O15 | VISIT TO THE SCIENTIFIC ISLAND

Kaori estaba sentada cómodamente en el avión privado de sus padres, con una taza de helado de chocolate en la mano, mientras miraba por la ventana las nubes que pasaban. El viaje a I-Island la tenía llena de emoción. No solo porque sus padres habían sido invitados al prestigioso evento de la I-Expo, sino porque le fascinaba todo lo relacionado con la tecnología y la ciencia.

La chica sabía que la I-Expo era el lugar donde los mejores científicos y héroes del mundo se reunían para mostrar los últimos avances en dones y otras tecnologías. Y Kaori estaba especialmente emocionada de ver cómo la tecnología podía integrarse con los dones.

Aparte de eso, estaba pensando en Melissa Shield, una chica a la que había conocido en visitas anteriores a la isla. Melissa era brillante, al igual que su famoso padre, David Shield, a quien la chica admiraba.

Kaori se dedicó a observar por la ventana. La vista desde el alto estaba llena de nubes blancas esponjosas y un cielo azul claro que se extendía infinitamente.

Luego de un par de horas, el avión aterrizó en la pista de I-Island, y Kaori se preparó para desembarcar, con la esperanza de aprovechar al máximo su tiempo en la isla y quizás descubrir más sobre su propio don.

Kaori se dirigió rápidamente hacia el pabellón cinco, adentrándose en el con una sonrisa de emoción. El espacio estaba lleno de innovadores gadgets y trajes diseñados para héroes en formación. Su mirada brilló al observar todos los productos expuestos.

Al voltear en una esquina, la chica logró ver a Melissa y, para su sorpresa, a Izuku junto a ella. Kaori no sabía que el peliverde se iba a encontrar en la I-Expo, por lo que no pudo evitar sorprenderse, aunque tenía una sospecha de quien lo había invitado. Sin embargo, antes de que pudiera decir algo al respecto, Melissa se giró en su dirección.

—¡Kaori! —exclamó, emocionada al ver a su amiga. Corrió a abrazarla con entusiasmo—. ¡Me alegra tanto que hayas venido!

—Sabes que no sería capaz de perdérmelo —murmuró la aludida, sonriendo con emoción—. No sabía que conocías a Izuku.

—Vino con el tío Might, así que le estaba mostrando la exposición —explicó brevemente. El peliverde se llevó una mano a la nuca, avergonzado.

—¿Ya conoció a tu padre?

—¡Si! ¡David Shield es realmente genial! —Izuku se apresuró a responder por la rubia. Aunque al ver como las chicas reían, se sonrojo.

—Mi padre ni siquiera tuvo que presentarse —Melissa se burló.

—Me lo imagine.

—¡Casi lo olvidaba! —exclamó la rubia—. ¡Tienes que ver esto!

Rápidamente, Melissa los guió hacia un área donde había un dispositivo en forma de guante. La rubia se lo entregó a Kaori, indicándole que se lo colocara. Al hacerlo, notó que el guante parecía brillar con una luz cálida.

—Es un prototipo para amplificar el control del fuego —explicó Melissa, recordando la conversación que habían tenido días atrás—. Creemos que podría ser útil para quienes tienen habilidades relacionadas con el fuego. Sabía que te interesaría.

Kaori tomó el guante con curiosidad. Al activarlo, sintió una reacción instantánea en sus poderes. El guante no solo amplificaba el calor, sino que también permitía una mayor precisión en el control de las llamas. Se sentía como si tuviera un nuevo nivel de control sobre su habilidad.

—¡Esto es increíble! —dijo Kaori, mirando a la contraria con admiración—. ¿Cuánto tiempo ha estado en desarrollo este dispositivo?

—Unos seis meses —respondió Melissa—. Estamos en las fases finales de prueba. Pero, honestamente, pensé que podrías darme tu opinión y ver cómo te va con él.

—Eso es genial —Izuku murmuró.

—Ya perdi la cuenta de cuantas veces has dicho eso —la rubia bromeó, avergonzando al menor.

Antes de que el peliverde pudiera decir algo en su defensa, una voz conocida sonó detrás de ellos.

—¡Veo que te diviertes, Deku!

—¡¿Uraraka?! —Izuku exclamó, dándose la vuelta con una mueca de terror en ssu rostro—. ¿Qué haces aquí?

—Veo que te diviertes —repitió. Kaori rió por lo bajo al ver su reacción. Era obvio que estaba celosa.

—¡Lo dijiste de nuevo!

—¿Te divertías mucho? —preguntó Momo, desviando la atención hacia ella.

—Midoriya, escuché todo —Jirou agregó, elevando sus earphone jack.

—¿Son sus amigas? —Melissa cuestionó, mirándolas con curiosidad.

—Si. Son nuestras compañeras de la escuela —Kaori respondió con una sonrisa, acercándose levemente a las chicas para poder presentarlas—. Estas son Uraraka, Momo y Jirou. Chicas, ella es Melissa.

—¡Mucho gusto! —la rubia exclamó, sonriendo en grande—. ¿Les gustaría ir por un poco de te?

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Kaori se encontraba siguiendo a Izuku alrededor de la I-Expo, ya que un fuerte estruendo había llamado la atención del chico. Luego de unos minutos, llegaron a la zona del juego "Villain Attack". La zona estaba llena de luces intermitentes, pantallas holográficas y un gran número de visitantes emocionados.

La baranda desde la que observaban se encontraba justo al borde de la arena de juego, permitiéndoles una vista clara del espectáculo. Un gran televisor colgaba sobre ellos, mostrando imágenes del juego en acción. La pantalla capturaba el momento en que Kirishima vencía a todos los robots, siendo cubierto por una gran cantidad de polvo.

—¡Tiempo de completado, 33 segundos! ¡Octavo lugar! —una voz informó, haciendo que la multitud estallara en aplausos.

—Chicos, ¿también es uno de sus amigos? —Melissa preguntó, notando la expresión de sorpresa que estaba en sus rostros.

—Sí, es un compañero de clases —Izuku se apresuró a responder.

Justo en ese momento, Bakugo hizo su entrada, desafiando al siguiente reto. En cuanto comenzó el juego, el chico mostró su increíble agilidad y habilidad. Con una serie de movimientos rápidos y explosivos, destruyó a todos los robots en un impresionante tiempo de 15 segundos.

La voz del anunciador volvió a resonar, esta vez con una nota de asombro:

—¡Tiempo de completado, 15 segundos! ¡Primer lugar!

Kirishima, mientras observaba al rubio dominar el juego, notó a sus amigos entre la multitud. Con entusiasmo, gritó en dirección a Bakugo:

—¡¿Esos no son Midoriya y Kaori?!

Bakugo, al escuchar el llamado del pelirrojo, giró la cabeza para mirar en la dirección indicada. Su expresión se transformó en una mezcla de sorpresa y enfado. Sin pensarlo dos veces, dio un salto ágil y aterrizó en el barandal, donde los chicos estaban observando.

—¡¿Por qué estas aquí?! —espetó, mirando fijamente al peliverde, quien retrocedió lentamente.

—Detente, Kacchan. La gente nos está mirando —murmuró con nerviosismo.

—¡¿Y qué me importa?!

—¡Detente, Bakugo! —Iida pidió, apareciendo en el lugar de improvisto. El entrecejo del rubio se frunció aún más al verlo.

—¿Por qué esta tan molesto ese chico? —Melissa preguntó en voz baja.

—Siempre es así —Kaori respondió de la misma forma, mirando la escena con diversión.

—Es una batalla predestinada entre hombres —exclamó Uraraka con seriedad.

—¡Tu también estas aquí, pelo de chicle! —espetó, girándose hacia Kaori, quien lo miraba con una sonrisa divertida.

—No te emociones demasiado. Ya sé que estas feliz de verme —bromeó, dándole un golpe juguetón en el brazo.

—Kirishima, ¿ambos recibieron invitaciones a la exposición también? —cuestionó Momo, apoyándose contra el barandal.

—No, Bakugo fue el único invitado ya que gano en el festival deportivo. Yo solo lo estoy acompañando —explicó, sonriendo con emoción—. ¿Por qué no lo intentan?

—Es inútil —intervino Bakugo con brusquedad—. ¡Porque definitivamente soy mejor que ese perdedor!

Izuku asintió torpemente, deseando que el rubio dejara de insistir. La atención de las personas cercanas ya estaba centrada en ellos, y las miradas curiosas aumentaban con cada palabra de Bakugo.

—Pero no lo sabrás hasta que lo intentes —murmuró Uraraka, intentando calmar la situación.

—Tienes razón... —admitió Izuku, aunque su arrepentimiento fue evidente cuando observó la reacción furiosa de Bakugo frente a él.

—¡Entonces, date prisa y ve a obtener tus resultados patéticos, maldito nerd! —gruñó Bakugo.

—¡Sí! —respondió Izuku torpemente, para luego dirigirse con rapidez hacia el centro del juego.

—¡Vaya! ¡Tenemos un retador que llega impulsado por el momento! —anunció la locutora con entusiasmo—. ¿Qué resultados obtendrá?

Cuando el juego comenzó, Izuku demostró una agilidad y habilidad impresionantes. Se movió con rapidez y precisión, derribando robots con eficacia. En solo 16 segundos, completó el desafío, asegurando el segundo lugar.

Mientras la multitud estallaba en vítores y aplausos, Kaori echó un vistazo hacia Melissa, que observaba a Izuku con una expresión de sorpresa y fascinación. Kaori pudo percibir que Melissa estaba contemplando una posible conexión entre Izuku y All Might, considerando las notables similitudes entre sus poderes.

Cuando el peliverde se dirigió nuevamente hacia donde estaba sus amigos, todos se reunieron a su alrededor.

—¡Estuvo tan cerca! —exclamó Uraraka, emocionada por su desempeño.

Kaori, con una sonrisa divertida, elevó la mirada hacia Bakugo, que parecía al borde de una explosión de ira. La tensión en su postura y la intensidad en su mirada indicaban que el rubio no estaba dispuesto a dejar pasar la ocasión sin demostrar su superioridad.

—¿En qué piensas? —dijo en un tono burlón.

—¡Cállate, idiota! —gritó Bakugo, sin contener su enojo. Luego, se dio la vuelta para enfrentar a Izuku—. ¡Iré otra vez y te dejaré tragando polvo!

Kaori dejo de prestarle atención a la conversación cuando logró ver una cabellera bicolor adentrándose a la arena de juego. Una sonrisa se dibujó en su rostro al reconocer a Shoto.

Shoto se acercó al centro de la arena y, con una mirada decidida, creó un imponente muro de hielo que se extendió rápidamente, bloqueando a los robots en su trayectoria. La habilidad del chico para manipular el hielo fue impresionante, y en solo 14 segundos, el muro de hielo había vencido a todos los robots.

—Es genial —Kaori murmuró, mirándolo con admiración.

Mientras la chica mantenía su atención en Shoto, Bakugo no pudo evitar notar la expresión en el rostro de Kaori. La forma en que lo miraba, con un brillo especial en los ojos, no pasó desapercibida para él. La tensión en su cuerpo se hizo palpable, sus manos se cerraron en puños y sus ojos reflejaron una mezcla de celos y desdén.

—¿Esta en su clase tambien? —Melissa preguntó, recibiendo un asentimiento por parte de las chicas—. ¡Todos son geniales! Justo como esperaba de los futuros héroes.

Sin previo aviso, Bakugo se apartó de la conversación con un estallido. La explosión que generó hizo que la gente alrededor se apartara con sorpresa, y el sonido resonó claramente en el área. Con una gran explosión, el rubio se dirigió al centro de la arena de juego, sus pasos marcados por el enfado que sentía.

—¡Maldito mitad y mitad! —gritó, acercándose al contrario con fuerza—. ¡Apareces de repente, tratando de hacer que todos piensen que eres el mejor, bastardo!

