Capítulo final
Ella había hecho lo necesario para mantener el Bifrost funcional y cuando le avisaron que sus hijos estaban por llegar no dudó ni un solo segundo en correr hacia la gran recinto dorado. Estaban cerca, los sentía vibrar a través del puente.
Decir que no esperaba una emboscada no era cien por ciento verdadero pero nunca se le ocurrió pensar que uno de los asgardianos la traicionaría, cerrando abruptamente la conexión creada entre Midgard y Asgard.
Hela vigilaba muy de cerca, logrando así atrapar a los príncipes en un sueño, capturando su cuerpo. Con su botín de guerra regreso al palacio que desde hace mucho tiempo estaba en sus manos, el Valhalla.
La asgardiana regente lo recordaba, aún veía a los ojos asustados de Loki antes de todo el caos, Thor tampoco pudo sonreír en ese momento. Ahora se hallaba enfrente de ella, la diosa de la muerte, observándola con el odio que nunca pudo sentir en su vida.
Los cuerpos cayeron de forma rápida cuando Hela desapareció la magia que los hacia flotar lista para darle batalla a Frigga. La bella madre de todo se lanzó empuñando el Gungnir directo a la dama oscura, las luces salieron disparadas cuando sus armas se juntaron, hechizos poderosos luchaban entre sí para traer victoria a su dueña pero ninguno cedía.
Mal y bien debatían nuevamente por Asgard, la eterna ciudad dorada, afuera las Valkyrias disminuían el número de esqueletos, Sif encabezaba el gran batallón que cerró última puerta al Hel mientras observaba como el Valhalla se pintaba de múltiples colores, reflejando el desplante de magia que se vivía en el interior, otros guerreros y Brunnhilde trataban de llegar hacia donde estaba la reina.
No iban a perder, no podían hacerlo. Así como cada cierto tiempo, su valentía tendría que salir para probar su derecho a la eternidad.
—Ríndete Hela, estas acorralada—Frigga habló—. Regresa a tu reino...
Sonrió porque no podía entender la situación por completo. Nunca se esperó que los propios asgardianos sin la ayuda de sus príncipes se salvarían, ni que los ángeles se aliarán con ellos, llegó tan lejos con lo poco que tenía en el Hel—. Nunca voy a estar vencida si todavía el alma de tus bellos retoños sigue en mis manos.
La reina volvió a lanzarle poderosos hechizos, no existía una forma civilizada de terminar con todo...no. Pelearía toda la vida si de defender a sus hijos se trataba.
El sonido de las armas chocando fue lo único que se escuchó.
Ningún personaje me pertenece.
Capítulo Final
Loki no durmió esa noche, permaneció sentado a la orilla de la cama después de haber ido a dejar a su pequeña hija a su cuarto. Recuerda sentirse perdido al momento de caminar por los pasillos que en ese momento le supieron interminables, con cada paso solo se alargaba más y más, cuando paró a descansar cerró sus ojos y de la nada apareció sentado justo en donde se encontraba en ese momento.
—Amor ¿Estás bien? —preguntó Thor desde atrás, adormilado.
El azabache lo observó tratando de descubrir si él era real o parte de la farsa ¿Pero en serio se trataba de algo inexistente? Tal vez solo era su mente tratando de jugarle un mal momento, después de todo, muchos meses ya había pasado aquí ¿No? Espera...entonces con eso estaba admitiendo que no siempre vivió ahí ¿Existía otro lugar?
Inconscientemente bajó sus manos a su pecho ahí estaría su alma ¿no? Completa...
Esa que tanto tiempo se esforzó en separar y luego Thor reunió.
"Si me escuchas, despierta. Porque esa no es tu vida."
Loki ignoró la voz—. Sí, aunque pudiste haberme dejado menos mordidas, troglodita—dijo sonriente.
Thor le dedicó una mirada coqueta—. Oh vamos a veces no me puedo controlar, tenme piedad, dios del caos.
"Necesito de su ayuda o se quedarán para siempre atrapados ahí."
Se acercó a él, moviéndose por primera vez en muchas horas. Se sentó sobre su regazo mientras sus manos acariciaban su rostro— ¿Te gusta estar aquí?
