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Capítulo 2

(Bosque de Piedra Guyun)

En el llamado Mar de las Nubes cerca de Liyue, se puede encontrar un archipiélago de siete islas grandes con algunas islas más pequeñas. Según la leyenda, es aquí donde Rex Lapis derrotó al dios antiguo y monstruo marino conocido como Osial durante la Guerra de los Arcontes hace dos mil años, y los peñascos de las islas son los restos de las lanzas de piedra que usó en esa batalla.

Al parecer, aquellos que pasan una noche en el Bosque de Piedra Guyun pueden experimentar los recuerdos de Osial durante su derrota; se desconoce si este efecto es causado por su poder o algún otro fenómeno.

Al igual que pasaba por todo el mundo una puerta de considerable tamaño y anchura que conectaba Malleus con Teyvat se abrio, y de esa puerta salió (o entró) una estructura de gran tamaño parecida a un barco, aunque la descripción más cercana era una fortaleza flotante, un Arca Negra de los Elfos Oscuros (o Druchii) había entrado al archipiélago.

Las Arcas Negras son naves gigantescas; siniestras fortalezas flotantes, cubiertas de ancestrales bajorrelieves, cuya visión es muy dolorosa. Creadas y mantenidas por magia negra, son las antiguas moradas de los hechiceros Elfos Oscuros, ahora habitadas ahora por sus depravados descendientes. Esculpidas a lo largo de los años por sus dueños hasta que se asemejaran a grandes barcos, las Arcas Negras actúan como puertos marítimos de las flotas de los Druchii cuando van a la guerra y realizan incursiones. Los Elfos Oscuros las consideran puestos avanzados de Naggaroth, que recorren los océanos llevando a cabo increíbles viajes al servicio del Rey Brujo, Malekith.

Desde las pavorosas y ennegrecidas torres de la inmensa ciudad portuaria de Karond Kar, los Druchii dilapidan sus larguísimas vidas disfrutando de complots internos, retorcidos planes, toda clase de actos de depravación y libertinaje, y, por descontado, matar y torturar con salvaje y gratuita crueldad. Con tales apetitos, cualquiera habría pensado que una vida de aventura en las peligrosas aguas del Gran Océano -con su interminable sucesión de batallas, saqueos e incursiones- sería un trabajo excesivo para los hedonísticos Druchii. Sin embargo, hay algunos de ellos que renuncian al decadente estilo de vida de su raza y, desechando toda precaución, se lanzan literalmente al mar.

Cierto es que, para muchos, la meta es escapar de los peligros de la vida en Naggaroth, donde la amenaza de una ejecución o un asesinato acecha detrás de cada esquina, acompañada por una sonrisa, cuando no una carcajada demente. No es el caso de Lokhir Fellheart, el temido "Krakenlord", que había nacido para surcar los mares y llevar el fuego y el terror a las costas de otras tierras. Lokhir es el último del linaje Fellheart en gobernar la Torre del Bendito Terror y, es un corsario Elfo Oscuro de noble cuna, proveniente de la poderosa casa de Fellheart de Karond Kar. Proviene de una larga línea de asaltantes y almirantes.

Cuando los rumores acerca de brechas entre los mundos se esparcieron por Naggaroth los creyó un engaño, no de sus rivales sino de los demonios y sus dioses oscuros, de seguro un intento de los demonios para llevar a los tontos y los incautos al Reino del Caos donde sus almas serían atormentadas y devoradas. O eso creyó hasta que él mismo traspasó una de éstas brechas, junto con toda su tripulación mientras navegaba através del Mar de las Garras para asaltar las costas del Imperio y Marienburg. El había surcado los mares por muchos siglos por lo que sabía por instinto que jamás había estado en estas aguas, eran desconocidas en todos los sentidos, no sólo para él, su lugarteniente Kanuovael y el resto de sus corsarios estaban igual de asombrados.

En poco tiempo el asombro se volvió emoción, y la tripulación de Lokhir vitoreó, incluso el temido Krakenlord se había permitido una risita de diversión de solo pensar las posibilidades. Nuevas riquezas y botines, nuevos esclavos, nuevos trofeos, quizas alguna que otra bestia exótica, el punto era que el destino le dio una oportunidad dorada y Lokhir la iba a aprovechar. Empezando por las islas cercanas.

Lokhir: Poned rumbo a tierra firme-con una orden suya toda su tripulación se preparó y fueron a sus puestos a la vez que dar sus ordenes a sus otros compañeros anciando reclamar todos los tesoros que este nuevo mundo tuviera para ellos-

En poco tiempo llegaron a una de las islas, al arribar en sus costas sus corsarios ya habían anticipado una matanza y estaban preparados, Lokhir había conseguido traer una Hidra de Guerra y un par de Kharibdyss pero tenía a las bestias reservadas para cuando invadieran una ciudad por supuesto eso tambien incluía a Maelstrom, su Dragón Negro listo y hambriento para la batalla.

Sus fuerzas consistían en varios tipos de Corsarios de Arca Negra, Sombras, Dreadspears, Darkshards, Bleakswords, Brujas Elfas, Jinetes Oscuros, Caballeros de Gélidos, algunas bandadas de Harpías y una Manticora Salvaje que debía usar antes de que la bestia enloqueciera y los tratará de matar. Tambien tenía algunos Carros de Gélidos y Carros Scourgerunner, Caballeros Siniestros Gélidos asi como Lanzavirotes Destripadores pero los tenía reservados para más adelante junto con la Hidra y los Kharibdysses.

Mientras él y sus tropas caminaban por la isla se toparon con una pequeña criatura humanoide de piel oscura usando una mascara, un hilichurl, aunque no es como si Lokhir lo supiera, para él la criatura se le hacía familiar como si la hubiera visto antes en algún lugar pero no recordó donde. Sus soldados parecían compartir su extrañeza y curiosidad hasta que la criatura huyó alterada, un acto inútil desde el punto de vista de Lokhir pues no había donde esconderse de ellos.

Fue entonces en unos pocos minutos que más de esos seres enmascarados, mas de siete u ocho docenas de ellos, no sólo los pequeños de antes sino algunos más altos y musculosos y otros con apariencia de chamanes también llegaron, uno entre ellos se destacaba por encima de los demás, era grande, más grande y fortudo que un ogro pero más pequeño que un troll, era diferente de los otros seres con máscara, usaba una tosca armadura hecha de piedra que cubria su pecho y hombros ademas de un garrote con una gran roca en uno de sus extremos, era un Stonehide Lawachurl, curiosamente tenía pintura de guerra color verde cubriendo partes de su cuerpo a modo de tatuajes. Ya podía ubicar donde había visto criaturas parecidas, pero no estaba del todo seguro...

Lawachurl: ¡¡WAAAAAAGH!!-la criatura, el Lawachurl, dio un grito de guerra desconocido para los Teyvatianos pero muy familiar para los que venían de Malleus-

Lokhir: ¿Orkos y Goblins? Una variante exótica más bien, hehe, podemos usarlos-ya fuera como mano de obra o como carne de cañon, los pielesverdes o como quiera que se llamaran estas raras versiones de ellos en este mundo de seguro servían de la misma forma-¡Prepárense para la batalla!-dice sacando sus Red Blades, uno de los pares de espadas más mortales en alta mar-

(Cerca de Mondstadt)
Los dos grupos se miraban, nadie dijo una palabra desde que Teclis dijo que empezaran las negociaciones diplomáticas. Jean, Kaeya, Lisa (curiosamente sin sombrero), Eula y una docena de caballeros de Favonius, e incluso así eran superados en número por los extranjeros por no mencionar que el calvo bigotudo (Volkmar) y el tipo del casco raro (Teclis) se podía notar que eran fuertes a primera vista. Ninguno de los dos bandos hizo ningún movimiento hostil a si que sin ninguna palabra comenzaron con un intercambio de rehenes, Amber por Marius (quién más que inconsciente parecía estar dormido). Una vez el intercambio concluyó, entonces Jean habló.

Jean: ¿Quienes son y cuáles son vuestras intenciones en Mondstadt?-preguntó con un rostro serio mientras que ponía a Klee detrás de ella, la niña elfo tenía un rostro curioso, Jean no la estaba regañando por hacer explotar pero su rostro la ponía un poco asustada-

Teclis: Señorita Gunnhildr, vinimos en son de paz, a menos que nos de una razón para hacer la guerra-dijo mientras que un herido Marius era atendido, sus heridas eran leves por lo visto ya había recibido tratamiento anteriormente-

Kaeya: Para aclarar las cosas, el empezó-dijo con un rostro serio en lugar de su típica sonrisa-

Teclis: No te preocupes te creo, la reputación del Conde Loco de Averland es bien conocido incluso en Ulthuan-le respondió con una sonrisa pero sin dejar de mirar a Klee-Perdoné si sueno grosero, ¿pero seria tan amable de decirme donde esta su madre?-el Gran Maestro del Conocimiento dice refiriéndose a la madre de Klee-

Jean: ¿Por qué quieres saberlo?

