twenty nine. battle for provisional license
O29 | BATTLE FOR PROVISIONAL LICENSE
Mientras los estudiantes de la clase 1-A descendían del autobús, el aire estaba cargado de tensión. Los murmullos nerviosos llenaban el ambiente, mientras sus miradas se fijaban en el imponente edificio que se erguía frente a ellos, el lugar donde se llevaría a cabo el examen de licencias provisionales. Cada uno de ellos había trabajado arduamente durante la última semana, entrenando sus movimientos y perfeccionando sus técnicas en un esfuerzo por destacarse y demostrar su valía.
Kaori estaba nerviosa, mordiéndose el labio mientras repetía una y otra vez los movimientos que había practicado en su mente. De verdad quería conseguir esa licencia. No quería fallar.
Al notar la inquietud en sus rostros, Aizawa dio un paso adelante. Su expresión somnolienta era habitual, pero había un tono de seriedad en su voz que captó la atención de todos.
—Si pasan el examen y consiguen sus licencias, ya no serán novatos, serán héroes semiprofesionales.
De repente, un nuevo grupo de estudiantes se acercó, y entre ellos se encontraba Inasa, un chico de otra escuela. Sus compañeros le hicieron un ligero gesto de advertencia.
—No deberías entrometerte en los grupos de los demás, Inasa —le dijeron, con una mezcla de frustración y preocupación en sus voces.
Sin embargo, el chico no pareció escucharles. En lugar de eso, se acercó a los estudiantes de la clase 1-A con una gran sonrisa en su rostro.
—¡Lo siento! —exclamó, y antes de que alguien pudiera reaccionar, estampó su cabeza contra el suelo con una fuerza sorprendente. La reverencia era exagerada, casi cómica—. ¡Estoy extremadamente arrepentido!
Los chicos de la UA se sorprendieron y lo miraron con horror, un parpadeo de incredulidad y desconfianza reflejado en sus rostros.
—¿Qué le sucede a ese chico y su entusiasmo? —Kaminari preguntó con una mueca.
—Esperen. Ellos son estudiantes de... —Jirou comenzó a hablar, aunque fue interrumpida.
—La UA en el este. La Shiketsu en el oeste —habló Bakugo con seriedad, mirándolos con desdén.
Kaori sonrió con emoción al escuchar el nombre de Shiketsu. Recordaba cuando había recibido la solicitud para asistir a esa academia, con su reputación estelar y su enfoque riguroso hacia la formación de héroes. Sin embargo, había elegido la UA, y no se arrepentía de su decisión.
—¡Es emocionante! —dijo Kaori, dejando escapar un suspiro—. La Shiketsu tiene un enfoque diferente. ¡Siempre he querido enfrentarme a ellos en una competencia!
—¿De verdad? —Izuku preguntó—. Siempre he escuchado que los estudiantes de Shiketsu son extremadamente talentosos.
—Sí, son conocidos por ser muy estrictos en sus entrenamientos —agregó Uraraka, con una expresión entusiasta—. Será genial ver cómo nos enfrentamos a ellos.
Mientras tanto, Inasa seguía intentando acercarse a los estudiantes de la UA, su entusiasmo era casi palpable.
—¡Para mí, es un gran honor competir contra los estudiantes de la UA! ¡Ya quiero empezar!
Mientras Aizawa observaba cómo Inasa se alejaba junto a sus compañeros, murmuró:
—Inasa Yoarashi...
Kaori, quien estaba a su lado, no pudo evitar sentirse intrigada, por lo que se giró hacia su profesor con curiosidad.
—¿Lo conoce? —preguntó.
Aizawa asintió lentamente, su mirada fija en el grupo que se alejaba.
—Así es. Es fuerte. El año pasado, Yoarashi presentó nuestro examen de admisión y consiguió las mejores notas de los recomendados, pero, al final, rechazó su ingreso —explicó brevemente.
Los chicos se quedaron en silencio por un momento, sorprendidos por la revelación. La idea de que alguien hubiera superado a Shoto Todoroki, uno de los más fuertes de la clase, les dio una nueva perspectiva sobre lo que enfrentaban en la competencia.
