Eighteen: tatto's
Capítulo dieciocho: Tatuajes.
El calor del verano se filtraba a través de la ventana de la habitación de hotel que compartía la pareja de aventureros. Odelya había despertado extrañamente de las primeras hace media hora debido a la sensación de transpiración que tenía producto del clima y al estar envuelta entre los musculosos brazos de Jason.
Su cabello mojado y peinado soltaba desde las puntas un par de gotas de agua mojando la espalda de su vestido blanco con flores bordadas de color azul. Se estaba colocando unos pendientes que Jason le había regalado hace tres paradas atrás cuando el hombre de mechón blanco comenzó a removerse tanteando con su mano el lado desocupado del colchón buscando inconscientemente a la castaña pero abrió los ojos de golpe al no sentir su presencia.
—Estoy aquí —La dulce voz de la chica calmó al antihéroe. —Buenos días
—Hola muñeca —Jason se volteó topándose con una Odelya lista y bonita.
La estudiante universitaria le sonrió nerviosa al verlo salir semidesnudo de la cama y oir la voz ronca.
—¿Lis...? —carraspeo al notar el tono de nerviosismo demasiado marcado en su voz lo que provocó una sonrisa en Jason. —¿Listo para un nuevo día?
—Si es contigo siempre estaré más que listo —el comentario le sacó una sonrisita a la chiquilla. Jason caminó hasta los pies de la cama y se sentó justo en frente de Ody, a quién la trajo hacía él con las manos en la cintura. —¿Tienes planes para hoy?
—Sip
—Soy todo oídos
—¿Te gustan los tatuajes? —la pregunta extrañó al hombre.
—¿Si? —respondió no muy seguro.
—No te escuchas muy convincente
—Es que aún no recibo mis besos de buenos días, lo siento —la castaña puso los ojos en blanco divertida.
—Lávate los dientes y luego te beso
El de mechón blanco no esperó una segunda orden y corrió al baño para cepillarse los dientes, donde no tardó más de un minuto. Cuando finalizó se lavó las manos y se limpió la boca para posteriormente secarse el agua escurriendo, salió a pasos apresurados para apresar entre sus brazos a su pequeña novia.
—Buenos días preciosa
—Hola Jay, buenos días —le sonrió cruzando sus brazos por el cuello masculino y pararse de puntitas para darle un pequeño besito se buenos días.
Pero con Jason aquello era imposible.
El beso inicio como un piquito de no más de unos segundos pero Jason se aseguró de que aquello durará minutos. Tenía bien sujeta la cintura de la morena entre sus manos y cuando sintió que la tenía dominada alzó su mano izquierda hasta el blanquecino cuello de la estudiante, la sujeto de ahí y se dispuso a explorar con su lengua la cavidad bucal de su compañera de aventuras quien se retorcía ante las sensaciones. Unos segundos más tardes se atrevió a deslizar su mano que estaba en la cintura para hacerla descansar sobre uno de los glúteos de la chiquilla.
—Estos son unos magníficos "buenos días" —le sonrió coqueto al ver el rubor en las mejillas de Odelya.
—Si, yo eh... —carraspeó intentando concentrarse. —Si —Jason carcajeo al ver como estaba hecha un manojo. —¿Qué... qué estábamos hablando?
—De tatuajes
—Si, tatuajes —intentó poner distancia al verse tan abrumada, pero el antihéroe no se lo permitió acercándola aún más cuando el se sentó en la cama. —Eh ¿Te gustan?
—Puede ser ¿Por qué?
—Porque quiero hacerme un tatuaje —hizo un ademan con sus deditos. —Así de chiquito
—Debería hacerte uno más grande
—Es que me da miedo
—¿Las agujas?
—No, que me regañen en casa por hacérmelo sin consultar
—Cariño, de todas formas te regañaran por huir sin decirles a dónde ni contactarte con ellos en casi cinco meses
—¿Si?
—Si —la acercó más a él. —Si me tatúo contigo ¿Te haría uno más grande?