Teclis: Porque quiero saber si hay más de mis parientes en este mundo.

Jean: ¿Parientes?

Teclis: Elfos.

Jean: ¿Elfos?-eso tomó a Jean por sorpresa, jamás había oído hablar de los Elfos, cosa que los expedicionarios de Malleus notaron-

Volkmar: ¿Cuidas de una niña elfa sin siquira saber a que raza pertenece?

Amber: Dijeron eso antes pero ¿que son los elfos?

Volkmar: Un aliado valioso de la humanidad pero en ocasiones un dolor de cabeza debido a "ciertas cosas"-dijo el Gran Teogenista mirando de recelo a la escolta de Teclis quienes lo miraban con odio aunque Volkmar simplemente los ignoró-Aunque dudo que esa sea una explicación satisfactoria.

Lisa: Tu lo has dicho-respondio la bibliotecaria, ella había oído hablar de los elfos antes pero se suponía que eran un mito, una simple historia-

Teclis: Vaya, parece que sabe algo de nosotros, no es así señorita Minci.

Lisa: ¿Amber te hablo de mi?-el supuesto elfo no dijo nada solo sonreía, esa sonrisa era la que mas de una vez a visto a Kaeya mostrar, el mencionado parecía incómodo con ver la sonrisa del Elfo porque sabía bien lo que significaba-Muy bien, los elfos son seres hermosos y extremadamente longevos que supuestamente habitaron antes los bosques mientras convivían con los espíritus de la naturaleza, también se dice que eran muy orgullosos y arrogantes.

Teclis: Eso sueno como nuestros primos Asrai, los elfos silvanos.

Volkmar: Pero elfos de todos modos, esperemos y aquí no existan una versión alterna de los Druchii en este mundo o que los nuestros ataquen este mundo.

Teclis: Eso sería lo mejor, pero presiento que no todo saldrá como queremos. En fin, en donde estábamos.

Lisa: Tengo una pregunta, ¿que son estos Druchii de los que hablaste antes?

Teclis: Malas noticias. Si estas interesada en una lección rápida de historia, nuestra raza originalmente era una pero tras una cruenta guerra civil que ha durado milenios y perdurado hasta nuestros días nos dividimos en tres facciones. Los elfos silvanos o Asrai que habitan en los bosques de Athel Loren, los elfos oscuros o Druchii que viven en las frías tierras Naggaroth y luego estamos nosotros los altos elfos o Asur que vivimos en el continente de Ulthuan.

Volkmar: Para aclararte algunas dudas, los Asur son un "antiguo" aliado de la humanidad, al menos para nosotros. Los Asrai son... volubles, por decirlo de algun modo, si entras en sus bosques pasan una de dos cosas si te encuentran, o te ayudan a salir o te acribillan con flechas, y eso si los espíritus salvajes que habitan sus bosques no te asesinan primero. Finalmente, los Druchii son esclavistas, saqueadores, piratas y sádicos, invaden y destruyen nuestras ciudades para obtener lo que deseen, incluyendo a los supervivientes.

Las palabras de Volkmar tuvieron impacto en los habitantes de Mondstadt, al ser un cultura que valoraba la libertad, estos elfos oscuros, los Druchii eran una anatema hacía ellos pues encontraban divertido esclavizar a otros. Tras unos segundos de silencio Marius despertó de su sueño.

Marius: *bostezo* Que bien dormí, umm-tras despertar vió que estaba atado y rodeado de sus compañeros imperiales incluyendo al Gran Teogenista Volkmar... Y elfos, meh, al frente de ellos estaban los nativos incluyendo a la...-¡BRUJA!

Lisa: ¡Que no soy bruja maldita sea!

Marius: No creas que por quitarte el sombrero me vas a engañar, se muy bien lo que eres-la palabra bruja activó "algo" en Volkmar-

Lisa: Me gusta vestirme asi, bien, no entiendo que tiene de malo.

Volkmar: Aparte de que las brujas lanzan maldiciones, hacen pactos con demonios, sacrifican inocentes en nombre de los Poderes Ruinosos y que practican la magia ilegalmente.

Marius: Ya lidiaremos contigo luego, más importante todavia, Gran Teogenista debe convocar una Santa Cruzada en este mundo existen...

*Sonido de Disparos*

*Sonido de Disparos*

*Sonido de Disparos*

*Aleteos y sonidos de pájaros volando*

El sonido de disparos se oyó a través del bosque, los pájaros por miedo salieron volando lejos para alejarse del lugar.

Amber: ¿Que fue eso?

Volkmar: ¡Nos atacan! ¡Rápido! ¡Hay que reagruparnos con el grupo principal!

Marius: ¡Desatadme! ¡De prisa! ¡Entregenme mis armas! ¡Tengo el presentimiento de quienes son!

Cerca de ahí. El grupo que dirigía Hans Leitdorf estaba bajo ataque. Los agresores eran una criaturas humanoides enmascaradas muy parecidos a los goblins pero con un tono de piel negro grisáceo y con una gran melena que cubre la mayor parte de su cabeza con dos orejas alargadas que sobresalen de esta, eran hilichurls, muchos hilichurls. Más de 50, el líder parecía ser un Samachurl Geo, pero a diferencia de otros de su clase era más alto y musculoso que un hilichurl promedio pero aún menor en tamaño y músculo a un Mitachurl.

Samachurl fortudo: Biat kucha ika (golpeen a los débiles humanos), ¡WAAAGH!

Churls: ¡WAAAAAAGH!

Las criaturas enmascaradas dieron un poderoso grito de guerra que los Imperiales y Asur conocían demasiado bien. Eran goblins, o por lo menos sus contrapartes de este mundo, los goblins son como humo, y donde hay humo hay fuego, y donde hay goblins hay... Orkos. O por lo menos sus equivalentes en este mundo, sus máscaras y físicos eran mas imponentes que las de los goblinoides, había 10 de ellos 4 de ellos usaban hachas de dos manos que parecían encantadas con magia (dos de pyro, dos de electro), los otros 6 usaban grandes escudos de madera con una mano y en la otra tenían garrotes con toscas cuchillas de roca.

Además de eso había arqueros escondidos en los árboles y ballesteros usando los troncos de los árboles como cobertura, había otros con máscaras diferentes tanto en forma como en color que podían usar una forma bastarda de magia elemental y por último jinetes goblins de jabalí usando garrotes con cuchillas de roca mas afiladas. Los habían atacado de imprevisto y por no mencionar que la mitad de su grupo habían ido a verificar una gran explosión que haría a los ingenieros y artilleros de Nuln llorar tanto de envidia como de alegría.

Hans: Todos, poneos firme y resistid, no es la primera vez que enfrentamos goblins y orkos mostradle a esas bestias de que estámos hechos-grito sus ordenes tanto a los soldados imperiales como élficos que aunque no quisieran debían obedecer sus ordenes hasta la llegada de Teclis-

Para las churls solo había una forma de vida. Dormir, bailar, comer, ser asesinados por los humanos, revivir, repetir el ciclo hasta que en algún punto de sus vidas empezarán a agonizar y morir de forma lenta, horrible y dolorosa, solo para volver a repetir el ciclo. Por siempre los hilichurls habían vivido esta forma de vida y no les importó era el orden natural de las cosas o así era hasta que en sus sueños muchos churls lo vieron, una sombra de proporciones colosales.

Apesar de solo poder ver su sombra muchos notaron que diferencia de ellos no usaba una máscara o máscaras en su caso, su oscurecido rostro enojado y gruñon estaba a la vista, sus ojos brillaron como soles en el vacío. "Eso" era más grande que cualquier montaña, más poderoso y feroz que cualquier bestia, más brutal y más astuto que cualquier dios que existiera. Era una criatura enorme, aunque su cuerpo esta oculto por las sombras notaron su piel verde y... ¿sus dos cabezas? Incluso los primitivos hilichurls entendieron que la criatura era un dios, uno que no conocían. Gorkamorka, así lo llamaron los churls, el Gran Dios de la Destrucción, que montado sobre una descomunal araña, empuñando su poderoso garrote y usando una poderosa y extraña magia verde marcha hacía la batalla para pelearse contra todos los dioses en busca de alguien capaz de darle un verdadero desafío. Mientras que grita con una voz capaz de callar una tormenta y provocar terremotos, sonó un grito de guerra que retumba a través de todo el mundo vacío y más allá.