—¿En serio? —preguntó Izuku, sus ojos abiertos de asombro—. Eso significa que él podría ser un gran rival.
—Dice que le gusta la UA —Sero habló, frunciendo el ceño con algo de confusión—. No entiendo por qué no se inscribió entonces.
—Si —Mina estuvo de acuerdo—. Que extraño.
—Es extraño, pero bueno. Vigílenlo —el hombre pidió.
En ese momento, una voz femenina resonó detrás de ellos, haciendo que el cuerpo de Aizawa se tensara visiblemente.
—¿Eraser? ¡Eres tú, Eraser!
Los chicos se giraron hacia el lugar de donde había provenido la voz y se encontraron con la heroína Ms. Joke, cuya energía era contagiosa.
—¡Te vi en televisión en el festival deportivo, pero hace tiempo que no te veía en persona! —dijo ella, acercándose con una sonrisa amplia.
La atención de los estudiantes se centró en la interacción entre Aizawa y Ms. Joke, con expresiones de curiosidad pintadas en sus rostros. Kaori no pudo evitar sonreír al ver cómo su profesor parecía cada vez más irritado ante la presencia de la heroína.
—¡Casémonos! —exclamó de manera juguetona Ms. Joke, dejando a todos sorprendidos.
—No —el hombre respondió con firmeza.
—¡Qué buena broma, Eraser! —se rió ella, ignorando por completo la negativa.
—Siempre es difícil hablar contigo —replicó Aizawa, cruzando los brazos con una expresión que mostraba tanto desdén como resignación.
—¡Si nos casamos, podríamos hacer una familia feliz que nunca deje de reír! —sugirió, girando un mechón de cabello con despreocupación.
Aizawa negó con la cabeza, tratando de mantener su compostura, pero la irritación era evidente.
—Eso no suena como una familia feliz —dijo, su voz tan seria como siempre.
—Parece que son muy cercanos —Tsuyu habló, mirándolos con curiosidad.
—¡Nuestras agencias estaban cerca! —respondió la heroína, girándose hacia la aspirante a héroe—. Cada vez que nos ayudábamos, nuestro amor florecía...
—No es cierto —Aizawa la interrumpió con rapidez.
Mientras Aizawa y Ms. Joke continuaban su animada conversación, Kaori notó de reojo que un grupo de estudiantes se acercaba con sonrisas amplias y contagiosas. La heroína, con su energía habitual, los presentó con entusiasmo.
—¡La clase 2 de segundo año de Ketsubutsu! Son mis alumnos. Llévense bien —dijo Ms. Joke, haciendo un gesto con la mano hacia el grupo.
Un chico alto, de cabello negro, fue el primero en acercarse, su sonrisa radiante resaltando su entusiasmo. Con una energía contagiosa, tomó las manos de Izuku con fuerza.
—¡Soy Shindo! Todos los incidentes de la UA debieron ser duros —dijo, mirándolo a los ojos con sinceridad.
—Sí... —el peliverde murmuró, un poco confundido por la intensidad de la interacción.
Sin perder un instante, Shindo se volvió hacia Kaminari, tomando sus manos con la misma firmeza.
—Pero, aun así, siguen tratando de ser héroes al igual que nosotros. ¡Es maravilloso! —exclamó.
Luego, con un brillo juguetón en sus ojos, se dirigió hacia Kaori. Tomó sus manos con suavidad y le dijo:
—Un corazón fuerte es lo que todos los héroes del mundo deberían tener, ¿no crees, bonita? —le guiñó un ojo, haciendo que Kaori sonriera con incomodidad ante el cumplido.
A medida que Shindo sonreía ampliamente, Shoto dio un paso adelante, colocándose justo detrás de Kaori. Su expresión era una mezcla de sorpresa e irritación. No le gustaba cómo Shindo había tomado la iniciativa de acercarse a su novia de esa manera, y menos aún el tono de confianza que utilizó.