Sin embargo, el bicolor parecía no estarle prestando atención, ya que se encontraba demasiado ocupado observando a cierta chica pelirosada. La sonrisa en el rostro de Kaori y la forma en que le respondía con un gesto cálido parecían haber capturado por completo la atención de Shoto.

—Kaori también está aquí —dijo con tranquilidad.

—¡No me ignores! ¡¿Qué demonios haces tu aqui?!

—Estoy aquí en representación a mi padre.

Justo en ese momento, Iida apareció en el lugar, corriendo a gran velocidad hacia sus compañeros. Con una voz firme y autoritaria, intentó intervenir para calmar la situación:

—¡Todos, deténgalo! ¡Los secretos vergonzosos de la UA serán expuestos al mundo!

Al escucharlo, Kirishima y Izuku descendieron rápidamente del barandal y se dirigieron al centro de la arena con el propósito de ayudar a contener a Bakugo. Ambos se esforzaron por calmar al rubio, tratando de reducir la tensión y evitar que la situación escalara aún más.

Las chicas, al notar el alboroto y el escándalo que estaban causando, se sintieron avergonzadas. Los murmullos y las miradas curiosas de los espectadores se dirigían hacia ellas. Sin embargo, Kaori no podía evitar reírse. Para ella, el espectáculo era más entretenido que perturbador.

—No tienen que avergonzarse. Ustedes son geniales, y estoy segura de que la UA es bastante divertida —Melissa murmuró.

—Cuando no te están atacando villanos si, si lo es —dijo Kaori, haciendo que las demás la miraran con diversión—. Es la verdad.

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Los estudiantes de la clase A estuvieron juntos por un par de horas más, pero tras la emoción de "Villain Attack", Kaori y Shoto continuaron caminando juntos por las calles de I-Island. El cielo comenzaba a teñirse de naranjas y rosados mientras el sol lentamente se desvanecía en el horizonte. Kaori, con un algodón de azúcar en la mano, miraba alrededor fascinada por el entorno, pero sobre todo disfrutando de la tranquila compañía de Shoto.

La chica llevaba rato hablando sobre las cosas que habían hecho durante el día, pero Shoto se veía incapaz de apartar los ojos de ella. Cada vez que la luz dorada del atardecer iluminaba su rostro, algo en su pecho se revolvía. No sabía cómo explicarlo, pero había algo en ella que lo hacía sentir cálido por dentro.

—Siempre me ha encantado ver los atardeceres —comentó Kaori, deteniéndose un momento para disfrutar la vista. Sus ojos brillaban con emoción—. Es hermoso, ¿no lo crees?

—Sí... Lo es —respondió él, aunque no miraba el sol. Sus ojos estaban fijos en Kaori, capturando cada pequeña expresión en su rostro. Para él, la verdadera belleza del momento era ella.

La pareja continúo caminando en silencio, disfrutando de la compañía mutua, hasta que Kaori notó un cartel llamativo que anunciaba un juego realmente interesante. Sus ojos se iluminaron de inmediato.

—¡Mira esto! —dijo emocionada, señalando el cartel—. ¡Realidad virtual y gravedad cero! ¡Shoto, tenemos que probarlo!

La emoción en su voz era contagiosa, y aunque Shoto no era del tipo de persona que se emocionara fácilmente, el entusiasmo de la chica lo hizo sonreír levemente. Sabía que no podría negarse a algo que ella realmente quisiera.

—Está bien —respondió con tranquilidad.

Al entrar en el recinto, el personal les explicó cómo funcionaba el juego. Kaori parecía una niña en una tienda de dulces debido a la emoción. La chica se colocó el casco de realidad virtual con rapidez, lista para comenzar a jugar. Shoto la siguió de cerca.

El juego no era tan fácil como ellos habían pensado en un principio. Se trataba de una simulación llena de retos, todo ambientado en un espacio de gravedad cero. Los jugadores, equipados con cascos y trajes especiales, flotaban en un escenario de neón brillante con obstáculos por todas partes. El objetivo era atrapar pequeños orbes de energía que se movían a gran velocidad, esquivar meteoritos y, si querían, lanzarse a toda clase de acrobacias en el aire. Todo mientras flotaban sin control, como astronautas novatos.