¿Gorkamorka?: ¡¡¡WAAAAGH!!!

Ese grito despertó algo en ellos, algo mas primitivo que ellos. Todos los Hilichurls, Mitachurls, Samachurls y Lawachurls lo entendieron finalmemte. Por mucho tiempo habían creído que los dioses los detestaban. Incluso no fuera así era obvio que no existía ningún dios cuyo ideal fuera compatible con la forma de vida que ellos tenían, ahora por fin vieron que ese dios cuyo ideal y mentalidad era compatible con ellos realmente existía.

Churls: ¡WAAAAAAAAAAGH!-de forma inconsciente se terminaron uniendo al dios bicéfalo en su grito de guerra, el "dios" (Dioses) volteó a verlos sus rostros no podían verse pero sabían instintivamente los estaba mirando con una sonrisa feroz, el dios les hizo una simple pregunta.

"¿Gorkamorka?": ¿Kieren pelear?-Gorkamorka les hablo, las dos cabezas hablaron con una voz retumbante, esa voz les prometía una muerte terriblemente violenta si respondían mal-

Los churls, no eran inteligentes, pero no eran estúpidos, sus cuerpos no les respondían y sus instintos les pedían salir corriendo, pero ... en sus cabezas... Solo había una respuesta.

Churls: ¡¡¡WAAAAGH!!!-gritaron todos a la vez, querían pelear, luchar y más pelear pero sobretodo querian darle una buena paliza a los humanos, mostrarles lo que se siente que vayan a tu hogar para matarte y quitarte tus cosas, y luego volver a hacerlo después-

"¿Gorkamorka?": Entonzez mueztrenle a ezoz Gitz lo que es un buen WAAAGH!

Cuando el dios dijo esas palabras repentinamente todos los churls del mundo, desde el hilichurl mas enclenque hasta el Lawachurl más grande se despertaron su visión. No importaba si estaban dormidos o despiertos, vivos o en proceso de resurrección. Todos tuvieron esa misma visión, el Dios que nunca antes habían tenido les había llegado y dado una orden que encantados cumplirían.

Este Samachurl Geo en particular cuando se desperto ya no era flacucho y bajito, no ahora era más grande que sus hilichurls aunque todavía era más bajo que los Mitachurl pero no importaba, ahora era más fuerte e inteligente, no, astuto, era más astuto que antes. Siempre tuvieron que hacer lo que el Abismo quisiera hacer, pero cuando les hacía falta ayuda se iban huyendo y los dejaban a su suerte, bien, eso pronto iba a cambiar, muy pero que muy pronto.

Hubo una epoca en la que ellos usaban arcos pero luego llegaron las ballestas (que le robaban a los humanos) y estos calleron en el olvido, pero robar una ballesta era complicado mientras que los arcos se podían hacer fácilmente. Era hora de "modernizarse" y desenterrar las viejas costumbres, era hora del WAAAGH!.

El Samachurl tenía muy pocos muchachos, asi que tenían que incrementar sus números y que mejor forma de hacerlo... Que robarselos a otro. Reunio a todos los churls de su tribu y atacaron a otras tribus vecinas para quitarle sus muchachos y cosas a sus jefes. Aunque no era el único con la misma idea, no importo, tras unas pocas luchas tribales, logró reunir más de 50 churls, todavía muy pocos, pero podían aumentar todavía mas después.

Luego hizo que sus muchachos fueran a los bosques y trajeran jabalíes, no para comerselos, no, para montarlos. Gorkamorka montaba sobre una araña gigante, pero no sabían donde encontrar de esas pero en donde había jabalíes por montones si. Fue difícil pero logró reunir a 8 jabalíes, los Mitachurl no podían montarlos pero los hilichurls si, armados con garrote y escudo estaban listos para aplastar a todos los "Gitz" como decía el Gran Jefazo Divino, que se metieran en su camino.

El Samachurl sabía que debía dar un ejemplo a los humanos de lo poderosos que eran ahora, y envió a sus exploradores a buscar humanos a los que apalizar y aplastar, para que los supervivientes (si los había) le contaran a los otros humanos. Sus exploradores encontraron a un grupo de humanos armados, eso era simplemente perfecto, no tenía sentido pelear contra un montón de debiluchos indefensos, no, un enemigo de verdad contra el que pudieran luchar y ganar tras una violenta refriega, ahí estaba la verdadera victoria.

El llevó a sus muchachos al combate, todos estaban tan ansiosos cómo él, la aparición de su Dios Gorkamorka todos los churls querían mostrarle que eran dignos de su atención y que mejor forma de hacerlo que con un buen combate.

No fue fácil, el Samachurl iba a reconocer eso, a los humanos no les sorprendió su nueva fuerza y se refirieron a ellos como Orkos y Goblins, muy posiblemente los otros servidores de Gorkamorka de donde quiera que ellos procedieran. La pelea fue difícil, había uno en particular que era fuerte, era un hombre mayor con armadura de caballero usando una espada bastarda, ya había matado 3 mitachurls y a unos 7 hilichurls, números importantes en su pequeño ejército. Y para colmó llegaron mas humanos y de esos orejudos que estaban con ellos.

Su mirada se fijó en los otros humanos que los acompañaban, usuarios de Visión, Alógenos. La mirada tras la máscara ciclópea del Samachurl se volvió de éxtasis. Si el y sus muchachos derrotaban a esos bastardos Alógenos y entregaban sus Visiones a Gorkamorka entonces este de seguro los reconocería como sus nuevos adoradores preferidos por no mencionar que si se propaga la noticia de que él (y su tribu) derrotó a Alógenos muchos más Churls se unirían a su tribu, la sola idea lo hizo sonreír tras su máscara.

La energía verde, la magia del Gran WAAAGH empezó a fluctuar y destellos verdes de electricidad comenzaron a reunirse en su Bastón. Cuando golpeó su bastón contra el suelo, este se estremeció como si un terremoto hubiera empezado.

Esforzándose y haciendo muecas bajo su máscara, el Samachurl hace que un ídolo de Gorkamorka surja de la tierra. Bajo la mirada pétrea de semejante ídolo, los otros Churls se sienten inspirados a cometer nuevos actos de violencia extrema. Mientras los humanos y los orejudos veían incrédulos al ver a semejante criatura.

El Samachurl tenía una buena vista desde encima del constructo de roca, no le importaban los ataques a distancia de los humanos porque sabía que Gorkamorka lo cuidaba, entonces para que sus muchachos no se quedaran atrás lanzó otro hechizo. El poder del ¡Waaagh! surgió del Samachurl en una inundación imparable de energía mágica, aumentando la fuerza del ejército.

Samachurl: ¡WAAAGHAHAHA!

Churls: ¡WAAAAAAAGH!

La risa desagradable del chamán se mezcló con su grito de guerra y el de sus muchachos mientras los humanos se enfretaban a ellos.

Para los habitantes del mundo de Malleus esto era algo casi... Rutinario, pero para la gente de Teyvat.

Jean: ¿Pero, pero que... Esta pasando?-era imposible, no, ellos creyeron que era imposible que los Churls se organizaran y atacaran sin que un tercero los dirigiera y sin embargo aquí había un grupo de como mínimo unos 50 Churls dirigidos por un Samachurl Geo que emplea una rara energía verde que era desconocida para ellos-

Marius: ¡Son los enmascarados orkos y goblins que ustedes llaman Hilichurls! ¡¿De que te sorprendes?!-dice mientras iba a ayudar a su hermano Hans-¡Ya habrá tiempo para sorprenderse luego! ¡Ahora hay que luchar!

Volkmar: ¡Que vengan esas sucias bestias! ¡Les enseñare lo que les hacemos a los suyos en el Imperio!-el Gran Teogenista agarró su martillo con fuerza antes correr contra los Churls al igual que los soldados que los escoltaron-

Teclis: Afortunadamente es un grupo pequeño, una banda de guerra a lo mucho.

Jean: ¡¿Pequeño?!-no solo ella varios de su grupo exclamaron lo mismo-¡¿Este es un grupo pequeño?!

Teclis: A juzgar por tu expresión me imagino que los Hilichurls, como ustedes los llaman, no suelen juntarse en grupos grandes, ¿cierto?

Jean: Si, asi es.

Kaeya: Su inteligencia es muy limitada, por lo general no pueden ni siquiera tender una emboscada sin que un mago del abismo se los ordené.