Shoto metió ambas manos en los bolsillos de su pantalón, mientras veía con seriedad como Shindo aún mantenía sus manos sobre las de su novia, sintiéndose cada vez más incómodo con la situación.
—Creo que todos compartimos esa meta de ser héroes —Kaori respondió, forzando una sonrisa.
Era obvio que la chica había intentado calmar la situación, pero a Shoto no le pareció suficiente. Su mirada se volvió más intensa, y su voz, aunque tranquila, tenía un matiz de advertencia.
—¿No crees que sería mejor dejar a la chica en paz? —preguntó. Su tono de voz dejaba en claro que no estaba dispuesto a aceptar más acercamientos de ese tipo.
Shindo, sorprendido por la interrupción, soltó las manos de Kaori de inmediato, alzando las cejas en señal de sorpresa.
—Oh, lo siento —respondió, intentando disimular su incomodidad—. No quería incomodar a nadie. Solo estaba siendo amigable.
La respuesta de Shindo no ayudó a calmar la irritación del bicolor. En su mente, no había necesidad de "ser amigable" de esa manera. Kaori era suya, y no le gustaba que alguien más intentara ocupar ese espacio.
A pesar de la evidente tensión que flotaba en el aire, Shindo continuó hablando con su entusiasmo intacto, intercalando su mirada entre Kaori y Bakugo.
—Debió ser duro lidiar con el incidente de Camino. Ambos tienen un corazón realmente fuerte —dijo, su voz llena de admiración, pero también había un tono que la chica no pudo ignorar.
Las palabras de Shindo hicieron que el ceño de la pelirosada se frunciera involuntariamente. Su cuerpo comenzó a tensarse a medida que los recuerdos del incidente volvían a su mente, imágenes vívidas del caos y la desesperación.
Había algo en la forma en que Shindo mencionó el incidente que le hizo pensar que no estaba siendo del todo honesto. Sus ojos brillaban con una curiosidad que se sentía poco sincera, casi como si buscara obtener más información de lo que realmente estaba dispuesto a dar. Su actitud parecía más bien un intento de tocar un tema delicado, y eso la incomodaba.
—Hoy me esforzaré y aprenderé de ustedes. Espero que no les moleste —dijo Shindo con un tono decidido, extendiendo su mano hacia Bakugo en un intento de camaradería. Sin embargo, el rubio solo golpeó su mano, sin darle importancia.
—Deja de fingir —espetó Bakugo con su voz áspera—. Lo que dices no coincide con tu expresión.
La declaración del chico hizo que la mayoría de los presentes se quedaran en silencio, sorprendidos por la franqueza del chico.
—¡Oye, no seas grosero! —exclamó Kirishima rápidamente, tratando de calmar la situación. Se giró hacia Shindo con una mano en la nuca, claramente avergonzado—. Discúlpalo, ¿sí?
Kaori se cruzó de brazos, sabiendo que Bakugo tenía un buen instinto cuando se trataba de juzgar a las personas. Ella tampoco tenía un buen presentimiento sobre ese chico, pero quería creer que podría estar equivocado, al menos en parte. Sin embargo, algo en la actitud de Shindo la incomodaba.
Mientras estaba distraída con sus pensamientos, una chica de la academia Ketsubutsu se acercó rápidamente a Shoto. Una gran sonrisa adornaba sus labios.
—¡Oye, Todoroki! ¿Me das tu autógrafo? —preguntó, inclinándose hacia él con entusiasmo. —¡Estuviste genial en el festival!
Kaori frunció el ceño al ver la interacción, lista para intervenir y marcar su territorio, si era necesario. Sin embargo, se dio cuenta de que no habría necesidad de aquello cuando Shoto, con una calma que sorprendió a todos, la tomo de la mano, acercándola a él y diciendo con una voz firme:
—Tengo novia.
Kaori sintió cómo su corazón latía con fuerza ante su gesto. Que Shoto la afirmara ante todos la hizo sentir especial. En lugar de la inseguridad que había sentido antes, ahora había una calidez que llenaba su pecho. Esa era su relación, y él la valoraba lo suficiente como para declararlo abiertamente.
