Sangwon POV

¿Por qué? ¿Por qué no puedo ser suficiente para ti? Debe haber una respuesta para eso. Ojalá pudieses decirme esa respuesta, seria bueno saber el porqué. Si tan solo fueses un poco más atento, que me bridases algo de tu calidez. Divago en si esas cosas existen en ti, porque siempre luces tan frio y distante conmigo. Juro que aquello no combina conmigo, me estas convirtiendo en otra persona. Me miro al espejo y no me reconozco a mí mismo. Ese no soy yo, ya no queda nada de mí.

Es como si me hubiese convertido, en una especie de reflejo. Soy tu reflejo, me doy de cuenta de eso. Debo admitirlo, no me gusta ser aquello en lo que me convertiste. Un alma que divaga a la deriva, muerta en vida. He perdido toda humanidad en mí, ya solo quedan restos de ella. Podría talvez considerarme completamente muerto, si lograse matar la esperanza que yace en el fondo de mi ser.

En pocas y sencillas palabras, he aceptado mi muerte. Ignorando la esperanza, pero teniendo esos pequeños ataques de ilusión. Odio esos pequeños ataques, que me hacen buscarte con desesperación. Paralizándome cuando te tengo frente a mí, sin poder articular gesto alguno.

Las palabras divagan en mi mente, pero, no logran salir de estos labios. Creo que puedes darte cuenta, por la forma en la que intentas leerme. Con esa expresión que te caracteriza, ceño fruncido y mandíbula tensa. Muero lentamente por dentro, ojalá pudieses darte cuenta el poder que tienes en mí.

Espera un momento, por favor no te vayas. No te lo diré directamente, aún conservo un poco de dignidad. Mas sé que puedes leerlo, justo antes de partir rotundamente. No puedo leerte lo suficiente, pero sé que algo en ti también se quiebra. Nuestros corazones se rompen a la par, con solo una pequeña diferencia. Yo estoy consciente de mi sufrimiento, mientras que tu apenas sientes el tuyo.

Sé que la vida ha sido dura para ti, no necesito escuchar tu historia más de una vez. Ha quedado grabada en mi mente y en mi corazón. Creo que esa es la razón, por la que aun te sigo dando oportunidades. Sé que duele, duele como mil demonios. Solo tienes que decírmelo, sin importar si te desmoronas en el proceso. Yo estaré aquí para sostenerte, justo como el primer día.

Porque yo te amo, no sé si entiendes cuanto te amo ¿Estas siquiera consiente? ¿Aunque sea un poco? Anda mírame a los ojos, hazlo una vez más. Sé que aún conservo cierto poder en mi mirada, el suficiente como para doblegar tu maldito orgullo ¡Oh no! Lo has hecho, has girado sobre tus talones.

En un arrebato aparente, luces divinamente frustrado. Casi todo mi cuerpo se congela ante tu fría mirada, con una pequeña excepción. Mis ojos arden tal fuego, dispuestos a derretirte por completo. Solo tienes que mirarlos un poco más, lo suficiente como para que no puedas resistirte a tomarme.

Lo estás haciendo, por el amor de Dios lo estás haciendo. Tomas mi rostro entre tus manos, ni siquiera me di de cuenta cuan rápidamente te acercaste. Lo único que sé, es que esto ya no es una batalla, es una simple rendición de poderes. De ti para mí y de mi para ti. El hielo de tu alma derritiéndose, ante el calor que irradia la mía.

No puedo evitar balbucear tu nombre y eso es más que suficiente para motivar el re encuentro de nuestros labios. Tibio como lo que es, como lo que se siente. Es una caricia aparente, una lenta y tortuosa caricia. Dime que sientes lo mismo que yo, dímelo, así sea en un susurro. Estoy esperándolo con cierto anhelo, mientras recobro algo de mi respirar.

¿Qué? No puedo creer lo que dices ¿Acaso has dicho que me amas? Intento recordar cuando fue la última vez que lo hiciste o si lo hiciste siquiera. Porque he venido anhelando tanto este momento, que bien me lo pude haber imaginado en mis sueños.

Te miro atento, como esperando una reafirmación. Pareces leerme tan bien, lo repites casi jadeante, mientras repartes divinos besos alrededor de todo mi rostro. Joder se siente tan bien, no debería sentirse tan bien. Cada uno más profundo que el anterior, mi fierilla interna, pega un respingo cada tanto.

Estoy sonriendo como un tonto, bajando todos mis escudos ante ti. Acaso no puedes verlo, estoy completamente desarmado. Nunca te he querido dañar con mi amor, jamás haría aquello.

Me aferro a ti en un abrazo y me acomodo en tu pecho tal niño. Soy tu niño, siempre va a ser así. No te preocupes, yo también tengo miedo de perderte. De ninguna manera, sabes que yo por cualquier cosa te perdonaría. Solo no vuelvas a hablarme en ese tono tan alto, sabes que me pone mal debido a mi pasado. Trátame bien, por lo que más quieras. Ámame bien, porque lo que yo más quiero, es a ti.

Vayámonos de aquí, ya todo está arreglado. Finjamos que no han pasado meses y que nuestros domicilios no han cambiado. Hagamos lo que siempre hemos querido, desde que un malentendido, casi destroza lo que habíamos logrado. Vamos a tu lecho, sin compromisos ni motivos. Demos rienda suelta a nuestro amor, que ya lleva mucho encapsulado.

Toma mi mano y ofréceme arrullo. Llévame donde ya algunas veces hemos llegado. Donde somos dos, pero nos sentimos como uno. Mirando las estrellas en un paraíso lejano. Susurrando canticos que se traducen en tu nombre y ligeros sonidos, que interpretados suenan a un te quiero. Porque yo te quiero, te quiero conmigo. Te quiero a mi lado, sin importar, ni remedios. Te acepto tal cual eres, solo si me aceptas mis mil te quiero.

Y por tu sonrisa sé que lo has hecho, los has tomado uno a uno. Ellos se pintan en tu rostro y han dejado mi marca en ti. Es como si todo lo que generase en ti, fuese un montón de sentimientos bonitos. Quiero pensarlo así, quiero pensarlo tal sueño lirico. Que necesitamos de un nosotros, para poder encender la llama de nuestras vidas, para poder dejar de ser seres moribundos.

Un último beso antes de que me desplome en ti, puedo escuchar nuestras respiraciones errantes. En una melodía en post de nuestro amor, demostrando como este se ha fundido. Veo que eres mío, mío otra vez y yo soy tuyo, como debe ser. 

Escribi esto con 100 %  de fé de que estos chicos van a debutar, sino me tocara quedar como payasa. Sea lo que sea, espero hayan disfrutado el monólogo.