24. Trapped.
Hi~ Como les comenté, este fic tiene mucho canon y las advertencias en relación a esto estan puestas ahí, en la notita del inicio y como mil veces más en otras notitas finales. Así que ojito con el autocuidado en la lectura, cada quien es responsable de eso. Muchas gracias por leer. ¡Espero que les guste!
—No dejaré que te toquen, Eiji.
¡Shorter! ¡Estoy asustado!
No me dejes.
Pero la voz de Eiji es inocua e inexistente, los han drogado para poderlo secuestrar con más facilidad, Eiji no ve nada, ha quedado ciego temporalmente y se siente como un recipiente humano, su cuerpo ha dejado de responder a su voluntad pero es distinto a un comando, esto es una desconexión total y supone que así se deben sentir los cadáveres en los ataúdes: fríos y helados y le aterran sus propios pensamientos así que trata de concentrarse en otra cosa. Shorter. Sí, Shorter está acá. Está abrazado contra su pecho, lo sabe porque incluso drogado siente sus latidos arremeter contra sus oídos. Bum. Bum. Bum. Está asustado, su corazón grita llamando a Aslan, no debe ser una carga ni tampoco logra hacer mucho paralizado. Pero tiene tanto terror que cree que el corazón le explotará como un globo:
Paf, se rompe la burbuja de la disociación.
Y es obvio lo que pasará ¿no?
Van a violarlo, probablemente lo obliguen a trabajar en un burdel donde lo torturen hasta su muerte o peor, enviarán pedacito tras pedacito de Eiji a Ash. No. No. ¡No! Esto es malo, si sigue así padecerá un ataque de pánico y no puede darse ese lujo ahora.
Concéntrate en otra cosa, ¿pero en qué?
En Shorter.
Entonces se obliga a sí mismo a enfocarse en el arrullo de su amigo, sus brazos lo rodean por encima de su hombro, hundió los dedos con fuerza sobre los omóplatos de Eiji a juzgar por la presión aunque no le duele ni logra percibirlo, siente su aliento cerca de la cara. Es cálido. Shorter es muy cálido. Es fiel. Es fuerte. Es un dominante y por ende no pueden forzarlo a hacer nada, Eiji tiene una gargantilla. Están a salvo. Pronto llegará Ash. Están a salvo. Saldrán vivos. Sanos y salvos. Luego irán todos juntos a un lugar seguro como Japón. Sí, le gustaría llevarlos. Le prometió un «para siempre» Ash se pondrá triste si lo dejan solito, no quiere verlo triste, está cansado de verlo triste, Shorter y él tienen eso en común y deben escapar de este problema por lo mismo.
«Mi alma siempre estará contigo» fue lo último que le dijo antes de que muriera.
Y Ash sobrevivió esa puñalada, Eiji debe sobrevivir también.
—Eiji. —Su nombre se escucha metálico en la voz del dominante, es como si estuviera detrás de una gruesa capa de hielo en una montaña muy alta, ¿cómo llegó aquí?—. No dejaré que te lastime nadie.
Estaremos a salvo juntos, lo prometo.
Algo se juzga diferente en algún punto del trayecto, aun si perdió la noción del espacio/tiempo nota el cambio: llegaron a la mansión de Dino.
Pero Eiji se siente a salvo con Shorter, confía ciegamente.
—Tranquilo. —Shorter musita, lo atrae aún más hacia su pecho como si quisiera esconderlo dentro, el gesto lo enternece de sobremanera pese a estar reducido a una muñeca, ¿esto habrá pasado Ash?
—Eso no te servirá de nada ¿sabes? —Wong asesina con la mirada a uno de los guardias en el cuarto, se niega a apartarse de Eiji, tendrán que mover su cadáver inerte para apartarlo—. El monsieur ansía tener un rato a solas con el sumiso japonés para probarlo. —Los cerdos ríen—. Es un dulce sacrificio.
—¿A solas? Le acaba de llegar otra ofrenda, Papa adora sentirse deseado por sumisos tan apetitosos como ellos, ¿no es así? —Pregunta otro de los sujetos y es asqueroso.
—Pero se veía especialmente impaciente por poner las manos en este sumiso. —Shorter tapa ambas orejas del japonés, no pretende que escuche algo de su grotesca conversación, aun si lo han drogado al punto de convertirlo en una muñeca no se arriesgará a que se registre en su mente o inconsciente.
Mierda.
Necesita enfriarse y pensar en un plan.
