i can't be alone
Iba a seguir hablando cuando de repente un ruido sonó, eran como disparos, y era horrible, todos miramos con cara de terror al rededor, menos ZhenZhen, ella siempre estaba tranquila.
— Me ha llegado un mensaje— hablé mirando el móvil, no lo había entregado antes por si me llamaba mi madre— es un mensaje para que evacuemos.
— Hay que irse de aquí— ordenó Gabriel.
— Por aquí— dije mientras caminaba hacia el bosque.
— Para el carro Dora la exploradora— me giré molesta al que me había llamado así; Dariush.— es mi grupo, vamos.
Ignoré lo que había dicho y continué andado, los demás también me siguieron, después llegó Dariush.
— ¿Alguna idea?— pregunté corriendo al lugar viendo que ya no había nadie.
— Llamadlos— sugirió Gabriel, mi móvil había muerto.
— No puedo— dije apretando mis labios.
— ¿No puedes?— preguntó confuso.
— No, mi móvil ha muerto.
— Y el mío— dijo Alex dándole un par de golpes.
— Vale, no os preocupéis será... un incendio forestal, hay que irse los osos aquí están locos— habló Gabriel, haciendo que Dariush entrase en pánico.
— No vamos a morir por unos osos, pero hay que darse prisa— traté de tranquilizarle, y corrimos hasta el campamento.
No había nadie, se habían ido, habían dejado una nota.
Conrad aún estaba ahí, solo estaba dormido.
— Se debió dormir durante la evacuación— explicó Gabriel, muy hábil.
— ¿Qué clase de capullo se duerme durante una evacuación?— pregunté, ese monitor no me caía bien.
Fuimos al comedor, fui con Gabriel al teléfono para ver si podíamos llamar a alguien.
— No hay linea— hablé molesta, ¿Por qué pasaba todo eso?
— Tampoco luz— dijo Alex tocando el interruptor.— ¿Sabes que es el PEM?
Negué.
— El PEM es el pulso electromagnético, una explosión nuclear en la atmósfera puede cortar la luz en todo el planeta.
— Osea que estamos jodidos— me senté en una silla para pensar.
— Vosotros tenéis comida y un techo— comenzó a hablar Gabriel— podría ser mucho mejor que quedarse a esperar.
— ¿Esperar qué?— preguntó Dariush, sonó un ruido terrible— mierda.
— Vamos, vamos, vamos— corrimos hacia afuera buscando de donde procedía el ruido, eran unos aviones luchando contra algo que nunca habíamos visto.
— Vamos, rápido, corred— dije al ver que se acercaban.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro