Three: aimless journey
Capitulo tres: Un viaje sin rumbo
El interior del Jeep estaba sumido en un silencio donde solo se oían sus respiraciones gracias a que cada uno estaba sumergido en sus propios pensamientos. La mujer de cabellos castaños observaba los árboles que adornaban la noche penunbrosa de aquella carretera mientras que el hombre corpulento y de mecha blanquecina conducía con sus manos firmes en el volante y su vista fija en el camino. Intentaba no sobre pensar mucho respecto a la situación actual en que se vio envuelto producto de su sentimiento de "protector de todo lo débil", pero los miles de contra que había en la estupida idea que tuvo no lo dejaban tranquilo.
¿Y si la chica lo denunciaba por acoso? ¿Y si le robaba?
No es como si fuera un imbécil y no se defendiera, pero ahora, luego de tantos altibajos que ha tenido que pasar, desconfiaba hasta de sus propias habilidades.
Si, él era capaz de agarrar la pistola que tenía debajo de su asiento y meterle un balazo a la chica si es que hace un movimiento erróneo en su contra pero es algo que en ese instante no quería hacer. Estaba agotado física y mentalmente de toda la mierda que le traía ser Red Hood y pertenecer a una familia de enmascarados justicieros.
Odelya hizo puñitos sus manitas al sentir sus ojos picar producto de las lágrimas que quería soltar. Su mente divagaba en los recuerdos que comenzó a almacenar desde el día en que algún integrante de su familia la menosprecio y humilló, siendo las palabras del muchacho en el asiento de conductor el detonante de dichos pensamientos.
Se había subido tan confiada al vehículo, como si no le fuera a pasar nada. Su yo de hace dos semanas atrás estaría aterrada, nerviosa y rezando al cielo por protección para que ningún hombre mal intencionado o con maldad en su ser, le hiciera algo. Sin embargo, el joven a su lado a pesar de tener una esencia intimidante parecía ser buena persona, además de que la intuición de la chica no fallaba mucho respecto a las personas y en serio esta vez esperaba tener razón sobre Jason.
Tomó aire, se limpió las lágrimas rebeldes que descendieron por sus mejillas y se volteó a mirar a su acompañante.
-Uhm ¿Tiene algún destino en mente?
-Ninguno hasta ahora -no se volteó a mirarla. -Solo me he estado quedando durante días o semanas en diferentes partes que me parezcan cómodas.
-¿Le parece si ideamos un plan de viaje? Y también vemos con cuanto dinero cuenta cada uno para poder racionarlo -Jason asintió de acuerdo. -Bien ¿Hay algún lugar al que le gustaría visitar?
-Ninguno
-¿De verdad? Vaya, esto será difícil
-Puedes idear un plan de acuerdo a tus gustos y me apegare a ello
-¿Seguro? -el antihéroe asintió. -Bien, entonces lo haré. También me gustaría que compartieramos reglas ¿Le parece bien?
-Eso me gusta, inicio primero -miró a la chica. -No toques ni curosees en el auto. Puedes meterte solo a la maletera, el resto es mío; yo limpio y yo ordeno
-Anotado -dijo de acuerdo. -Mi regla es similar. No se meta en mis cosas, eso incluye mi bolso y ukelele
-Ni que tuvieras cosas de valor -Odelya arrugó el entrecejo al oírlo
-¿Esta de acuerdo o no?
-De acuerdo
-Bien, tengo otra regla -se acomodó mejor en el asiento. -Podemos conocer nuestras historias¿Si? Esto es más que nada para que adquiramos confianza pero...
-¿Pero...?
-No digamos cuales son nuestros apellidos -Jason rió divertido al oírlo.
-Osea ¿Conoceremos todo de nosotros pero no nuestros apellidos? ¿Eso no es algo tonto y ridículo?
-Para usted lo es pero siento que de esa forma seguiremos guardando nuestro anonimato y cuando regresemos a la ciudad será difícil buscarnos
-Rídiculo pero acepto
-Estupendo -asintió con la cabeza mientras abría su nochila y de ahí sacaba una libreta y una pluma. -Ahora hablemos de dinero -Jason quiso reír al oír aquella frase.
"Ahora hablemos de dinero, pequeña mierda"
Era una frase que solía usar con frecuencia cuando tenía que arreglar cuentas con las escorias de bajo Gotham.
-Adelante
-¿Cuánto dinero carga?
-Demasiado
-¿Pero cuanto?
-Veinticinco mil dólares
-Veinticinco mil... -susurró mientras escribía pero se detuvo al ver la clara diferencia monetaria. -Creo que hay un problema -el hombre la miró con una de sus cejas elevadas debido a la duda que dejó sus palabras. -Yo solo cargo quinientos dólares
-¿Cómo carajos ibas a sobrevivir con eso?
-Bueno, partí con setecientos y por semana gasto cien
-Dando un total de siete semanas de relajo
-Si, algo así
Jason se masajeo el puente de su nariz al oír a la chica frente a él. Él tenía mucho más dinero en la cuenta solo que no podía decirle a la chica frente a él que a su nombre había mucho dinero sucio que lo obtuvo de delincuentes de la ciudad que custodiaba.
-Bien, haremos esto. Yo me encargaré de todos los gastos, eso incluye gasolina, hospedaje y comida, tu te encargaras de gastar tu dinero como se te dé la gana
-Pero señor yo...
-Jason, mi nombre es Jason
-Jason, uhm -carraspeó nerviosa. -Esto no viene con segundas intenciones ¿Verdad?
-¿Qué? -la volteó a mirar con el entrecejo arrugado.
¿Cómo se atrevía a pensar eso? Ni siquiera era su tipo.
-Me refiero a que usted no me pedirá que haga nada... Raro a cambio de lo que esta proponiendo
-Es difícil confiar, lo sé, pero quédate tranquila que no tengo segundas intenciones. Además no eres mi tipo
-Oh -asintió más tranquila. -Bien, gracias.
-¿Hay algo más en la lista?
-Si -asintió. -Hay una última cosa que me gustaría pedir
-Te escucho
-Contemos las razones del por qué terminamos así pero sin juzgarnos-bajó la cabeza avergonzada. -Sé que no esta la confianza para hacerlo porque no nos conocemos pero precisamente por eso quiero que lo hagamos. Nosotros no nos conocemos en la ciudad y yo soy -evitó mirar los ojos oceanos de su acompañante. -Soy alguien que nunca ha contado sus problemas porque no quiero ser una carga. Siempre he estado para escuchar los problemas de otros pero...
-No tienes la misma confianza para exponer los tuyos -asintió. -Okey, me gusta
-¡Maravilloso! Entonces puedes iniciar tu pero no olvides no decir tu apellido
-Bien -alargó la última vocal. -Soy Jason, tengo veintisiete años y vengo huyendo de Gotham porque todos mis amigos y familia me dieron la espalda por un error que cometí
-¿Qué error?
-Golpee a alguien muy querido para ellos -el sarcasmo en sus palabras mentirosas pasó desapercibido ante la chica. -Y producto de ello pude ver la preferencia que tenían con ciertas personas
-Creo que te entiendo ¿Fue muy fea la pelea?
-Horrible pero para tu tranquilidad gané yo, por supuesto
-Lo supuse
-¿Por?
-Das la impresión de que eres fuerte -sonrió con dulzura. -¿Puedo hacer una pregunta?
-Ya la estas haciendo pero dispara
-¿Quién te hizo esa jota en tu mejilla? -la pregunta puso tenso a Jason. -Si no quieres responder esta bien, no te preocupes
-Algun día te lo contaré
-Hecho
-¿Qué hay de ti?
-¿De mi? -colocó su espalda en el asiento, ya que durante toda la conversación iba mirando al hombre bonito. -Mhm, bueno ¿Por dónde debería iniciar?
-Por el inicio, por supuesto
-Gracioso -puso los ojos en blanco. -Toda la vida he tenido el síndrome de la niña buena. Ya sabes, he sido complaciente con las peticiones que hace mi familia, me he esforzado por cumplir sus expectativas y siempre he callado antes sus humillaciones. Siempre he tenido excelencia académica pero no pude entrar a la carrera que ellos querían que entraran, tampoco pude sacar mi licencia de conducir y eso.
-Mhm
-¡Dijimos que no ibamos a juzgar!
-¡No he dicho nada!
-Dijiste "mhm" -lo imitó. -Si sé, piensas que soy una tonta y esas cosas
-Si y también que tienes cara de niña buena ¿Alguna vez si quiera has insultado?
-No digo groserías
-¿No? -Jason explotó en carcajadas.
-¡No te burles!
-Sabes qué -se estacionó entre risas al costado de la carretera, justo donde se podía ver el mar. -Baja del auto
-¿Qué? No, yo. Me dijiste que me darías un aventón y yo creí...
-Solo baja y sígueme
La chiquilla, totalmente desconfiada, abrió la puerta y bajo tomando su mochila y Ukelele por si el hombre le hacía algo o le decía que ya no la quería como compañera de aventuras.
-Deja eso ahí mujer y solo ven -Odelya obedeció con desconfianza y se acercó hasta el de cabellos azabaches. -Mira a tu alrededor... ¿Cuál era tu nombre?
-Odelya
-Mira a tu alrededor Odelya -la nombrada obedeció con más desconfianza. -Ahora eres libre y ahora quiero que insultes a todas esas mierdillas que tienes por familia
-Pero yo...
-Es solo un insulto, no te vas a morir
-Esta bien -asintió.
-¿Con que nombre quieres partir?
-Karen, mi tía
-Estupendo, ahora gritas "Karen vete a la mierda"
-Jason yo...
-No seas una cobarde, ellos no estan aquí y nadie te juzgará
La ojicastaña miró desconfiada al chico, quien le estaba enseñando a decir malas palabras. Con el corazón latiendo a mil por horas, sus mejillas sonrojadas y respiración ligeramente agitada gritó.
-¡KAREN VETE A LA MIERDA! -Jason rió a carcajadas.
-¡Eso! Ahora otro nombre hasta que terminemos con toda tu familia
-Mis padres no cuentan
-Entonces ellos no
-Bien
Y así, entre risas y lágrimas, Odelya sintió que por primera vez en su vida alguien la entendía y la ayudaba a sacar todo lo que llevaba por dentro.
Estoy con inspiración a mil.
Gracias por leer, espero que les esté gustando.
Nos leemos pronto 🤎
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro