five. reflexes of the heart
OO5 | REFLEXES OF THE HEART
Al día siguiente, Kaori se despertó sintiéndose un poco adormilada. No había dormido bien gracias a que su mente llena de pensamientos sobre la batalla en la USJ.
Cuando finalmente se colocó de pie, se vistió rápidamente con su uniforme de la UA y bajó a la cocina para desayunar algo ligero antes de salir.
Mientras salía de su casa, se sorprendió al ver a Shoto esperando afuera. Estaba apoyado contra la cerca, con las manos en los bolsillos y una expresión tranquila en su rostro. Al verla, esbozó una pequeña sonrisa.
-Shoto, ¿qué haces aquí tan temprano? -preguntó Kaori, tratando de disimular su sorpresa.
-Pensé que podríamos ir juntos a la academia -respondió con calma-. Como solíamos hacer cuando éramos niños.
Kaori sintió como su corazón latía con rapidez ante sus palabras. No se lo esperaba, pero la idea de caminar juntos le agradaba.
-¡Eso sería genial! -dijo, sonriendo ampliamente.
Mientras comenzaban a caminar hacia la UA, Kaori no pudo evitar notar lo cómodo y natural que se sentía estar junto a Shoto. Había una especie de familiaridad reconfortante en su presencia, como si el tiempo no hubiera pasado desde que eran pequeños.
-Tienes suerte de que mi madre no estuviera en casa. Estoy segura de que si veía íbamos a llegar tarde a clases.
-Me agrada -dijo, mirando a la contraria de reojo-. Se parece mucho a ti.
-¡Lo sé! Todos me lo dicen -exclamó, sonriendo-. Por cierto, ¿si vendrás a la cena de hoy?
-Claro. ¿Por qué no vendría? -Shoto cuestionó. Kaori hizo una mueca-. ¿No quieres que venga?
-¡No! ¡No es eso! -se apresuró a responder-. Solamente me preocupa que mis padres puedan hacer algo para avergonzarme. Además, no quiero que te sientas incómodo. Pueden llegar a ser demasiado entusiastas.
-No te preocupes, tú te avergüenzas sola -el bicolor murmuró.
Kaori ladeo la cabeza levemente. ¿Shoto Todoroki acababa de hacer una broma?
-Solo bromeo.
-¿Recuerdas cómo solíamos competir para ver quién llegaba primero a la escuela? -comentó la pelirosada, cambiando el tema de conversación mientras reía suavemente.
-Sí, y tú siempre ganabas.
-Estoy segura de que perdías apropósito.
-Quizás -murmuró, elevando sus hombros con desinterés-. Pero me alegra que podamos caminar juntos de nuevo.
A medida que avanzaban, ambos se sintieron más a gusto. La conversación fluía con naturalidad, llena de recuerdos compartidos y pequeñas bromas por parte de la chica. Kaori sintió una especie de alivio al hablar con el bicolor, como si todas las preocupaciones del día anterior se desvanecieran por un momento.
Shoto, por su parte, se sintió sorprendentemente cómodo. No era muy dado a expresar sus emociones, pero había algo en la presencia de Kaori que lo hacía sentir más relajado. Verla sonreír y escuchar su risa le provocaba un revoltijo en el estómago, y se dio cuenta de cuánto había extrañado estos momentos simples con ella.
No mucho después, llegaron a la UA. Kaori caminaba junto a Shoto cuando se topó con Nejire, quien la saludó con una sonrisa radiante.
-¡Kaori! ¿Cómo estás? Me enteré sobre el ataque por unos compañeros -preguntó la chica, acercándose rápidamente para hablar con ella-. Debe haber sido aterrador.
-Estoy bien, Nejire -respondió, sonriendo ante su preocupación-. Fue un poco aterrador, pero todos estamos bien ahora.
-¡Eso es lo mas importante! ¿No saben nada más de los villanos?
Mientras hablaban, Kaori notó a los amigos de Nejire unos metros atrás, charlando entre ellos mientras miraban en su dirección. Uno de ellos tenía el cabello rubio, era bastante alto y su cuerpo era bastante musculoso. Tenía una energía bastante fuerte. Por otro lado, estaba un chico de cabello color índigo, el cual tenía la mirada perdida en el suelo. Se veía como alguien bastante tímido. La chica les sonrió en forma de saludo, haciendo que el más fornido correspondiera su gesto.
-Bueno, me alegra saber que estás bien. Nos vemos luego, Kaori -dijo Nejire antes de regresar con su grupo.
-Nos vemos, Nejire -respondió la pelirosada, y luego se volvió hacia Shoto-. Vamos, no quiero que Iida nos regañe por llegar tarde.
El chico asintió y ambos se dirigieron hacia su salón de clases. Al entrar, notaron cómo sus compañeros estaban hablando animadamente. Las voces llenaban el aula con conversaciones sobre lo sucedido en la USJ, teorías sobre los villanos y planes para el entrenamiento futuro.
-¡Chicos, la clase ya va a empezar! ¡Dejen de hablar y tomen asiento! -Iida exclamó, colocándose al frente de la clase.
-Ya estamos sentados.
-Tu eres el único de pie.
Al darse cuenta de que sus compañeros tenían razón, el delegado comenzó a caminar hacia su asiento con el cuerpo rígido. En ese momento, alguien abrió la puerta del salón con fuerza, haciendo que todos dirigieran su mirada hacia aquel lugar.
-¡El profesor Aizawa ya volvió! -dijeron al unísono, sorprendidos.
-¡Que profesional!
-Profesor, ¿está bien? -Iida preguntó.
-¿Te parece que este bien? -murmuró Uraraka con incredulidad.
-Mi condición no importa. Lo importante es que la lucha aún no ha terminado -el hombre respondió con frialdad, provocando confusión en sus estudiantes-. Se acerca el festival deportivo de la UA.
Kaori sonrio en grande al escuchar sus palabras. Cuando era pequeña solía ver el festival desde su casa junto a sus padres, por lo que estaba realmente emocionada por participar y demostrar sus habilidades.
-¡Es un evento normal! -Kirishima exclamó, colocándose de pie.
-Espera -Kaminari lo detuvo, haciendo que tomara asiento nuevamente.
-¿Está bien celebrar un festival deportivo tan pronto, después del incidente con los villanos? -Jirou preguntó.
-Al parecer, creen que realizar el festival demostrara que nuestro sistema de manejo de crisis es excelente. La seguridad también será cinco veces más estricta -Aizawa explicó-. Además, el festival deportivo es una gran oportunidad. No cancelaran un evento así por unos cuantos villanos.
-Pero es una buena razón, ¿no? -Mineta insistió. Se veía horrorizado-. Es solo un festival deportivo.
-Mineta, ¿nunca viste el festival deportivo de la UA? -Izuku preguntó, dándose vuelta para poder observar a su compañero.
-Por supuesto que sí. No me refiero a eso.
-Nuestro festival deportivo es uno de los eventos más grandes de Japón. Los juegos olímpicos eran un festival deportivo y todo el país enloquecía por ellos. Pero debido a la reducción de población, ahora son una sombra de lo que eran -respondió Aizawa-. Ahora, para Japón, el festival deportivo de la UA fue lo que ocupo el lugar de los juegos olímpicos.
-Claro, los mejores héroes del país estarán observando -agregó Momo, sonriendo con determinación-. Buscan talentos.
-Eso ya lo sé -Mineta murmuró.
-Tras graduarnos, deberíamos unirnos a una agencia como ayudantes.
-Obviamente, unirse a una agencia famosa les hará ganar experiencia y popularidad. No tienen toda la vida. Si quieren ser profesionales, su futuro dependerá de este evento. Una oportunidad al año, un total de tres oportunidades -Eraser Head continuó -. Ningún aspirante a héroe puede perderse este evento. Si entienden eso, prepárense.
-¡Si!
-Terminó la clase.
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Cuando llegó el final de las clases, los estudiantes de la clase 1-A comenzaron a preparar sus cosas para salir, aun hablando sobre las lecciones y sus planes para el resto del día. Kaori y Shoto caminaban juntos cuando vieron a Uraraka detenerse en la puerta, observando algo con una expresión de sorpresa.
-¿Qué pasa? -la castaña exclamó. Kaori asomó levemente su cabeza, logrando ver cómo había una gran cantidad de estudiantes esperando por ellos en la puerta.
-¿Qué asunto tienen con los de la clase A? -Iida preguntó.
-¡No podemos salir! ¿Para que vinieron? -Mineta exclamó.
-Estudian al enemigo, inútil -habló Bakugo, caminando en dirección a la puerta-. Sobrevivimos al ataque de los villanos. Vienen a inspeccionarnos.