La desconocida, visiblemente avergonzada, retrocedió un paso y se disculpó rápidamente, murmurando algo sobre entender su situación antes de dar media vuelta y alejarse.
—Oigan, cámbiense y vayan a su orientación —la voz de Aizawa resonó en el lugar, haciendo que todos los estudiantes lo observaran con atencion—. No pierdan el tiempo.
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La primera prueba para conseguir la licencia provisional estaba a punto de comenzar. Los estudiantes de la UA y de las otras academias participantes se reunían en el centro del enorme estadio, sintiendo la tensión y la expectativa en el aire. Todos llevaban puestos sus trajes de héroes y las expresiones de determinación se reflejaban en sus rostros. El escenario estaba listo.
—Todos recibirán unas dianas en forma de círculo que deberán colocarse en distintas partes de su cuerpo. Pueden ponerlas donde quieran, pero deben estar a la vista —explicó el instructor con voz somnolienta, pero asegurándose de que todos comprendieran las reglas.
Los chicos empezaron a murmurar entre ellos mientras se repartían las dianas y las pelotas. El ambiente se volvía más tenso con cada segundo.
—También tendrán seis pelotas. Las dianas solo se iluminarán cuando sean golpeadas por estas pelotas. Si alguien logra encender las tres dianas de un oponente, quedará eliminado —continuó el instructor—. Solo pasarán a la siguiente ronda quienes derroten a dos oponentes.
El lugar donde estaban recibiendo las indicaciones comenzó a abrirse lentamente, revelando un espacio mucho más extenso de lo que cualquiera esperaba. Las paredes se extendieron hacia los lados y hacia arriba como si estuvieran dentro de una caja gigante. Los estudiantes de la UA y las otras academias miraron a su alrededor con sorpresa, mientras el terreno que se desplegaba frente a ellos adquiría diferentes formas: montañas, ríos, desiertos, y áreas urbanas en miniatura.
El instructor, con voz perezosa y poco impresionada por el espectáculo que acababa de presenciar, habló:
—Hay distintos tipos de terreno aquí. Algunos les gustarán, otros no tanto. Usen bien sus dones y esfuércense mucho —dijo, como si estuviera leyendo un guion monótono, sin darle la importancia que los estudiantes claramente sentían.
Kaori miró a su alrededor, observando cómo el vasto escenario cambiaba a su alrededor. El lugar era innecesariamente grande para el tipo de prueba que realizarían, y eso le recordó al campo de entrenamiento que habían usado en la UA durante el ataque en la USJ. El diseño del lugar, con tantas áreas diferentes, parecía diseñado para exprimir al máximo las habilidades y dones de los estudiantes, lo que significaba que tendrían que estar alerta en todo momento.
A su lado, Shoto también observaba con atención, con el ceño fruncido ligeramente. Podía sentir que las probabilidades de ser atacados por sorpresa aumentaban considerablemente en un espacio tan amplio y variado.
—Esto es enorme —murmuró Izuku, observando los diferentes terrenos con una mezcla de asombro y nerviosismo.
—Es como si estuvieran preparándonos para cualquier situación —añadió Iida, siempre enfocado en las estrategias.
—¿De verdad tenemos que correr por todo esto? —Mina preguntó.
El tiempo dado para analizar el terreno terminó rápidamente, y con la señal del instructor, la primera fase de la prueba comenzaba. Los estudiantes de la clase 1-A se miraron entre ellos, conscientes de que, aunque eventualmente tendrían que separarse para ganar, al principio lo mejor era permanecer juntos.
—¡Chicos, no se separen! —Izuku exclamó, mirándolos con atención—. ¡Actuemos en grupo!
—Sí, claro —Bakugo bufo por lo bajo, mientras se daba la vuelta para comenzar a caminar en dirección contraria—. ¡No es una excursion!
—¡Bakugo! —gritó Kirishima, aunque al ver que su amigo no se detenía, corrió detrás de él—. ¡Espera!