Teclis: Pues, en nuestro mundo los Orkos y los Goblins se unen en grupos de cientos o de hasta incluso miles de individuos, en ocasiones se juntan en grupos masivos para un Waaagh! que generalmente están formados por docenas de miles o hasta cientos de miles de pieles verdes por eso se les conoce como la "Marea Verde"-fue lo último que dijo Teclis antes de que una bola de fuego apareciera en sus manos y la arrojará contra los Hilichurls explotando entre ellos quemando a algunos y matando a varios de ellos incluyendo a 3 Mitachurls-

Ni Jean, ni ninguno de los caballeros de Mondstadt dijo nada. Cientos de Miles, un ejército de cientos de miles de Churls. Eso debería de der imposible, al menos eso creían y sin embargo en el otro mundo un grupo de 50 churls no era si no un grupo pequeño. El otro mundo era bastante violento, todos pensaron lo mismo.

Klee por otra parte no dijo nada, la escena debería ser traumante para cualquier infante pero cuando vio lo que Teclis hizo bueno...

Klee: ¡¿Que fue eso?!-la niña amante de las explosiones quedo impresionada por la explosión que hizo Teclis, ella había hecho explosiones más grandes y poderosas pero usando su Visión (y algunas otras "cositas" proveídas por Albedo) pero Teclis no uso una Visión y aún así tuvo resultados interesantes-

Teclis: Fue magia, pequeña-la pregunta de la niña, no distrago al Alto Elfo, incluso creó una barrera protectora a su alrededor, lo último que necesitaba era que una joven elfa falleciera-

Klee: ¡La magia es increíble!-el Maestro del Conocimiento por un segundo creyó haber visto los ojos de la niña volverse estrellas, no estaba seguro de si era su imaginación o algo mas-

Teclis: Pues a mi me interesan mucho sus "Visiones"-no le mintió, le interesaban estas Visiones bastante, los magos en su mundo por lo general sometían y usaban los Vientos de la Magia para usar sus hechizos aunque tenía ciertos riesgos como las mutaciones y las tentaciones del Caos sin embargo en este mundo Teyvat estás Visiones canalizaban y absorbian la Magia dentro de si y permitían que sus usuarios usaran sus poderes, no sabía si podía llamársele magia para empezar-

Klee: Pregúntale a Lisa, ella sabe muchas cosas, de seguro puede ayudarte-la mencionada se estremeció, ella al igual que otros caballeros de Favonius se recuperó de su sorpresa y se unieron al combate con las Fuerzas Expedicionarias-

Teclis: Ya veo, es bueno saberlo. Ahora pequeña porque no duermes un rato-dijo el elfo antes de poner a Klee a dormir con magia que cayó dormida en sus brazos, era demasiado joven para experimentar ciertos niveles de violencia-

Kaeya: ¿Qué le...?-el Capitán le preguntó al elfo quien con una sonrisa solo respondió-

Teclis: Solo un simple hechizo de sueño, despertará en unas horas.

Kaeya: La magia es realmente increíble.

Teclis: Aunque tiene sus riesgos por supuesto, por otro lado esperó tener la oportunidad de que responda a mis preguntas señorita Lisa Minci-le dijo el elfo a la "bruja"-

Lisa: Si, claro-dijo con nervios, la sonrisa "amable" del Elfo le daba escalofríos tanto a Lisa como a Kaeya, y tenía el presentimiento de que no sería el único, por un lado positivo podría obtener conocimientos del otro mundo-

Teclis por su parte se puso pensativo. Podía usar su magia casi tan bien como podía hacerlo en su mundo, puede que incluso mejor. Los vientos de la magia fluían con total libertad en este mundo, quizas fue debido a la Región o quizás... Esta no fue la primera vez que sus mundos interactuaban.

Se sentía extraño. La influencia del Caos y la Disformidad era menor, casi inexistente en este mundo. El Guardián de la Torre Blanca de Hoeth se preguntaba cuando duraría eso, dudaba mucho que a Tzeentch le gustará el no poder manipular la magia de todo un mundo. Estos humanoides semejantes a los pieles verdes de su mundo eran una prueba su control de la magia era más "preciso" en comparación al de los chamanes orkos o goblins de su mundo (no le explotó la cabeza) además podía usar el poder elemental de la Tierra, o Geo como los Teyvatianos lo llamaban. La influencia de los dioses de su mundo aún era leve en este pero pareciera ser que los Dioses Gemelos de los Pieles Verdes habían encontrado a sus nuevos adoradores en este mundo.

Tenían jinetes de jabalí, usaban primitivas armaduras y toscos escudos de piedra o madera. Las ballestas eran obviamente robadas, los arcos por otro lado fueron hechos de manera apresurada aunque efectiva, si no tenían arcos o ballestas usaban hondas para arrojar piedras o lanzaban a patadas a unas criaturas elementales hechas de limo. ¿Eran Amoebas? O como mínimo su equivalente en este mundo. Las fuerzas combinadas de los pocos Caballeros de Favonius y el pequeño grupo de escolta del Ejército Expedicionario, junto con sus líderes ya había reducido a la banda de guerra de los Hilichurls a sólo unos 18.

Volkmar ya se había hartado de estas criaturas. El gran Teogenista implora a Sigmar que le imbuya de un mínimo de fuerza divina, ¡y ahora su martillo brilla con poder!

El efecto de la bendición de Sigmar afectó también a aquellos cerca de Volkmar en un radio de 35 metros, no sólo potenció al Gran Teogenista y las fuerzas Imperiales sino también a los Elfos y a los Caballeros de Favonius.

Amber: ¿Que esta pasando?-su arco fue cubierto por una luz sagrada al igual que la espada Eula, la castaña le disparó con su arco a los jinetes de jabalí Hilichurl haciendo que se caigan muertos al suelo-

Eula: No se. Pero, de repente me siento más fuerte-dice mientras combatía contra los Mitachurls-

Volkmar: ¡Sigmar Quiere Sangre!-con ese grito una luz divina lo envolvió-

Luego Volkmar lanzó una oración de batalla que lo bañó fuego blanco sagrado, que quemó a los enemigos de Sigmar pero deja ileso al Gran Teogenista y sus aliados. Una lluvia de misiles de fuego blanco cayó sobre los Hilichurls quienes ya se estaban a nada de retirarse.

El Samachurl usó sus poderes Geo para potenciar al Rogue Idol y procedió a golpear y patear a todos los humanos y orejudos que hubiera cerca, aplastó a varios de ellos dejando atrás solo una mancha roja en el suelo, un revoltijo de carne aplastada y sangre. Eso intimidó a esos Gitz quienes ya debieron de darse cuenta de que no podían tocarlo. O eso creyó él.

Sin que se diera cuenta un pequeño y adorable peluche rojo de conejo se puso detrás suyo. El peluche le tocó el hombro y el Samachurl se volteó a verlo por un segundo antes de volver a lo suyo, hasta que se dio cuenta de que algo no andaba bien.

Samachurl: Wat da Zog-fue lo último que dijo antes de que el Baron Bunny explotará y lo mandara a volar, sin que un Samachurl que lo sostuviera el Rogue Idol se vino abajo por si solo-

Con la amenaza terminada, Volkmar dio una orden.

Volkmar: Reúnan a los heridos, y... Entieren a los muertos-17 hombres (tanto imperiales como Mondstadteses), 15 elfos murieron, un total de 32 bajas por parte de ellos, la emboscada más el Rogue Idol convocado por el chamán Samachurl cobró su costo en vidas, en su mundo éstas serían bajas mínimas pero en Teyvat...-

Volkmar vio a algunos de los caballeros de Mondstadt reunirse alrededor de los cuerpos muertos de sus compañeros, algunos no eran más que pulpas sangrientas, tuvieron la mala suerte de ser aplastados por herético ídolo. Otros sin embargo estaban en posición fetal temblando de terror, Volkmar sabía lo que significaba muy bien, era la primera vez que veían la muerte de primera mano. No sólo él, los veteranos de guerra, de los ejércitos imperiales y élficos habían visto esto en varias ocasiones, novatos recién sangrados.

Volkmar: Gran Maestra Interina Jean Gunnhildr-el Gran Teogenista le habló con una voz profunda a Jean quién le miro por otro lado Hans y otros caballeros Imperiales miraron a la mujer que Volkmar le hablo, en el poco tiempo que vieron a Jean pelear, la mujer caballero demostró ser hábil como guerrera pero parecía que tanto ella como su espada habían probado poca sangre y guerra, sin cicatrices o viejas heridas de batallas-Tenemos que hablar, preferiblemente en su ciudad, mis hombres y nuestros aliados elfos tenemos mucho de que conversar con ustedes.