—Mhm —alzó los ojos hacía el techo pensando. —Puede ser
—Listo —se separó de ella. —No tardo en ducharme para que vayamos
—Pero yo...
—Ah, ah —negó con la cabeza. —Sin arrepentimientos
(...)
—Entonces ¿Ya decidieron el diseño? —el hombre completamente tatuado les preguntó al ver como la pareja dibujaban en una hoja de papel la idea que tenía en mente.
—Sip —le sonrió Odelya apenada. —Lo siento, no tengo mucho talento para el dibujo pero queremos algo así —le extendió la hoja de papel blanca con un extraño y deforme dibujo. —Son dos aves, una más grande que la otra, y un lazo uniendo sus patitas
—Eso no... —el chico se calló al ver el gesto amenazante que le hacía el hombre de mechón blanco que estaba justo detrás de la chica. —Está perfecto, me tardaré unos minutos en hacer el boceto. Pueden esperar en la sala de estar
—Gracias —Odelya tomó la manó de su pareja y lo tironeó emocionada.
—Siempre quise hacerme un tatuaje o un piercing en la oreja
—¿Por qué no te haces el piercing?
—Porque tengo bajo umbral del dolor
—Deberíamos hacernos un piercing
—¿No te basta con el tatuaje?
—Quiero hacer muchas cosas contigo, Odelya
—Me gusta cuando te pones romántico —lo molestó sacándole una sonrisa al hombre.
—hablo en serio mujer —colocó una de sus manos en el muslo de la chiquillo. —Quiero hacer de todo contigo —la castaña apartó la mirada nerviosa. —Y no sabes lo feliz que soy de poder ser la persona con la que te sientes en libertad de hacer cosas que nunca te atreviste a hacer por miedo a ser juzgada
—Jason yo...
—No es necesario que digas nada —alejó su mano del muslo de la chiquilla.
—Jason, escucha —le tomó la mano que hace unos segundo estaba en su muslo entre sus manos. —Esto es un poco vergonzoso de decir pero, yo eh... uh —miró sus manos ocupada evitando ver el rostro de Jay —Yo también quiero hacer de todo contigo pero —bajó su tonó de voz para que solo él lo escuchara. —Yo no sé como iniciar las cosas
—Ody, hoy tuviste iniciativa de tatuarnos juntos y no tan solo hoy. Las veces anteriores también
—Yo no me refiero a eso —se puso colorada porque se sentía obligada a decirselo. Ofrecerlo.
Porque después de todo Jason era hombre.
—¿Ah, no? —Jason no tardó demasiado en captar la idea. —¿Puedes explicármelo mejor? —la instó a pesar de intuir por donde iba la cosa.
—Yo quiero, uhm. Quiero hacer cosas de parejas juntos
—¿Cosas de parejas?
—Jason —alzó su mirada y el entrecejo fruncido dándole una vista totalmente tierna de una Odelya sonrojada y tímida. —Sabes a lo que me refiero
—No lo sé cariño —la castaña suspiro cansada.
—Olvídalo —vio el atisbo de duda en el rostro de la chiquilla y cuando Jason le iba a debatir el tatuador salió para informarles que pasen a la sala donde los tatuaría a ambos. Odelya le agradeció por llamarlos y por salvarla de una humillación.
La pareja se puso de pies y antes de ingresar el de mechón blanco atrapó el brazo de la chiquilla para acercarla a él y hablarle al oído.
—Te haré mía de la forma adecuada cuando te sientas segura y las palabras salgan de tu boquita, Odelya, sin sentirte presionada. Por mientras puedo mostrarte otras formas de amarte sin requerir el sexo —le dio un beso en la coronilla antes de entrar dejándola totalmente pasmada.
Él había comprendido lo que quería ofrecerle y había notado que no estaba del todo segura.
Y Jason, como siempre, sabía exactamente que decirle provocando que inevitablemente comience a cuestionarse si ella realmente era digna de él.
Un headcannon de la batfamily es que los miembros más románticos y menos tóxicos/conflictivos con sus parejas son Jason y Damian
Nos leemos pronto, pasense por mis ltras historias 😡
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