Kaori observó con preocupación cómo dos de sus compañeros se alejaba del grupo con rapidez. Sabía que Bakugo prefería trabajar solo, pero aun así, no dejaba de ser riesgoso irse sin respaldo. La chica no pudo evitar morderse el labio con preocupación.
—Yo también me iré solo. Es difícil usar mi don en un grupo tan grande —Shoto habló con fuerza, mientras comenzaba a caminar, alejándose del resto.
Kaori lo miró mientras se alejaba, sintiendo como sus pensamientos entraban en conflicto. La idea de separarse era tentadora, especialmente para ella, ya que sus llamas solares podían ser difíciles de controlar cuando había personas alrededor. Se cruzó de brazos mientras analizaba la situación. La posibilidad de que todos los demás grupos se unieran para derrotar a los estudiantes de la UA no era pequeña, y eso la hizo reconsiderar. Sabía que, como en el festival deportivo, su clase podría convertirse en el blanco de todos debido a su fama.
—No creo que sea buena idea que vayamos solos —dijo Kaori mientras seguía a Izuku, quien parecía estar a cargo del grupo.
—¿Por qué? —Mineta preguntó.
—Ya todos saben cuáles son nuestros dones gracias al festival deportivo —la pelirosada explicó brevemente—. Es por eso que ellos pensaran en que escuela deben de atacar primero.
—Eso significa...
—No me digas.
En ese momento, la voz del instructor resonó en los parlantes, haciendo eco por el lugar:
—Primera prueba, empiecen.
Cuando el anuncio del inicio de la prueba resonó en el aire, el caos estalló. Tal como Kaori había predicho, un gran número de estudiantes de otras escuelas se lanzó directamente hacia los chicos de la clase 1-A, todos con el objetivo de descalificarlos rápidamente. Las pelotas volaban en todas direcciones, buscando golpear las dianas que llevaban en sus cuerpos.
—¡Aquí vienen! —exclamó Izuku.
Kaori, en ese momento, se concentró profundamente, sintiendo el calor del sol en su piel. Sabía que su poder era destructivo, pero también había estado entrenando un nuevo movimiento que le permitiera mantener el control y a la vez proteger a sus compañeros. Durante la semana de entrenamiento intensivo, había desarrollado una técnica que no solo usaba su fuego, sino también la luz y el calor del sol de una manera más precisa.
Con un suspiro, Kaori extendió las manos hacia el cielo, cerrando los ojos por un momento. Sabía que era su turno de brillar. Un círculo dorado de energía solar comenzó a formarse alrededor de ella, girando lentamente mientras acumulaba la radiación solar que absorbía.
—"Photonis Aegis" —murmuró la chica para sí misma, el nombre de su nueva técnica especial.
Su nuevo movimiento, "Photonis Aegis", era una barrera protectora de luz y calor que Kaori podía manifestar a su alrededor. Mientras acumulaba la energía del sol, el círculo dorado a su alrededor comenzó a expandirse, creando un escudo lumínico que la rodeaba por completo. La luz era tan intensa que cegaba temporalmente a cualquiera que intentara acercarse, lo que daba tiempo para que sus compañeros pudieran reagruparse.
Los estudiantes de otras escuelas lanzaron pelotas hacia ella, pero al golpear el escudo de luz, las pelotas se desintegraban antes de siquiera tocar las dianas de Kaori.
—¡Kaori, increíble! —exclamó Mina, al ver cómo la barrera no solo la protegía a ella, sino también a quienes estaban cerca.
Kaori, sin perder la concentración, movió las manos con elegancia, haciendo que el escudo fluctuara y se expandiera más allá de su propio cuerpo. Al hacerlo, generó pequeñas explosiones de luz en el aire, desintegrando cualquier pelota que volara en dirección a sus compañeros. El calor no era tan intenso como para quemar, pero lo suficiente como para desviar los ataques y forzar a los oponentes a retroceder.
