Six: starry night
Capitulo seis: Noche estrellada.
El ruido en el auto era extraordinario gracias a las risotadas de Jason junto al ataque de risa que estaba teniendo Odelya generaba un ambiente tan cálido y amigable que daba la sensación que la pareja de aventureros se conocía desde hace años. Diecinueve días habían transcurridos desde aquella vez en que ambos se toparon en la carretera y once días desde que la muchacha de melena parda había dejado el miedo atrás junto a las ganas de seguir fingiendo perfección.
Y todo gracias a su nuevo amigo Jason.
El hombre de complexión atlética y muscula se había encargado de hacer sentir cómoda a la muchacha con aquel síndrome de la niña buena, principalmente porque entendía las emociones o situaciones por la que estaba pasando. Si bien él nunca se esforzó en aparentar perfección y siempre tuvo una actitud rebelde mientras crecía en el hogar de Bruce Wayne, pero cuando despertó después de enfrentar una muerte tortuosamente lenta, se perdió y no sabía perfectamente quién era.
Solo que se llamaba Jason Todd, que había muerto a causa de un payaso psicópata y que él hombre que se suponía que debía cuidarlo de todo no había cobrado venganza en su nombre.
El ojiazul comprendía que su situación no se parecía en nada a la de la muchacha aunque la sensación con la que cargaba Odelya era similar a la de él.
Ella se había perdido y quería encontrarse.
Las risitas y carcajadas eran acompañadas por la música que sonaba suavemente desde los parlantes del vehículo. Su alegría estruendosa era debido a que habían pasado a comprar unos sándwiches junto a unas latas de sodas y en el momento en que estaban haciendo la fila para pagar tuvieron problemas con una persona que señaló que la pareja se había adelantado injustamente en la fila. Jason, con una paciencia minúscula, iba a responderle como solo él sabe pero Odelya intervino diciendo que estaba embarazada y por eso se adelanto en la fila, ya que esta utilizando la preferencial.
El de mechón blanca la miró con el ceño fruncido y entendió que la muchacha no quería que se involucrara en una pelear así que obedeció con mucha dificultad.
Pero eso no quedo ahí, claro que no.
Jaybird esperó a que la castaña se acomodara en el asiento de copiloto del Jeep para poder lanzarle una piedra al parabrisas del hombre molesto, pero lamentablemente se equivoco de auto dándole a uno de una persona que no tenía nada que ver con la situación. Ly completamente sorprendida miró como un señor alto salía de la tienda totalmente enfurecido al ver que le rompieron su auto.
-¡Jason! ¡Al auto! -el nombrado no lo pensó dos veces para subirse, encender el jeep y huir de aquel lugar.
Esperó que la chica lo regañará pero de su boca solo salieron carcajadas que terminaron contagiándolo
-Eso fue increíble -los ojitos de la más bajita se miraban brilloso. -Nunca había hecho algo así de loco
-Bienvenida a mi mundo
-¿Eres así de vengativo?
-Te sorprenderías de lo que soy capaz -sonrió levemente al recordar su vida en Gotham.
-Entonces evitaré hacer cualquier cosa que te haga querer vengarte de mi -suspiró cansada por las risas. -Me siento muy contenta que tu seas mi compañero de viaje
-Me alegro -la miró asintiendo.
-Oh, vamos a pasar por al lado de la playa -miró emocionada por la ventana y la bajó para que el aire la golpeara. -Podríamos cenar ahí
-¿Segura? Después no quiero que te quejes que tu comida esta llena de arena o...
-No me quejaré, lo prometo -le sonrió.
Jason obedeció y estacionó el vehículo justo en la orilla de la carretera. Su acompañante bajó primero con la comida guardada en la bolsita de plástico, se quitó sus sandalias y corrió con una sonrisa por la arena para hallar un buen lugar.
-Te vas a caer, mocosa -y así fue.
La chica se tropezó y cayó de bruces sacándole una risotada al antihéroe.
-¡Estoy bien! -le gritó. -¡Ya encontré un lugar!
-La playa esta vacía así que hay espacio en todo el lugar
-Gracias Odelya por encontrar un magnifico lugar para comer -hizo un intento de imitar su voz y Jason sonrió al ver a la chica con más confianza.
Ambos se sentaron mirando hacía el imponente y nocturno mar, la mujer sacó los sándwiches de carne junto a las latas de Coca cola y brindaron antes de comer.
-Por nuestra libertad -se escuchó el sonido del gas burbujeante cuando ambos abrieron la lata.
-Eso suena como si hubiéramos estado en la cárcel por delincuentes
-Jason -lo regañó.
-Esta bien -dijo desganado. -Por nuestra libertad -sus latas chocaron y bebieron un gran trago.
-¿Cómo eras en la ciudad? -Odelya lo miró y antes de que el chico le respondiera ella intervino. -Y no me digas aburrida. Cuéntame algo más ¿Cómo eras en el colegio? ¿Qué haces para vivir?
-¿Has considerado estudiar periodismo? Eres bien metiche
-¡Jason! -lo empujó negando con una sonrisa.
-Como soy... -murmuró mientras se estiraba en la arena, no sin antes dejar cubierto el sándwich para que no se llenara de arena. -Siempre he sido la oveja negra de la familia. Ya sabes: rebelde, insolente y llevado a mis ideales
-¿Por qué? -me giró para mirarlo y prestarle atención.
-Nunca me he llevado bien con las reglas ni tampoco me gusta que me controlen y eso me trajo muchos problemas
-¿Te arrepientes de haber sido así?
-Sigo siendo así -le brindó una sonrisita. -Y me gusta
-Me hubiera encantado ser así de valiente
-Pero ahora estas aprendiendo a serlo
-Tienes razón -asintió con confianza. -¿Tienes hermanos?
-Supongo que los tengo
-¿Supones?
-Mi dinámica familiar es complicada -se volvió a sentar quedando toda su espalda sucia de arena.
-¿Más complicada que la mía? -dejó su pan y la soda a un lado para sacudirle la espalda a su amigo.
-Muchísimo más
-Vaya, entonces si que es jodido
-Lo es -le dio un sorbo a su lata dejando que la chica le limpiara la espalda.
-¿Tu...? -tomó aire para darse valentía. -¿Tu familia te hizo las cicatrices que tienes?
Jason se volteó a mirarla con el ceño fruncido ante la pregunta. Sabía que en cualquier momento llegaría pero jamás creyó que la chica frente a él llegara a esa conclusión.
-No -su mirada se posó en el mar y sintió como Odelya se sentó a su lado mirándolo.
-¿Duelen?
-Físicamente dejaron de doler
La chica no sabía que hacer con exactitud, ya que Jason parecía tan fuerte y valiente que pareciera que nada le afectara. Con timidez y cierta incertidumbre poso su manita encima de la masculina y le sonrió con dulzura cuando aquellos ojos océanos la miraron.
-En algún momento también dejaran de doler las del alma -le acarició la mano para trasmitirle calma. -Gracias por intentar abrirte a mi, Jason -sacó su manito para tomar su pan y fingir como si nada hubiera pasado. -Este sándwich esta delicioso, no sabía que tenías tan buen gusto gastronómico. A mi no me gusta mucho la carne pero la como por obligación porque mi papá...
Jason no prestó atención a lo que ella le decía.
Estaba tan sumido en la extraña sensación cálida que había quedado en su pecho porque nadie lo había mirado con tanta dulzura.
Con aquella dulzura que Odelya, la chica que le parece algo irritante, le había otorgado en su consuelo.
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