No podría estar pensando en esa mujer ahora, es obvio que similitudes, pero algo que la vida hace para que no me la pueda sacar completamente de mi cabeza, pero ya no es lo mismo sentimentalmente, por qué siempre será Yuna, esa que canta tan alegre.
Además de sus amigas del barrio, nunca la había visto tan sonriente con otros. Quitó el micrófono del soporte y se movió de su propio eje, caminando hacia el Big Dong rapero. Solté una sonrisa viendo como ellos se divertían, compartían micrófono, hasta que se pusieron de espaldas, juntando estas mismas.
La canción estaba acabando, entonces recibí su mirada a pesar de estar entre la multitud, todo dentro de mí tembló. Mi novia era una completa estrella, era genial en todo lo que hacía.
"En esta hermosa noche te deseo
(te deseo, te deseo)
Noche tardía de verano, noche de finales de verano
No te embriagues demasiado en esta noche."
Todos empezaron a aplaudir y a gritar, mientras que me quedé absorto viéndola, sonriendo por esa última frase, me recordó a lo que pasó anoche. Cantaba precioso, tenía una voz verdaderamente angelical. La obligaré a cantarme de vez en cuándo, debo aprovecharme para seguir escuchar su linda voz.
Después de un par de horas, apreciando el talento de las siguientes personas, por fin pude ponerme de pie y deshacerme del director. Quería un poco de refresco y algo de comer, tenía hambre. Lo más importante, quería verla.
Mientras me acercaba a la mesa donde tenían comida, la miré al lado de la chica esa, su amiga. Se veía tan hermosa, y sus mejillas parecían estar muy rojas. Traté disimuladamente acercarme, para que me llenaran el vaso de refresco, quedando justo al lado de ellas.
—Estaría bien que fueras a descansar.
—Ahora iré, por qué estoy segura de que esa bebida tenía alcohol.
—-Shhh, cállate —Así que hay bebidas con alcohol. Era seguro que ella había tomado—. Espérame aquí, le avisaré a Somi que te acompañaré a la habitación.
Miré como se alejaba, dejando sola a Yuna, quien sostuvo su cabeza con su mano.
—Felicidades —Musité, llamando su atención. Se giró, regalándome una gran sonrisa—. No tenía ni idea de que cantabas tan bien.
Vaya que sus mejillas estaban rojas. Acarició su cabello, sin separar su mirada de mí.
—Muchas gracias por tus halagos.
Sentí una presión en mi pecho, ignorando la razón, no quería pensar en eso, pero entre más la miraba a los ojos, y más a esos labios rojos, me revolvía todo.
—Escuché lo que dijiste, ¿No soportas la cerveza? —Negó— Te acompañaré a tu habitación.
Sin negarse, ambos empezamos a caminar juntos. Traté de ir un poco lejos de ella, no quiero que haya algún tipo de rumor, peor que sea malintencionado. En el camino, mencionó el hecho de que le emocionó cantar esa canción, más por qué decidió cambiar la parte final, es que lo sabía.
—¿Y qué has hecho hoy?
—Senderismo, ayudé en la cocina y después estuve por ahí, escuchando a grandes artistas, como a ti. Que me di cuenta de que esa chica con la que hablas parecen cercanas.
—-Chaeyoung, bueno, no tan cercanas. No me había dado el paso de conocerla, por qué antes ni cruzábamos palabras.
Llegamos a la cabaña donde ella dormía.
—¿Por qué? ¿No se caían bien?
—¿Regresarás a la velada?
Uh, tal vez quiso ser discreta, pero el repentino cambio de conversación no me gustó, pensaré que es por estar un poco ebria, seguro que sí.
—No —Si le hago otra pregunta, no me gustará hacerla sentir mal, pero aunque lo disimule, siento que las cosas se me están acumulando... o mejor dicho, las dudas—, y por cierto, no me habías dicho que cantabas tan bien.
Su expresión alegre cambió.
—Bueno, no sentí que tuviese relevancia. ¿Quieres entrar? Aquí nos pueden ver.
Acepté. Gracias a Dios no había nadie en la planta baja, pero nos quedamos al lado de las escaleras, donde casi no nos podrían ver. Debía romper el aire tan cortante que yo mismo cree, pero no podía dejar las cosas así.
—Yuna, quería hablar contigo sobre lo que ocurrió ayer con Rowoon.
Me miró, para después mirar a otro lado.
—No hay nada que hablar de él, no tiene importancia —Aguanté las ganas de reír por lo extrañamente molesto que me sentí. Me estaba evadiendo todo, no entiendo, me genera desconfianza y no me gusta para nada esto—. Era sobre lo mismo de siempre, que quiere volver conmigo, que te deje a ti.
—Entonces, ¿Por qué dijo que mi novia era una mentirosa? ¿Acaso me mientes en algo?
Su mirada cayó en mí nuevamente, teniendo miles de preguntas ahora, más que nunca. No sé si me estoy equivocando, no sé si tuve que creer en algo que aún no sé. Nunca había sentido miedo de describir algo que no sé, no tengo la menor idea de lo que está ocurriendo, por qué de repente hasta mi propio padre levanta falsos contra la mujer que amo, y ahora su exnovio la culpa de ser una mentirosa.
Solo quisiera un poco de honestidad, pero sería yo el mentiroso al decir que tengo confianza en ella por hacerle tantas preguntas, pero sería una forma de dejar mis dudas atrás ¿No tiene nada de malo, no?
•
Hi
Aquí os traigo esto que
me ha dejado los pelos
de punta porque se
avecina cosas feas.
Dios les bendiga
xoxo
—Herbst
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