Cuando Kaori y Shoto entraron al juego, la sensación de ingravidez los golpeó de inmediato. La chica soltó una carcajada al sentir cómo su cuerpo se elevaba sin control, girando en el aire de manera torpe pero divertida. Se veía tan libre, tan despreocupada, que Shoto no pudo evitar sentirse embelesado. Mientras ella giraba y se impulsaba de un lado a otro, disfrutando de la falta de gravedad, él se quedó flotando cerca, observándola, admirándola en silencio.

—¡Esto es increíble! —dijo, agitando sus brazos y piernas en el aire, tratando de controlar su movimiento, pero fallando en el intento.

—Tranquila, Kaori —murmuró Shoto, aunque su equilibrio en la gravedad cero tampoco era impecable, ya que flotaba de forma torpe.

—¡Eso intento! —la chica respondió—. ¡Pero esta cosa no obedece las leyes de la física!

Mientras tanto, Shoto intentaba mantener algo de dignidad. El chico extendió una mano, dispuesto a atrapar uno de los orbes de energía, pero justo en ese momento, Kaori flotó accidentalmente hacia él, chocando de lleno con su costado.

—¡Oops! —exclamó, riendo a carcajadas mientras ambos giraban descontroladamente por el impacto.

—Lo haces a propósito, ¿verdad? —Shoto preguntó, sonriendo levemente al ver cómo la chica seguía girando sin control, agarrándose a su brazo para no flotar más lejos.

—¡Te juro que no! —se apresuró a responder, aunque sabía que era mentira—. ¡Simplemente soy terrible en esto!

Luego de unos minutos, Kaori decidió lanzarse hacia un orbe de energía que estaba cerca, pero en lugar de atraparlo, terminó girando y volando en dirección contraria. A pesar de que no dejaba de estrellarse contra las paredes virtuales, su risa y su energía llenaban el ambiente de una alegría contagiosa.

—¡Voy a ganar este juego, lo juro! —exclamó Kaori con determinación. Podía llegar a ser bastante competitiva cuando quería.

Shoto se dejó llevar por la gravedad cero y simplemente flotó cerca de Kaori, observando cómo ella luchaba por atrapar un orbe que, cada vez que se acercaba, huía justo en el último segundo. La risa de Kaori resonaba en sus oídos, y él se quedó mirándola con una expresión suave. En ese momento, el juego, los orbes y todo lo demás desapareció. Sólo estaba ella, flotando entre risas y luz de neón.

Finalmente, luego de muchos intentos, Kaori logró atrapar uno de los orbes con un grito de victoria exagerado.

—¡Lo hice! ¡Por fin atrapé uno! —exclamó, mirando el objeto con una sonrisa de orgullo.

Shoto parpadeó, tratando de volver a concentrarse, pero ya era demasiado tarde. Comenzó a dar vueltas en el aire, moviéndose sin rumbo mientras sus intentos de frenar parecían inútiles. Su cuerpo giraba lentamente, y por primera vez en mucho tiempo, su expresión tranquila se quebró en una leve confusión.

Kaori, quien lo observaba desde cerca, no pudo evitar soltar una carcajada divertida, mientras lo veía girar descontroladamente.

—No eres tan bueno después de todo —bromeó, flotando ligeramente hacia él.

El chico, que ya había dejado de intentar corregir su curso, solo la miró con una mezcla de resignación y una pequeña sonrisa avergonzada.

—No te rías —dijo él en un tono bajo, aunque con un toque de diversión—. Es más difícil de lo que parece.

En un momento, Kaori extendió su mano hacia él para ayudarlo a recuperar el equilibrio. Sin dudarlo, Shoto la tomó con suavidad. El simple contacto de sus manos lo hizo sentir un ligero escalofrío.