Jean: Es algo en lo que puedo estar de acuerdo-no sabía como iba a hacer para explicarle a los familiares de los difuntos como habían muerto enfrentando a Hilichurls-Tenemos muchas cosas de que hablar.

Marius: ¡Alto! ¡Primero debemos comprobar algo!-dice el conde loco acercándose a un Hilichurl inconsciente que deliberadamente había dejado con vida-

Hans: Ay, no puede. ¿Marius ahora qué? Ya solo mata al pobre desgraciado.

Marius: Aun no, necesito pruebas.

Hans: ¿Puebras de que?

Lisa: O por Barbatos, me va a dar una jaqueca.

Volkmar: Santo Sigmar dame fuerzas, para no matarlo yo mismo-le reza a su dios para darle paciencia y no estrangule hasta la muerte a Marius-

Jean: ¿Siempre es así?-pregunta la caballero mondstadtesa-

Hans: Ni te lo imaginas-le susurro en respuesta-

Marius: De que debemos de exterminar a estas criaturas antes de que ellas lo hagan con nosotros.

Hans: ¿Marius esto no sera lo de los Unicornios de nuevo?-le preguntó a Marius quien ¿le estaba levantando el taparrabos al hilichurl?

Kaeya: ¿Eso de verdad paso?

Amber: ¿Por que alguien le haría la guerra a los unicornios?

Eula: Porque esta loco.

Hans: Según Marius son las bestias más viles y malignas del Mundo Conocido.

Marius: ¡Son las bestias bestias más viles y malignas del Mundo Conocido! ¡Y esto! ¡Esto es peor que lo de los unicornios! ¡Observa!-dice quitándose para revelar la entrepierna del hilichurl-

La respuesta de todos fue... negativa.

Lisa: ¡O Arcontes! ¡¿Que hice para merecer esto?!

Volkmar: ¡Muy bien! ¡Se acabo! ¡Lo voy a ejecutar!

Jean: ¡Por los siete! ¡Que asco!

Kaeya: ¡Eso me va a dar pesadillas!

Eula: ¡Voy a vomitar!

Amber: ¡No lo hagas porque si no yo te sigo!

Eula: ¡Pues agarrate! ¡Que ya esta saliendo!-dice antes de agarrar a Amber de la mano-

Amber: ¡Espera! ¡No quiero ir contigo!-le dice mientras su amiga la llevaba tras un árbol, y en pocos segundos el sonido de ambas vomitando se escuchó-

Hans: ¡Marius que carajos te pasa!

Teclis: Son... Perturbadoramente parecidos a los de un humano, hice bien en poner a dormir a la niña-dice analítico al ver los... genitales del hilichurl que eran asquerosamente similares a los de un ser humano-

Marius: ¡Esto! ¡Esto es lo que quería mostrarles antes de que me llamaran loco de nuevo!

Todos: ¡¿POR QUE?!-todos, absolutamente todos le preguntaron al conde-

Marius: Por que estos seres. Estas bestias ¡Estos hilichurls usan a las mujeres humanas para reproducirse!

Jean: Eso es... ¿Imposible?-le preguntó a su amiga-

Lisa: Bueno... Pues... No le se-le respondió con sinceridad-

Jean: No hay forma de que eso sea cierto, ¿verdad?

Marius: ¡A no! ¡Pues entonces respondame a esto! ¡¿Donde estan sus crías?! ¡O mejor aún! ¡¿Donde están sus mujeres?!

Silencio, solo silencio. Nadie le respondió a Marius, y mucho menos los que venían de su mundo quienes se quedaron pensativos.

Kaeya: Oh mierda. Eso... Eso tiene algo de sentido.

Volkmar: Marius Leitdorf dijo algo que tiene sentido.

Hans: ¿Pero en que clase de mundo retorcido hemos ido a parar?

Algo que muchos creían imposible pasó. El Conde Loco de Averland dijo algo con sentido, Marius decapitó al hilichurl tras traumar a muchos haciendo que el cuerpo del mismo se deshiciera en partículas como sucede con toda su raza. Quizas y solo quizas de que se probará si la teoría de Marius era correcta o no, el Imperio del Hombre lanzaría una campaña de Exterminación contra los hilichurls de Teyvat.

Ya habría tiempo para pensar en eso luego de que bebieran suficiente alcohol como para dejar inconsciente a un gigante y a una docena de ogros. Este tipo de recuerdos se debían de ahogar con alcohol y dejarlos en el olvido para siempre.

(Mientras tanto con el viajero)
Aether se preguntaba como fue que llegó a su situación actual. Comenzo bastante bien, llegaron a la ciudad de Liyue buscando al Arconte Geo Morax. Paimon mencionó que solo hay una oportunidad en todo el año y que tenían suerte de llegar a tiempo justamente el mismo día que se celebraba el Rito del Descenso, que es cuando bajaba Morax (o Rex Lapis).

Al no saber donde se llevaría a cabo deciden preguntarle a los lugareños (¿Liyuanos?) aunque Paimon dice que era mejor no referirse al Arconte Geo como Morax pues se consideraba de mala educación que los extranjeros lo llamaran por su nombre y que se refirieran a el como Rex Lapis como todos los demas. Bueno, tras preguntar por ahí descubrieron que sería en la Terraza Yujing ademas de que una las Siete Estrellas se encargaría de recibir al Arconte nada menos que el Equilibrio Celestial Ninguang (la persona más rica del mundo muy posiblemente), se enteraron que eran las Siete Estrellas de Liyue, que Rex Lapis era la deidad más vieja de los 7 Arcontes y etc.

Una vez en la Terraza Yujing y todo parecía ir bien, hágase énfasis en parecia, aquí fue donde todo se complicó. El cielo se oscureció y un Dragón oriental, Rex Lapis cayó sin vida al suelo. El Arconte aparentemente había sido asesinado, la Geoarmada rodeó y cerró el reciento, por si fuera poco tanto Paimon y Aether tuvieron que escabullirse porque al ir vestidos de forma rara y ser los únicos extranjeros que habían acudido a la ceremonia serían claramente sospechosos, y el viajero tuvo la brillante idea ... De irse a la fuga (como si eso no fuera más sospechoso todavía).

En fin, fueron descubiertos, empezaron a correr perseguidos por los guardias. Cuando fueron rodeados sin donde ir y Aether se disponía a enfrentarlos fueron "salvados" por un cierto pelinaranja que usaba un arco y dagas. Cuando les dijo que lo acompañaran tuvieron que hacerlo al no haber de otra. El joven misterioso resulto ser Nobile el undécimo de los 11 Heraldos de Fatui. Les explica que él no eran tan malvado como Signora (quién les había dejado una mala impresión).

Al no ser miembro de los Fatui no era de confianza para las 7 estrellas de Liyue y les dice que fueran al Banco del Reino del Norte (que era propiedad de los Fatui). Posteriormente, Nobile (o Tarta agria, es decir Tartaglia o Childe) les entrega algo llamado Sello del Permiso para que unos seres llamados Adeptus no lo atacaran o hicieran daño por invadir sus dominios.

Nobile les explica que saliendo de la ciudad, al Norte de la Llanura Guili hay un bosque llamado Desfilaredo Jueyun en donde se encontraba la morada de estos seres, en este lugar deben pedirle que le den su bendición pues muchos humanos buscan estas queriendo obter fortuna, amor, riqueza o fama (porque son muy vagos para tratar de obtener todo eso por su cuenta) pero lo que ahora mismo necesistan es "justicia" para limpiar su nombre. El Arconte Geo y los Adeptus levantaron Liyue juntos y si alguien podía sacarlos de su problema serían ellos. Aquí es cuando sucedieron eventos que en otra tiempo, en otro universo, en otra línea temporal no pasaron.

Cuando llegan al llegaron al Desfiladero encontraron a un extraño ciervo rodeado por los cuerpos muertos de seres que le recordaron un poco a los hilichurls pero estos eran un poco más bajos, verdes y sin máscara. Tenían orejas largas y narices puntiagudas, aunque muertos sus ojos eran rojos, usaban harapos, sus cuerpos estaban decorados con pintura de guerra exótica y plumas coloridas.

Uno en particular era un poco más grande que los otros tenía una lanza envenenada y un escudo y usaba una máscara adornada con plumas que recordaba al rostro de una araña, el mismo tenía un hoyo en el pecho. Lo más sorprendente era lo que tenía al lado, una araña, una araña enorme con un tosco trono de madera, la araña tenía la cabeza aplastada posiblemente por la misma razón que su jinete.