Si Dino los atacó probablemente el resto de la pandilla esté incapacitada, sus ataques son calculados y estratégicos, ni siquiera Yut-Lung o Nadia deben haberse salvado de este torbellino de destrucción, aprovechó que Ash estaba fuera de Nueva York para emboscarlos o quizás sintió el cambio de switch a sumiso otra vez y lo utilizó, es notoria la divergencia, si Shorter se percató de la fluctuación todavía en el hospital cree que Dino al tener una "conexión" debió ser el primero en sentirla.
La mirada de Shorter se enfoca en Eiji, lo acurruca aún más hacia su pecho, luce frágil y desprotegido, es casi como si Eiji pudiera romperse si Shorter lo aprieta más fuerte entre sus brazos igual que haría con una ramita y de repente el horror lo azota de golpe, de repente le cae el balde de agua fría sobre lo que Golzine quiere hacer con el sumiso y quiere vomitar ¡demonios! No dejará que eso atormente a Eiji también. Shorter ha visto demasiado cerca las consecuencias de una violación por Aslan y cómo la falta de consentimiento en las órdenes casi lo mata. Eiji. Eiji es tan frágil además. Se ve realmente quebradizo entre sus brazos. Y si llegaran a arrastrarlo al infierno de Ash.
Lo destrozaría.
Eso mataría el alma de Aslan, no cabe duda.
Va a protegerlo, no solo porque Eiji es su amigo, sino que se juró a sí mismo hacer feliz a Ash.
Lo protegerá con su vida si le hace falta.
—Vaya, así que finalmente llegaron.
Entonces la puerta se abre y el cuarto se llena de una podredumbre indescriptible, el revoltijo resulta simplemente vomitivo, si su cuerpo reaccionara mejor se taparía la nariz y volcaría todas sus tripas en la alfombra, ha conocido a Dino de nombre pero esta es la primera vez que se encuentran. Lo ve extender una mano hacia Eiji y Shorter gruñe, atrayéndolo un poco más, no permitirá que lo manche con esos dedos sarnosos, no dejará a este conejito herido en tierra de hienas.
—No te atrevas a tocarlo. —Pero Dino luce simplemente aburrido por su reacción—. No te acerques a Eiji.
—Vaya, por fin nos conocemos Shorter Wong. —Su voz es áspera e inexpresiva y disfruta un mensaje claro encriptado acerca de que podría torturarlo por traición si esto quisiera, que debería darle a Eiji y ahorrarse el dolor futuro pero al hacerlo...sabe que violarán y torturarán a su amigo—. Ja, patético.
Eiji es su amigo.
¿Y qué le dijo a Yut-Lung sobre sus amigos?
«Cuando entablo amistad con alguien soy realmente leal, cuido a quienes me importan».
Sí.
Shorter acoge, es fiel, es protector y cumple con lo que promete. Eiji es su amigo. Por ende, cuidará a quien le importa. No le pondrán ni un dedo encima.
—Entrega al chico.
—¡Aléjate!
Mira a Dino acercarse, no duda en sacar una navaja de sus jeans, los guardias se confiaron al registrar y sino la sacó antes fue porque no quería llegar a ese extremo. Apoya la hoja afilada contra la tráquea del sumiso, le pesan los pulmones, hay escozor en los ojos, tiene el estómago revuelto de puro dolor.
—¡Intenta arrebatármelo y le corto el cuello!
Lo siento Eiji.
Te seguiré, no te dejaré solo.
Le hace una rasgadura en la garganta, sin embargo, los hombres de Dino son más rápidos, consiguen inmovilizarlo a tiempo y que Eiji salga con apenas un rasguño. Shorter lucha y lucha. Lo reducen ante cinco hombres. Grita. Llora. ¡Eiji! ¡Eiji! ¡Vete de acá! Y algo en su voz lo hace reaccionar. Su cara gana color progresivamente, sus párpados se tensan hacia los racimos de pestañas, Dino se relame, Wong grita, suplica y se arrastra en vano. Entonces Eiji lo mira y...lo mata que incluso en esas circunstancias sus ojitos se encuentren repletos de bondad. Con razón Ash lo ama tanto. Eiji es eso que Ash perdió.
—¡Shorter! —Que su nombre sea la primera palabra que grite es un martirio, Eiji a duras penas trata de levantarse del sillón para caer de bruces y ser sometido por un guardia de la escolta, le tiran de la nuca con malicia, no paran hasta escucharlo gimotear—. ¡Suéltenme!
—¡Eiji! —Shorter aprieta los dientes, sus muñecas han sido inmovilizadas por los matones y lo están sacando a rastras del cuarto. No. No. ¡No! Si los separan no podrá protegerlo. Hay pánico dentro de su corazón, pánico al imaginarse a Ash regresando a Nueva York siendo un sumiso (con una puñalada todavía sanando) solo para descubrir que Eiji... su Eiji está siendo abusado, drogado y prostituido en un burdel—. ¡Eiji! ¡Eiji! —La desesperación tiembla en sus pupilas.
—¡Shorter! —El sumiso extiende su mano sin dejar de llorar, puede tomarla, casi la alcanza.
—¡Eiji! —No lo hace—. ¡Suéltenme, maldición!
—¡Shorter!
—¡No te preocupes Eiji! Moriré antes de dejar que te toquen. —Los hombres de Dino llevan a rastras al chino afuera de la habitación—. ¡Es una promesa! —La puerta se cierra.
El aroma inconfundible de un dominante inunda las fosas nasales del japonés, lo tienen inmovilizado contra el piso, aun así, sabe a quién le pertenecen los pasos del hombre que se acerca. Corre. Corre. Corre. Es peligroso. ¡Huye! Su cuerpo no consigue obedecer a la voz en su cabeza, cada músculo está entumecido por la droga, no puede escapar ni aunque se arrastre, de pronto entiende que Evanstine no fue nada en comparación a lo que le espera.
—Encantado de conocerte, soy Dino Golzine. —Entonces se presenta—. El dueño de tu mejor amigo, Ash.
—¡Ash no es de tu propiedad! —Rebate con la poca energía que le queda, una insoportable punzada se hace presente cuando uno de los guardias le da un puntapié.
—Más respeto con Papa. —Lo amenaza tirando y tirando de los cabellos de su nuca—. Va a necesitar que lo discipline con verdadero dolor para que entienda.
—Así parece. —Sonríe, pero Eiji no está asustado por su propia integridad todavía. Shorter, sacaron a Shorter de la habitación ¿para qué?—. Entiendo por qué Ash se volvió un "torcido", luces delicioso.
—¿A dónde se llevaron a Shorter? —Lo postran frente a Dino y aunque sabe que posee la gargantilla de Sing tiene miedo de que pueda darle un comando y manipularlo a su antojo. No otra vez, piedad.
—Tenemos reservado un gran trabajo para él. —Le dice, los dedos pegajosos y hediondos se deslizan contra su barbilla consiguiendo que se trague la bilis de regreso, se juzga enfermo al sentir el aliento de Dino sobre la boca y sus ojos tan encima, quiere vomitar y llorar, no lo hace, se fuerza a sostenerle el contacto visual, a ser desafiante—. Y para ti también.
Sobrevivirá por Ash.
Para su sorpresa no es torturado de inmediato sino que lo arrojan dentro de un cuarto con una cama y un ropero como únicos muebles, dados los comentarios de los guardias de Dino se hace idea de lo que pasará en esa habitación y sabía los riesgos a los que se sometía incluso antes de conocer a Ash, fue un sumiso afortunado en retrospectiva pese a la violencia de los comandos jamás sufrió violencia sexual, eso es raro en su mundo. Está preparado para ese horror, traga saliva, sus lágrimas continúan brotando como si se hubiera tomado la poción de Alicia en el país de las maravillas pero a diferencia de Alicia se rehúsa a quedarse llorando, así que se las limpia con el antebrazo, hay costras en su cara dado el escozor y vaho en su corazón. Debe recomponerse o Dino ya ganó.
—Te haré pasar el mismo infierno que a Ash.
«Tú y yo vivimos en mundos diferentes», le dijo.
¿Pero, es eso verdad?
Tienen piel y ojos de diferente color. Nacieron en países diferentes, pero son amigos y ¿no es eso lo que cuenta? A pesar de estar atrapado en esta mugrienta habitación está contento de haber venido a Estados Unidos, ha conocido a mucha gente, lo más importante, lo ha conocido a él. Gracioso ¿no? Ash es mucho más inteligente, grande y fuerte que Eiji, pero siempre sintió que tenía que protegerlo.
Y ahora que imagina lo desgarrado que estará Ash cuando le juró usar su collar y quedarse a su lado, ese sentimiento de protección arde más que nunca. Luchará. No perecerá.
Así que así lo hace, intenta romper los vidrios, patear las puertas e incluso romper algún mueble con el objetivo de usarlo como arma, la gargantilla le aprieta el cuello, piensa en Sing, él sabría que hacer para escapar. Sí, claro, Eiji egresó con la nota más alta de esa promoción ¿pero el verdadero talento? Sin duda es Sing Soo-Ling, también tienen muchas cosas que arreglar, deben charlar. Mantente vivo.
—¡No me toques, patán! —La puerta se abre junto a un histriónico grito—. ¿Acaso sabes que podría cortarte el pene solo por tocarme?