El "Photonis Aegis" era más que una simple defensa; era una manifestación del control que había logrado con su don, algo que había practicado incansablemente. Podía proteger a sus compañeros y a sí misma mientras lanzaba ataques de luz, manteniendo a raya a cualquier oponente que intentara acercarse.
El trabajo en equipo era crucial. Mientras ella protegía con su escudo de luz, sus compañeros aprovechaban para usar sus propias habilidades. Todo el esfuerzo que habían puesto en los entrenamientos estaba mostrando resultados.
De repente, el suelo bajo ellos empezó a vibrar violentamente. Kaori se dio cuenta demasiado tarde de que el ataque no provenía del aire, sino del suelo mismo.
—¡¿Qué está pasando?! —exclamó Jirou, tambaleándose de un lado a otro mientras intentaba mantener el equilibrio.
Shindo, de la academia Ketsubutsu, había activado su don, "Vibración", con una intensidad tan fuerte que estaba creando un terremoto bajo los pies de la clase 1-A. La tierra comenzó a resquebrajarse y a derrumbarse bajo ellos, separándolos.
—¡Cuidado! —gritó Izuku, intentando estabilizarse, pero la fuerza del terremoto era demasiado poderosa.
El suelo bajo Kaori se desmoronó, y aunque intentó activar su escudo para protegerse de la caída, no fue lo suficientemente rápida. Cayó con fuerza sobre una roca cuando el terreno se fragmentó bajo sus pies, golpeando su cabeza. Sintió un dolor agudo y la cálida sensación de la sangre corriendo por su rostro, pero apenas unos segundos después, su don de regeneración entró en acción. La herida en su cabeza se cerró rápidamente, deteniendo el sangrado.
Cuando se puso de pie, notó que estaba completamente sola. El terremoto había separado al grupo, y ahora estaba rodeada de un paisaje destruido. Su instinto le dijo que esto no era un accidente; probablemente era una táctica de las demás escuelas para desorientarlos y separarlos.
Kaori se limpió la sangre restante de su rostro y miró a su alrededor. Los ecos de la batalla aún resonaban en la distancia, pero no podía ver a ninguno de sus compañeros.
—Esto no es bueno —susurró, dándose cuenta de la gravedad de la situación. Separada de su equipo, sería mucho más vulnerable a los ataques.
Kaori se quedó en su lugar unos momentos, con el corazón latiendo aceleradamente mientras contemplaba sus opciones. Aunque su instinto inicial era buscar a sus compañeros, la situación era demasiado peligrosa. No sabía cuántos oponentes la rodeaban, ni si los demás ya habían sido atacados. Además, los movimientos del terreno hacían que avanzar hacia ellos fuera casi imposible sin llamar la atención.
Miró alrededor, evaluando el ambiente destrozado por el don de Shindo. El terreno irregular y las grietas profundas parecían una trampa, diseñada para hacer que cada paso fuera arriesgado.
Kaori respiró hondo, cerrando los ojos por un momento para concentrarse. Sabía que era fuerte, pero si se exponía demasiado los oponentes podrían acabar con ella antes de que tuviera tiempo de reaccionar. Además, cada escuela parecía haber hecho un plan para aislar y atacar a los de la clase 1-A, para así eliminarlos lo mas rápido posible.
Al abrir los ojos, tomó una decisión. Seguiría por su cuenta. Era peligroso, pero quedarse parada en un solo lugar también lo era. Si los oponentes la encontraban sin estar preparada, sería mucho peor. Al menos si avanzaba sola, podría moverse más rápido, mantenerse en las sombras y usar el terreno a su favor.
Sabía que podía manejarse bien sola si aprovechaba sus habilidades. Su capacidad de controlar la luz solar y el fuego le permitía tanto atacar como defenderse, además de que su curación le daba margen para tomar algunos riesgos.
Con una mirada determinada, Kaori empezó a moverse. Usó su don para crear destellos que confundieran a cualquiera que pudiera estar observando, mientras avanzaba de manera estratégica, escondiéndose tras escombros y rocas grandes para evitar ser detectada.