Este ciervo de aspecto raro era uno de los Adeptus de los que Nobile les había hablado, se hacía llamar Escultor de la Luna y al ver el sello le pregunta el motivo por el que había venido. Entonces llega la Geoarmada, lo que provoca que Aether pida a el Escultor de la Luna que se los lleve para que puedan seguir hablando dejando a estos con los cadáveres de las extrañas criaturas verdes y la araña. Una vez desalojados los guardias, Aether procede a contarle todo lo sucedido con Rex Lapis en el Rito del Descenso, el Viajero explica que Rex Lapis fue asesinado, para ira del Adeptus.

Escultor de la Luna pensó que eran puras tonterias pero al recordar a las raras criaturas parecidas a los hilichurls y la araña gigante de antes pensó que tal vez no era tan descabellado pensar que alguién trataría de matar a Rex Lapis. El Adeptus expresa su decepción de la 7 Estrellas de Liyue al no poder proteger en medio de la ceremonia y comienza a sospechar de ellos.

Este no creé que el viajero pudiera lastimar al Arconte y tiene sus propias conclusiones al respecto pero debe consultarlo con los demas Adeptus. Aether decide preguntarle que paso antes de su llegada y que eran esas criaturas verdes. Escultor de la Luna explica que antes de su llegada sintió un extraño y peligroso poder cerca y cuando fue a investigar se encontró con estas criaturas verdes si bien eran parecidas a los hilichurls podían "hablar" con un extraño acento y eran notoriamente más agresivos y violentos atacándolo tan pronto como lo vieron, ademas cuando Escultor de la Luna los mató sus cuerpos no se desvanecieron como ocurre con los Churls sino que permanecieron como cadáveres.

Trataron de matarlo con flechas envenenadas aunque este veneno no lo afecto pero la telaraña de la araña gigante si logró molestarlo quejándose de lo molestó que sería quitarse los restos de telaraña de su cuerpo, pero el Adeptus creé que podría haber más de estás criaturas por ahí y que debía deshacerse de ellas. Por eso le pide al viajero que le entrege el mensaje a los demas Adeptus en su lugar mientras buscaba y eliminaba a los rezagados.

Sabiendo que el Viajero es inocente de los crímenes de los que le acusan la Geoarmada, les dice que busquen a la Preservadora de las Nubes y el Moldeador de Montañas y al Cazador de Demonios; los dos primeros residen en los alrededores de Jueyun, y el último en la Posada Wangshu cerca del pantano Dihua así que tanto Aether como Paimon deciden empezar por ahí. Al llegar Paimon no puede evitar compararlo con el desfiladero Jueyun pues al igual que el otro no tiene un toque particularmente divino para un Adeptus.

El "Cazador de Demonios" al que se refería el Escultor de la Luna es un joven llamado Xiao, el último Guardián Yaksha y uno de los Adeptus más leales al Arconte Geo, que parece irritado por su presencia y se marcha. Hablando con la jefa de la posada, Verr Goldet, les dice que Xiao es en realidad un Adeptus y que disfruta del Tofu de Almendras, dejándoles el otro plato a su elección, que deciden que sea una ensalada saludable. Ella les sugiere que hablen con el chef para que les prepare el Tofu de Almendras especial. El chef, sin embargo, está demasiado aterrorizado para crear el plato, ya que un fantasma ha estado rondando la posada. Mientras la pareja investiga, Paimon descubre al fantasma, lo que aterroriza aún más al chef. Con el consejo de Goldet, la pareja sigue al fantasma, que acaba poseyendo a un decrépito Cazador de las Ruinas. Tras derrotar al cazador de ruinas, la fantasma promete dejar de rondar la posada si el Viajero sigue jugando con ella. Al contarle al chef la promesa del fantasma, éste se siente aliviado y crea para ellos Tofu de Almendras.

Con el tofu y la ensalada a mano, alcanzan a Xiao. Consiguen impedir que se marche ofreciéndole su comida, y luego le cuentan la muerte de Rex Lapis, lo que le conmociona. A petición de Paimon, les explica que el fantasma es un espíritu inocente que no podía seguir adelante, por lo que pidió al posadero y al jefe que se ocuparan de ella por el momento.

Una vez encontrado uno de los tres adeptus, el Viajero y Paimon inician la búsqueda del Moldeador de Montañas. Al llegar al montaña Hulao, encuentran a un hombre que suplica al Adeptus que se apiade de él y de su hermano. Confundiéndolos con mensajeros Adeptus, les explica que estaban subiendo la montaña cuando su hermano quedó atrapado en ámbar. Encuentran a su hermano y lo liberan del ámbar. Aparece entonces el Moldeador de Montañas, enfadado con el Viajero por liberar a un "ladrón" y perturbar su montaña. Mostrándole el Sello de Permiso, les interroga sobre su presencia, al aclarar el malentendido y explicarle lo que sucedio en Liyue y se entera por ellos de la muerte de Rex Lapis, al igual Escultor de la Luna se sorprende por lo sucedido durante el rito del descenso pues no cree que alguien tuviera el poder necesario para dañar a Rex Lapis.

El Adeptus le contó al Viajero que en el pasado Rex Lapis le encargó a los Adeptus proteger Liyue y siempre han cumplido con ese deber pero cuando la paz llegó estos se retiraron a las montañas pero ahora que Rex Lapis no esta acepta la invitación de reunirse con los demás Adeptus para discutir la situación actual de Liyue.

Siguiendo su camino llegan a la montaña Aozang donde debería de encontrarse la última Adeptus, Preservadora de Nubes. Pero mientras exploran el lugar se dan cuenta de que alguién había puesto una mesa de piedra con restos de comida, alrededor de un lago que se supone que es comida ofrecida al adeptus. Con esto Paimon se da cuenta de que es aquí donde los Adeptus se reunían para cenar asi que deciden cocinar algo para llamar la atención de la Preservadora de Nubes.

Aquí es donde otro evento que no debería de pasar sucedió. Mientras cocinaba Aether sintió como si algo lo observará, no podía saber si era desde lejos o cerca. Una sensación de frialdad invadió su cuerpo, solo comparable a cuando Signora los emboscó para quitarle su Gnosis a Venti.

Paimon: ¿Pasa algo?

Aether: No sientes, ¿como si hiciera frío de repente?

Paimon: Bueno... Hace menos calor-dice el hada notando el repentino cambio de temperatura-

Aether: ¿Hola? ¿Hay alguién ahí?-pregunto el viajero viendo hacía los árboles sientiendo la mirada desde ellos-

Pero solo la sentía, no podía saber ni donde ni desde que tan lejos lo miraban.

Paimon: ¿Crees que sea la Preservadora de Nubes?-cómo si fuera una señal, un espantoso grito inhumano se oyó-

Aether: Esperemos que no-dice sacando su espada-

Entonces desde los árboles "eso" salio. Su piel era pálida y putrefacta, le faltaba la mitad inferiof del cuerpo, sus brazos eran anormalmente largos y terminaban en garras afiladas y su cara parecía mas un cráneo que un rostro y poseía una gran boca llena de dientes afilados. No era un Adeptus eso era seguro, aunque su ojos eran de un color blanco lechoso podían sentir como los miraba con hambre, un hambre bestial.

Usando sus largos brazos para impulsarse y saltar se abalanzó sobre el Viajero quién respondió bloqueando sus garras con su espada. Teniéndolo cerca Aether noto un olor a podrido viniendo de la cosa, no sólo eso, sintió un aura de frío mortal irradiaba desde la cosa. Aether sintió como su cuerpo se volvia mas lento debido al frío.

Paimon: ¡Viajero!

La cosa dio otro grito horrible mientras que las garras de la monstruosidad chocaban con la espada de Aether, su cuerpo respondía más lento de lo normal debido al frío, era como si estuviera en Dragonspine.

Aether movía su cuerpo lo más rápido que podía, uso energía Anemo para impulsarse a si mismo y responder más rápido a los golpes salvajes de la criatura aparentemente muerta. Cuando le hacía heridas a la criatura esta no se inmutaba, no sentía dolor. A la criatura no la movía nada excepto el hambre, un hambre eterna e insaciable de carne viva.

Entonces en los cielos una figura aparecio, una grulla blanca, más alta que muchos humanos, con plumaje azul, dorado y negro. Se apareció en los cielos y descendió en picado sobre la espalda de criatura haciendo que se cayera contra el suelo. La grulla se colocó a solo unos pies de distancia del viajero.