—No puedo esperar que Papa te dé una lección. —El sujeto arroja una delicada silueta hasta la pieza y escupe con altanería—. Ustedes son unos simples sumisos usados, deberían estar agradecidos por la benevolencia del monsieur al tomarlos a pesar de sus collares.
—¡Acá está mi agradecimiento! —El chico le muestra un gesto obsceno con el dedo del medio—. Si te cabe puedes metértelo por el culo.
—Espero que te logren disciplinar, puta.
—¡Y a mucha honra!
El guardia se va.
Eiji parpadea. Enfoca su mirada en la silueta que tiene enfrente. Está pálido cual fantasma. Tiene un cabello increíblemente largo. Hay un collar de escamas de serpiente en su cuello. Su mirada es filosa, fría e indiferente. Pero hay un purpúreo dentro. Es el mismo color que Sing advirtió para alejarlo por las rejas. El mismo purpúreo que brilla con su acento histriónico y le habla de romance aun si asegura no creer en el amor. El mismo color que reluce gracias al skincare de contrabando y centella en una galaxia de ferocidad al momento de enfrentarse a un dominante. De repente, las heridas arden otra vez en su cara. Porque Yue no puede estar acá. Debe ser su imaginación. Sí. Por supuesto.
—¿Eiji? —Pero entonces el sumiso frunce el entrecejo igualmente confundido y...
—¡Yue! —El japonés se le tira encima—. ¡Yue! ¡Estás bien! —Pero es una mierda que esté atrapado.
—Lo estoy. —El más joven lo recibe entre sus brazos, caen estrepitosamente encima de la alfombra, el moreno ronronea por el olor tan familiar a cremas costosas y perfumes de marca entremezclados a su esencia natural—. ¿Qué haces acá y por qué...? —El chino hunde la nariz entre sus hebras negras y lo mira anonadado, casi como si hubiera olfateado algo terriblemente fuera de lugar—. Tu aroma.
—¿Eh?
—Hueles a Shorter. —El pánico inunda tanto su voz como su corazón—. ¿Él está acá?
—Nos secuestraron a los dos.
—¡Carajo! —Grita desesperado—. ¿Dónde está él?
—Dino dijo que tenía otros planes para Shorter.
—No, no, no.
—Yue.
—¡No puede estar pasando! Shorter no debería estar acá, mierda, la jodí.
—¿Yue?
—Sabía que mis hermanos eran unos vengativos pero jamás me imaginé que llegarían a ese extremo de involucrarlo, esto es malo, tenemos que sacarlo de acá o podemos, sí, tal vez podría funcionar...es peligroso pero podría darnos tiempo antes de...
—¡Yut-Lung! —Eiji lo sostiene de los hombros con firmeza, puede sentir el terror del sumiso filtrarse por sus propias grietas sin embargo, necesita respuestas—. ¿Qué no me estás contando?
—Nada.
—¡Mientes! ¡Deja de tratarme como idiota! —Y aunque Eiji detesta presionar los límites de los otros al comprender lo imprescindible que es la intimidad es momento de confrontar al joven Lee—. ¿Qué es eso que tú sabes? ¿Por qué me pediste conocer a Ash en el bar? ¿Por qué no escapaste de prisión?
—¡No podía! —Le responde con espanto y el policía puede jurar que si tuviera una botella de alcohol se la arrojaría a los ojos solo para tirarse por la ventana y escapar de esa conversación—. Era un reo, no podía haber escapado aunque quisiera.
—Sí podías. —No dará marcha atrás, las personas confunden amabilidad con debilidad y Eiji se niega a ser débil a causa de su benevolencia y lo probará—. Siempre pudiste salir de prisión, yo sabía, pero no quería presionarte a hablar porque parecías sufrir con el tema.
—Eiji. —Debe presionar un poco más y hacer la interrogante final, llegó la hora:
—¿Por qué te metieron en la cárcel? —Palidece y retrocede como si la pregunta lo hubiera mordido.
—Es peligroso que sepas.
—¿Y no es peligroso estar acá? —Gimotea con la voz rota y los ojos hinchados de tanta impotencia—. Sé sincero conmigo al menos. —Me lo debes.
—Bien. —El más joven suspira—. Siéntate.