A medida que avanzaba por el terreno quebrado, podía escuchar a lo lejos los ecos de la batalla de sus compañeros. Cada vez que escuchaba el sonido de hielo quebrándose o explosiones de fuego, pensaba en Shoto, y los demás, preguntándose si estarían bien.
Kaori continuó avanzando con cautela, sus pasos eran ligeros pero su mente estaba alerta. Después de unos minutos caminando entre los restos del terreno destruido por Shindo, finalmente se topó con un grupo de estudiantes de otra escuela. Eran alrededor de diez, todos en formación, listos para enfrentarse a cualquiera que se les cruzara. Al frente, una chica de cabello morado y ojos afilados sonreía con burla, claramente disfrutando de la situación.
—Mira lo que tenemos aquí —dijo la chica, su voz resonando en el aire como una provocación—. La famosa chica de la UA, ¿creías que podías pasar desapercibida?
Kaori la miró con calma. Sabía que no podía enfrentarse a tantos oponentes sin un plan. La chica de pelo morado cruzó los brazos, su sonrisa se ensanchó de manera cruel mientras sus compañeros se reían junto a ella.
—Oh, disculpa mis modales —continuó la chica, inclinándose con una falsa cortesía—. Mi nombre es Akira Kurogami, y mi don es 'Proyección de Ecos'. Puedo duplicar cualquier ataque sonoro, ya sea físico o mental, hasta que retumbe en tu cabeza sin que puedas detenerlo. ¿Te gusta?
Kaori frunció el ceño, manteniéndose firme pero evaluando el terreno. Con el don de Akira, parecía que cualquier sonido que ella hiciera podría volverse en su contra, algo complicado de manejar en ese momento. Sin embargo, la mayor preocupación no era el don, sino la actitud agresiva y burlona de la líder del grupo.
—Kaori, ¿verdad? —dijo Akira, acercándose lentamente—. He oído mucho sobre ti. ¿Sabes qué es lo que más me interesa? Tu poder de sombras. Dicen que no puedes controlarlo, que te asusta. ¿Por qué no lo muestras? Vamos, no seas tímida. A lo mejor ese es el verdadero poder de una heroína, ¿no?
Kaori apretó los puños, sintiendo cómo la rabia comenzaba a burbujear en su interior. Sabía lo que Akira estaba tratando de hacer: provocarla. La chica quería que ella perdiera el control, que usara el don que tanto le aterraba, sabiendo lo inestable que podía ser. Pero Kaori también sabía que eso no era una opción. No iba a ceder ante las provocaciones de alguien que solo buscaba un punto débil.
—¿Qué pasa? —Akira continuó, con un tono burlón—. ¿Te da miedo? Todos dicen que tienes dos poderes, pero solo veo a una niñita asustada que no sabe cómo usarlos. Vamos, ¡muéstrame lo que puedes hacer!
Kaori respiró profundamente, ignorando el veneno en las palabras de Akira.
—No voy a caer en tu juego —murmuró la pelirosada.
—¡Miren! ¡La famosa Kaori de la UA tiene miedo! —exclamó, girándose hacia sus compañeros—. Es una cobarde. Con todo su poder solar, se esconde porque teme lo que lleva dentro.
Kaori podía sentir cómo sus emociones empezaban a intensificarse, el miedo y la ira mezclándose en su pecho, amenazando con desbordarse. Sabía que si no controlaba esos sentimientos, las sombras podrían emerger sin que ella las llamara, y perdería el control. Apretó los dientes, tratando de calmarse, pero los comentarios de Akira eran difíciles de ignorar.
—Bien, si no vas a hacerme caso, te obligaré... ¡Ataquen! —ordenó, mientras sus compañeros, todos con diferentes dones, se lanzaban hacia Kaori sin piedad.
El ataque fue inmediato. Kaori apenas tuvo tiempo de moverse antes de que varias ráfagas de energía, disparos de sonido amplificado y proyectiles de todo tipo se dirigieran hacia ella.