Aether: ¿Eres la Preservadora de Nubes?

Preservadora de Nubes: ¿No creeras que la criatura que apesta a muerte y magia oscura es un Adeptus?

Aether: Honestamente espero que no.

La criatura se levantó del suelo y corrió hacía los dos. La criatura trato de cortar con sus garras a la Preservadora de Nubes pero esta solo voló esquivando el primer zarpazos pero en un descuido la criatura usa su otro brazo, más largo que el de un ser humano y trató de dañar a la Adeptus sin embargo esté brazo fue detenido por la espada del viajero.

Aether: Hay algo que quiero discutir contigo, pero primero, ¿podrias ayudarme?

Preservadora de Nubes: Muy bien, colaborare contigo-una luz envolvió el cuerpo de la Adeptus y entonces donde antes había una grulla ahora había una persona-

Una mujer alta con cabello largo color azul marino con matices azul claro. Su cabello está recogido en una coleta alta asegurada con una horquilla que se asemeja al filo de una grulla. Tiene cejas más cortas y usa anteojos rojos, lo que significa que podría tener problemas de vista. Aunque la Adeptus parece tomar la forma de un humano, tiene dedos en forma de garras, como las garras de una grulla. Su atuendo es fluido y parecido a un vestido con muchos blancos, verdes, azules y amarillos, y adorna muchos colgantes. Lleva tacones altos y parece que le gustan los accesorios.

Entonces una especie de pequeña ave mecánica apareció entre sus manos volando con un par de hélices en lugar de alas. El ave mecánica voló hacía la cosa a gran velocidad.

La Preservadora de Nubes había visto cosas bastante horribles a lo largo de su extensa vida pero lo que vió con su vista elemental en esa cosa no lo había visto nunca antes, era mantenido por una energía morada que claramente no era Electro y esa aura fría que lo envolvía tampoco era Cryo, lo que ella vio eran sombras asfixiantes que se aferraban al cuerpo marchito de la criatura. Para empezar era evidente que la cosa estaba muerta, su piel mortalmente pálida, los evidentes signos de putrefacción, huesos rotos y congelados, con una enorme boca con dientes como agujas y un estómago cavernoso que cuelga abierto como una terrible herida y el hecho más obvio de todos, carecía por completo de la mitad inferior del cuerpo usando sus brazos anormalmente largos para sostenerse sobre el suelo.

Aunque su ataque lo golpeó no mostró signos de detenerse, el viajero lo había cortado con su espada y tampoco se inmuto, lo que demostraba que fuera lo que fuera la criatura, no sentía dolor y que para detenerlo era necesario matarlo, de nuevo.

La energía Anemo fluyó de sus manos, y 4 remolinos de viento mientras que al mismo tiempo el viajero por su parte tomó el poder del viento para formar un vórtice de vacio en la palma de la mano y lo lanzó a quemarropa contra la criatura, el vórtice explotó. Después para sorpresa de la Adeptus, el viajero usa energía Geo para tomar un meteorito de las profundidades de la tierra para atacar a la criatura.

La Adeptus estaba sorprendida pues el chico no tenía Visión alguna e incluso si la tuviera no podría utilizar dos elementos a la vez. Otro rugido salió de la enorme boca de la criatura que parecía cada vez más desesperada, saltando con sus brazos y usando sus zarpas afiladas tratando de cortar al viajero. Tanto la Adeptus como el Viajero trabajaron juntos para vencer a la cosa pero por cada golpe que esté acertaba el daño recibido parecía restaurarse haciendo que ambos tuvieran que luchar y evitar los ataques de la criatura.

Al final lograron vencer a la criatura desconocida, Aether revisó que ya no moviera, lo más lejos que pudiera permitirse de la boca y brazos de la cosa. La mujer, se le acercó y lo miró, no al viajero sino al cuerpo desfallecido de la criatura.

Aether:Disculpe, ehm-el viajero le dirigió la palabra a la mujer quién volteó a verlo-

Preservadora de Nubes: ¿Mmh?

Aether: ¿Sabes que es?-le preguntó a la Adeptus-

Preservadora de Nubes: No. He vivido por muchos años, más de los que puedes imaginar y nunca había visto a semejante criatura, ¿que es? ¿de donde viene? Son preguntas para otro día, ahora mismo me interesa saber para que viniste.

Aether: Bueno-se froto la cabeza con su mano, mientras que Paimon viendo que ya no había peligro regresó con Aether-¿Que tal si nos sentamos y lo hablamos?

Preservadora de Nubes: Muy bien.

Aether le contó a la Adeptus que pasó con Rex Lapis y al igual que los otros Adeptus no podía creerse que alguien podría hacer tal atrocidad. Sugiere que quizas debería castigar a la ciudad de Liyue por permitir esa afrenta antes de reunirse con los demás Adeptus para asi evitar más incidentes. Pero el Viajero le reclama esto y logra calmarla recordándole que los Adeptus por "contrato" se suponía que debían proteger Liyue, por lo ella termina aceptando de mala gana y terminó convencida viendo que llevaban el Sello del permiso, acepta reunirse con los demas Adeptus pero les pide que se marchen del lugar.

Ahora que se han encontrado los tres adeptos, el Viajero regresa con Nobile y les informa de todo lo que había sucedido, quien a su vez les dice que los Liyue Qixing se niegan a permitir que nadie vea el cuerpo de Rex. Paimon accidentalmente deja escapar que vinieron a visitar a Los Siete, de lo que Nobile inmediatamente toma nota. Les dice que puede ayudarlos, pero que pasará algún tiempo antes de reunirse con su contacto.

(Mientras tanto con los Adeptus)
En un claro inaccesible para los humanos, los Adeptus y Xiao se reunieron.

Escultor de la Luna (E.L.): Me imaginó que ya todos sabrán porque nos hemos reunido hoy, ¿verdad?-dice el ciervo Adeptus, curiosamente su pelaje y cornamenta estaban levemente cubiertas de telarañas-

Moldeador de Montañas (M.M): El supuesto asesinato de Morax, verdad, por cierto, ¿que te paso?

E.L: Arañas, arañas gigantes montadas por unos raros seres verdes similares a los Hilichurls.

Xiao: ¿Que? Es broma, ¿no?

E.L: Desgraciadamente no lo es. Y no solo ellos, sus "parientes" más grandes y violentos los acompañaron. Se agruparon en los bosques cerca de Liyue, los que elimine probablemente no eran más que un grupo de exploradores.

M.M: Tienes algo que añadir-le dijo a su compañera Adeptus-

Preservadora de Nubes (P.N): Si, de hecho si-había vuelto a su forma original de grulla-Cuando el viajero fue a mi territorio, una criatura no-muerta nos atacó-la mirada de Xiao y Moldeador de Montañas parecían sorprendidos, Escultor de Luna no tanto-

E.L: No era como aquella "niña zombie", ¿cierto?

P.N: No, para nada, lo único que tenían en común era que estaban entre el mundo de los vivos y el de los muertos. Pero a diferencia de "ella", que fue reanimada por nuestra energía Adeptica, lo que ánimo a aquella cosa era oscuro, una energía morada, y no, no era Electro, lo que sea que fuera estaba atando su alma a su cadáver, como cadenas y sombras moradas encadenaran el alma y el cuerpo.

Xiao: ¿Creen que el asesinato de Rex Lapis y estos eventos esten relacionados?

M.M: Podría tratarse del preludio de un ataque, alguién planea invadir Liyue, y planea quitar del camino a sus protectores más antiguos.

E.L: Si es así, debemos de prepararnos para lo que sea que este por venir, ¿Preservadora?

P.N: Lamento tener que dejarlos, tengo que ver a alguién-dice antes irse volando muy rápido-

Xiao: Yo debería volver a la Posada Wangshu, si de verdad alguien planea matar a los Adeptus antes de atacar Liyue debería regresar y advertirles.

E.L: Muy bien.

M.M: Escultor de la Luna y yo buscaremos por los alrededores, honestamente, tengo el presentimiento de algo malo esta por pasar.

E.L: Esto me recuerda a hace 500 durante el Cataclismo, no, puede que incluso antes de eso-Xiao y Moldeador de Montañas lo vieron-La Guerra de los Arcontes.

(En otro sitio, en alguna parte de las Montañas de Liyue, Teyvat)
Los Skullreapers son enormes Guerreros del Caos de élite dedicados exclusivamente al servicio de Khorne, el Dios del Caos de la guerra y el asesinato, que se encuentran dentro de las tribus salvajes de los Skaramor, esos hombres del Norte al servicio del Dios de la Sangre que se niegan a aprovecharse de los mortales indignos del sur y sólo sobre sus compañeros sirvientes de los Dioses Oscuros en el norte. Su poder es tal que cada Skullreaper es considerado individualmente tan poderoso como cualquier Campeón del Caos.