Así que le cuenta, le habla acerca de una droga alucinógena que fue probada en los soldados de Irak y cómo este prototipo falló y por eso existieron casos como Griff que se pudieron recuperar, le habla de cómo lo metieron en prisión por haberle robado una de las muestras a sus hermanos durante las negociaciones con Dino, le habla de cómo estar en prisión lo mantenía seguro y cómo su interés por Ash Lynx y una posible alianza surgió, le habla de cómo sus hermanos lo amenazaron con revenderlo apenas Blanca lo sacó de prisión y la reticencia de Shorter para cuidarlo dentro de un hogar. Le habla de la violencia, el asco, el horror, el maltrato, la injusticia, la prostitución y el abuso sexual. Eiji queda totalmente descompuesto y desprevenido por la confesión, lo escucha en silencio, permite que todo el horror por lo vivido y no-vivido que pasaron Yut-Lung y Aslan se filtre dentro de su alma y muestre el verdadero espanto del mundo de la mafia, no interrumpe, no hace preguntas ni reprocha.
Al acabar ambos se miran, Eiji no sabe qué decir, si bien, suponía que el sumiso se encontraba dentro de algo a lo menos turbio dada su reticencia a escapar de prisión, jamás se imaginó que se asociaría a un complot al nivel del gobierno. Banana fish. Sí, la droga que jodió a Griff en Irak, Ash la mencionó y ahora probablemente se la quieran inyectar a Shorter.
A su gran amigo.
No va a llorar.
No va a llorar.
No va a llorar.
Recomponte.
—Antes de que me arrastraran acá pude poner la muestra vieja en el laboratorio como cebo en caso de que nos quieran inyectar, aun así, no pude robarme la muestra real de ahora, la necesitamos más que nunca, Ash puede estar en Cape Cod y tener toda la información, sin embargo, no vale nada sin una prueba concreta.
—Pero... —Eiji lo mira fijamente, el horror crece en su garganta mientras considera el peso genuino de lo que está sucediendo—. ¿Cómo haremos eso? No entiendo, estamos atrapados.
—Eiji. —Yut-Lung suspira, se han sentado frente a frente en la cama—. ¿De verdad no te haces idea de qué pasará con nosotros? —Su tono es tan helado que lo siente colarse hasta su alma, de pronto, hace demasiado frío en la habitación y las delgadas manos del chino sobre sus hombros pesan como anclas—. Dijiste que Golzine se llevó a Shorter ¿verdad?
—Sí.
—Lo más probable es que lo inyecten con la droga, mis hermanos sospechan sobre nuestra relación y es el mejor amigo de Ash, ¿qué mejor castigo que joderte a ti y a él juntos?
—¡No podemos dejar que hagan eso! —Entonces grita exaltado, levantándose de la cama solo para volver a ser sentado a la fuerza—. ¡Shorter es nuestro amigo! ¡Tenemos que rescatarlo!
—¿Rescatarlo? —Yut-Lung arroja una carcajada histérica—. Lo más inteligente que puedes hacer es abrirle las piernas a Dino y alzar el trasero para sobrevivir, eso no es un puto juego. —Yut-Lung clava las uñas en la piel del japonés y arde como lejía sobre una herida palpitante y carnosa. Plic. Plic. Plic.
—¿Esperas que me quede encerrado sabiendo que Shorter peligra? —Su voz es dura y hierve de ira.
—¿Pues qué más podemos hacer atrapados? —Gruñe—. ¡Nada! ¡Solo podemos esperar que Golzine te saque antes de que nos viole juntos! —Silencio, el japonés queda en silencio al escucharlo y sabe que es verdad, racionalmente comprende que es una posibilidad, mejor que nadie leyó la magnitud del sadismo de Dino pero vivirlo...es distinto. Sonríe por su propia hipocresía, le ha dicho a Ash todo ese tiempo que es fuerte y que puede sanar pero al instante de la verdad prefiere morir a ser violado por este monstruo—. Bienvenido a mi puto pan de cada día.
—Tienes razón. —Vaya pedazo de mierda hipócrita—. Lo siento, esto también es duro para ti y más considerando que Shorter es tu pareja.
—No es mi pareja. —La boca del otro sumiso está seca—. Nunca llegamos a nada.
—Yue.
—Ni lo haremos si muere, no puede morir ese infeliz. —Ambos se miran con seriedad, el horror nace en los ojos de Eiji junto a una cruda aceptación por lo que pasará, piensa en esas cosas que no puede cambiar y recuerda a Evanstine castigándolo, mira la cicatriz en la palma de su mano.
—¿Entonces qué hacemos?
—Aguantamos, eso hacemos. —El japonés traga duro, ¿realmente podrá hacerlo? ¿sobrevivir a algo tan brutal y repugnante como tener a Dino...? Y luego esta el tema de la droga. Tensa ambas manos en su collar y siente que se aferra como si fuera un creyente a una cruz, de pronto su sumiso interno extraña mucho la calidez y protección que Sing le ofreció cuando pactaron esto—. Si tenemos suerte alguno de nosotros dos podrá ver a Shorter antes de que Dino decida divertirse.
—¿Y luego qué? —Sus ojos escuecen de lágrimas secas—. ¿Qué se supone que haremos ahí?
—Si tenemos aún más suerte Dawson se confiará y usará la droga vieja, esa que me robé y la cambié en el laboratorio, el efecto es reversible al menos y Griffin es la prueba, podemos traerlo de regreso.
—¡Yut-Lung! —Grita con crudeza porque es un terrible plan—. No arriesgaremos a Shorter así.
—En el peor de los casos lo inyectan con la original y nos morimos todos acá.
—¡No podemos arriesgarnos a eso!
—¡¿Entonces qué?! —Es la primera vez que Yue lo mira con semejante frialdad—. ¡Sino eres capaz de soportar eso entonces mátate de una vez! Pero esta es la clase de mundo en que Ash y yo vivimos, esta es la clase de mundo del que incluso siendo un sumiso jamás tuviste que participar y debió ser lindo ¿verdad? —La saña escalda en las pupilas de su mejor amigo, quien lo golpea con una palmada encima del pecho, reprocha la brecha entre ellos dos y eso vuelve el ambiente pesado—. Tienes dos opciones, Okumura: o dejas que te rompan o los rompes a ellos.
O los dominas o dejas que te dominen.
¿Qué será?
—Yo no... —Pero piensa en Ash sollozando, encogido sobre sí mismo, gritando, llamando a su mamá y pidiendo piedad, piensa en la fotografía que Griffin le mostró sobre un niño con cabello de trigo y ojos tan verdes que tienen su propio tono, piensa en los malos tratos, piensa en la propia impotencia cuando Evanstine lo humillaba y lo hacía sentir como la mierda—. No podría... —Piensa en la mirada destrozada de su mejor amigo cuando lo conoció, piensa en todas esas cosas que no puede cambiar.
—¿Qué será entonces?
—No me romperá. —Y piensa en lo único que puede hacer—. Lo entiendo. —Aunque Shorter peligre y puedan perderlo por siempre, aunque su cuerpo se transforme en un juguete, aunque muera dado al estrés que le provoque su cuerpo tomar a otro dominante con collar—. Sobreviviremos. —Porque Ash está a salvo, así que está bien estar acá.
—Bien.
Ash está lejos de Dino.
—Sumiso japonés.
Ash está con su hermano en Cape Cod.
—Ha llegado hora de hacer tu trabajo, Papa solicita tu presencia en el laboratorio.
Así que está bien.
Está bien que lo lastimen a él.
No a Ash.
—Mantente fuerte. —Yue le suplica antes de que lo lleven a rastras fuera del cuarto—. Vuelve a mí, tampoco te he dado permiso para morir, ni a ti ni a Shorter. —Aprieta fuerte sus manos a pesar de la reticencia de los guardias para llevárselo—. Promete que volverás. —Gruñe con los ojos irritados.
—Lo prometo.
—No puedes romper esa promesa. —Uno de los guardias golpea a Yut-Lung para que lo suelte y cae al piso con una mueca adolorida, es jodido ver a alguien tan duro como el sumiso gimotear tal como un animalito herido mientras se arrastra para llegar hasta Eiji—. ¡No puedes romperla!
«Para siempre».
Pero Eiji ya no se siente capaz de cumplir con sus promesas. No más. Y mientras lo arrastran por los amplios pasillos de la mansión piensa en lo triste que debe ser para Yut-Lung haber sobrevivido todo ese dolor, haber encontrado a alguien que saltara sus barreras y estarlo a punto de perder sin poder hacer más que gritar y gritar siendo un prisionero y luego tener que disociarse para recibir comandos y fingir consentir su violación. Ja. El propio Eiji cree haberse disociado mientras lo llevan hacia abajo. Pero es mejor así, cree. No quiere pensar en nada sentimental o conectado mientras esto pasa. Ash. No quiere pensar en Ash y en lo enfermo que resulta que además de su hermano inyecten a Shorter, no quiere pensar en sus caricias y cómo las comparará con las de Dino, no quiere ver la culpa en sus ojos, no quiere verlos vacíos, no quiere llamarlo con Dino encima, no quiere gritar su nombre y darle esa satisfacción al dominante, no quiere que luego Ash lo encuentre y...Eiji esté roto.
Vacío.
Muerto.
Ay.
Lo siento por no poder estar a tu lado, Ash.
Perdóname por romper nuestra promesa.