Los demás se tensaron ante la superioridad en la voz del rubio. No querían hacerse enemigos de los demás estudiantes solo por la personalidad del chico.
-No tiene sentido hacer cosas así. Quítense, relleno -espetó.
-No los llames así solo porque no los conoces -Iida lo regañó.
-Vine a conocer como era la famosa clase A, pero se me hacen muy arrogantes. ¿Así son todos los estudiantes del curso de héroes? -un chico de cabello morado preguntó, avanzando hasta el frente y captando la atención de todos-. Ver eso es bastante decepcionante.
La tensión en el ambiente era notoria, todos estaban sorprendidos por la actitud de su compañero.
-Muchas personas ingresaron a otras clases porque no entraron a la de héroes. La escuela nos está dando otra oportunidad. Consideraran transferirnos al curso de héroes dependiendo de los resultados del festival. Y parece que también sacaran a otros estudiantes -Shinso continuó. Bakugo frunció el ceño-. ¿Estudiar al enemigo? Personalmente, vine a decirles que, si no tienen cuidado, los eliminaré en el festival. Esto es una declaración de guerra.
-¡¿Qué dijiste, bastardo?!
Kaori, notando la creciente tensión, intervino rápidamente, acercándose a Bakugo para hacer que retrocediera. Estaba segura de que sería capaz de iniciar una pelea con aquel estudiante si no se detenían. Ambos eran igual de atrevidos.
-Bakugo, no necesitamos más problemas ahora.
Shinso la miró de arriba a abajo con desdén, pensando que Kaori tenía la misma personalidad que el rubio.
-¿Y tú qué? ¿Otra arrogante de la Clase A?
Antes de que la chica pudiera responder, Bakugo se adelantó. Su expresión dejaba ver que estaba molesto.
-¡Ella no es como yo, imbécil! ¡No te atrevas a meterla en esto!
Kaori miró al contrario con sorpresa. No era común ver a Bakugo defendiendo a alguien de esa manera. Sin embargo, antes de que alguien pudiera decir algo al respecto, el grito de un chico desconocido los desconcertó.
-¡Oye! ¡Soy del salón B de al lado! ¡Supe que lucharon contra villanos y quiero oír toda la historia! ¡No se hagan los arrogantes!
Bakugo lo miró con desinterés, para luego salir por la puerta y abrirse paso entre los demás estudiantes.
-¡¿Me estas ignorando?! -preguntó en un grito.
-¡Espera, Bakugo! ¿Qué vas a hacer? -Kirishima se dirigió a su amigo-. Es tu culpa que todos nos odien ahora.
-No me importa -respondió, causando confusión en el contrario-. Solo importa alcanzar la cima.
-¡Que infeliz! -el chico de la clase B exclamó cuando vio como el rubio se iba del lugar.
-Pero que simple y varonil -murmuró el pelirrojo, haciendo que sus amigos asintieran.
-¡No se dejen engañar! Hizo más enemigos sin razón -se quejó Kaminari.
-¡Es cierto! Ahora estaremos en desventaja en el festival.
Kaori sonrió con nerviosismo al ver como una nueva presión caía sobre sus compañeros. Ahora todos los estudiantes de los demás cursos irían contra ellos.
-¿Vamos? -la voz de Todoroki la sacó de sus pensamientos.
-Vamos.
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Cuando Kaori y Shoto llegaron a la casa de los Satou, el aroma de una deliciosa cena recién preparada llenaba el aire. La madre de Kaori, Seoyeon, y su padre, Kenzo, ya estaban esperándolos en la puerta con una cálida sonrisa.
-¡Todoroki! ¡Qué alegría verte! -exclamó la mujer, dándole un abrazo amistoso-. Me alegra verte aquí.
Su esposo asintió y le dio una palmada en la espalda a Todoroki.
-¿Cómo están tus hermanos?
-Están bien, gracias -respondió, sonriendo levemente. Amaba a esa familia-. Me alegra verlos a todos nuevamente.
-Vamos, vamos, entren -dijo Seoyeon, guiándolos hacia el comedor-. La cena está lista y no queremos que se enfríe.
Rápidamente entraron al comedor y se sentaron alrededor de la mesa, que estaba cubierta con una variedad de platos deliciosos. Kaori, notando la mirada ligeramente sorprendida de Shoto, sonrió.
-Mamá se emocionó un poco y se encargó de preparar tus platos favoritos. Espero que tengas hambre.
