Thirteen: kisses and more kisses
Capitulo trece: Besos y más besos.
Odelya Zaharie era incapaz de conciliar el sueño. Cambiaba de posición cada ciertos minutos intentando hallar la correcta para de una buena vez por todas cayera en los brazos de morfeo, pero aquello era prácticamente imposible gracias a su mente, la cuál no dejaba de reproducir todo lo sucedido durante la noche anterior.
Apretó sus piernas y ocultó su cara entre la sabana de la cama.
La noche anterior había sido tan descarada al pedirle a Jason que prometiera que olvidaría todo lo que sucediera en aquella laguna y cuando oyó la afirmación de su parte tomó valentía de quién sabe dónde y lo beso. Aunque según el hombre, aquello no fue un beso, Odelya se había atrevido a hacer algo que en definitiva no hubiera hecho si estuviera en la ciudad.
Cerró los ojos con fuerza al sentir un calor invadiendola.
Pensó que luego de ese roce de labios Jason simplemente fingiria que nada sucedio pero no. Él fue un total sinvergüenza en sus palabras y acciones.
"Abre esa boquita para mi, Odelya"
La forma en que lo dijo, con voz ronca y su aura sexy, provocó en ella una extraña sensación que abarcó todo su cuerpo; una sensación tirante se sintió en su vientre, sus piernas temblaron ante el agarre de las manos masculinas y su corazón palpito desenfrenadamente.
Jason la beso con tanta expertiz que en un principio la hizo sentir tonta al pensar que el pequeño roce de labios que habían tenido fue un beso.
No.
El primer beso que vivió fue tan ardiente que la desoriento totalmente.
La forma en que la acercó hacía la anatomía masculina, como buscaba el contacto y su calor. La forma en que su mano traviesa le apretó el trasero y la exploración bucal que realizó la lengua viril con la suya provocó emociones caóticas en la inexperta muchacha.
"Respira, Odelya (...) Que todavía no he terminado con la lección"
Creyó que estaba bromeando con ella porque Jason solía se demasiado bromista, sin embargo y para sorpresa de ella no fue así.
La de ojos chocolates no tuvo tiempo de responder algo verbalmente porque el antihéroe no se lo permitió. La tomó con firmeza de la cintura, la acercó a él permitiéndole sentir su calor corporal y con una de sus manos le sujeto parte de la mandíbula y cuello impidiendo que se moviera o intentara huir del temendo y caliente beso que le daría.
Y así estuvieron un buen rato, hasta que Jason se aseguró de memorizar gran parte de lo que era Odelya.
Salieron del agua, con Todd yendo adelante y una Odelya tambaleante y desorientada justo atrás. Cuando pisó tierra, la muchacha entro en sí y se sonrojó al sentir el hormigueo en sus labios, así que se dispuso a vestirse con rapidez y dandole la espalda al hombre que provocó en ella emociones tan candentes. Caminó hasta la manija del vehículo para ingresar pero cuando estaba por abrir la puerta de copiloto la mano masculina de su compañero la volvió a cerrar, se volteó dudosa y se sintió nerviosa al verse atrapada entre el cuerpo masculino y el jeep.
"¿Ja-jason?" su vocecita temblorosa lo llamó.
Y aquello encendió aún más al nombrado.
"Quiero asegurarme que hayas entendido lo que es un beso", aquellas palabras hicieron sonrojar las mejillas de la chiquilla y evitó mirarlo a los ojos.
"S-si"
"Demuestramelo", odelya alzó su mirada sorprendida pensando que el hombre estaba jugando con ella pero grande fue su sorpresa al verle el rostro serio.
Él no estaba jugando.
La pobre muchacha no sabía donde meterse pero sabía de antemano, y por la mirada oceanica que su contraparte le estaba dando, que debía hacerlo porque no estaba bromeando.
Así que obedeció.
Con las manos temblorosas se sujetó de los musculosos brazos de Jason para poder darse impulso, luego movió una para agarrarlo suavemente de la camiseta y hacer que baje a su altura. Cerró con fuerzas sus ojitos y estampó su boca temblorosa con la del hombre que le gustaba. Fue calmada y para nada acelerada (a diferencia de él), movió sus labios con una lentitud torturoza y con timidez adentro su lengua en la cavidad viril.
Gimoteo al sentir las manos del de mechón blanco sobre sus caderas, muy peligrosamente cerca de su trasero, para acercarla más a él.
Y así estuvieron un buen rato más.
Odelya estaba roja ante el recuerdo que su mente estaba reproduciendo. Se destapó, quitándose la sabana de encima, y se sentó en la cama. A la distancia vió dormir plácidamente en el sillón al hombre que le quitaba el aliento y se mordió el labio inferior al recordar nuevamente todo.
Cómo era posible que alguien como Jason fuera tan descarado.
Mordisqueo su labio inferior al verse exasperada por no poder dormir, se puso de pies para poder sentarse en una de las sillas que hay en la mesa que se utiliza para comer pero se detuvo al escuchar un quejido masculino.
Caminó hacia el cuerpo durmiente del hombre topandose con la imagen de un Jason sudoroso, quejándose entre sueños y removiendose como si intentara huir de algo. Con cuidado se arrodilló frente a él y colocó sus pequeñas manos sobre el brazo que estaba en la orilla del sillón.
-Jason -lo llamó en un susurro. -Jason, despierta
Comenzó a moverlo hasta que pudo sacarlo de los brazos de morfeos. El de anatomía viril se sentó jadeando, sudoroso y totalmente desesperado por hallar oxigeno que no necesita.
-Shh, esta bien -la muchacha se sentó a su lado y comenzó a acariciarle la espalda intentando que se calmara. -Todo esta bien -siguió diciéndole con su voz dulce.
Cuando Todd fue consciente de su entorno se dió cuenta que todo había sido una molesta pesadilla, de esas que lo perseguían desde que regreso a la vida gracias al pozo de Lázaro. El oxígeno inundó con calma sus pulmones y la manita de Odelya, la cuál acariciaba su espalda en círculos, ayudó a que se tranquilizara.
-Odelya -volteo ligeramente su cabeza topandose con la mirada preocupada de la chica.
Estaba sentado a lo largo del sillón, sumido en pensamientos oscuros y confusos. La habitación, aunque cálida, se sentía fría, y el peso de su pasado lo oprimía como una losa. Sin embargo, una caricia suave en su espalda lo trajo de vuelta al presente. Giró la cabeza ligeramente, y sus ojos se encontraron con los de Odelya.
Aquellos ojos chocolates que lo miraban con una mezcla de ternura y preocupación eran como un refugio en medio de la tormenta. Jason se quedó inmóvil por un momento, atrapado en la profundidad de esa mirada. Era como si pudiera ver el universo entero en sus ojos, y de repente, todo lo demás perdió importancia. Había algo en la forma en que ella lo observaba, una honestidad y una dulzura que su ritmo de vida estaba acostumbrado a experimentar. Ese brillo en sus ojos, que reflejaba una mezcla de vulnerabilidad y fuerza, removió algo dentro de él.
Sin decir una palabra, Jason movió los pies, bajándolos del sillón y tocando el suelo helado. El frío le recorrió la piel, pero no importaba. Lo que importaba era acercarse a Odelya, sentir su presencia más cerca. Al quedar frente a ella, notó cómo su corazón latía con más fuerza, pero también con una calma extraña, como si todo su ser estuviera en paz con solo estar a su lado.
La castaña no dejó de acariciarle la espalda, sus dedos dibujando círculos lentos y reconfortantes. Jason cerró los ojos por un instante, permitiéndose disfrutar de ese gesto, dejando que esa calidez penetrara en lo más profundo de su ser. Al abrirlos de nuevo, los clavó en los de ella, deseando que ese momento pudiera durar para siempre.
-Te doy veinte dolares por tus pensamientos -preguntó ella en voz baja, temiendo romper la magia del instante.
Jason no respondió de inmediato. No quería perder esa conexión, pero una ampolleta en su cabeza se encendió.
-Un beso -la mujer abrió los ojos sorprendida. -Quiero un beso
-Jason -pero el nombrado no respondió.
Odelya lo miró unos segundos antes de ponerse de pies y abrirse paso entre medio de las piernas masculinas. Sonrojada, y mirándolo desde arriba al estar de pies, depósito sus manos temblorosas en las mejillas de su amigo para luego chocar por unos segundos sus labios.
-Eso no es...
-L-lo sé pero... -se mordió el labio inferior nerviosa. -Si nos entretenemos con un be-beso no me dirás tus pensamientos.
Silencio.
-Tuve una pesadilla... sobre mi vida en la ciudad -coloco sus callosas manos en la cintura de la chiquilla atrayendola más a él. -Una horrible y fea pesadilla
-¿Qué es lo qué más disfrutabas hacer en la ciudad?
-¿Qué?
-Responde
-No lo sé, quizás ayudar a la gente -omitió el "por las noches".
-Eso es muy bonito. A mi me gustaba ir a estudiar a la biblioteca de mi universidad, solía quedarme durante horas para evitar compartir tiempo con mi tía y prima
-Suenas como una nerd
-Creo que lo soy -rió bajito.
-Eso me gusta
La castaña se sonrojó de golpe y evitó la mirada oceanica del hombre.
-A-a mi me gusta que tu ayudes -se sintió tonta al oírse.
Jason sonrió complaciente.
-¿Si?
-Si -respondió con voz temblorosa al sentir como las manos de Jason la sujetaban con fuerza.
-Demuestralo
-Jason...
-Odelya -le sonrió con descaro.
Y la muchacha respondió con el mismo descaro al atreverse a iniciar un beso tan caliente y placentero que los mantuvo entretenido durante gran parte de la noche
Aclaración: No, no tuvieron sexo.
Hola ¿Cómo estan? Ando super motivada actualizando porque estaré algo ocupadita a partir de la próxima semana.
Cuídense mucho, nos leemos pronto.
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