—Vaya qué expresión más deliciosa. —No sabe cuándo ha llegado frente a Dino pero ahí está, siente que lo toma del mentón y lo mira relamerse y todo se vuelve demasiado real. No. No. No. Conectado no va a sobrevivir esto, quiere apagarse, quiere despertar y que haya terminado. Por favor—. Te ves completamente horrorizado, eres virgen ¿no es así?
—Yo... —Su voz se rompe igual que un trozo de vidrio en sus ojos, son verdes, pero no del verde tan lindo y jade que acostumbra, este es repugnante y Eiji está temblando y no puede dejar de tiritar en los toques de este sujeto. No me toques. No me toques. No me toques.
Ash, tengo mucho miedo.
Ayuda.
—Evanstine me habló mucho de ti ¿sabes? —Intenta reaccionar cuando Dino se inclina, esa aura de dominante es similar a la de su jefe pero mil veces peor y de repente, siente que se encuentra dentro de una camisa de fuerza pero sabe que es el efecto de tan imponente monstruo—. No compartimos las mismas preferencias a nivel íntimo. —Eiji vomita en su boca—. Aun así, dijo que eras entretenido y sabías armar un show como sumiso, espero que me mantengas excitado.
—T-Tengo un collar. —Apenas jadea, recordándose a sí mismo que está a salvo con Sing y su vínculo.
—Puedo darte algo para que aflojes. —Ríe—. Incluso podrías llegarlo a disfrutar.
—¡No! —Eiji intenta morderlo pero Dino lo abofetea.
—No permitiré que me faltes el respeto. —Amenaza—. Creo que tendré que disciplinarte.
—Monsieur. —Pero antes de que pueda hacer algo un hombre con bata blanca, cabello rojizo crespo y desordenado se asoma por la puerta—. El sujeto está listo. —Es Abraham Dawson, lo investigó en las bases de datos de la policía una vez que Griff se lo mencionó.
—Tendremos que posponer nuestros juegos para más tarde. —Dino le palpa la cara con una sonrisa lasciva y grotesca—. ¡Prepárenlo!
Eiji entra al laboratorio, Shorter se encuentra inmovilizado con correas de cuero en una silla de metal rodeado de científicos, hay manos inmovilizando la espalda de Eiji, no lo dejan acercarse todavía, su voz no sale, sin embargo la mirada horrorizada de Shorter cuando hacen contacto visual es suficiente para decírselo todo. Pierde la cuenta de cuánto tiempo sostienen esa disculpa silenciosa «lo lamento por no haberte protegido, se lo prometí a Ash» es lo que le dice y Eiji no puede evitar llorar, le quiere decir que no fue su culpa y que no podría haber pedido a alguien mejor que Shorter para compartir el final. Lo quiere. Es su amigo. Aun sino lo conoce tan bien como Aslan... Shorter lo abrazó para que no tuviera terror mientras los secuestraban, estuvo dispuesto a matarlo y luego morir para preservar su humanidad y le cocinó patas de gallinas cuando las cosas eran duras en la prisión y lo consoló tras lo del collar y fue bueno y fue dulce y fue protector.
Fue Shorter.
Porque Shorter simplemente es esa clase de persona e imaginárselo dopado por el Banana Fish. No.
Basta. Duele. Para.
¡Aléjate de él!
¡No lo toques!
—¡Shorter! —Finalmente puede gritar y su nombre escapa tan quebrado que apenas es legible.
—¡Eiji! —El dominante intenta resistirse a las correas en vano, lo han despojado de su camisa, se ve la tensión en sus venas dada la lucha y aun así...
—Procedan.
Dino Golzine ordena.
Dawson llena una jeringa con la droga. Toma el brazo paralizado de Shorter. La aguja muerde su piel bronceada. El líquido se vacía progresivamente. La jeringa queda vacía. Shorter maldice. Grita. Grita. Grita. Basta. Yut-Lung dijo que cambió la droga. Yut-Lung nunca se equivoca.
—¡Ya para! ¡Basta! —El sumiso suplica y su actitud solo consigue que lo sostengan más fuerte luego de intentar correr hacia Shorter—. ¡No lo hagan! —No deja de implorar, luchar y patalear.
¡YA BASTA!
Debe proteger a Shorter.
Debe salvarlo.
No quiere que muera.
Sabe lo que esa droga hace, lo vio en Griffin.
Debe ayudarlo.