Thor perdió la respiración por unos segundos y sus ojos solo pudieron fijarse en los de su esposo— ¿A qué viene esa pregunta?—preguntó en voz bajita en un tono muy inusual para él.
"Loki voy a abrir un portal, me quedaré sin magia por un tiempo si lo hago"
Cerró los ojos negando lentamente. Su madre le hablaba, se escuchaba cansada y asustada. Estaba soñando, este mundo no era real ¿Thor lo sería? ¿Es producto de su mente? Sus manos presionaron con más fuerza el rostro del rubio, sintiendo la textura de su barba...el tacto no podía engañarlo— ¿Recuerdas haber rescatado mi alma?
A pesar de comenzar a sentir un poco de dolor la cara de Thor no reflejó emoción alguna—. Ese fue un extraño sueño que tuve ¿no?
Al menos eso pensaba, su esposo sí recordaba lo que pasó pero lo asociaba con otro tipo de situación. Thor era real.
Entonces todo lo demás podría esperar.
Hela no podía ser detenida, los asgardianos solo estarían perdiendo nuevamente Asgard...el arregló que Heven, el décimo reino, diera hogar a todos su compatriotas. En cierta forma solo sería una mudanza, nadie los necesitaba a ellos dos, incluso tal vez podrían vivir en paz, por lo general eran los primeros en iniciar conflictos que afectaban a los demás.
Mamá viviría triste durante un tiempo.
En cambio si regresaban Hela lo volvería intentar era mejor darle lo que quisiera, si regresan tendrán que reconstruir la ciudad si llegaran a ganar, si regresan alguien podría morir, si regresan no serán tan felices como aquí.
"Loki necesito que al convocar el portal salgan, su alma requiere regresar a sus cuerpos"
Las manos de Thor tomaron sus mejillas, los dedos toscos recorrieron la blanca extensión en un intento de tranquilizarlo—. Loki dime ¿Qué ocurre?
— ¿Puedes ir por Sigrid? —le sonrió mientras se separaba de él—. Quiero desayunar aquí.
El fuerte dios del trueno no realizó más preguntas, luego ya averiguaría el porqué su esposo se comportaba de esa manera, después de todo ese tipo de conversaciones no eran tan raras en el azabache. Se levantó y salió por la puerta que conectaba directamente al cuarto de su hija para no tardar tanto.
Justo en ese momento la puerta principal de su habitación se abrió bruscamente, las piernas comenzaron a temblarle, necesitaba hacer una última jugarreta, la peor mentira que diría para poder conseguir una mejor vida.
— ¡Hijo! ¡Corre amor mío! ¡Trae a Thor! —decía Frigga desde afuera, preocupada hasta la medula. Estaba muy lastimada pero aun así sonreía. Hela desde el fondo trataba de romper el portal.
No duraría mucho.
Caminó directo a la puerta, tomó la manija y miró a la muerte a los ojos—. Yo nunca voy a tratar de salir de aquí, Thor tampoco lo hará...con la única condición de que nos mantengas en este lugar para la eternidad. Nos entregamos, es un buen cambio...el último con mi alma te funcionó bastante bien.
Hela no pudo evitar sonreír, sus manos dejaron de lanzar hechizos—. El trato estará escrito y cerrado en cuanto te vayas. Como muestra de mi buena fe te aseguro que nada podrá romperlo—una afilada espada salió de su mano cortando su muñeca, orgullosa levantó la sangre para dejar que el azabache la viera—. Por mi rojo fluir lo cumpliré.
Frigga ¡Oh! Pobre dama. Traicionada por la persona que juró proteger solo pudo observar la situación con lágrimas corriendo de sus bellos ojos azules y gritar en cuanto la mano de Loki cerró la puerta.
Ya no había forma alguna de regresar.
Hela gano.
-
— ¿Listo para ordenar el desayuno a la cama? —pregunta Thor sosteniendo a su hija en brazos.
Ahí se encuentran los dos amores de su existencia. Aquel que rescató su alma y aquella que existe gracias a ese sacrificio. Thor no tiene que enterarse de nada, se merece después de tantas batallas una vida sencilla llena de amor que solo aquí pueden tener.
"No era tan malo...
El dios de las mentiras sonríe mientras se aleja de la puerta—. Nada en este mundo me haría más feliz.
...despertar en el más allá"
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