Jueves, 27 de mayo de 2021, 15:21

Sunghoon llegó a la casa de Sunwoo, notando que éste ya estaba en la sala.

-Oh, ¿saliste temprano?

-El profesor faltó, así que sí.

Ambos caminaron hacia el cuarto del menor luego de que Sunghoon saludara a su madre.

Incluso si Sunwoo no estaba hablando mucho (como era normal), la forma en que se movía y sonreía por nada a cada rato le tenía intrigado, mucho más cuando recordó la pregunta que le había hecho la asesoría pasada.

Sunwoo parecía motivado, feliz y... brillante aquel día.

Lo dejó pasar.

Cuando los chicos se sentaron delante del escritorio de Sunwoo, la radio sobre éste hizo un ruido extraño y después:

-Hyung, ¿hoy salió temprano?

Sunwoo se alarmó y tomó rápidamente el aparato, aplastando un botón para decir:

-S-Sí, y Sunghoon hyung está aquí.

-Oh, entonces hablamos más tarde.

-Sí.

Sunghoon chasqueó la lengua, pues era raro para él ver a Sunwoo tartamudeando.

-¿Quién era?

-¿Eh? Oh... Era Riki, mi vecino -responde apuntando vagamente a la ventana.

-¿Se hablan por radios ya que no tienes celular?

-Sí, él me lo dio...

-Son bastante cercanos, al parecer -Sunghoon soltó ese comentario al aire sin un real sentido mientras sacaba sus cuadernos de su mochila, sin embargo al voltear a ver a Sunwoo, éste tenía una pequeña sonrisa surcando sus labios.

¿Era lo que creía?

-Sunwoo...

-¿Uhm?

Sunghoon recordó al padre de Sunwoo diciéndole que lo único de lo que debían de hablar era de la escuela y estudios. Y por otro lado veía a la madre del menor diciéndole que, si podía, se volviera amigo del chico.

Siempre había estado entre medio de esas dos peticiones, tratando de no atravesar mucho al otro lado. El padre tenía autoridad, y la madre le caía bien. No quería desobedecer a ninguno.

Y luego estaba el lado de Sunwoo, la persona que estaba siendo controlada cual juguete. Nunca se preguntó realmente cómo era su vida fuera de los libros. Entonces sintió las horribles ganas de preguntar:

-¿Te gusta Riki?

Sunwoo le miró de reojo, calculó lo que iba a decir por unos minutos y, con una expresión un tanto fría, respondió:

-Sí.

-Oh, pensé que ibas a tratar de esconderlo un poco más.

-Eres la única persona con quien me hablo, podríamos decir. No creo que esté de más que lo sepas -respondió tomando su lapicera.

Sunghoon se quedó en silencio. Le sorprendía, claro que sí, pero no al punto de no creerlo.

-Sunwoo, tal vez hoy te deje la misma clase de tarea que la anterior -murmuró, dejando sus cuadernos olvidados y enfocándose en el chico-. Tenemos que hablar.

Por primera vez quería pasarse a un lado de manera definitiva, al lado de Sunwoo.

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