— ¡¿Ragnarok?! — gritó Lucifer con furia.
— Así es — agregó la voz.
— Y no solo eso, convocaré a los humanos, aquellos que sean capaces de plantarles cara — agregó.
— Humanos, ¿Humanos? ¡Humanos! — dijo Ra con desesperación.
— Eso es inaceptable — agregó.
— No era pregunta, yo fui humano y si ahora les hablo es porque los humanos somos lo mejor de la creación — dijo aquella voz.

Pronto los Dioses a regañadientes empezaron los preparativos.
Más pronto que tarde todo estaba listo y el Ragnarok dió comienzo.

La lista de participantes fue pública por pedido del encargado de la humanidad, Jesús de Nazareth.
Mientras que el encargado de los Dioses se trataba de nadie más ni menos que Hermes el mensajero del Olimpo, quién mejor conocia a los Dioses de todos los panteónes.
La lista es...

Por los Dioses:
Dagda.
Ra.
Sun Wukong.
Quetzalcóatl.
Atenea.
Lucifer.
Hachiman-no-Kami.
Krampus.
Balder.
Wendigo.
Morta.
Izanagi.
Aamon.
Lilith
Morrigan.
Adze.
Make-Make.
Ptah.
Miguel.
Njörd
Némesis.
Anansi.
Cupido.
Fenrir.

Por los Mortales:
Robert J. Oppenheimer.
Muhammad Ali.
Elizabeth Bathory.
Charles Darwin.
Yasuke.
Napoleón Bonaparte.
María I de Inglaterra.
Howard Philips Lovecraft.
Karl Marx.
Juana de Arco.
Adolf Hitler.
Edward Teach.
Lautaro.
Hattori Hanzo.
Galvarino.
Balduino IV.
Leonardo Da Vinci.
Albert Fish.
Leonidas I.
Sansón.
Rey Midas.
Harald Blåtand.
Nezahualcóyotl.
Cleopatra VII.

¡El Ragnarok da comienzo! La batalla final entre lo divino y lo humano. Como primer enfrentamiento.

Por los Dioses, un demonio más antiguo que la maldad misma, marqués del infierno, comandante de legiones de demonios infernales... ¡Aamon!

Y por la humanidad, el décimo séptimo Rey de Esparta, el hombre que venció en la batalla de Termópilas con tan solo 300 soldados, la leyenda...
¡Leónidas I de Esparta!

— ¡Vamos Leónidas! — gritó Dilios eufórico.
Astaroth se encontraba en el público observando a su mano derecha.
Zeus, Hades y Poseidón miraban con algo de recelo, pués ellos también querían pelear.
— Quise convocar a aquellos guerreros, pues supuse que ustedes preferirían ser espectadores — dijo Hermes, quién fue el encargado de organizar a los Dioses.

Una valquiria de nueva generación bajó de los cielos y con una singular luz el arma divina hizo aparición.
Una lanza Espartana y un Escudo con grabados antiguos se hicieron presentes.

Pronto ambos guerreros pelearon mano a mano con violencia. Y el escudo de Leónidas desviaba todos los ataques del demonio y cuando éste último usó su ataque más poderoso el escudo absorbió el ataque.
— ¡Probarás el poder del Escudo del Rey de Esparta! — gritó Leónidas mientras con su lanza dio un pequeño golpe al escudo. El cuál devolvió el ataque con una onda de choque que reventó los tímpanos del demonio Aamon.

Y con su poderosa lanza, además de una precisión quirúrgica, sacó ambos ojos de su oponente como si de una cuchara se tratase.
Aamon empezó a retorcerse de dolor.

— Maldito, no era necesario torturarlo — gritaba la audiencia divina.
— Callense, era un sucio demonio — dijo el papa Clemente VIII.
— ese tal Leónidas merece ser bendecido — dijo el papa Pio IV.

Aamón ciego se lanzó al ataque, sin embargo el escudo de Leónidas absorbía todos los ataques, hasta que... — ¡Liberar! — pronunció Leónidas, mientras desintegraba todo el cuerpo de Aamón excepto su cabeza y...
De un solo parpadeo la cabeza de Aamon rodó por el suelo.

Aamon VS Leónidas. Victoria Leónidas. 1 minuto con 37 segundos.
Humanidad I Dioses O

La humanidad estalló de alegría por la victoria.

— Primera Victoria para la humanidad — dijo María Magdalena, mientras sonreía sarcásticamente a Hermes, quién se mordía las uñas de la ansiedad mirando el marcador.

El Ragnarok comenzó y los Dioses ya no parecían una pared invulnerable.

Fin del capítulo.