La cena comenzó con una animada conversación sobre sus recuerdos compartidos y anécdotas de cuando Shoto y Kaori eran pequeños. Seoyeon y Kenzo recordaban con cariño las veces que solían reunirse con la familia Todoroki.
-Recuerdo cuando tú y Kaori jugaban en el jardín -dijo la mujer con una sonrisa nostálgica -. Eran inseparables. Kaori se pegaba a ti como un chicle.
La chica se sonrojó con rapidez ante el comentario de su madre. No llevaban ni diez minutos ahí y ya la estaban avergonzando. Shoto la miró de reojo, sonriendo levemente.
-Sí, siempre hemos sido un buen equipo.
-Sí, y seguimos siéndolo -la chica murmuró.
-He oído que han estado bastante ocupados en la escuela -Kenzo habló, tomando un sorbo de su refresco-. ¿Cómo van las clases?
Kaori y Shoto intercambiaron miradas antes de que la pelirosada respondiera.
-Son muy interesantes. Estamos aprendiendo muchas cosas nuevas.
-Sí, y el festival deportivo está a la vuelta de la esquina -agregó el bicolor-. Todos están entrenando mucho para eso.
-Debe ser emocionante. ¿Qué tipo de eventos habrá este año en el festival?
-Habrá muchas competencias diferentes, pero no sabremos con exactitud a que nos enfrentaremos hasta ese día -explicó Shoto-. Es una gran oportunidad para mostrar nuestras habilidades.
-Sí, y también es una oportunidad para destacarnos frente a posibles reclutadores de agencias de héroes -Kaori agregó-. Todos están muy emocionados.
La conversación continuó mientras disfrutaban del estofado de ternera, el arroz perfectamente cocido y una variedad de verduras. La comida era deliciosa, y Shoto no podía evitar sentirse abrumado por la calidez y el amor en el hogar de Kaori. Todo era tan diferente a los días en su casa.
-Todoroki, ¿recuerdas cuando tú y Kaori intentaron hacer un pastel de chocolate? -preguntó Seoyeon, riendo-. Terminaron cubiertos de harina y chocolate, pero el pastel fue un desastre.
La joven se rió, recordando el incidente.
-¡Sí! Pero al menos nos divertimos. Y el pastel, aunque no fue bonito, estaba comestible.
-Fue un buen día -el bicolor asintió-. Siempre disfruté pasar tiempo aquí.
-Es bueno tenerte de vuelta, Todoroki -Kenzo habló, sonriéndole con seguridad al chico. Sabía que las cosas en su hogar no iban bien, así que quería hacerle saber que podía contar con ellos para lo que necesitara-. Esta siempre será tu casa también.
Más tarde, cuando pasaron al postre, una bandeja de galletas recién horneadas, la conversación se volvió más ligera. Hablaron de sus planes futuros, de los sueños y aspiraciones que cada uno tenía.
-Todoroki, tienes que probar estas. Kaori siempre dice que son las mejores.
Shoto tomó una galleta y la probó, sonriendo.
-Son deliciosas. Gracias, señora Satou.
Mientras disfrutaban de las galletas recién horneadas, Seoyeon se levantó de su asiento con una sonrisa traviesa en el rostro.
-¿Saben qué? Creo que es el momento perfecto para sacar el álbum familiar.
Al escuchar sus palabras, Kaori giró la cabeza rápidamente. Sus ojos estaban llenos de pánico.
-Mamá, no, por favor. No el álbum -suplicó.
Pero la mujer ya estaba caminando hacia una estantería cercana, ignorando las súplicas de su hija.
-Oh, vamos, cariño. Todoroki seguramente disfrutará viendo algunas fotos tuyas de cuando eras pequeña.
-¿Fotos de bebé? -el bicolor preguntó, interesado-. Esto suena interesante.
Kaori miró a su amigo con una mueca. Luego suspiró, sabiendo que no había forma de detener a su madre una vez que se había decidido.
-Solo... Por favor, mamá, no muestres las más vergonzosas.
Seoyeon regresó con el gran álbum familiar y lo colocó en la mesa.
-No te preocupes, cariño. Solo las más adorables.
Kenzo se rió mientras su esposa abría el álbum y comenzaba a pasar las páginas. Se le hacía adorable su emoción.
-Aquí está Kaori cuando tenía apenas unos meses -dijo, señalando una foto de una bebé Kaori con un gran lazo en la cabeza, mirando curiosamente a la cámara.
