Abya yala
- Jesús, ¿Te has dado cuenta que nos hace falta un participante? - preguntó Lázaro.
- Me refiero, tuvimos un traidor, y necesitamos a alguien - agregó.
- Lo sé, lo sé, llevo pensando en eso todo el torneo - respondió.
- ¿Y cuando me tocará a mí? - preguntó Lautaro con ansias.
- Tu eres nuestro comodín, nuestra mejor carta - respondió Jesús.
Todos los presentes entraron a la habitación con la inicial "N" donde un gigantesco templo se hacía presente.
¡Continuamos con la siguiente ronda! Estaremos en la bella ciudad antigua de Texcoco, remontándonos al año 1402.
Moctezuma II estaba en el público nervioso, pués a su lado se encontraba Hernán Cortés...
- Al final nunca fuiste un Dios, farsante - dijo el mesoamericano.
- El mismo farsante, el que te quitó todo, amigo mío - respondió Hernán.
Por los Dioses, desde el panteón Algonquino, un espíritu maligno responsable de influir en los actos de asesinato, codicia insaciable e incluso canibalismo, hablamos del... ¡Wendigo!
Por la humanidad, el monarca de Texcoco, principal aliado militar de los mexicas; poeta, erudito y arquitecto. Hablamos de... ¡Nezahualcóyotl!
El humano no se dejó amedrentar por la apariencia tan mórbida e intimidadora de su oponente.
De las nubes grises bajó Halphas, el demonio que con brillosos destellos se transformó en un Macahuitl, arma que lentamente descendió de los cielos y con una atrapada llegó a las manos del humano.
- Te recuerdo, esta será la revancha que merecemos - dijo el humano.
Nezahualcóyotl se lanzó corriendo a su oponente y de un contundente golpe cortó el brazo de su oponente, cayendo sangre negra como el carbón de la herida... De pronto un brazo brotó de la herida y con ira, Wendigo gritó que iba a desollar a toda la humanidad.
Todos en el público temblaban de miedo, incluyendo a los Dioses. Escépto por una persona, Ed Gein.
— Profana a aquel monstruo, ¡Como yo lo haría! — dijo el asesino.
Nezahualcóyotl quién estaba indeciso si atacar a muerte o no, ahora tomo la decisión de acabar con su oponente... Wendigo en un abrir y cerrar de ojos se acercó a Nezahualcóyotl y de un puñetazo dejó sin oxígeno al humano.
— Jo jo jo, te comeré — dijo el monstruo para luego abrir su boca de una manera grotesca para luego con rapidez tratar de morder a su contrincante...
Nezahualcóyotl con un certero movimiento arrancó la mandíbula inferior de Wendigo tras un golpe del Macahuitl evitando así que este lo mordiera.
Wendigo como un cazador perseguía a Nezahualcóyotl quién solo mantenía las distancias, hasta que con fiereza se agachó para tomar impulso y de un salto atacó a Wendigo, quién se cubrió con ambos brazos en forma de cruz. Ambos brazos de Wendigo fueron rebanados y el humano se agachó y siguió con sus piernas...
Una vez cayó al suelo todo estaba acabado, Nezahualcóyotl iba a rematar con un hachazo a la cabeza, ¡Sin embargo! La lengua del monstruo salió como un tentáculo y partió el Macahuitl en dos, pués al fin y al cabo era un arma de madera... No se demoró en regenerarse aquél monstruo.
Lo primero que hizo Wendigo fue acercarse, agarrar el brazo derecho de Nezahualcóyotl y con una velocidad ineludible lo arrancó y empezó a morderlo, arrancando la piel de manera que el humano se paralizó de miedo y dolor.
— Eres un maldito, no debí aceptar participar... — dijo Nezahualcóyotl con temor.
Lázaro estaba aterrorizado por tal sadismo, Hermes a lo lejos hacía señas a su oponente, Jesús y este había perdido toda esperanza... Nezahualcóyotl estaba en el suelo retorciéndose del dolor y con lágrimas en sus ojos gritó.
— ¡Sólo soy un humano! Por qué tengo que enfrentarme a éste demon... — antes de que terminara de hablar, Wendigo lo agarró de la boca y le arrancó la lengua para dejar de oír sus gritos de agonía.
Sin rodeos se la tragó y lamiéndose los labios dijo.
— Es hora de terminar tu sufrimiento, ¿O más bien empezarlo? Como prefieras... — para luego intentar arrancar el brazo que le quedaba al humano.
Sin embargo, antes de que sucediera, este de un cabezazo rompió uno de los cuernos de Wendigo, haciendo que el monstruo herviera en rabia.
De un solo ataque Wendigo atravesó el pecho de Nezahualcóyotl y sacando su corazón acabó con su vida, de una manera mórbida y atroz...
Wendigo no desperdició el cuerpo del humano, se lo comió completamente y solo dejando un guantelete que el tenía, cayendo al suelo junto con las esperanzas de la humanidad.
¡Así finaliza la vigésima tercera ronda, de la batalla final entre el Dios y el hombre!
Wendigo VS Nezahualcóyotl. Victoria Wendigo. Duración 12 minutos 4 segundos.
Dioses XII Humanidad XI.
— No tenemos más opciones que el participante secreto... — declaró Lázaro con preocupación.
Fin del capítulo.
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