Incluso entre las filas de los Skullreapers, hay individuos cuya absoluta devoción por Khorne los distingue. Estos son los Wrathmongers, lunáticos asesinos que son reverenciados y temidos por sus parientes sedientos de sangre en igual medida. Estos se encuentran entre los servidores más grandes y poderosos del Dios de la Sangre que jamás hayan caminado sobre la tierra.

Pero, uno de estos Wrathmonger había caído en combate.

Wrathmonger: Esplendido, Khorne te sonríe-dice mientras una lanza le perfora el corazón antes de caer muerto al suelo mientras su adversario extraía su arma de su pecho-

Quien había derrotado a uno de estos monstruos no nada menos que una mujer relativamente alta y de tez clara, de gran belleza y una fuerza increíble, la misma cayo de rodillas al suelo debido a su estado tras el enfrentamiento que tuvo pero mantuvo un férreo agarra en su lanza. El nombre de la dama era Shenhe, la discípula humana de la Adeptus Preservadora de Nubes quién ademas la crió desde pequeña.

Shenhe tiene el pelo largo y degradado de color blanco plateado que luego se vuelve negro en las puntas. Su cabello está separado del centro con mechones de corte uniforme que fluyen justo más allá de la altura de la barbilla enmarcando su rostro, un lado cubriendo su ojo derecho, el resto con una trenza baja, suelta y gruesa sujeta en la parte superior con un cordón rojo atado un arco con su Visión Cryo montado en él.

Su belleza quedo levemente opacada por sus terribles heridas, la tierra y la suciedad. Algunas rasgaduras en su ropa y sangrantes cicatrices en su piel, estaba consciente de milagro.

Shenhe, no sabía nada, ni quién era ese hombre que la trato de matar y pero en su lugar, ella lo asesinó. Ella lo mató, su cuerpo tembló con emociones encontradas, sentía miedo, asco y odio por si misma, pero a la vez sentía una leve excitación, su cuerpo ardía con furia... Quería más... más sangre.

Shenhe: No-se dijo a si misma golpeándose en su rostro-

Su maestra le había enseñado a controlarse a si misma y sus impulsos homicidas. No iba a tirar todo por la borda solo por una pelea contra un lunático sediento de sangre, Shenhe miro el cadáver del hombre que ella mató. Por una fracción de segundos se vio a si misma en lugar del propio hombre, eso era para lo que su maestra la había entrenado, para no volverse un monstruo como el que acababa de matar.

Tragando saliva y con su corazón latiendo a mil, con la poca fuerza que le quedaba se paró del suelo y haciéndo su mejor esfuerzo agarró el cadáver del Wrathmonger y lentamente lo arrastró hasta el borde de un acantilado y lo arrojó al vacío, se deshizo de las pruebas de que ella hizo algo.

Shenhe: ¡¿Quien anda ahí?!-dice dándose la vuelta rápidamente sin ver ni sentir la presencia de nadie-¿Lo habré imaginado?-por un fugaz instante pensó sentir que había alguien-

Shenhe caminó unos cuantos pasos antes de caer desmayada al suelo debido a sus heridas, pero no moriría, o no.

Sin que lo supiera la exorcista una mirada se fijó en ella.

(???)
En un reino de ríos de sangre ardiente, en una ciudadela de bronce ensangrentado, sentado en su trono de cráneos El Dios de la Sangre miró a la mujer de pelo blanquecino.

Teyvat estaba lleno de candidatos a campeones, tanto de él como de sus hermanos. Incluso los menos dignos fácilmente podrían alzarse como Señores y Señoras del Caos. Sin embargo la mujer de pelo blanco, era la que más le llamaba la atención, no solo había derrotado a uno de sus Wrathmonger en un combate uno a uno, no, la mujer tenía tanto poder, tanto talento, tanto potencial... Desperdiciado, si hubiera nacido en su mundo la mujer ya se habría vuelto una magnífica Princesa Demonio. Esa mujer estaba reprimiendo lo que era realmente, todo por culpa de una bruja grulla.

Pero, luego estaba aquel joven rubio, al principio solo lo quizo porque podía llevarlo a él y a sus siervos mortales a la nueva guerra pero a escala multiversal o así fue hasta vio lo mismo que vio en Shenhe, "potencial", un pontecial sin explotar más allá de lo imaginable. Si Shenhe había sido una candidata a Princesa Demonio entonces el chico tenía el potencial para volverse un Everchosen, un Gran Elegido del Caos. No como Archaon, claro, el tenía el trabajo de traer el Fin de los Tiempos a Malleus, pero el chico, Aether, si no se equivocaba y jugaba bien sus cartas sería como Morkar, el primero de su clase, el primer Everchosen de Teyvat.

Pasando a otro tema, las Visiones también llamaron su atención, sabía que pasaba lo mismo con sus hermanos. El Dios de la Sangre lo odiaba todo, estaba en su naturaleza pero había dos cosas que Khorne odiaba con todo su ser desde el principio de todo, la magia... y Slaanesh. Si alguno de sus candidatos a seguidor tenía aunque fuera una mínima cualidad para la magia le hacía el favor de despojarlo de ella, de manera violenta y dolorosa, pero bueno que más daba.

El Dios de la Sangre desprecia el uso de la magia, y no concede hechizos a sus adoradores, por ello no existen hechiceros de Khorne porque un paladín de Khorne es la viva imagen del guerrero que lucha contra su enemigo cara a cara, en lugar de destruir a sus adversarios a distancia mediante rayos mágicos. La senda del Rey de los Cráneos es el del combate, y no del subterfugio o de la hechicería. Sus seguidores han colegido de ello que Khorne se opone violentamente a la hechicería en todas sus formas, por lo que se comprometen a matar hechiceros donde y cuando sea posible.

Khorne desprecia la hechicería y todo lo relacionado con la magia, aunque no le importa que se utilicen armas y armaduras mágicas para propiciar la carnicería en su nombre, sobre todo si fueron adquiridas tras asesinar a sus anteriores propietarios.

Odiaba la magia, sabía que tenía sus usos, y aunque le molestaba renococerlo sabía que la magia era util en la guerra y para derramar más sangre, por eso podía saberlo instintivamente... Las Visiones no eran mágicas, no usaban magia, si tuviera que compararlas con algo serían las Runas de los Enanos. Sabía que Tzeentch haría hasta lo imposible para aprovecharse de esto, en cuanto a Nurgle lo más seguro es que no haría ninguna jugada por ahora. A diferencia de su propio mundo, Teyvat era un mundo de paz, que asco, pero en realidad no importaba, pronto todo cambiaría. En cuanto a Slaanesh, no lo sabía ni quería saberlo, pero viendo a la apariencia física de muchos de los mortales de Teyvat de seguro estaba planeado alguna de sus idioteces sexuales.

Los planes de sus hermanos no eran de su interés, en la actualidad sus fuerzas estaban asediando el lugar que los humanos de este mundo llaman Celestia, el Reino de los Dioses, que estupidez, pronto caería y luego los dos mundos, ni los débiles dioses su mundo o los supuestos dioses de Teyvat podrían hacer nada para impedirlo.

Por otra parte, en su mente Khorne se preguntaba si debía intentar hacer su propia Visión, sería un buena recompensa para sus seguidores mortales de hecho.

Terminé. Así que si, los Hilichurls descubrieron la religión. Un pequeño paso para los Hilichurls, un gran paso para el Gran WAAAGH. La criatura que ataco al viajero y a la Preservadora de Nubes era un Mourngul, y creo que resulta evidente que lo que atacó al Escultor de la Luna eran Goblins Silvanos.

Por otro lado Khorne ya se fijo en Shenhe, y creo que muchos saben porque.

Un detalle más por aclarar, creo que no es muy importante, voy a hacer hablar normalmente a los Hilichurls porque su idioma no esta basado en ninguno. Si se preguntan porque pues bueno, los ogros tienen su propio idioma y no saben hablarlo (puede que sean junto con los trolls mucho más estúpidos que los churls) ademas, para que los pequeños sacos de boxeo y carne de cañon enmascarados duren más de un minuto he decidido darle algunos "power ups", ya vieron uno en el capítulo.

Me disculpó si las escenas de pelea no eran muy buenas, trataré de mejorar. Ademas si tienes algo que decir no olvides comentar. Si te gusto el capítulo dale una estrellita.

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