Shoto sonrió, observando la foto.
-Qué adorable.
Seoyeon continuó pasando las páginas, mostrando fotos de su pequeña en varias etapas de su infancia.
-Y aquí está Kaori en su primer día de escuela. Estaba tan nerviosa que no quería soltarme la mano.
Kaori se llevó una mano a la cara, sintiéndose cada vez más avergonzada. Su madre siempre solía mostrarles el álbum familiar a los invitados, pero nunca pensó que también lo haría con el bicolor. No se había mentalizado para eso.
Finalmente, Seoyeon llegó a una foto particularmente embarazosa.
-Y esta es Kaori en su primer festival escolar. Estaba disfrazada de girasol.
Shoto no pudo contener la risa al ver a una pequeña Kaori vestida de girasol, con los brazos extendidos y una expresión de pura determinación.
-Eso es increíble.
La chica se cruzó de brazos, fingiendo que la risa del bicolor no le había acelerado el corazón. Había pasado muchísimo tiempo desde la última vez que lo escucho reír. Su rostro se encontraba completamente sonrojado.
-Sí, sí, muy divertido. Me alegra que todos se estén divirtiendo a costa mía.
Kenzo, sonrió y le dio una palmada en la espalda a su hija. Adoraba burlarse de ella, aunque claro, nunca lo admitiría en voz alta.
-Vamos, Kaori. Es bueno recordar estos momentos. Y creo que Shoto está disfrutando conociendo esta faceta tuya.
-Definitivamente -asintió con rapidez.
Mientras continuaban pasando las páginas y recordando viejos tiempos, Kaori comenzó a relajarse un poco.
Cuando llegaron al final del álbum, todos se acomodaron nuevamente en el sofá, dispuestos a seguir compartiendo tiempo juntos.
-Kaori, siempre has sido muy entusiasta con tus entrenamientos -hablo Kenzo, haciendo que todos lo observaran con atención-. Pero últimamente, parece que has intensificado tu rutina. ¿Hay alguna razón especial?
-Solo quiero ser más fuerte -murmuró, mirando de reojo al bicolor-. Hay momentos en los que me siento débil, y quiero asegurarme de poder proteger a mis amigos y a mí misma.
Shoto frunció el ceño al escucharla. Estaba seguro de que el incidente en la USJ tenía algo que ver con su forma de pensar. Había sonado tan seria que no pudo evitar decir:
-Eres muy fuerte, Kaori. Siempre lo has sido.
La chica sonrió tímidamente.
-Gracias...
Al ver la hora que era, Seoyeon recogió los platos vacíos, con la ayuda de Kaori, mientras Kenzo y Todoroki se quedaron en la mesa, continuando la conversación.
-Todoroki, fue un placer tenerte aquí esta noche -dijo el hombre, sonriendo-. Esperamos que te hayas sentido como en casa.
-Sí, gracias. Realmente disfruté la comida y la compañía -respondió con honestidad-. Es agradable estar en un ambiente tan cálido y acogedor.
Kaori regresó a la mesa después de ayudar a su madre en la cocina.
-Me alegra que te hayas sentido así -exclamó la chica-. Mis padres siempre han sido muy hospitalarios.
Seoyeon, desde la cocina, añadió:
-Eres bienvenido aquí cuando quieras, Todoroki. Nos encantaría verte más seguido.
-Gracias de nuevo por la cena -Shoto habló, mirando a los adultos. Se le había hecho imposible no imaginar cómo sería su vida con una familia así-. Realmente lo disfruté.
Kenzo se colocó de pie y le estrechó la mano.
-Siempre eres bienvenido aquí, Todoroki. Ten un buen regreso a casa.
-Cuídate y nos vemos pronto -Seoyeon se despidió, sonriendo.
Al ver que sus padres ya habían terminado de hablar, Kaori acompañó al chico hasta la puerta.
-Gracias por venir, Shoto. Me divertí mucho esta noche.
-Yo también -murmuró.
Al sentir la mirada del chico tan fija en ella, la chica no pudo evitar sentirse nerviosa. Tratando de ignorar como el latido de su corazón se aceleraba, dijo:
-¿No te sentiste incomodo? A veces la personalidad de mis padres puede ser bastante... Agobiadora.
-Son alegres. Me gusta -respondió el bicolor, recostándose sobre la pared que estaba a su lado-. En eso te pareces a ellos.
-Sí, todos me lo dicen -Kaori murmuró -. ¿Qué harás mañana?
