El siguiente día, nos despertaron pronto por una "excursión" a una especie de lago, genial.

Me senté al lado de ZhenZhen y cerca de Alex y el chico de color.

Este último me miró pícaro, y yo le respondí subiendo una ceja.

— ¿Qué hay, princesa? Soy Dariush.— la forma en la que hablaba me resultaba graciosa, hablaba de forma "seductora" o al menos lo intentaba.

— Soy ___— dije sonriendo, parecía que seguiríamos hablando, pero al fin llegamos al lugar.

Salí del autobús rápidamente, ZhenZhen me había dicho que quería buscar un acantilado como el del anuncio que no había soltado en todo el tiempo que habíamos estado allí.

— Vamos— le dije comenzando a caminar hasta el lugar que buscábamos.

Alex nos seguía mientras se quejaba de que no podíamos hacer eso y que teníamos que volver con los demás y blah blah blah.

— Alex, cállate— pedí poniendo un dedo en mi boca e intentado ir tan rápido como ZhenZhen.

Por el caminos nos cruzamos a Dariush pero estaba... ocupado.

Al llegar por fin al lugar, a ZhenZhen le dio un ataque de felicidad, pero habíamos perdido a Alex, lo escuchamos gritar y corrimos hasta él.

— ¡Suéltalo!— habló un chico, no era ni Dariush ni Alex, eso estaba claro.

Cuando llegamos Dariush estaba en el suelo, y Alex era ayudado por un chico, bastante guapo para qué mentir.

Ayudé a Dariush a levantarse y luego miré al nuevo.

— ¿Quién eres?— preguntó Alex confuso.

— Me llamo Gabriel— respondió.

— ¿Eres de por aquí?— siguió preguntando.

— Si, si— respondió con rapidez.— Vosotros sois del... campamento ¿No?

Asentimos sin decir nada porque Dariush ya estaba quejándose.

— ¿Sabes qué? Has tenido suerte— soltó, yo le tapé la boca con una mano.

— No sigas por ese camino— susurré, le iban a matar, además, el chico a pesar de su apariencia no me transmitía seguridad, podía matar a Dariush con un puñetazo.

El último no dijo nada más.