Mis ojos se abren debido a la luz que da directamente a ellos, giro hacia el lado, encontrándome cara a cara con Jason, sonrío instantáneamente. Sonrío hasta que recuerdo que tenemos clase y vamos tarde.

Muevo con brusquedad a Jason para que se despierte, pero este lo único que me da por respuesta son gruñidos.

—Joder Ariana, quieres dejar de moverme, déjame dormir—Jason se levanta un poco para rodear su brazo en mi cintura haciendo que vuelva a acostarme—Duérmete.

—Jason es en serio tenemos clase, no podemos faltar—Le digo intentado escapar de sus brazos.

—Vamos a segunda.

No voy a discutir con él, así que solo dejo que mis ojos se cierren durante un rato más.

La alarma suena, siento como Jason se mueve y deja de abrazarme para levantarse, cosa que hace que mis ojos se abran. Sonrió ante las fabulosas vistas que tengo ante mí.

—Dame una buena razón para no volver a la cama.

—Tengo que ir a clase, para poder ser una buena psicóloga y tu para que puedas ser un buen abogado, ¿te parece razón suficiente? —Me levanto y voy hacia su armario.

Busco entre su ropa alguna camiseta que me pueda estar más o menos bien, pero evidentemente lo único que encontró son camisetas que me quedan enormes.

Mientras que Jason está en el baño, yo me visto y cuando sale de este, me mira decepcionado.

—¿Me he perdido el espectáculo? —Eso hace que me ría.

—Eres insaciable, anoche ya viste lo suficiente.

—Nunca es suficiente.

Eso hace que me ría aún más, me da un pequeño beso antes de vestirse. Intento pensar en cosas estúpidas como en la abeja maya o en doraemon, porque sino mis pensamientos indebidos nos van a complicar nuestra entrada a segunda hora.

—Después yo soy el insaciable, pero eres tú la que está poniendo esa cara de, fóllame Jason por favor—Mis mejillas instantáneamente se vuelven rojas.

—Pues bien, que te gusta que te lo digo, como era eso que decías, a sí, suplícame Ariana—Este viene hacía mí—Jason tenemos clase.

—¿Qué tal si vamos a tercera? —La idea no suena mal, en el momento que iba a besarme Caleb nos interrumpe.

—Jason y Ariana, si queréis que os llevo tiene que ser ya.

Jason suspira antes de darme un corto beso, salimos junto a Caleb rumbo al instituto. Caleb rellenará ambas hojas para que podamos entrar. Antes de salir me pongo perfume de la madre de Jason, sé que se nota que la camiseta es de chico porque me está excesivamente grande, pero al menos olerá a chica.

Después de subir a nuestro pasillo juntos, esperamos un par de minutos para irnos a nuestras respectivas clases, Jason en esos minutos me ha dicho que en el recreo me verá, ya que él y los chicos quieren decirnos algo.

Al entrar a mi clase veo a Aida, Abby y Shaira venir hacia mí, mientras que suelto mi mochila ellas comienzan a hacerme preguntas sin cesar.

—Queréis callaros ya me va a dar dolor de cabeza—Nos dice Abby y se que es verdad, porque ella es así por las mañanas.

—Estuviste con Jason, Ariana, estuviste con él, no se Ari, quiero detalles, que paso, como fue la cena, la tarde, porque estuve hablando con Dylan y mira sorpresa que me llevé al saber que estabas con esas personas a las que dices llamar amigas.

—Espera un momento Aida ¿Hablas con Dylan?, me comienzo a cansar de vuestro jueguecito, él esta con Angie ¿Te lo ha contado? —Aida desvía la mirada.

—Si me lo ha contado, yo le ayudé y yo le aconsejé, pero estamos hablando de ti no de mí.

—Cada día los entiendo menos—Habla Shaira—Ahora cuenta Ari.

—La tarde fue una mierda, esas personas intentaron despreciarme y avergonzarme, pero ni Dylan ni Jasón permitieron que siguieran con sus humillaciones, la noche fue mucho mejor cuando se fueron y en la mañana casi, pero Caleb se tenía que ir así que nos interrumpió.

—Y ya está no nos vas a das detallar, habréis utilizado condón no quiero ser tita tan pronto—Al decir Aida la palabra condón, varias personas giran su mirada hacia nosotras—¿Cuantas rondas?

—Si evidentemente lo utilizamos y fueron dos.

Antes de que pudieran seguir avergonzándome, la maestra aparece como mi salvación para poder continuar con la clase.

Las clases pasan y el recreo llega mucho antes de lo que yo quisiera.

Por cada paso que doy con más inseguridad me siento, maldito banco y maldita sea yo, maldito sea el poco valor que tengo para hacerles frente, para decirles todo lo que llevo guardando, para decirles miles de cosas que sin duda estropearían sus buenas imágenes.

En cuanto llego pasa lo de siempre, yo me quedo sola de pie, siendo ignorada y evidentemente no me entero de lo que hablan, en fin, nada de esto es nuevo para mí.

