Los padres de Jason cumplieron su promesa y se quedaron mucho más tiempo del que pudimos imaginar, aún así no llego a más de tres semanas y esta vez se llevan a mi padre con ellos.

Por esto me encuentro aquí en el aeropuerto junto a Jason y mi padre, despidiéndonos de nuestra familia, aunque a Jason no le hizo mucha gracia venir, solo lo hizo para acompañarme y porque mi madre acepto que me quedará en su casa un par de días a hacerle compañía.

Mi madre nos lleva hacia casa de Jason y me hace prometer que estaremos bien y que no haremos ninguna locura, además de que nos da una charla muy larga de que confiemos en ella y contemos con ella por si sucede algún problema.

Subimos a la habitación de Jason, él me ayuda a colocar toda mi ropa junto a la suya, se tomo bastante bien que sus padres se fueran de nuevo, en estas semanas han intentado estar más atentos a él y a su hermano y a recuperar tiempo perdido, además de que se fueron con la promesa de volver pronto, espero que la cumpla, no me gustaría ver de nuevo a Jason mal.

Alguien toca el timbre, Jason baja a abrir mientras yo termino de acomodarlo todo, escucho la voz de Dylan, no me sorprende creo que pasa más tiempo en casa de Jason que en la suya, aunque no soy la indicada de hablar de eso cuando yo hago exactamente lo mismo.

Bajo y me encuentro a Dylan, me acerco a él y lo saludo rápidamente con un abrazo, lo notó un poco tenso, pero no me preocupo, seguidamente me siento junto a Jason, Dylan no se sienta anda y anda, pero no dice nada.

—Quieres hablar de una vez o vas a seguir dándole vueltas al salón Dy—Hablo yo mientras que Jason juega con mis rizos.

Algo me dice que Jason sabe lo que le pasa a Dylan y no me lo ha dicho, mi intuición me indica que todo esto esta preparado.

—Ari no quiero que te enfades conmigo, pero, Aida y yo hemos vuelto—Iba a seguir hablando, pero lo interrumpo.

—Ni lo menciones, sabía que volvería a pasar y no quiero ponerme a discutir contigo, yo ya he hablado con los dos y os he dicho lo que me parece bien y mal, pero vosotros tomáis vuestras propias decisiones y os responsabilizáis de ellas—Me sorprende lo calmada que hablo.

—Ya, es que ese no es el problema, Aida me gusta ¿Vale? Pero yo no se gestionar mis sentimientos como lo hace Jason contigo, no se que hacer cuando la veo y parece que el corazón se me va a salir del pecho, no se que hacer con eso y quiero dejar de sentir todo eso.

Dylan nos esta diciendo a su manera que esta enamora de Aida creo, me sorprenden muchísimo sus palabras y parece que no soy la única porque veo a un Jason a mi lado boquiabierto.

—¿Y cuál es el problema Dylan? La quieres ¿no? Eso es lo que nos estas dando a entender.

—El problema Ari es que soy un imbécil que se follo a Aida, y que en el mismo día minutos después acepto ser novio de Angie—Mi corazón empieza a latir demasiado rápido y no es precisamente por amor.

—Que tu has hecho que Dylan, dime que esto es una jodida broma—Grito hacia Dylan, Jason me intenta tranquilizar—Joder Dylan es que no te entiendo, no te bastaba con hacerle daño a una de mis amigas sino a dos, porque lo de Angie es un puto juego de distracción ¿verdad?

Dylan se sienta y lleva sus manos hacia su pelo. Angie por mucho que me haga o siga el juego sigue siendo mi amiga y no quiero que le haga daño.

—No se Ari, estoy confundido muy confundido, soy un gilipollas.

—Lo eres Dylan, lo eres—Miro hacia Jason—¿Y tu no tienes nada que decirle a tu amigo?

—Ya tuvimos nuestra conversación y le dije lo imbécil que es, que más le puedo decir.

Dylan es un imbécil desde luego que lo es, pero todos tenemos nuestras fallas supongo y no me puedo enfadar con él aún habiendo recibido un mensaje de Angie, y habiéndole decido que está en casa de Jason, ella se ha autoinvitada.

Y aunque no estoy enfadada con él, si discutimos, después de todo somos Dylan y Ariana, nos llevamos como el perro y el gato, pero después nos queremos y nos ayudamos.

—Podéis callaros de una vez, la discusión se ha terminado aquí—Habla Jason que lleva todo este tiempo recostado en mis piernas— Ari deja ya de insultar a Dylan y reprocharle todo lo que hace—Le doy una mala mirada—Y tu Dylan eres un idiota, tu novia se autoinvita a mi casa, ¿Sabes quien más esta en mi casa? Si mi novia imbécil—Tanto Dylan como yo nos sorprendemos y además hace que sonría.

Me acerco a él para unir nuestros labios, en beso suave, un beso lleno de sentimiento de arrepentimiento.

—Moriré de diabetes—Corto mi beso con Jason, aunque él protesta.

—Y de estupidez también morirás.

Se escucha el timbre a lo que Dylan va a abrir, hago que Jason se levante y se ponga bien dejando mis piernas libres para poder levantarme a ir a saludar a Angie. Cuando estoy prácticamente en la entrada escucho varias voces.

—Dylan perdona que venga Amira, es que estábamos juntas en mi casa, no podía dejarla sola allí, de verdad espero que no te moleste.

Joder no podía venir Angie sola, ese dúo no se separa para nada y me jode a mi el maldito día. En vez de saludar a Angie voy hacia la cocina, veo que Jason me sigue, pero no digo nada.

Pongo palomitas en el microondas, siento como unas manos me rodean por la cintura, definitivamente son las de Jason, sus labios van hacia mi mejilla y depositan un pequeño beso que hace que me tranquilice un poco.

—Te prometo que te lo recompenso esta noche—Me susurra en el oído, me hace sonreír, sonrojar y sentir un escalofrío al mismo tiempo.

Este chico definitivamente tiene demasiados efectos sobre mí.

Ambos vamos juntos hacia el salón donde me encuentro con Angie y Amira, ambas me miran con sorpresa, dejo las palomitas en la mesa, para poder saludarlas. Se que por sus caras a ninguna de las dos les agrada verme aquí, yo solo puedo esforzar una sonrisa forzada.

Aunque todas fingimos que nos alegramos de vernos y empezamos una conversación, como siempre yo me termino callando, me pierdo en sus conversaciones y sus códigos, igual ellas lo prefieren así.

Me siento incomoda así que al final me terminó retirando de su lado, iba a sentarme junto a Jason, pero Amira se me adelante, al final termino como siempre con ellas, sentada en un sillón individual, sola. Las lágrimas se acumulan, pero no dejo que salga ninguna.

—Porque no vemos una película—Propone Jason, supongo que para que al menos me distraigo con la película.

A todos les parece una buena idea, así que por petición de Angie y Amira ponemos una película romántica, amor a media noche, no me quejo, pero tampoco me emociona.

Donde estoy no veo bien la película, no dudo en decirlo, los chicos me ayudan para ponerme en el suelo, retiramos la mesa y ponemos una almohada, cojines y una manta.

De vez en cuando me giro y veo como Amira coquetea con Jason, aunque él le hace poco caso, además ella se recuesta en él. En mitad de la película Dylan bromea con que yo soy la que está más cómoda de todos, yo les invito a probar el suelo y al final Jason acaba junto a mi en el suelo, me deja echar en él, mientras su mano acaricia mi muslo.

Cuando la película acaba pedimos unas pizzas y hablamos, aunque no muy cómodamente, todo está demasiado tenso y Amira no deja de acercarse a Jason, haciendo que me pongo colérica.

No soporto ni un minuto más junto a Amira, que ahora le ha dado por ridiculizarme contando cosas vergonzosas sobre mi o sobre mi continuo despiste.

—Amira una palabra más que deje en vergüenza a Ariana y te vas de mi casa—Trago saliva—No se que clase de amigas sois si la ridiculizáis así delante de la gente.

—Pero Jason, no es nuestra culpa que Ari sea así de torpe o de desvergonzada.

—No puedo creer lo que escucho, apoyo a Jason, tanto tú—Dylan señala a Amira y después mira a Angie—como tú, dejarla en paz, porque una cosa te digo Angie, las amigas como Ariana van antes que las novias, si te vas a seguir comportándote así mejor vete junto a Amira.

No dejo que las lagrimas salgan, pero que tanto Jason como Dylan me defienda y sobre todo Dylan me ponga por delante de Angie hacen que me conmuevan.

—Los quiero chicos—Es lo único que puedo decirles, ambos chicos me sonríen.

Las pizzas llegan interrumpiendo nuestra conversación, Jason va junto con Dylan a pagar. Ambas chicas me asesinan con la mirada, pero ahora mismo sus miradas no me intimidan. Los chicos llegan con las pizzas y comemos con un silencio un tanto incómodo.

En cuanto terminamos de comer, Amira y Angie se van junto a Dylan, esté último se despide de mi con un lo siento y un beso en mi mejilla.

En cuanto se van Jason y yo nos tumbamos en el sofá juntos, él me da fugaz beso, que me deja con ganas de más.

—Oye, me encantas Ari, me encanta tu torpeza y tu desvergüenza, me encantas tal y como eres—Mis ojos se cristalizan.

Toda la inseguridad que me creaban, Jason las quitaban, él me enseño que tenía que valorarme y sin duda lo hago e intento ignorar todos esos comentarios.

—No sabes cuanto te quiero Jason—Le digo antes de juntar nuestros labios esta vez en un beso mucho más alargado.

—Me hago una idea—Me dice entre besos—Vamos a mi habitación, tengo una promesa que cumplir—Sonrío ante sus palabras.