Mis padres me habían apuntado al típico campamento de verano donde en realidad lo único que haces es aprender a vivir en el bosque, igualmente no lo hicieron por mi, en realidad tenían que encargarse del divorcio, y todo es mucho mejor si no hay una adolescente negada a que eso ocurra de por medio.

Mi madre me dejó en la puerta.

— ___, recuerda que tienes que cuidarte, échate crema de sol todos los días, eres demasiado blanca como para que te pegue el sol demasiado y...— continuó dándome una charla de lo que puedo hacer y lo que no, luego pasó al alcohol, los cigarrillos como si en los campamentos dejasen hacer esa clase de cosas, y después se despidió— te voy a echar de menos.

La miré sonriendo.
— Nos vemos dentro de tres semanas— hablé para que se tranquilizase— cuídate tú también, dile adiós a papá de mi parte— pedí mientras me bajaba del coche y sacaba las cosas para dejarlas en el suelo.

Mi madre me sonrió de vuelta, y después se fue, mi sonrisa desapareció cuando al fin cuando el coche ya no se podía divisar.

Tomé las cosas de nuevo, caminé hasta el interior del lugar para que me diesen las llaves de mi habitación cabaña o lo que sea lo más parecido a un lugar para descansar.

Me fijé en la gente que había, solo tres personas llamaron mi atención; un pelirrojo que no se movía del lado de su madre, una chica con rasgos asiáticos, y un chico de color que no paraba de quejarse de lo perfecta que era su vida para que le llevasen a aquel lugar.

Opté por hacer la cola, allí comencé a "hablar" con la asiática, mi chino era más o menos bueno, había vivido en china un par de años por el trabajo de mi padre, así que hablar con ella fue fácil.

El pelirrojo se unió más tarde, cuando su madre ya se había ido.

— Soy Alex— saludó extendiendo una mano.

—___— dije tomándosela— y ella es ZhenZhen.

La chica hizo un intento de sonrisa y saludó también.