— No podré verle la cara a mi padre denuevo, pero no tengo otra opción — pensó Jesús —.

Antes de que el siguiente combate empezase Jesús fue a ver a un imponente Satanás el cuál sin una sola palabra entendió de inmediato lo que sucedia.
— Así que has tomado la decisión, Cristo Rey — dijo, pronto una infinidad de demonios salieron de un escondite y entre la gran cantidad de demonios uno se arrodilló, Vassago, adquiriendo la forma de un anciano montando un cocodrilo.
— Será el elegido — pensó Jesús.

El séptimo combate en la batalla final entre el Dios y el Hombre está por comenzar.

Por los Dioses, aquella que cayó de los cielos, la ángel más hermosa, más querida y la favorita de Dios y a su vez la más rebelde. ¡Lucifer!

Por la humanidad, el pensador más importante de la historia, quién escribió el manifiesto comunista, quién por su pensamiento lo echaron de todos los lugares, el padre del comunismo. ¡Karl Marx!

Este enfrentamiento será llevado a cabo en el noveno círculo del infierno, por petición del participante de los Dioses.
¡Comiencen!

Karl Marx con un poco de dolor en sus piernas cruzó hasta el centro de la plataforma, donde en un trono le esperaba Lucifer.
— Sabes, ustedes los humanos creen que Satanás y yo somos la misma entidad, y no querido — dijo Lucifer con algo de desagrado.

En el público se encontraba Friedrich Engels el amigo más cercano de Marx, no necesitaban intercambiar palabras para entenderse.
— Así que es el, el famoso Engels, un cuerpo interesante — dijo Lucifer con regocijo para luego transformarse en el mismísimo Engels.
Karl Marx quedaría completamente perplejo, aquél era imposible que fuera Lucifer, era idéntico.
Para de pronto sumergirse en sus pensamientos. Un recuerdo del año 1946, del momento en el cuál Marx y Engels escribianb el libro, La ideología alemana.
— Compañero, ¿Usted cree que existirá algo después de la muerte? — preguntó Engels — una pregunta más correcta sería, que será del mundo cuando nosotros ya no estemos aquí — respondió Marx — tienes un buen punto — dijo Engels.
Para luego este se acercara a Marx y con sutileza besó su frente.
Karl Marx volvió en sí al ver a Vassago caer en picada desde las gradas, y se encogió lo suficiente para entrar en la boca de Marx, haciéndolo toser sangre, pues el Divino Tesoro de Karl Marx son sus propias cuerdas bucales.
La perspicacia del humano era tal que rápidamente supo como utlizar y con un fuerte grito dijo.
— ¡Muéstrate! — pronunció enseriado, de pronto Lucifer se vió obligada a volver a su forma real, la de la ángel más bella que existió.
Lucifer invocando un tridente se abalanzó contra su oponente.
— Detente — dijo Marx, parando en seco a su contrincante, en ese preciso instante entendió el funcionamiento de su arma. Pero algo malo pasaba, Marx vomitaba sangre, su poder requería de mucha tensión en sus cuerdas bucales.
— Debo acabar el combate rápido — pensó — Realmente me tienes contra las cuerdas, maldito humano — dijo Lucifer con desagrado.
Todos los espectadores estaban al borde de la silla, muertos de tensión.

— Lo que no te mata, te hace más fuerte, y ellos lo estan experimentando a flor de piel — dijo Friedrich Nietzsche — esa es una de tus frases celebres, Lucifer es como dije alguna vez — dijo Nicolás Maquiavelo — Él que no detecta los males cuando nace, no es verdaderamente prudente — agregó.

— ¡Retuercete! — gritó, en ese mismo instante las piernas de Lucifer son brutalmente aplastadas.
— ¡Es momento de que sufras! — dijo Marx — ¡Muere! — gritó finalmente.

Lucifer se desintegró lentamente, hasta quedar completamente hecha polvo.

¡La victoria es para Karl Marx!
Lucifer VS Karl Marx, victoria Karl Marx. Duración 10 minutos 56 segundos.
Dioses II Humanidad V.

— Funcionó, seguiré utilizando a los demonios, son la clave para la victoria de la humanidad — exclamó Jesús.

Fin del capítulo.