02.
La tensión que había en la sala podría cortarse con un cuchillo. Las chispas que saltaban de los ojos de ambos chicos podrían electrocutar a cualquiera, por lo que Raven decidió romper el silencio preguntándole a Josephine sobre sus poderes.
-Puedo manipular los átomos a mi alrededor.
-¿Podemos verlo?- preguntó Hank.
-Claro. Pero necesito vuestra ayuda.
Todos siguieron las órdenes de Josephine y ella, concentrándose y subida a la mesa, empezó a levitar, controlando los átomos de aire a sus pies. Los chicos empezaron a lanzarle objetos a Joey, y ella los transformaba en pétalos de rosa.
-Eso es increíble.- murmuró Alex.- ¡Eh, Josephine! Tengo un nombre para ti.
-¿Y cuál es Alexander?- la chica se cruzó de brazos de en el aire.
-Atómica.- Joey sonrió.
-Bien, Cara Bonita, te toca.- el semblante de Alex se puso serio.
-No, no, no.- Josephine se posó en el suelo.- Es muy peligroso.
-Lo siento no pretendía...- la chica se sintió mal, no pretendía que Alex se pusiera así.
-¡Alex, Alex, Alex, Alex, Alex, Alex!- corearon todos.
-Ugh, está bien, pero cuando os diga, os cubrís. ¿De acuerdo?
Alex les señaló que se cubrieran detrás del muro, pero ninguno, como buenos adolescentes, hizo caso. Joey puso un muro de energía entre todos, para que no sufrieran ningún daño. El rubio suspiró cuando vio la escena, pero empezó a mover su cuerpo, y salieron disparados unos anillos rojos de su cuerpo, cortando la estatua por la mitad.
La onda expansiva de sus poderes les tiró a todos al suelo, Joey se aseguró de que todos estuvieran bien y luego miró a Alex, el chico estaba asustado de que alguno se hubiera hecho daño, pero todos empezaron a aplaudirle, incluida la chica de pelo moreno y rizado.
-Kaos. Vas a llamarte Kaos.- sentenció Josephine. El rubio sonrió.- Y no está abierto a discusión.
-¡Colega eso ha sido increíble!- Raven corrió a Alex y le empezó a zarandear.
-¿Es energía pura?- preguntó Hank.
Todos empezaron a hacerle preguntas, pero Alex contestaba solo algunas, o al menos lo intentaba, pero su mente solo podía pensar en que Joey le había sonreído y que él no le había parecido peligroso, cosa que pocas veces solía ocurrirle cuando mostraba su mutación.
Una hora después, la música sonaba a todo volumen, Raven bailaba junto a Josephine sobre la mesa, Hank colgaba del techo, Ángel volaba por todos lados y Alex le pegaba a Darwin, que tenía una coraza de carbón en su pecho, con un bate de béisbol.
-¡Qué está pasando aquí!- apareció una mujer que la de ojos azules no conocía junto a Erik y Charles.- ¿Quién ha roto la estatua?
-Fue Alex.- la morena un codazo a Sean en el costado.
-No, ha sido Kaos, ese es su nombre. Y hemos pensado que tú deberías ser el Profesor X y tú Magneto.- Raven señaló a ambos hombres.
-Excepcionales.- murmuró Erik.
-Moira, creo que no te hemos presentado a Josephine.- la nombrada caminó hacia la mujer.
-Un placer.- dijo.
-Sí, un placer.- contestó la mujer y negó mientras miraba el destrozo.
-Solo tenemos dieciocho años, tenéis que dejar que nos divirtamos. Yo nunca había estado con gente de mi edad. Llevo desde hace mucho tiempo viviendo sola, en un piso con goteras que se sujetaba gracias a mi fuerza de voluntad. No se lo tengáis en cuenta. Solo somos adolescentes.
-No lo haremos, pero esperábamos más de vosotros.- dijo Charles.
-No os decepcionaremos, Charlie.
-¿Me ha llamado Charlie?- preguntó Charles.
En la sala nueva, Alex, Darwin y Joey jugaban al pinball mientras que el resto hablaba tranquilamente. Alex no dejaba de lanzarle miraditas furtivas a Joey, que no se percataba de que el rubio estaba mirándola.
-No sabía que el circo había llegado.- dijo uno. Los que jugaban al pinball miraron a la ventana, viendo a dos agentes de la CIA.- Vamos, preciosa, haz eso de las alas.- me puse delante de Ángel.
-Pues enséñanos los pies.- señalaron ahora a Hank.
-O quizás queréis una muestra de mi poder.- dijo Joey.
-No, gracias, estamos bien.- se marcharon y Hank cerró las cortinas.
-Nos tratan como fenómenos.- habló la chica.- Pero somos mejores que ellos.
-He vivido rodeada de hombres ignorantes toda mi vida, pero prefiero que me miren unos hombres cuando estoy desnuda a que me miren como me han mirado ellos.
-Lo siento, Ángel.
Los chicos empezaron a oír golpes y gritos a través de la puerta y ventana. Todos se miraron confundidos entre sí, por lo que Alex decidió abrir las cortinas, y en ese momento, cayó uno de los agentes de la CIA de hacía un par de minutos, muriendo en el acto.
Josephine retrocedió aterrada cuando empezó a oír los gritos y golpes cada vez más cerca de la puerta. Raven la agarró de la mano y todos quedaron arrinconados contra una pared, siendo protegidos por Darwin.
-¿Qué está pasando?- dijo asustada.
-No lo sé.- Alex se colocó en frente de ella y puso una mano de manera protectora delante de ella.
-Tenemos que irnos.- Darwin corrió a la puerta, pero estaba bloqueada.
-¡Dejadnos salir, por favor!- chilló asustada.- Por favor...
-Si queréis a los críos, están dentro, pero a nosotros dejadnos vivir, por favor.- oyeron al agente a través de la puerta.
-Vamos a morir.- Joey se tapó la boca con las manos.
-No lo permitiré.- susurró Alex.
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