-Entrenar. No puedo permitirme descansar.
La contraria asintió, estando de acuerdo con él.
-Entonces, nos vemos en la UA.
Mientras Shoto se alejaba, Kaori se quedó en la puerta, observando cómo desaparecía en la noche. Se sentía agradecida por tener a alguien como él en su vida.
🪷❤️🔥🧸
Cuando Shoto se fue, Kaori se preparó para dormir. Se puso su pijama favorito, un conjunto suave y cómodo con dibujos de gatos, y se acurrucó en su cama. Decidió poner una película romántica en su portátil, una historia donde dos mejores amigos se enamoraban. A medida que avanzaba la película, Kaori no pudo evitar notar ciertas actitudes que tenía la protagonista con el chico que le gustaba: risas nerviosas, miradas largas y una cercanía que parecía ir más allá de la amistad.
Kaori se encontró a si misma pensando en Shoto. No pudo evitar compararse con la protagonista y darse cuenta de que ella también hacía esas cosas cuando estaba con él. Rió para sí misma al recordar cómo había sentido un leve revoloteo en su estómago cuando Shoto había aceptado quedarse a cenar y cómo había disfrutado su compañía.
Mientras la película continuaba, Kaori no pudo evitar comenzar a cuestionar sus sentimientos. ¿Realmente veía a Shoto solo como un amigo?
Recordó cómo había sentido algo más por él en el pasado, pero también cómo había renunciado a esos sentimientos pensando que él solo la veía como una amiga. Ahora, esos sentimientos parecían estar resurgiendo, y no estaba segura de qué hacer con ellos.
-¿Será que me sigue gustando? -dijo para sí misma, mordiendo suavemente su labio inferior mientras miraba la pantalla.
Las escenas románticas de la película se mezclaban con sus propios recuerdos de momentos compartidos con Shoto. Las risas, las conversaciones profundas, y cómo él siempre la cuidaba. Recordó cómo se habían defendido mutuamente, luchando espalda con espalda, y cómo él se había asegurado de que ella estuviera bien después de la pelea, incluso ofreciéndose a cargarla cuando estaba agotada.
El pensamiento de que podría gustarle nuevamente la hizo sentir un poco nerviosa, y a la vez insegura. Temía que aquellos sentimientos intervinieran en su amistad con él. Recordó cómo se había sentido al verlo esa mañana esperándola afuera de su casa, y cómo había disfrutado su caminata juntos hacia la UA, hablando de cosas triviales y riendo juntos. Su corazón se aceleraba solo con pensar en esos momentos.
-Tal vez solo necesito más tiempo para entender mis sentimientos -murmuró para si misma.
Mientras la película seguía su curso, Kaori se dio cuenta de que estaba menos interesada en la trama y más en sus propios pensamientos. Apagó la película y se acomodó en su almohada, tratando de relajar su mente. Cerró los ojos y dejó que los recuerdos del día y sus reflexiones sobre Shoto fluyeran libremente. Imaginó sus conversaciones, sus risas, y la manera en que él siempre parecía entenderla sin necesidad de muchas palabras.
Kaori se preguntaba cómo sería si realmente estuvieran juntos, más allá de la amistad. ¿Cambiarían las cosas entre ellos? ¿Sería incómodo, o todo se sentiría perfectamente natural, como cuando entrenaban o compartían tiempo juntos?
Finalmente, el sueño comenzó a arrastrarla lentamente. Mañana sería otro día, y tal vez, con un poco de suerte, las respuestas a sus preguntas serían más claras. Kaori decidió que no se apresuraría a sacar conclusiones. Necesitaba tiempo para entender completamente lo que sentía y cómo quería abordar esos sentimientos.
Mientras se sumergía en el sueño, la última imagen en su mente fue la sonrisa de Shoto y la calidez de su presencia. Con esos pensamientos, Kaori se quedó dormida, soñando con lo que el mañana podría traer.
JES'S NOTE !
kaori ya se replanteo sus sentimientos por shoto, ahora solo queda él ;) y eso si va a ser largo, porque mi cuchurrumi no sabe lo que es el amor 🤏🏻
me da pena pensar que shoto es mucho más feliz en la casa de los satou que en su propia casa 😭 mi niño merece ser feliz
PD: yo sé que todas algunas vez han visto una película romántica y se han acordado del chiquillo que les gusta, NO ME PUEDEN DECIR QUE NO 😔
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