"Photonis Aegis" se activó de inmediato, envolviendo a Kaori en una barrera de luz cegadora. Los proyectiles rebotaban contra la energía luminosa, protegiéndola temporalmente, pero sabía que no podía mantener ese escudo para siempre. Debía moverse rápido. Mientras mantenía su barrera, lanzó un destello de luz intensa hacia sus enemigos, cegándolos momentáneamente.
Uno de los chicos trató de atraparla usando un látigo de energía, pero Kaori lo esquivó, moviéndose con agilidad. Sus reflejos y habilidades de combate estaban en su punto máximo, gracias a los entrenamientos. Con un movimiento rápido, generó una esfera de fuego solar en sus manos y la lanzó hacia el suelo cerca de sus enemigos, creando una explosión que los desestabilizó.
Akira retrocedió unos pasos, cubriéndose los ojos, pero su sonrisa se ensanchó.
—Eso es nuevo —comentó mientras recuperaba el equilibrio—. Fuego solar, ¿eh? No lo vimos en el festival.
Kaori no respondió. Sabía que tenían un plan para derrotarla, y esa chica estaba esperando a que ella cometiera un error.
Los estudiantes no se detuvieron. Esta vez, coordinaron sus movimientos mejor que antes. Querían atraparla, limitar su movilidad y forzarla a usar las sombras.
En un instante, Kaori invocó una serie de esferas de fuego solar que se alinearon a su alrededor. Con un gesto rápido de su mano, las envió en todas direcciones, creando una barrera ardiente que se extendía a lo largo del terreno. Los estudiantes retrocedieron, sorprendidos por la potencia y el control de sus ataques. El calor que emanaba de las esferas era abrasador.
—¿Cómo diablos está haciendo eso? —uno de los estudiantes gritó, retrocediendo mientras el fuego crepitaba cerca de él.
—Eso no es solo luz... —dijo otro, claramente confundido.
—¿Desde cuándo puede hacer eso? —Akira murmuró, claramente irritada por haber subestimado a Kaori.
La chica no les dio tiempo para recuperarse. Creó una onda de calor que desestabilizó aún más a los estudiantes contrarios, obligándolos a retroceder. Algunos tropezaron, mientras otros intentaron atacarla desde diferentes ángulos, pero Kaori ya los había anticipado.
Uno a uno, los estudiantes cayeron derrotados, incapaces de seguir atacando. Kaori los había vencido sin recibir un solo golpe. Ninguna de sus dianas fue tocada, y se mantenía de pie, ilesa.
Akira, ahora sola, se quedó inmóvil por unos segundos, incapaz de creer lo que acababa de suceder. Kaori la miró con una expresión seria, pero sin arrogancia.
—No necesito usar las sombras para ganar —la pelirosada habló, con una firmeza en su voz que Akira no esperaba.
La líder del grupo intentó mantener su compostura, pero sabía que había sido derrotada. Sin una palabra más, bajó la cabeza y se alejó, incapaz de enfrentar su derrota.
En ese momento, las dianas de su cuerpo comenzaron a parpadear. Kaori frunció el ceño con confusión al escuchar como una voz provenía de ellas.
—Los aprobados deben ir a la sala de espera. Rápido.
Kaori respiró profundamente, satisfecha con sus resultados. Había ganado sin usar el poder que tanto temía, confiando en su propia fuerza. Y lo más importante, había salido de la pelea sin una sola herida ni una diana encendida.
JES'S NOTE !
GRACIAS POR LOS 5K DE LEIDOS ! lo apreció mucho 💖 estoy muy feliz de saber que esta historia les gusta.
FOTITO DE KAORI EN LA PELEA !
shoto marcando territorio y dándole su lugar a kaori es tan 🔝 yo les juro que me encanta todo de este hombre, literalmente TODO.
todos están super obsesionados con hacer que kaori ocupe su lado de las sombras 😒 pero me pone feliz decir que mi tilina no cae ante ellos ( menos mal )
SHINDO ES MUY LINDO 😍 yo les juro que cuando lo vi quede enamoradisima de él. encima de que siento que se parece mucho a deku :)
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