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Lunes, 3 de mayo de 2021, 16:58

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El secreto está en no esforzarse por el placer, sino en encontrar el placer en el esfuerzo.

Eso le había dicho su padre hace unos años, cuando Sunwoo le dijo que estaba cansado de estudiar casi todo el día.

Esa frase se le quedó tan marcada por mucho tiempo, teniéndola por guía cuando se desvelaba estudiando para exámenes, tomaba sus clases extras y hacía tareas que le dejaban tanto en la escuela como en las clases.

Sin embargo, Sunwoo se dio cuenta de una cosa cuando terminó su último año en la primaria.

Yo no puedo encontrar placer en algo que no me hace feliz. Quiero salir, quiero divertirme.

Pero Sunwoo no tenía permitido ir a las calles cuando tenía pendientes, y en el momento en que acababa con éstos, se encontraba agotado tanto mental como físicamente.

No sabía cuánto más podría aguantar.

-¡Sunwoo, baja a desayunar!

El chico pareció despertar de su trance. Según estaba leyendo un documento, no obstante su mente se fue en algún punto de la lectura y no se dio cuenta de ello hasta que lo llamaron.

Bloqueó su laptop y salió de su cuarto, yendo a donde su madre estaba.

En la mesa se encontraban varios platos, desde sopa de papa, espinacas sazonadas, tofu y huevo horneado.

Ah, una cosa más, Sunwoo no podía comer azúcar o mucha grasa. Por ello no recuerda la última vez que comió pizza, helado o galletas.

A veces le sorprendían con pasteles de arroz. Sí, a veces le sorprendían, porque eso pasaba cada sesenta y cuatro años.

Se sentó, luego su madre y su padre recién llegado del trabajo.

Su mamá trabajaba vendiendo cosas de catálogo, y su papá llevaba la contabilidad de un restaurante y un hotel (ambos del mismo jefe). Eran una familia de clase media, y ya que no eran capaces de pagar una escuela privada para Sunwoo, lo inscribieron en una pública y le pusieron a un tutor, el hijo del jefe de su papá.

Sunghoon era simplemente demasiado. Si Sunwoo sacaba puros dieces, bueno, Sunghoon sacaba dieces, era parte de mil proyectos escolares y, además, el presidente estudiantil.

Si dijéramos que sus padres no lo idealizaron sería una mentira. Sunwoo estaba puesto para ser un mini Sunghoon, algo que no le hacía gracia al azabache.

No era presidente de todos los estudiantes, era el de su salón. Y no estaba en mil proyectos, estaba en unos cuantos cienes.

Sus padres le decían que aún le faltaba.

-¿Terminaste las tareas que te puso Sunghoon?

El primero en hablar fue su padre, y su madre le siguió diciendo:

-Teniendo en cuenta que son las cinco, no creo que haya terminado aún...

Sunwoo se encogió un poco. Su mamá tenía razón, pero la respuesta igual no era del agrado de su progenitor.

El hombre sólo suspiró con fuerza.

-Ya sabes, entonces -Sunwoo asintió-. Por cierto, ¿quiénes son las personas que se están mudando al lado?

Oh, ¿alguien se está mudando en esa casa tan grande?

-Deben ser personas de mucho dinero. Tengo entendido que la renta de esa casa es muy cara -comentó la madre antes de comer arroz.

-Son una pareja y un adolescente. No pude ver bien sus rostros, pero los escuché hablar japonés.

-Oh, ¿Sunghoon no le enseña japonés a Sunwoo? -sonrió-. Deberías hacerte amigo del chico y practicar con él.

Sunwoo se detuvo, masticando lentamente y confirmando que su madre estaba tratando de obligarle a socializar otra vez.

Terminó de desayunar un poco irritado de que fuera tan ignorante al respecto. ¿Por qué esperaba que tuviera amistades? Él nunca salía de casa y nunca invitó a nadie a pasar el rato. Entendía que su madre se preocupara porque él no llevaba a nadie a su hogar, sin embargo no podía quejarse cuando tenía en parte la culpa.

Llegó a su cuarto y lo primero que hizo fue abrir la ventana. Hacía calor, pero el poco viento que se colaba ayudaba a soportarlo un poco.

Debía terminar sus deberes y así podría descansar.

Abrió la laptop y la pantalla se iluminó, mostrando el documento que Sunwoo antes estaba "leyendo". Abrió su libro, cuaderno y sacó su lapicera.

La tarea se veía algo complicada, así que esperaba que le llevara poco más de una hora para terminarla.

En el momento en que se dispuso a comenzar a leer desde el primer párrafo, un portazo lo sacó de su concentración.

-¡Perdón mamá, fue el aire!

-¡Ten más cuidado!

Sunwoo en serio había entendido lo que dijeron con su poco japonés, qué orgullo.

Se giró hacia la ventana, ésta daba la vista a otras dos que, obviamente, no sabía si eran habitaciones u otro tipo de cuartos.

Las cortinas eran negras en ambas y no se movían ni un poco. Luego de un par de segundos, una música comenzó a reproducirse.

Sunwoo no podía identificar la canción, pues él raramente escuchaba música. Los únicos momentos en los que le dejaban escucharla era durante la ducha, y nunca salía de la misma banda, o sea que no escuchaba canciones que no fueran de Day6.

Sin embargo, esa que se estaba reproduciendo se le antojaba agradable. Era calmada, ese estilo le gustaba mucho.

When you try your best, but you don't succeed.
When you get what you want but not what you need.

Dejó de prestar atención a la letra, pues su inglés aún necesitaba mejorar. Sólo entendía las palabras "cuando" y "querer" de lo que alcanzó a escuchar.

Entonces escuchó cómo la ventana vecina fue abierta y de ella se veía a un chico. Era rubio, tenía piel pálida y ojos pequeños. Él veía su celular con atención mientras retiraba las cortinas para dejar pasar el aire.

Sunwoo tuvo que voltearse, previniendo que su vecino supiera que le estaba viendo.

Suspiró. Sí, parecía un chico de su edad.

Si fuera tal vez mucho mayor o mucho menor, podría tener una excusa para no acercarse a él, no obstante no era así.

Qué desastre.

;;♬;;
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otra vez, esto iba a ser un
one-shot, pero terminaron
siendo más de 10k de
palabras, así que lo tuve que
hacer una historia corta ksks

el sunki es tan tierno i'm-

¡estaré actualizando
todos los días!
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♡