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Belleza.

Lázaro quedaría embelesado al ver a la siguiente participante, la mujer más bella que jamás haya existido.

Y a saliendo de la habitación, la mujer dejó ver un amuleto de Anj colgado, además de un montón de monedas de oro y gemas preciosas por toda el lugar...

Hermes confiaría en la primera Demonio de la historia para el siguiente enfrentamiento...

Todos en el público quedaron estupefactos, pués vieron construirse a una ineludible velocidad, la majestuosa Esfinge de Giza, a orillas del río Nilo.

¡Y continuamos con la vigésima primera ronda!

Por los Dioses, la primera esposa de Adán, de la demonología judía, heredada de Mesopotamia, la primera súcubo y quién se negó a someterse ante el hombre... ¡Lilith!

Por la humanidad, la última Faraóna, quién podía tener a quien quisiese a sus pies, la Reina de la Belleza, hablamos de...
¡Cleopatra VII!

Lilith salió al campo con una baraja de naipes en las manos, con la cuál estaba haciendo trucos.

Cleopatra con una mirada lasciva intenta seducir a su oponente, quién solo se sonrojaba, pronto Lilith perdió la concentración debido al encanto de aquella humana...

De pronto salió de las gradas, el demonio Bael, quién de dos rápidos movimientos se transformó en un Khopesh y un Arco Egipcio... La arena del coliseo se levantó y con la forma de flechas volaron a un carcaj que tenia colgado al hombro.

Quién dió su vida por Cleopatra fue nadie más ni menos que el Papa Juan Pablo II, quién se sentó frente a la multitud a animar a aquella humana.

Cleopatra VII se lanzó con su Khopesh hacía la demoníaca mujer, quién la esquivaba y se notaba que no tenía intenciones de hacerle severo daño...
— ¡Que haces! Solo es una humana — dijo Belzebub — No soy una simple humana, más bien diría que soy la persona más astuta que haya existido — respondió Cleopatra.

— Séptimo pecado: Avaricia — declaró Lilith mientras hacía aparecer un báculo dorado qué blandiendo haría aparecer una lluvia de lingotes de oro a gran velocidad.
Objetos que Cleopatra tuvo que esquivar y desviar con sus flechas de arena...
De repente Cleopatra pronunció en lenguas egipcias, "Riquezas vengan a mí" de repente todo el oro que caía se fundió en una gigantesca flecha dorada, que con destreza disparó directamente a Lilith quién blandiendo el báculo diría.
— Sexto pecado: Pereza —.
De repente un grillete atado a una cadena pesada y una bola de acero de varios kilos, amarró la flecha y esta cayó al suelo antes de llegar a su destino.

— Quinto pecado: Gula — dijo Lilith para luego absorber las almas de muchos humanos incluyendo a algunos apóstoles.
— No deja de hacerse más y más fuerte — dijo Lázaro.

Cleopatra aprovechó que estaba desprevenida para lanzar tres flechas instantáneamente. Todas impactaron en las piernas de Lilith excepto por una que falló.
Cleopatra se dió cuenta que ninguno de los ataques de Lilith fue precisamente letal...
Así que decidió no defenderse ante el siguiente ataque, Lilith sacudió su vara y con ferocidad gritó.

— Cuarto pecado: Orgullo — de pronto, un mar de llamas brotó desde la espalda de la demonio.

Sin embargo ni un solo haz de calcinación siquiera rozó a Cleopatra, y ésta última corrió entre las flamas hasta llegar frente a su oponente. Y con sutileza le besó, desconcentrado a la mujer demonio.
Quién frenó su ataque, Lilith decidió utilizar su ataque más fuerte para finalizar la ronda.

— Primer pecado: Lujuria — dijo mientras invocaba cadenas que amarraron los brazos y piernas de Cleopatra, estando atrapada en posición de estrella, Lilith enterró su báculo en el suelo y pronunciando dijo.
— Segundo pecado: Ira — de pronto el báculo se transformó en una espada delgada y justo antes de que ella rebanara la cabeza de la humana, se frenó en seco y con sutileza le devolvió el beso que le había dado minutos antes.

— ¡Por favor ríndete! Eres el amor de mi vida — dijo Lilith con preocupación y tristeza.
Cleopatra solo rió y después de unos segundos dijo.
— Claro, nunca vi un alma tan pura como la tuya, quiero ser tu eternidad —.

De repente, el iluminado bajó de los cielos, exclamó que aceptaba aquel resultado, dándole la victoria a los Dioses...

¡Increíble resultado, con la validación de la victoria a los Dioses!

Hermes celebraba... Y Afrodita quién estaba junto a él estaba emocionada por ver que resultó el amor entre aquellas Dos.

¡Así termina la vigésima primera ronda de la batalla final entre el Dios y el hombre!

Lilith VS Cleopatra VII. Victoria Lilith. Duración 21 minutos.

Dioses XI Humanidad X.

— Solo necesitan Dos victorias más para ganar el torneo, estamos en problemas — dijo Lázaro con miedo.

Fin del capítulo.

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