Cuando finalmente salieron del juego y regresaron al mundo real, Kaori seguía hablando con emocion sobre la experiencia, moviéndose con la misma energía de siempre.

—¡Tenemos que hacer esto de nuevo! —dijo, riendo mientras se estiraba—. Fue muy divertido.

Shoto la miró en silencio, una pequeña sonrisa curvando sus labios. Mientras caminaban bajo el cielo nocturno, iluminados solo por las luces artificiales de la isla, supo que ya no podía seguir ignorando lo que sentía. Kaori era mucho más que una amiga, y tenía que decirle la verdad. Había pasado demasiado tiempo ocultando sus emociones, pero ahora estaba decidido.

Él sabía que tendría que encontrar el momento adecuado para decirle lo que sentía. Ya no podía esconderlo más. Estaba listo para confesarle su amor.

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Kaori se encontraba en la habitación de hotel de Bakugo, caminando de un lado a otro. En el centro, el rubio se encontraba recostado sobre su cama, con ambas manos detrás de su cabeza, en una postura despreocupada.

—Entonces, ¿qué les parece? —preguntó Kaori con entusiasmo, girándose hacia ellos con una sonrisa emocionada—. ¿Irán a la fiesta?

Kirishima, que había estado sentado en el borde de la cama, se levantó de inmediato.

—¡Suena increíble, Kaori! —exclamó con un puño en alto—. ¡Tenemos que ir, Bakugo! ¡Va a ser genial!

Kaori rió suavemente al ver la reacción del pelirrojo, era completamente diferente a la de Bakugo, quien tenía el ceño fruncido, mientras les lanzaba una mirada de desdén desde su lugar en la cama.

—¿Por qué iría yo a una fiesta? —respondió con brusquedad—. No voy a escuchar a unos tipos que no conozco, luego escuchar discursos tontos y aplaudirlos. Es una tontería.

—No es como si tuvieras algo mejor que hacer —dijo la pelirosada en un tono burlón, para luego cruzarse de brazos mientras lo miraba con una ceja levantada—. Además, podrías disfrutarlo.

—¿Disfrutarlo? —repitió—. Estar rodeado de idiotas y escuchar música horrible no es mi idea de diversión.

Kirishima, que seguía emocionado, se inclinó hacia su amigo, intentando convencerlo.

—¡Escuché que podemos comer toda la comida que queramos!

—No es como si hubiera traído ropa formal de todos modos.

Al escucharlo, Kirishima se levantó de golpe, con una sonrisa confiada. Luego, se dirigió hacia su maleta, de donde sacó dos trajes perfectamente doblados.

—¡Sabía que era eso! —exclamó emocionado, agitando los trajes frente a Bakugo—. ¡Por eso traje uno para ti!

—¡¿Siempre estás preparado para todo, cabeza puntiaguda?! —gritó, colocándose de pie con rapidez.

—Parece que ya no tienes escapatoria, Bakugo —Kaori dijo, compartiendo una mirada cómplice a Kirishima—. Ahora solo falta que te pongas el traje y nos acompañes.

El rubio bufó, cruzándose de brazos y mirando a los dos con una mezcla de desafío y resignación.

—Tsk, malditos.

JES'S NOTE !

SE VIENE SE VIENE SE VIENE 🔥 de verdad que nadie esta preparado para lo poderosos que son kaori y shoto juntos ! son la definición de #itcouple

tengo que admitir que me hice fan de la relación de bakugo y kaori 🤷🏻‍♀️ son tan distintos que encajan muy bien. literalmente kaori es la única que puede molestarlo sin terminar tres metros bajo tierra ( privilegios )

esta película siempre va a tener un lugar especial es mi corazón 😞 me la vi antes que el mismo anime y fue el primero que vi por gusto propio. GRACIAS HORIKOSHI 💓

subí dos capítulos seguidos porque estos días voy a estar bastante ocupada estudiando, así que no voy a tener tiempo para meterme a wattpad ;) además, quería ponerlos ansiosos por el capítulo que se viene 😁

GRACIAS POR LEERME <3 luv u.