Porque Eiji quiere a Shorter. Shorter es un maravilloso amigo. Shorter es un dominante. Y es el mejor amigo de Ash. Ash lo necesita. Yue también necesita de ese enamorado. Eiji también lo ama. A pesar de su promesa con Aslan no tenía la obligación de cuidarlo. Pero lo mantuvo cerca. No permitió que nadie lo tocara. Arriesgó su vida para mantenerlo seguro. Fue amable. Fue fiel. Fue dulce. Y entonces lo inyectaron y empezó a gritar y a gritar y a intentar arañarse el pecho porque no soportaba el dolor y Eiji quiere vomitar. Sus pupilas se dilatan y las desconoce, esto no parece una droga temporal, esta clase de mirada se siente demasiado real y Shorter grita y grita y Eiji llora horrorizado. Duele. Shorter es un adolescente todavía. Alto. Por favor. Basta. No quiero estar acá, por favor despiértenme, esto no puede estar pasando. Shorter. Shorter. Shorter.
—Esto es lo que provoca Banana Fish. —Escucha la voz de Dino tan lejos, se ansía convencer de que esto está bien, que usaron la droga correcta y es parte del plan de Yue.
—¡Maravilloso!
—Es escalofriante.
Pero Shorter arroja un grito desgarrador. Está sufriendo. Su corazón está sangrando. Está ido. Se fue al infierno de las pesadillas. Ash. Ash casi pierde a Griffin debido al Banana Fish ¿qué pensará cuándo vea a su mejor amigo...? No. Debe tomar aire o tendrá un ataque de pánico, hay muchos dominantes alrededor. Pero Shorter es un dominante y nunca le tuvo miedo.
Shorter defendía su comida apestosa y cocinaba aún peor, Shorter hacía sonreír a Aslan, Shorter fue el refugio que todos necesitaban, un verdadero hermano mayor. Ahora tiene la mirada vacía clavada en el techo mientras la mandíbula le tiembla y hay electrodos en su cabeza. Sangra. Plic. Plic. Plic.
Se ve ido.
Muerto.
Vacío.
—Empiezan las alucinaciones.
—¡Shorter! ¡Resiste!
—Puedo hacer que crea a nivel subconsciente todo lo que le diga. —De pronto Dawson ve a Eiji y le sonríe, tirándolo del cabello para estamparlo contra la mesa de instrumentos, está frío, está tan frío que su mejilla se adormece, pero eso no importa, nada importa, su vida no importa, ya se acabó—. ¡Mira! ¡Fíjate en su cara!
Entonces Shorter se queda quietecito mirándolo. Sus ojos abiertos. Su quijada retiembla. Sus pupilas vacías. Sus cejas se arquean. Está asustado. Eiji no quiere que esté asustado de él. Están a salvo. Yue cambió la droga. Seguramente lo hizo. Seguramente están acorde al plan. Ash vendrá. Todos saldrán vivos. Están a salvo. Están a salvo. Ash pronto vendrá. Ash está a salvo.
—Shorter. —Ash está a salvo. Ash está a salvo. Ash está a salvo. Ash está a salvo. Ash está a salvo.
Ash está a salvo.
Así que está bien.
Y de repente...
—¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!
Shorter empieza a retorcerse en la silla sin dejar de gritar e intentar hacerse daño mientras Dawson lo tira y tira hacia él, Shorter le tiene miedo y toda esa calidez tan característica o esa ternura con la que los mantuvo a salvo a todos se esfuma en un santiamén para ser reemplazada por un terror casi visceral. Se retuerce entre las correas. Quiere arrancárselas. Quiere arrancarle el rostro a Eiji. Quiere matarlo. Va a matarlo.
—Esté es el miedo que sientes. —Dawson le pone una mano encima—. El miedo se materializa justo enfrente de tus narices. No puedes huir de él. —Shorter solloza y solloza absorto en las palabras del doctor—. ¡Esto es la causa de tu miedo! —No existe vocabulario suficiente para expresar lo...Shorter quería a Eiji, lo protegía, lo hacía reír, eran amigos y ahora...
—¡AAAAAAAAH! ¡AAAAAAH!
—¡Sino lo matas sufrirás lo indecible! —Ash está a salvo. Ash está a salvo. Ash está a salvo. Ash está a salvo. Ash está a salvo. Ash está a salvo. Ash está a salvo—. ¡Mátalo! ¡Despedázalo y hazlo trizas!
Los ojos de Eiji se llenan de lágrimas.
Shorter grita.
Dawson ríe.
—Solo así conseguirás librarte del sufrimiento. —Ash está a salvo. Ash está a salvo. Ash está a salvo.
Así que está bien.
Hay un poco de capítulo en mi trauma, escribir este arco fue terriblemente angustiante y me tuve que tomar descansos por lo mismo, si algo me duele son estos capítulos sobre shorter en el anime, obviamente acá no saldrán así, pero las referencias me pegan sola. Mañana nos vamos con Ash, así que preparense con todo.
See ya~
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro