Versión alternativa de la vigésima primera ronda.

Volviendo al presente.
Por los Dioses, la deidad de la medicina, hijo de Apolo, su arma es el símbolo mundial de los médicos, así es, hablamos de... ¡Asclepio!

Por la humanidad, un destacado psiquiatra y neurocirujano, pero no solo eso, sino también el más, ¡Desquiciado! Hablamos del inventor de la lobotomía...
¡Antonio Egas Moniz!

¿Donde batallarán? Asclepeion de Atenas, uno de los templos donde se adoraba al Dios Asclepio, quién participa en ésta ronda.

Asmodeo bajó de las gradas, y con velocidad se transformó en un picahielo y un martillo... Armas que cayeron en la manos del humano.

Egas Moniz salió corriendo hacía su oponente, quién usando su báculo con una serpiente enrollada intentó atacar a su contricante... Quién esquivando los embates enterró el picahielo en el estómago del Dios. A lo que Asclepio usó su gigantesco conocimiento médico para cerrar la herida.

— ¿Crees que ésto es una broma? — dijo Antonio Egas Moniz.
— Tu no deberías considerarte un médico — respondió.
— De hecho, inventaste la peor práctica médica de la historia — agregó con furia.
— Yo les dí el don de curar, y tu mera existencia es un sacrilegio — finalizó.
— Yo ayudé a tratar la esquizofrenia, no sé que hablas... — dijo Egas Moniz.

Pronto el picahielo de Antonio atravesó el ojo de Asclepio y de un martillazo llegó al cerebro de su oponente, o eso pensaban todos...
Asclepio en cuestión de segundos movió todos sus organos de lugar, y lo que atravesó fue tan solo el colon.

Antonio no entendía qué ocurría, ¿Cómo seguía vivo? Pués había atravesado su cabeza por su ojo...
Cuando Egas sacó el picahielo del ojo su oponente lanzó la serpiente que estaba enrollada en el bastón hacia Egas Moniz, quién recibió un mordisco en su nariz, la cual se separó de su rostro... Y antes de que pudiera gritar de dolor recibió un golpe como un mazo en la parte de atrás de su cabeza, a la altura de la nuca. Y Asclepio gritó.
— ¡Traumatismo Craneoencefálico severo! —.

Antonio seguía vivo, aunque con daños cognitivos notables.
Asclepio lo tiró al suelo y tomando el extremo delgado del bastón, lo usó para practicarle una lobotomía al humano, y aquel qué no sabía mover sus órganos como lo hizo el Dios. De un momento al otro el cerebro de Antonio Egas Moniz fue atravesado de lado a lado por el bastón de Asclepio.
Y antes de que pudiera gritar la serpiente se comió su lengua...
Retorciéndose del dolor, Antonio Egas Moniz, el psiquiatra más desquiciado de la historia había perdido la vida.

¡La victoria es para, Asclepio!

Asclepio VS Antonio Egas Moniz. Victoria Asclepio. Duración 16 minutos.
Dioses X Humanidad XI.

— Esto es terrible... ¿Por qué tuve que confiar en el? — dijo Jesús pensativo.

Fin del capítulo.