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Chanyeol lo amaba.
Amaba la forma en la que sus manos torpes destruían el jenga al colocar la pieza que tanto trabajo le costó quitar.
Amaba la forma en la que llenaba su boca con pan y comía sentado en el sofá mientras veían una película o jugaban videojuegos, y como sus mejillas se inflaban con cada palabra que intentaba pronunciar.
Amaba la forma en la que sus pies se movían al bailar apenas rozándolo con su esbelta figura, como su cuerpo danzaba bajo el agua en el escenario.
Amaba como las palabras salían de su boca con un siseo a causa de los brackets linguales.
Yeol lo amaba, quizá no era el mismo amor que le tenía a Baekhyun. No era deseo de contacto físico o sexual, era simplemente deseo de su compañía y verlo sonreír.
Por eso Yeol amaba cuando Sehun sonreía tanto que sus ojos se formaban en dos arcos brillantes que lo hacían quedarse estático por varios segundos.
Por eso Yeol amaba cuando Sehun planeaba una travesura para algunos de los mayores y cuando ésta fallaba, amaba los pequeños pucheros que formaba con sus labios rosas.
Y secretamente, Yeol amaba el sabor que éstos tenían al dormir.
Y no, Yeol no era infiel a Baekhyun, no; Yeol solo era infiel a su corazón que retumbaba con fuerza cada vez que Sehun rodeaba su cuello y reía entre burlas y comentarios tontos por alguna travesura hecha por parte de su pequeño amigo...
Amaba oír su voz joven y algo grave al reír.
Por eso cuando el único que lo comprendía totalmente los dejó, Yeol deseo ser Kris y poder entender la frustración de no obtener mucho pese a esforzarse cada día a morir.
Por eso cuando rompieron su corazón por segunda vez, cuando su cama se inundó en lágrimas, Yeol deseo ser Luhan para poder abrazarlo y mimarlo diciéndole lo lindo que es siendo un insolente maknae.
Y cuando se fue la persona que lo hacía reír con estupideces no planeadas, Yeol rogaba al cielo ser Tao y tener la misma habilidad de quedar en ridículo sin planearlo con tal de robarle una sonrisa de los labios.
Cuando el tiempo pasó, Yeol cuidaba y mimaba al pequeño con entusiasmo y un amor oculto que pocas veces podía dejar relucir. Yeol lo amaba cada día más. Y Baekhyun notaba como los ojos de su novio brillaban más al ver al pequeño que a él.
"Tú lo amas, lo amas más que a nada, Channie".
"Pero...también te amo a ti".
"Tal vez, pero algo es seguro...a él lo amas mucho, mucho más".
El día que Baekhyun decidió hacerse del camino, Yeol lloró. Lloró porque amaba a Baekhyun, porque no podía negar que su alma se regocijaba con cada beso y cada caricia, lo amaba. Pero lloró aun más por entender que esa sensación apenas lograba compararse con el brinco que su alma y corazón daban cada vez que Sehun besaba su mejilla.
Ese día Sehun secuestró a Yeol en su motocicleta hasta el viejo establecimiento de Bubble tea, le obligo a comer un poco del dulce que el anciano preparaba con mucho esmero y bebieron dos vasos cada uno.
Yeol amaba la forma en la que Sehun robaba sonrisas en los momentos más complicados. Como un ángel.
Yeol amaba la forma en la que Sehun robaba de su bolsillo las llaves del artefacto y se subía como conductor principal de la misma. Yeol amaba tanto la forma en que Sehun lo hacía reír cuando manejaba en círculos para llamar su atención.
Embelesado por la sonrisa, Yeol lo amaba tanto que no se dio cuenta de que el auto negro no se había detenido ante la luz roja impactando contra su motocicleta y llevándose con él la sonrisa del menor. Tampoco se dio cuenta de como sus pies apenas lograban sostenerlo en el pasillo del masocomio cuando los médicos lo internaron en el quirófano.
"Hyung...despierta..."
Sus ojos cansados mostraban colores oscuros alrededor, su ceño se fruncía y los labios se contraían en la pesadilla que asediaba sus días desde aquella vez.
"Chanyeol hyung, despierta..."
Lo párpados cansados se abrieron con resistencia a la luz, no fue sino hasta que una pequeña palmada de una suave mano lo trajo de vuelta a la realidad.
Y ahí estaba él, sonriéndole como si nada hubiera pasado. Con las vendas cubriendo parte de su cabeza y las intravenosas en su piel, pero con esa sonrisa que Yeol amaba.
"Sehunnie..."
"Hyung, roncas demasiado cuando duermes sentado"
"¿Qué?, ¿en serio? Debes estar bromeando, ¡dime que estás bromeando! ¡No puedo roncar tanto como Junmyeon hyung! "
"Hahaha, basta Channie...Pero, también hablas dormido."
"Oh...¿yo..yo dije algo malo?"
"¿Malo?, uh, no...pero..."
"¿Pero?"
"Yo también te amo, Yeol hyung. Te amo."
•••
La primera vez que lo vio, Sehun corría despavorido a una de sus prácticas. Muchos rumoraban que el pequeño niño apenas tenía edad para estar en la empresa y que fue un golpe de suerte que lograra pasar la audición.
Yeol observó al menor correr hasta abrir la puerta de la sala de ensayos para baile, lo observó con detenimiento tal que el menor se dio cuenta y esbozó una sonrisa.
La primera sonrisa que Park Chanyeol obtuvo de Oh Sehun. La primera sonrisa que hizo brincar su corazón.
"Yeol, ¿qué tanto miras?"
"¿Ah?, nada Baekhyunnie, ¿nos vamos?"
"Claro, tengo mucha hambre"
"Sí, yo también..."
•••
Chanyeol amaba a Sehun, amaba cada milímetro de su piel pálida y suave.
Chanyeol amaba cada mirada llena de picardía que el niño le regalaba después de cada concierto.
Chanyeol amaba cada parte del rompecabezas que era Oh Sehun.
Por último, cada mañana, cada noche, a cada momento, Yeol amaba poderlo decir sin ningún miedo o obstáculo alguno, Yeol amaba esas simples tres palabras.
"Te amo, Sehun".
•••
Dedicado a un amante de Yeol, sí, ya sabes que es para ti.
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