Las miradas que antes estaban entre ellas, ahora pasan a alguien que está detrás de mí, o debería decir a un grupo de personas que van hacia Aida y las demás, a excepción de Dylan que viene hacia nosotras, como Jason ya me habían dicho, los chicos han subido para hablar con nosotras.

En cuanto llega a nosotras lo primero que hace es darle un beso a Angie, que hace que todas nos sorprendamos, recuerdo sus palabras de ayer y se las devuelvo.

—Me moriré de diabetes—Miro hacia Aida, es evidente que le molesta lo que Dylan acaba de hacer y veo como este al separarse de Angie la mira.

—Dramática, anda ve hacía allí yo ahora voy—Le hago caso, e intento evitar las malas miradas.

—Bueno ahora que Ari ya está aquí—Todos los chicos a excepción de Jason parecen nerviosos y a Dani le tiembla la voz un poco cuando habla—Nosotros nos preguntábamos si queréis vayamos al cine o no sé a comer juntos—Sonrío instantáneamente.

Esto se supone que es algo así como una cita grupal.

—Lo tenemos que debatir en grupo—Habla Irina con prudencia.

—Pero, ¿qué vamos a debatir? —Le doy una mirada a Shaira que entiende a la perfección.

No queremos que Aida se sienta incomoda, así que preferimos hablarlo.

Pasamos unos minutos debatiendo ante la atenta mirada de los chicos, hasta que Aida se digna a hablar.

Al final tomamos una decisión en conjunto con la que todas estamos de acuerdo.

—Aceptamos, pero con dos condiciones, la primera es que si va Dylan no puede llevar a Angie, no lo hago solo por mí, sino también por Ari, no se sentiría cómoda—Le explica Aida—Y la segunda es que vamos al cine y nosotras elegimos película.

—No pensaba llevar a Angie y menos después de lo que paso ayer—Le contesta Dylan a Aida sosteniéndole la mirada.

Los chicos se van, pero Dylan vuelve conmigo para despedirse de Angie.

—Dylan creo que es mejor que te vayas, tus amigos seguro que te echan mucho de menos.

—Creo que tus amigas también te echan mucho de menos.

Eso me ha ofendido, evito la mirada de Dylan, este suspira.

—Ari lo siento—Ni siquiera lo miro.

—Vete a la mierda lo digo enserio, haz lo que te de la gana, pero después no me pidas ayuda ni tonterías.

Dylan se va, parece que hemos tenido nuestra primera pelea de verdad, de esas que sabes que te duelen, aunque es algo normal, me siento un poco mal, además de que todas me miran muy mal.

—¿Qué ha sido eso Ariana? Pareciera que estuvieras celosa.

—Angie es tu novio no el mío, él y yo solo somos amigos, como hermanos, hemos creado una amistad—Hago énfasis en amistad.

—Te voy a decir una cosa Arianita, a mí no me ves la cara de estúpida, tú de buena no tienes ni la cara, ¿sabes que discutimos por tu culpa? Te quiero bien lejitos de Dylan, porque sino yo misma me encargaré de destruirte, y sé que como amigas que somos, vas a entender porque te digo todo esto, las amigas no roban novios.

—Angie deja de montarte películas.

Y así es como de nuevo comienzan los insultos directos hacia mi persona, los desprecios.

—Antes nadie te quería y ahora tampoco lo hacen, solo ven un físico bonito,
tu mente y tu personalidad siguen siendo iguales de patéticas y malas, nosotras te salvamos, gracias a nosotras hoy no estás sola.

Agradezco que el timbre haya tocado, aunque está claro que yo no voy a ir a clase, voy hacia el baño y me encierro en uno de los cubículos, dejo escapar todas las lágrimas que se acumulan y al final termino en un llanto desconsolado que no puedo evitar.

—Ari ¿eres tú?

Genial, la última persona que quería ver en el mundo, está escuchando como lloro desconsoladamente, ni siquiera puedo hablar así que solo le abro la puerta e intento forzar una sonrisa que no me sale.

Dylan me abraza tan solo verme y limpia mis mejillas, aunque quisiera estar enfadada con él, necesito ese abrazo.

—¿Por qué les dejas que hagan eso?

—¿Por qué sales con Angie?

—Porque soy un imbécil—Le sonrío débilmente.

—Porque soy una imbécil—Él me sonríe de vuelta.

—De verdad que siento lo de antes, no quise decir eso, bueno es lo que pensaba en ese momento—Le corto antes de que siga hablando.

—Se qué tienes razón ¿vale?, sé que Angie y las demás solo me provocan daño, sé que Shaira y las demás sin me quieren de verdad, pero hay miedos que son muy difíciles de superar por insignificantes que parezcan, tengo que aprender a que, si estas con Angie por muy mal que me parezca, tengo que aceptarlo.

—Entonces ¿Lo hemos arreglado?

—Estaba arreglada desde que te fuiste.